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ADICCIÓN, ESPIRITUALIDAD
Y LA CIENCIA OCCIDENTAL
Stanislav Grof
Stanislav
Prof, M.D., P.H.D., es psiquiatra con expenencia de más De 30 años
de investigación sobre estados no ordinarios de conciencia inducidos
porsustancias psicodélicas y varias técnicas sin drogas.Nació
en Praga, Checoslovaquia, donde también hizo sus estudios científicos
-un grado M.D. en la Escuela de Medicina de la Universidad de Charles y
un grado P.H.D. en la Academia Checoslovaca de Ciencias. Sus primeras investigaciones
sobre el uso clínico de drogas psicodélicas fueron llevadas
a cabo en el Instituto de Investigación de Praga, donde era el principal
investigador de un programa sobre el potenciaL heurístico y terapéutico
del LSD y otras sustancias psicodélicas. En 1967, fue invitado como
miembro de investigación y clínico por la Universidad Johns
Hopkins de Baltimore, MD. Al cabo de dos años decidió quedarse
en Estados Unidos y seguir su investigación como Jefe de Investigación
Psiquiátrica en Maryland y como profesor asistente en psiquiatria
en la Clínica Henry Phillips de la Universidad Johns Hopkins. En
1973, fue invitado por el Instituto Esalen en Big Sur, Califomia, donde
vivió hasta 1987 en calidad de residente escolar escribiendo, dando
seminarios y cursos, y desarrollando con su esposa Christina, el Holotropic
Breathwork, una forma innovadora de psiquiatría experiencia. Fue
miembro del Consejo de Administración del Instituto.
Por ahora vive en MU Valley,
CA, dirigiendo seminarios prácticos para profesionales en trabajos
de respiración holotrápica y psicología transpersonal
(Grof transpersonal training) y da cursos y seminarios en todo el mundo.
Es uno de los fundadores y jefes teóricos de la psicología
transpersonal y Presidente ftmdador de la International Transpersonal Association.
En esta f-tmción ha organizado conferencias internacionales en Estados
Unidos India y Australia.
Quisiera tratar
ahora el tenía de las relaciones entre la espiritualidad y la religión.
Considero extremadamente importante que la diferencia entre ambas quede
bien clara, antes de proceder a considerar las conexiones entre ciencia
y espiritualidad, ya que la ciencia y la religión jamás se
podrán sintetizar, pero resulta en efecto muy fácil el sintetizar
la ciencia con la espiritualidad. No debemos confundirnos y pensar que
el hecho que la investigación moderna sobre estados d ' e conciencia
y la psicología transpersonal re-descubrieran la espiritualidad
constituye un endoso a la religión convencional; fue más
bien sólo un re-descubrímiento de las experiencias espirituales,
tales como la experiencia de morir/renacer, de vidas anteriores, de unión
con el universo, de identificación con ciertos animales. Ya habremos
visto durante la demostración de respiración holotrópica
que precedió a esta conferencia, el tipo de experiencia que tuvieron
algunos de los participantes, de identificación con la naturaleza,
con animales, y demás.
Estas experiencias frecuentemente traen
con ellas información nueva sobre el tema del que tratan: uno puede
tener una experiencia transpersonal con un león, y como resultado
de ello aprender sobre los leones mucho más de lo que aprenderíamos
viendo una película o leyendo un libro sobre leones. 0 podemos tener
una experiencia "fuera de cuerpo" en la que viajamos y vemos lo que está
ocurriendo en otra habitación en este edificio, o algo que sucede
a 200 millas de distancia; es decir, se trata de experiencias válidas
y legítimas que pueden acarrear con ellas un gran volumen de información
sobre el universo, que está más allá de lo púramente
intelectual y deben, en este sentido, ser tomadas en serio.
Ahora bien, este tipo de experiencia
transpersonal frecuentemente ocurre en ámbitos religiosos místicos,
o en órdenes monásticas, cuyos integrantes practican por
ejemplo la meditación, pero no tienen que ver en absoluto con el
Vaticano, 'Con jerarquías, con sacerdotes; son experiencias válidas,
muy personales e individuales, que son perfectamente compatibles con la
ciencia, como trataré de demostrar más adelante. No deben
ser confundidas con el dogmatismo, fundamentalismo, y ritual de las iglesias
convencionales, que son ajenas a la espiritualidad tanto como a la ciencia.
Pero desde el punto de vista de la psicología tranpersonal se puede
ver cómo existe y se produce la distorsión: en la cuna de
casi todas las religiones, yacen experiencias espirituales de los fundadores,
santos, o profetas, que constituyen la fuente original de esa religión,
pero más tarde, cuando surge una iglesia establecida, aparece una
serie de otros factores que producen una pérdida de la con 'xión
con la inspiración original.
