A Marcos
A algún lugar de la
selva
te escribo... mitológico
amigo
a nombre de los niños
que fallecen
famélicos, enfermos,
desnutridos
a nombre de sus madres "Dolorosas"
que irrumpen el silencio
de los siglos
con alaridos de rabiosa
impotencia
mientras siembran el fruto
de su vientre
te escribo por los jóvenes
enhiestos
por los trabajadores y los
campesinos
y por todo mi pueblo mexicano
que miramos la patria fallecer
también por los descalzos
emisarios
que transitan del combate
a la victoria
por los indios estoicos,
marginados
que musitaban con voz inexistente
soy yo... no es nadie...
nada soy
salidos de la nada tomaron
dimensión
y su voz se escuchó
en los confines
al eco resonante de fusil
y metralla
recordándonos nuestro
infame olvido
se había silenciado
al indio y al poeta
por eso la nación
sin sostén ni raíces
naufraga zozobrando a la
deriva
a tí Marcos, hombre,
paladín, poeta
te laceró esta triste
realidad
de un pueblo cabalgando
en la injusticia
con olvidos milenarios de
ignóta redención
y te cubriste del magno
galardón
que solo ostenta el ser
revolucionario
y se dejó escuchar
tu sacro verbo
¡luchar! ¡vencer!
¡redimir! y ¡triunfar!
¡morir para nacer!
¡nacer para vivir!
y con rugidos y estruendos
libertarios
abanderaste los fusiles
de palo
pletóricos de fe
y envestidos de gloria
llevando como lema la esperanza
enarbolando simbólicos
pendones
levantando consignas ya
caídas
¡dignidad! ¡justicia!
¡educación y libertad!
y tus glebas humildes, los
descalzos
hicieron temblar a los farsantes
de Harvard
que hundieron al pueblo
en los abismos
de miseria, deshonor y abyección
los que acaban con el hambre
por decreto
los que amasan fortunas
fabulosas
con el llanto y despojo
de los débiles
motivando su rabia destructora
por eso tus estoicos paladines
retoman la historia nuevamente
luchando contra todos los
sicarios
que a diario nos hieren
y denigran:
al represivo policía,
sucio venal
al voraz inspector que manda
Hacienda
al mandatario unido al narcotráfico
a los que llevan como meta
la extorsión,
el crimen y la horrenda
corrupción
a los fariseos de falsa
democracia
a los legisladores fatuos
levanta dedos
y a todos los que asolan
a la patria
en caminos, selvas y carreteras
plagados de ignominia y
de retenes
en donde se violan todos
los derechos
a aquellos que intimidan
prepotentes
vejando, humillando, torturando
y acallando voces, mutilando
por eso decimos con rebelde
llanto
el país pisoteado
¡Es una mierda!
tú, yo, Marcos y
todos conocemos
la verdad que enloda y nos
denigra
nos hiere una ley promiscua,
envilecida
el hambre, la enfermedad,
la muerte
la desesperación
de hombres bestializados
en un país que se
derrumba todo
donde dolor y rencor caminan
juntos
por eso te escribo para
preguntarte:
¿es esta la tierra
prometida de Zapata?
¿es esto el magno
legado de su sangre?
¿por esto sucumbieron
grandes héroes
que murieron en aras de
un mañana?
como respuesta me llegan
tus hazañas
tus guerreros se cubren
de grandeza
reviviendo la esencia del
caudillo
cercenando férreas,
atávicas cadenas
reescribiendo la historia
redentora
tú Marcos, tienes
digno lugar en ella
te lo digo sincera en esta
carta
mientras sufro contigo la
tragedia
de ver el horizonte de la
patria
perderse en desoladas lejanías
mirando triste nuestro común
destino
sin rostro, sin esperanza,
sin futuro
pero en las densas tienieblas
de la patria
refulgen ya tus rayos pregoneros
que avizoran el nuevo alumbramiento
conformando la aurora libertaria
y desfilan heroicos tus
titanes
ofrendándose regios
en suprema heredad
de inmolación, entrega
y sacrificio
con el justo reclamo ¡Tierra
y Libertad!
en aras de justicia, en
aras de equidad
así tus tropas, junto
contigo, Marcos
escalan ya las cumbres de
la inmortalidad
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