EWOKS


Ewok


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Los ewoks, inteligentes bípedos peludos de un metro de altura, son una raza curiosa de buen carácter. Su sociedad es bastante primitiva y sus atuendos se componen de poco más que capuchas, plumas decorativas y huesos de animales, evitando cualquier otra ropa.

La lengua ewok es líquida y expresiva y puede ser pronunciada (a diferencia de la mayoría de las lenguas alienígenas) por la mayor parte de humanos. La inversa es evidentemente cierta y algunos ewoks que han interaccionado con los comerciantes, que muy irregularmente visitan su bello pero empobrecido mundo, han aprendido una especie de lengua franca ewok-básico. Esto permite que los pocos seleccionados conversen con las razas de la galaxia... o casi. A veces, lo que empieza con una petición perfectamente razonable para que "pasen la comida púrpura" puede acabar significando algo completamente diferente.

La luna boscosa de Endor, el mundo nativo de los ewoks, tiene vida abundante. La baja inclinación axial y la órbita regular del primario de la luna, un gigante gaseoso, dan como resultado un clima templado y confortable. La esfera densamente boscosa está cubierta de árboles gigantes que crecen a alturas superiores a los 300 metros. Sirven de hogar a los ewoks y buena parte de la cultura ewok está relacionada con ellos.

Los ewoks son hasta cierto punto un enigma. Viviendo en agrupaciones tribales primitivas a gran altura entre los árboles de la luna boscosa de Endor, son asustadizos pero guerreros feroces cuando son amenazados. Son valientes, suspicaces, despiertos, curiosos y leales cuando uno se ha ganado su confianza, pero el hecho de vivir en bosques llenos de grandes predadores les ha hecho precavidos en sus tratos con los demás.

La luna boscosa puede parecer pacífica e idílica, pero el paisaje forestal es el hogar de muchas bestias terroríficas. Durante el día, los ewoks forrajean por el suelo del bosque con relativa seguridad, pero incluso los más jóvenes saben que no hay que aventurarse fuera de sus poblados después del crepúsculo, cuando los carnívoros vagan por el bosque oscuro, a la espera de cenar desafortunados ewoks alejados de la protección de sus árboles gigantes.

Los poblados ewok se construyen con barro, paja y madera y se suspenden a gran altura sobre el suelo del bosque. Los conglomerados de poblados utilizan los troncos de los gruesos árboles como apoyo, utilizándolos frecuentemente como paredes internas de sus grandes chozas. Donde los árboles se apiñan, los ewoks edifican plazas, construyendo plataformas abiertas entre los muchos troncos. Pasarelas y escaleras de madera, escalerillas de cuerda y lianas conectan las chozas dentro de los conglomerados.

Los ewoks tienen una religión compleja que se centra, como ocurre con todos los demás aspectos de sus vidas, alrededor de los árboles gigantes. Las leyendas hacen referencia a los grandes árboles como "espíritus guardianes" y "padres de la gente". Los ewoks creen que sus árboles son poderosos seres inteligentes de larga vida. Cada poblado tiene un hechicero que, junto con el jefe, gobierna la comunidad e interpreta los muchos signos, portentos y presagios que regularmente excitan a los supersticiosos ewoks. Sus creencias místicas también parecen incluir muchas referencias a la Fuerza, aunque nunca se menciona con ese nombre.

La música juega un papel importante en la cultura ewok. Se utiliza en ceremonias religiosas, celebraciones, narraciones de historias y como medio de comunicación. Muchas de las tonadas religiosas que embrujan los bosques han pasado verbalmente de generación en generación y algunas de ellas son realmente antiguas. Por los bosques se oye el eco de la música de tambores, emitiendo información y avisos de conglomerado de poblados a conglomerado. Los ewoks generalmente son gente feliz y amiga de la diversión y esto quizás se expresa mejor en su música de danza, que es muy abundante. Se interpreta en toscos instrumentos primitivos y, en manos de músicos ewoks con talento, cobran vida y parecen hablar de pura alegría y festividades.

La principal lealtad de un ewok es hacia su tribu: dará su vida incondicionalmente por defenderla. Este sentimiento de comunidad y de apoyo mutuo está profundamente arraigado en las pequeñas criaturas y a veces sale a relucir en sus raras relaciones con otras especies. Mientras que un ewok nunca traicionará a la tribu en la que ha nacido, quizás se vea obligado a pasar mucho tiempo alejado de su poblado nativo. En estos casos, un ewok adoptará a aquellos con quien se encuentra, creando un sucedáneo de agrupación tribal tan importante como el núcleo. Casi ni se oye hablar de guerra entre ewoks.

Aunque tecnológicamente primitivos, los ewoks son astutos e ingeniosos. Son expertos en la creación de herramientas, armas, trampas y otros artilugios que utilicen madera, tela, lianas y piedras. Cuando los ewoks entran por primera vez en contacto con las máquinas se muestran cautos y asustadizos. Pero muy pronto la curiosidad supera el miedo y un deseo casi infantil de jugar lleva a la experimentación. Incluso pueden llegar a aprender a manejar algunas máquinas y disparar blásters (si alguien es lo suficientemente valiente para dejarles practicar), pero son de lejos mucho mejores con los arcos y las hondas tradicionales.

El agudo sentido del olfato de los ewoks hasta cierto punto compensa su pobre visión, lo que les hace excelentes seguidores de pistas. Algún sexto sentido, quizás un rudimentario sentido de la Fuerza, les avisa del peligro como si lo pudiesen oler en el aire.

Endor ha tenido poco contacto con el Imperio o la Rebelión y los ewoks no tienen un gobierno central organizado al cual puedan exigir apoyo ninguno de los bandos. Sin embargo, harán todo lo que esté en su poder para proteger sus hogares de una invasión y desconfían de todos los extraños. La amistad de un ewok debe ganarse, no puede ser engatusada o ganada mediante demostraciones de poder.



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