Steindl-Rast, de quien ya hablé
anteriormente, compara esto con un volcán: la inspiración
espiritual original constituye la magma volcánica ardiente, donde
todo está vivo Removiéndose, mientras que la iglesia convencional
que sigue, constituye la corteza de lava ya fría, que alguna vez
fue algo, pero es ahora una cosa muy distinta. Así es cómo
as iglesias convencionales fomentan unión entre aquéllos
que son sus miembros, pero también fomentan divisiones en el mundo,
entre sus feligreses y aquéllos que no lo son: cristianos y paganos,
hindúes y musulmanes, lo que lleva a guerras religiosas y otros
conflictos similares.
Cada una de las iglesias establecidas
tiene ramas misticas: los místicos cristianos, los Sufi dentro del
Islam, la Cábala y el Hasidismo dentro del Judaismo, y en estas
ramas sus practicantes buscan la experiencia directa con la divinidad,
usando técnicas tales como la meditación, el baile, la respiración,
que los llevan a experimentar la realidad divina. Esto es lo que enfoca
la psicología transpersonal, que no se interesa en la religión,
ni en cosas tales como las Cruzadas o la Inquisición, más
relacionadas a cuestiones de manipulación, control y poder, de interés
para los historiadores, que, no tienen nada que ver con la espiritualidad.
Incluso es posible imaginarse una iglesia'que no tenga nada que ver con
la espiritualidad, es más, que constituya un obstáculo activo
en contra de la verdadera espiritualidad. Carl Gustav Jung escribió
qu-e la función de la mayor parte de las iglesias establecidas es
la de proteger al público de una experiencia directa con Dios.
Un amigo mío, Walter Houston
Clark, profesor muy conocido que ha escrito un texto sobre la psicología
de las religiones, después de 20 altos de enseñar el tema,
tuvo finalmente una experiencia mística, y pudo comprender de qué
se trata aquéllo sobre lo que ha estado escribiendo durante tantos,
años.
Se podría comparar lo que sucede
en iglesias convencionales con una vacuna: uno va a la iglesia el Domingo
y recibe un vacuna para protegerse de la experiencia real. Ud. va con sus
niños el Domingo a la iglesia y puede llenarse de espiritualidad
falsa condenando a sus vecinos que no han ido.
La espiritualidad requiere experiencia
directa de la dimensión divina. Y hay dos grandes tipos de experiencias
espirituales: la primera es de espiritualidad inmanente, es decir, donde
todo aparece como normal, los árboles, las personas, el cielo, las
flores, las sillas alrededor aparecen como tales, pero en cierto sentido
todo aparece profundamente transformado, como si los bordes se derritieran,
todo aparece intensamente vivo, todo está integrado en un solo campo
de visión,y de energía creadora, y aún lo más
banal es creación divina, creación de una inteligencia cósmica,
pero nada es añadido ni nada se transforma excepto nuestra propia
percepción de ello. Una comparación sería la de estar
contemplando una pantalla de televisión en blanco y negro, y en
la cual aparecieran súbitamente los colores.
La segunda es la de espiritualidad
trascendente, donde aparece algo radicalmente distinto, tal como una visión
de la Virgen María, o de Kali, o del paraíso terrestre, o
se ve una luz divina, como frecuentemente sucede en casos erca de la muerte.
Estos son los dos tipos de experiencias místicas que nos interesan.
Las "aperturas " espirituales vienen
en dos clases. Una es, por ejemplo, en casos de depresión, frustración
y desaliento, un estado de crisis donde no vemos ninguna salida y estamos
a punto del suicidio, cuando algo sucede súbitamente, ylrascendemos
la crisis, como una especie de muerte del ego. Existe otra posibilidad
donde, por ejemplo, vamos flotando en una balsa en el Río Colorado,
viendo las bellísimas formaciones rocosas en el Gran Cañón
y, de pronto, no odemos distinguir dónde termina la balsa y dónde
empieza uno mismo, no podemos separarnos de las rocas ni del cielo, y tenemos
una sensación de universalidad y de unión con todo lo que
nos rodea. Esto le puede ocurrir a artistas en la escena, a personas escuchando
música, o a visitantes a lugares como el Taj Majal, etc.
