Los mynocks son formas vitales basadas en la silicona, de aspecto de mantas, que se producen por fisión y se desarrollan con las emisiones de energía estelar. Son unas de las pocas formas vitales conocidas que han evolucionado en el vacío del espacio y para las cuales los ambientes planetarios son fatales. Por se primitivas, tiene pocos órganos especializados y un inteligencia negligible. A pesar de su apariencia y tamaño (hasta 1,6 metros de largo), en términos de hábitat y metabolismo se corresponden con mayor proximidad a los organismos microscópicos basados en el oxigeno. Los mynocks, al igual que las plantas, se nutren de la radiación estelar. Su negra superficie correosa absorbe de manera muy eficiente la radiación electromagnética. Cabalgan en el viento estelar, desplegando sus alas en toda su extensión para capturar las partículas emitidas por las estrellas, reflejando la energía para propulsarse en la dirección hacia la cual se quieren encaminar. Cuando un mynock ha absorbido suficiente energía para volar, encuentra un asteroide y se aferra a él. En él busca todavía más energía, absorbiendo silicona y otros materiales del asteroide para que le proporcione la masa adicional necesaria para reproducirse. Cuando ya ha absorbido suficiente material, se dividen en dos. Los dos nuevos mynocks se desenganchan y vuelven a volar por las sendas espaciales. Los mynocks son altamente energicotrópicos y siempre que pueden se enganchan a las naves espaciales que se cruzan en su camino. Las naves espaciales son virtuales banquetes de energía para los mynocks. Tienden a encontrarse alrededor de las áreas donde la energía es más fácilmente accesible, como los cables de energía y las compuertas de iones. Utilizan frecuentemente las naves como "asteroides" y empiezan a disolver el casco de la nave para reproducirse. Como consecuencia son una molestia infernal para los viajeros del espacio. Se desconoce el sistema donde se originaron los mynocks. Como no pueden viajar por el hiperespacio por ellos mismos, deben de haber estado alguna vez restringidos a un solo sistema. Si embargo, su tendencia a engancharse a las naves que pasan explica fácilmente la razón por la cual se pueden encontrar por toda la galaxia.