Un ángel cayó en la montaña del Diablo

Hace 60 años el expedicionario norteamericano quedó atrapado accidentalmente en el Auyantepuy, cerca del salto de agua más alto del mundo.

EN SU TERCER viaje a Venezuela, Jimmy Angel descubrió la catarata que luego sería bautizada con su nombre cuando trataba de localizar un río de oro Oscar Yanes/Néstor Rodríguez

Especial para El Universal

Caracas.- Helicópteros vuelan sobre la meseta del Salto Angel. Los expedicionarios comienzan a descender por cuerdas. Se movilizan para levantar un campamento. (A continuación fragmentos del texto del documental filmado durante el rescate del avión de Jimmy Angel)

En 1927 el capitán Félix Cardona y Juan Mundó organizaron una expedición que partió de San Pedro de las Bocas y remontó el río Caroní hasta el río Cucurital, donde estableció un campamento con el propósito de ascender el Auyantepuy por su falda noroeste.

Habiendo fracasado en este intento, Cardona y Mundó entonces llevaron a cabo uno de los viajes más extraordinarios que se hayan emprendido por la región, en el transcurso del cual navegaron el río Caroní hasta el gran Salto Otoanda o Tobararima, y volviendo sobre su ruta navegaron el Tirica hasta su confluencia con el río Perurén, cubriendo una distancia de más de 300 kilómetros.

Eventualmente, estos exploradores llegaron a la parte suroeste de la Gran Sabana, cerca del poblado indígena Uonken, donde Mundó permaneció por espacio de un año, entre tanto realizó un viaje hasta las inmediaciones de Santa Elena; mientras Cardona regresaba en solicitud de ayuda para la expedición.

A fines de 1928, Cardona volvió en busca de Mundó, encontrándolo ya de regreso más arriba de la desembocadura del Carrao en el Caroní, Cardona resolvió entonces seguir su viaje solo, y entró por los ríos Carrao y Acanán hasta Kamarata.

(El capitán Félix Cardona aparece en su casa hablando con Oscar Yanes).

Cardona: Y de allá con los regalos que traíamos para los indios nos llevaron por el río Cucuritao al pie del Auyantepuy, ese cerro siempre lo teníamos a la vista, a nosotros nos gustaba mucho el cerro porque era muy bonito con esos castillos que tiene arriba.

Creíamos que era un volcán. Mundó decía: 'Mira, ese es un volcán. Seguro que ese cerro arriba tiene diamantes y todos los diamantes que hay en el Caroní vienen de ese cerro. Es un antiguo volcán apagado. Tenemos que llegar el pie de ese cerro y hacer una plantación, un conuco. Cuando tengamos ese conuco ya sembrado vamos a proceder a la exploración de toda la escalada del cerro'. Ese era el propósito de nuestro viaje: subir al cerro, el Auyantepuy.

O.Y.: El capitán Félix Cardona Puig, descubridor del mundo perdido, volvió a explorar el Auyantepuy en 1937, pero esta vez con Jimmy Angel. Cardona fue el hombre que se encargó de comunicar al mundo que el célebre aviador se encontraba extraviado en lo alto de la montaña del Diablo. Jimmy Angel nació en Misuri, Estados Unidos, el 01 de agosto de 1899 y murió en Panamá el 08 de diciembre de 1956. En sus 57 años de vida voló por todos los continentes. A los trece años trabajaba en los circos aéreos caminando por las alas de los aviones y lanzándose en paracaídas.

A esa misma edad, le robó las cortinas de la casa a su mamá y se tiró al espacio en un planeador de bambú.

Luchó en la Primera Guerra y derribó globos y aviones; después se unió en el Medio Oriente a Lawrence de Arabia e hizo vuelos de reconocimiento para aquel personaje singular. Peleó en China bajo las órdenes de un Príncipe. Combatió a los piratas del aire encima del desierto de Gobi.

Filmó 8 películas de aventuras aéreas, entre ellas: Legión de los Condenados y Angeles del Infierno... Hasta que en 1921 un aventurero llamado McCraken le contó en Panamá que había descubierto una montaña de oro en Venezuela. McCraken contrató a Jimmy y le condujo, según refiere el piloto en sus memorias hasta ahora no publicadas, a una mole de piedra que Jimmy juraba que era el Auyantepuy. Allí aterrizaron en un banco de arena de un riachuelo y en tres días recogieron, según Jimmy, 75 libras de cochano. Un verdadero río de oro. Esto fue el 12 de mayo de 1921. Jimmy vivió desde entonces para volver a su río de oro. Doce años después, el 2 de agosto de 1933, regresó en busca del tesoro... pero fracasó. No localizó la montaña.

En 1935 organizó su tercer viaje y encontró el Auyantepuy. Inició muchos vuelos sobre la montaña del Diablo, asegurando que ese era el sitio donde él había aterrizado. Y el 25 de marzo de 1935 descubrió un gran cañón que se extendía bien adentro del centro del cerro y vio una caída de agua que casi le hace perder el control de avión.