Estas son las experiencias que Maslow
denominó "experiencias cumbres", y que tienen mucho que ver con
la adicción y con la cura de la adicción, ya que para muchos
alcohólicos adictos éstas pueden ocurrir en los lugares más
insospechados. Bill Wilson estaba en el hospital en medio de una crisis
severa y ésta es la descripción de lo acontecido:
"Ahora, no tenía nada delante
de él que no fuese la muerte o la locura, éste era el final,
el punto donde iba a tomar el salto final, la oscuridad amenazadora era
total para él, y en su desesperación y desvalidez, gritó:
!Haría cualquier cosa, lo que fuese, por salvarme! Había
llegado a un estado de entrega total, y exclamó: !Si es que existe
un dios, que se deje mostrar! Y el propio Bill entonces describe: Súbitamente
mi habitación se vio invadida por una luz increíblemente
intensa, mientras yo me llené de un éxtasis indescriptible,
me vi situado en la cumbre de una montaña donde soplaba un viento
no de aire sino de espíritu, que se introducía a través
de mí en grandes ráfagas y me vino un pensamiento incontrovertible:
=eres un hombre libre! Me invadió un sentimiento de gran paz y me
sentí intensamente al tanto del momento presente, que se me hacía
constituido por un mar de puro espíritu. Estaba acostado en las
riberas de un nuevo mundo, y por primera vez sentía que pertenecía
a él. Supe que podía amar y ser amado".
Después de este punto, jamás
volvió a tomar alcohol.
Esto es un ejemplo del énfasis
que el movimiento Alcohólicos Anónimos tuvo originalmente
sobre la experiencia directa. Después vino lo que William James
llamo la "variación educacional", refiriéndose al cambio
producido menos dramáticamente y más lentamente a través
de prácticas cotidianas.
Para resumir, el afán hacia
la trascendencia espiritual es una tendencia muy importante en el ser humano,'algo
así como el deseo de sexo, pero mucho más profunda y fundamental;
y, de alguna manera, la adicción tiene mucho que ver con esta tendencia,
como si se tratara de una manifestación distorsionada, irreconocible,
de esa tendencia fundamental. Muchos participantes en nuestros programas
de respiración holotrópica, después de experimentar
este tipo de experiencia espiritual, afirman que era eso precisamente lo
que estaban buscando, no alcohol o heroína, que implican una especie
de caricatura con disminución de claridad o intelecto, sino precisamente
este tipo de experiencia espiritual, que conlleva sentimientos de paz,
riqueza de percepciones cósmicas, claridad y serenidad.
Entramos ahora en la última
parte de mi presentación, que será breve, aunque requiriría
casi toda uría conferencia, como hice hace poco en Bombay, es decir,
la convergencia entre la ciencia y la espiritualidad. Mi propio libro sobre
esto se titula "Beyond the Brain". Así que la ciencia occidental,
mecanicista y materialista, no sabe distinguir entre la espiritualidad
y la religión. Las grandes filosofías espirituales, tales
como el Yoga, el Vajrayana tibetano, el Taoísmo, o el Sufismo, serían
tratadas todas como una sarta de supersticiones folklóricas o de
boberías fundamentalistas, sin poder discernir que se trata de algo
muy distinto. Igualmente, incluso en psiquiatría, la ciencia tradicional
no sabe distinguir entre misticismo y psicosis, así que cualquier
experiencia directa de la dimensión espiritual será vista
como algo patológico, como una psi cosis, a ser tratada típicamente
con medicamentos. Se ha escrito una serie de artículos y trabajos
sobre cuál debería ser la diagnosis psicopatológica
correcta de individuos tales como Jesús, Mahoma, o Maharsi, o Aurobindo
-hay publicaciones antropológicas sobre los desaikstes'y de lo que
se debe hacer con los shamanes, si son psicóticos ambulantes, o
esquizofrénícos, o histéricos, o epilépticos-.
Frank Alexander, eminente psicoanalista, ha descrito la meditación
como una forma artificial de la catatonia, como si uno no debiese meditar
a no ser que tenga un temperamento patológico. Así que la
espiritualidad, desde el punto de vista de la ciencia occidental tradicional,
se consideraría un caso de educación deficiente, información
deficiente, Inhabilidad para comprender el mundo material en el que fio
existe espacio para el espíritu, algo relacionado con la superstición,
y si ocurre en personas de alto nivel intelectual, sería considerado
una patología, algo no resuelto en temprana edad que ha quedado
pendiente, así que pensar en Dios que existe una relación
defectuosa con nuestro padre sanguíneo. Y una experiencia espiritual
directa, sería interpretada como patología severa.
Este tipo de enfoque presenta grandes
problemas porque, en primer lugar, se ignora la observación y experiencia
personal en las situaciones transpersonales. Si se usa este enfoque, tenemos
que afirmar que este tipo de experiencias transpersonales sencillamente
no existen en nuestro universo. Esto sucede frecuentemente en el caso de
las experiencias fuera-de-cuerpo, donde existe amplia evidencia sobre personas
que se encuentran, por ejemplo, cerca de la muerte, acostadas con los ojos
cerrados, mientras un equipo médico trata de salvarlas o resucitarlas,
y entonces su conciencia se separa, y la persona ve a su propio cuerpo
desde cierta distancia, quizás desde cerca del techo, o puede ver
cosas que suceden en otra habitación o a 200 millas de distancia,
y que después, cuando resucitan, la conciencia regresa al cuerpo
y la persona puede narrar lo que vio. Incluso existen casos documentados
de personas que pudieron ver esas escenas o acontecimientos ópticamente
a todo color, siendo médicamente ciegas, y que cuando regresaron
o resucitaron volvieron a su estado de ceguera original. Esto representa
desde luego un desafío a la sabiduría científica convencional.
