EL CUERPO DESHABITADO
Yo te arrojé de mi cuerpo,
yo, con un carbón ardiendo.
-Vete.
Madrugada.
La luz, muerta en las esquinas
y en las casas.
Los hombres y las mujeres
ya no estaban.
- Vete.
Quedó mi cuerpo vacío,
negro saco, a la ventana.
Se fue.
Se fue, doblando las calles.
Mi cuerpo anduvo, sin nadie.
*(De "SOBRE LOS ÁNGELES", Poesía).
LEER A ALBERTI:
La pluma de José Bergamín escribió del poeta: "Hay en la poesía de Rafael Alberti castidad -limpieza, pureza- segura, firme, dura,
duradera: de cal y canto. Sus ángeles -o su ángel andaluz (arcángel tutelar)- le construyeron esta
pared tan andaluza. De cal y canto, la poesía de Alberti se alza y afirma, vertical, pisando tierra, mirando
al mar, entre dos cielos. Parte y define la luz misma como el muro encalado de un compás, o de un patio
en la casa andaluza de tradición romana".
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