Jimmy estaba viendo la catarata más alta del mundo. Se pensó entonces en que todo era fruto de su imaginación. Sin embargo, el piloto no se desanimó e insistió en la búsqueda; no del salto, pero sí del río de oro. Dos años después, en 1937, Jimmy Angel organizó su cuarta expedición. El río de oro y la ciudad abandonada existen, aseguraba. Pero la aventura terminó cuando su Flamingo Río Caroní quedó preso en el fango el 09 de octubre de 1937.

Dos semanas tardaron para bajar de la montaña y salvaron la vida por Gustavo "Cabulla" Heny, el mejor escalador de montañas de la época, quien ya conocía la ruta de descenso del Auyantepuy, pues se la había enseñado el capitán Cardona.

(Las cámaras captan nuevamente el campamento en el Auyantepuy. Oficial de la Fuerza Aérea habla con los expedicionarios).

_¿Qué tal, cómo está ese grupo?

_Bien, bien. Aquí... trabajando...

_Bueno, ya veo que adelantaron bastante. Tuvieron una labor bastante grande. Sin embargo, vamos a tener un retardo en la entrega de los equipos que nos iban a lanzar los aviones porque el mal tiempo nos interrumpió. Se han formado nubes aquí mismo encima del Auyantepuy... así que la entrega no la van a hacer hoy.

_Pero, ¿está previsto que se haga mañana?

_Bueno, sí. Para mañana en las primeras horas, debe ser lanzado todo el equipo y los alimentos que nosotros esperamos para terminar de hacer el campamento y comenzar con las labores del propio rescate.

_Coronel, hay un problema que nosotros tenemos ahora, queríamos tratarlo con usted como comandante de la misión para ver cómo podemos resolverlo. El helicóptero no va a entrar esta tarde y no tenemos agua, el agua queda sumamente lejos.

_Bueno, eso lo sabemos. Tenemos varios problemas de ese tipo. Sin embargo, por las facilidades y el conocimiento que tenemos de la selva sabemos que hay algunas pequeñas reservas de agua, hasta en algunas plantas... bueno, pues hay bastante helechos por allí...

_Bueno, de tal manera que tomaremos agua de las plantas esta noche.

(Las cámaras captan en Caracas, en el Country Club, la imagen del ingeniero Carlos A. Freeman. El ingeniero habla con Oscar Yanes)

Freeman: Yo personalmente volé más de 150 horas con Jimmy por lugares donde nadie había volado antes. Nunca llevábamos paracaídas; pues, como decía Jimmy "no son necesarios, si hay que aterrizar yo lo pongo sobre un árbol o en una playa, donde sea".

Y así fue.

O.Y: El ingeniero Carlos A. Freeman, es un personaje que desempeña un papel muy importante en esta historia. El formó parte de una celebre expedición que en 1939, con los ingenieros Aguerrevere, López y Delgado, nos descubrió la Gran Sabana. Pero el ingeniero Freeman es el único ser en el mundo que conserva este papel _el narrador muestra un documento_. En él, Jimmy Angel, el intrépido aviador, admite que muchos artículos se han escrito sobre sus aventuras en Venezuela, pero que la verdad de su vida se la va a referir a Freeman.

Freeman: Por primera vez vimos el Salto Angel, Jimmy Angel, Quintín Armaral y yo. Y me impresioné, porque Armaral dijo que no importaba si moría mañana después de haber visto lo que estaba viendo. Y a mí me impresionó, también, porque estábamos volando en un avión y con un aviador de nombre Angel. Viendo esa maravilla que parecía un ángel, pues lo natural fue decir Salto Angel.

(Aparece Jimmy Angel paseando con su esposa. Otras escenas lo muestran volando y en otras charlando con los indios). O.Y.: En 1937, cuando la música, la moda y la técnica le señalaban un nuevo rumbo a la humanidad, llegó al Auyantepuy el Flamingo de Jimmy Angel. Es un avión monoplano de 450 caballos de fuerza, todo de metal y con capacidad para 8 pasajeros. Estábamos en el Auyantepuy, una montaña de casi 2.500 metros de altura, situada en el área norte de la frontera de Venezuela con el Brasil, al este del Caroní y al sur del río Orinoco. Esta es una de las zonas más antiguas del continente. Es la prehistoria de la misma geografía de Venezuela, y en donde un aventurero contó a Jimmy, en los años 20, que hay un río de oro. El clima es uno de los más húmedos del mundo, el viento sopla con fuerza.

Estamos en los dominios del implacable Maguarí, dios del trueno y de la lluvia. "Esta sí es la montaña de oro", dijo Jimmy Angel el sábado 09 de octubre de 1937. Y a las doce del mediodía el Flamingo Río Caroní planeó sobre terreno aparentemente sólido, pero... cuando se deslizaba en el suelo, una rueda quedó aprisionada en el fango. Junto con Angel viajaba su esposa Mary, Gustavo "Cabulla" Heny y Miguel Delgado.

(Continúan apareciendo en la pantalla escenas diversas del accidente de Jimmy Angel, al cual se está refiriendo el narrador, pero la secuencia se interrumpe y aparece Miguel Delgado, en su casa, en Caracas).