Todo aquél que haya sido entrenado en un sistema CartesianoNewtoniano
naturalmente negará que este tipo de experiencia pueda existir en
este tipo de universo. Pensará que habrá habido algún
error. Hay una gran necesidad de negar su existencia por el temor subliminal
de que, si se cree en ellas, todo el sistema convencional en el que creemos
se vendría abajo. Es preferible ignorarlas y,junto a ello,ignorar
el rol de la conciencia en relación con la materia. Muy pocos están
dispuestos a enfrentarse a estas preguntas.
Así que la única forma
que tienen para enfrentar esta situación es simplemente eliminar
el campo completo de las experiencias transpersonales como objeto digno
de estudio. La mera afirmación que hace la ciencia moderna occidental
de que la materia constituye la única realidad en el universo, es
de por sí imposible de demostrar. Lo más importante en la
ciencia occidental es que los hechos puedan ser demostrados y replicados,
y esta hipótesis es imposible de ser demostrada, no importa la forma,
y queda como una afirmación metafísica. Las experiencias
transpersonales por el contrario dejan intuir que hay una realidad espiritual
y en ningún 'caso implican que exista sólo lo material.
Otro problema que presenta este enfoque
es que con él se hace una extrapolácíón ilícita
de la física a la psicología, empezando con un universo de
preceptos físicos Newtonianos que ento n ces se encaja n a los psicólogos,
dictando qué pueden observar o no observar, ver o no ver, decir
o no decir. Esto no es aceptable en la ciencia convencional, donde hay
que observar hechos y tomar datos, y luego proponer una hipótesis
que explique las observaciones, pero donde igualmente no se puede hacer
predicciones sobre algo que aún no se ha observado.
Un problema adicional que conlleva
esta forma de pensar es que se crea una confusión entre el mapa
y el territorio. Korzybski escr ibió ampliamente sobre esto, así
como Gregory Bateson con su tipología lógica. Este último
explicó que la teoría científica es como un mapa,
y la realidad descrita es como el territorio, y estas dos cosas no deben
ser confundidas. Bateson decía que si los científicos continúan
cometiendo el error de confundirlas, llegará un momento en que al
entrar en un restaurante, se comerán el menú en vez de la
comida.
Quiero mencionar una cosa más,
como Wilbur decía, que si parece existir un conflicto entre ciencia
y espiritualidad, debe tratarse de falsa ciencia o falsa espiritualidad;
que si ambas son legítimas, no existe conflicto.
Y para terminar, algo muy prometedor
e interesante es que en una serie de recientes descubrimientos en una variedad
de disciplinas que representan un nuevo panorama, es decir un nuevo aradigma,
éste aparece perfectamente compatible con la psicología transpersonal.
Esta última es incompatible con una visión Cartesiana-Newtoniana,
pero más y más compatible con lo nuevo que está descubriendo
la ciencia. Sólo mencionaré algunos casos: la física
moderna nos enseña la unidad general del universo, donde la conciencia
tiene un papel distinto al que pensábamos, mucho más cercano
al que han descrito los grandes místicos; en la biología
con Rupert Sheldrake y su idea de
los campos morfogenéticos; la ciencia occidental nunca ha lidiado
adecuadamente con la idea de la forma, el orden y la norma. Es decir que
el mundo comienza a ser visto como una increíble obra de arte, con
forma, con sentido, que no puede ser explicado solamente en términos
materialistas. Como analogía, sería imposible describir a
la Mona Lisa como una pura composición química de elementos:
ello implicaría perder el sentido real de esa píntura como
obra de arte. Bateson, por su parte, se refirió especialmente a
esto en un trabajo titulado "Cybernetics of the Self', una teoría
sobre el alcoholismo, donde describe la muerte del ego como el comienzo
de la cura.
El nuevo paradigma describe a todo
dentro del universo como producto de una inteligencia cósmica, elanima
Mundi, un poder superior, que puede ser concebido en términos de
la ciencia moderna. Retornando a mi pasión, creo que si se tiene
esta nueva concepción científica en la psiquiatría
y en la terapia, podemos lograr grandes avances en el tratamiento de las
adicciones, en el tratamiento de personas que atraviesan crisis psico-espirituales,
y finalmente en la resolución de la crisis global.
Décimoprimera Conferencia Internacional Transpersonal:
"Búsqueda Espiritual, Dependencias y Adicciones"
Eugene (Or.). Setiembre 1990. Segunda Parte.
Traducido del inglés por Kenneth A. Symington
y TAKIWASI. |