Chiquillos de la
calle
Huérfanos de pan,
más de cariño
deambulan por la calle su
amargura
abatidas sus caritas de
niño
sedientos de afecto y de
ternura
Al mundo reta su mirada altiva
vertiendo su desdén,
odio sabido
y forja de dolor su llaga
viva
producto del escarnio en
que han vivido
El frío penetrando
en su raído traje
refleja en su rostro el
desencanto
llevan la delincuencia cuál
pródigo equipaje
que se transforma en un
rebelde llanto
Tal vez roba por hambre,
por maldad
yo no lo sé, tampoco
lo repruebo
no puede germinar un lirio
de bondad
en lodo sucio de un estercolero
Mas los he visto, nobles,
solidarios
amigos de verdad en la orfandad
compartiendo mendrugo y
los agravios
con destellos de gran fraternidad
Golpes, escarnio, violaciones
son su rutina día
con día
con tantas y crueles decepciones
se mutila, su canto de alegría
Y ante esos pequeñines
con rencor
te implora mi ruego: no
los hieras
lógico y justo es
su desamor
tuvieron como padres ¡Unas
fieras!
Que no les dieron un sincero
afecto
que no les dieron pan y
sentimiento
nunca les señalaron
el camino recto
solo golpes, rencor y sufrimiento
Mas no levantes la cabeza
ufano
al mirar, su triste inmolación
tu tampoco como ser humano
les diste un poco de tu
corazón.