Delgado: Entonces al día siguiente, preparamos todo y salimos a las diez y media de la mañana. Aterrizamos arriba más o menos a un cuarto para la doce. Eramos cuatro personas: Jimmy Angel, la señora de Jimmy Angel, Gustavo Heny y yo. Cuando faltaba poco para aterrizar, Jimmy Angel desconectó toda la electricidad del aparato, para que no hubiera incendio si acaso pasaba algo en la avioneta. Me asomé al portillo de medio lado y hubo un impacto. Yo salí disparado y pegué contra un saco de dormitorio que llevábamos preparado para dormir allá. Gustavo puso las dos manos en el asiento, pero salió disparado y cayó en la cabina. Ahí se enredaron los tres, no sé en que forma, entonces Jimmy me preguntó: "Miguel, ¿qué te pasó?". Yo le contesté: nada Jimmy no me ha sucedido nada. Yo estoy bien. Y le preguntó a Gustavo y a su esposa: "y ustedes, ¿cómo están?". "Nosotros estamos bien". Jimmy Angel tenía un rasguño en un brazo y en una pierna que le pegó el volante del avión; la señora de Jimmy un rasguño en un brazo; Gustavo unos pequeños rasguños y yo con un rasguño grande en el hombro izquierdo, entonces nos quedamos estáticos pensando que era lo que íbamos a hacer... ¡Tan lejos que estábamos! ¡Tantas cosas de valor que había en la avioneta, y la avioneta accidentada!

(La cámara capta a los expedicionarios examinando el avión de Jimmy Angel y tratando de sacarlo del fango. Ellos están hablando y trabajando).

_Se rompió la cupilla.

_Sí. Se rompió; todo son problemas...

_Pero, ¿no la has sacado?

_¡Cómo no..!

_¡No le des así! Dale con el cincel un poquitico más aunque lo dobles un poco hacia atrás, no importa.

_Señor, ¿cómo vamos a hacer los trípodes, los hacemos con estos palos o con otros?

_Si tuviéramos otros palos sería mejor...

_Tenemos los del helipuerto, pero no los podemos utilizar por ahora.

_Podemos hacer la hoja con estos palos que tenemos aquí y con estos listones, podemos tomar tres palos del helipuerto... Podemos preparar todo con éstos...

_Pon el palo grueso aquí más bien, y quita ése. ¡El otro!, ¡el otro!

_Necesitaríamos otro, otro más grueso: uno por aquí, otro allá y otro por aquel lado, ¿entiende..?

_¿Se van a poner aquí? Para formar el trípode las tablas tienen que estar pegadas, porque cuando hagamos fuerza con la grúa las tablas se van a reventar.

_Este lo ponemos en el centro, aproxime un poco más.

_Mira, Márquez, ¿te puedes comunicar con Canaima?

_Sí, pero he estado tratando de hacerlo y no se ha podido por el mal tiempo.

O.Y.: Jimmy Angel era también un extraordinario mecánico, y en muchas oportunidades el armó sus propios aviones. Cuidaba el motor del Flamingo como si fuera la propia niña de sus ojos. Jimmy confiaba mucho en los conocimientos mecánicos de un venezolano.

(Los expedicionarios continúan en el Salto Angel sacando el avión).

_Uno, dos, tres, pa'rriba...

_Fuerte, más arriba, más arriba; mira, no metas la mano por debajo.

_Vamos, vamos... Fuerza... Un poquito más. Vamos... Otro más, otro más.

O.Y.: La rueda hundida en el fango se mueve después de 33 años. Ella cambió el curso de la historia del último hombre que buscó El Dorado. Dos semanas tardó Jimmy Angel, por culpa de esta rueda, para bajar de la montaña del Diablo y el encargado de rescatarlos, en 1937, fue un joven capitán llamado López Henríquez.

(Hablan los expedicionarios mientras mueven el avión).

_Exactamente igual como hicimos con los planos.

_Pero, sería bueno conseguir las...

_Bueno, espérate un "momentico". Esto es sin precipitaciones, señores, porque estamos en el momento más delicado. ¡Cuidado con dañar la aeronave! Vamos a hacer el mismo trabajo. Trabajaremos dos de cada lado. O.Y.: Por primera vez se está moviendo el cuerpo de Jimmy Angel. Los hombres de la aviación militar de Venezuela, lentamente van empujando a la vida al Flamingo. ¡Jimmy Angel vuelve a vivir en una forma distinta!

(Los expedicionarios rinden honores a Jimmy Angel).

_Fuego a discreción... fuego a discreción... fuego a discreción... _Se escucha el toque de diana...

Los helicópteros se llevan el avión hacia Canaima.

La operación rescate culminó el 15 de febrero de 1970. Los expedicionarios llegaron a la meseta del Auyantepuy el 07 de febrero, y la avioneta permaneció allí desde el 09 de octubre de 1937; es decir, 33 años. Y el próximo jueves se cumplirán 60 años de la caída del ángel.

(Diario El Universal, Caracas, domingo 05 de octubre, 1997)

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