Infraestructuras deportivas para los Juegos

La organización de los JJ OO de Barcelona '92, evidentemente, trajo consigo la construcción de un amplio elenco de instalaciones deportivas. Como recoge el arquitecto ydirector de la Divisió de Infraestructuras del COOB '92, Lluís Millet, en su capítulo del libro Las claves del Éxito de Barcelona '92 los proyectos de las nuevas infraestructuras del deporte se intentaron repartir por toda la ciudad, de manera que no se crease un área olímpica concurrida únicamente durante el transcurso de los JJ OO y abandonada más tarde como una 'ciudad fantasma' desaprovechada y carísima de mantener. Sin embargo, las instalaciones más presentes en las retinas de la colectividad son las que pertenecen a la denominada Anilla Olímpica de Montjuïc, cuyo proyecto de urbanización, iniciado parcialmente con motivo de la Exposición Universal de 1929, fue culminado por la labor de los arquitectos Federico Correa, Alfonso Milá, Carles Buixadé i Joan Margarit.

 

Una panorámica de un entrenamiento del RCD Espanyol. El reloj del estadio, flanqueado por dos de las esculturas de Pau Gargallo y el pebetero olímpico de fondo.

La obra emblemática de los JJ OO fue, sin duda, el Estadio Olímpico de Montjuïc, rebautizado una década más tarde como Estadi Olímpic Lluís Companys, en honor al presidente de la Generalitat al final de la Guerra Civil, fusilado por las tropas franquistas en el Castillo de Montjuïc, a escasa distancia del estadio. Esta obra se inauguró en 1922, con un aforo inferior a las 55.000 localidades de la actualidad. Los motivos de su construcción vinieron de la vocación de Barcelona de albergar una Olimpiada. Sin embargo, en la década de los 80 ya era evidente que sería necesaria una considerable intervención para adaptar las instalaciones a las necesidades actuales.

De la antigua construcción tan sólo se respetó la fachada del arquitecto Pere Domènech i Roura, el frontón del escultor Pere Navarro y las espectaculares figuras de hierro obra de Pau Gargallo. La reforma del interior se basó en los tres proyectos presentados. Si Barcelona no hubiera albergado los JJ OO, el aforo del estadio habría sido mucho menor.

 

Una imagen del monumental Palau Sant Jordi

El Palau Sant Jordi, concebido por el arquitecto japonés Arata Isozaki, se construyó especialmente para los JJ OO. Este gran edificio cubierto, multiusos y con capacidad para 17.000 espectadores se destinó a las pruebas olímpicas de gimnasia deportiva y rítmica, y las competiciones de voleibol y balonmano. Fue la primera gran obra que se concluyó, ya que las tareas de construcción se iniciaron en 1985 y el complejo se inauguró con motivo de las fiestas de la Mercè de 1990. Este edificio ha sido, sin duda, uno de los más amortizados durante los años posteriores a la experiencia olímpica. Grandes conciertos, acontecimientos deportivos como el Mundial Indoor de Atletismo de 1995, diversas competiciones de trial, los partidos de baloncesto del FC Barcelona, el Master de Tenis de 2001 o macrofiestas de fin de año han sido algunos de los actos que el Sant Jordi ha acogido a lo largo de estos años.

 

Una imagen de las abandonadas piscinas de saltos

Las Piscinas Olímpicas Bernat Picornell acogieron las pruebas de natación y saltos de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Este recinto databa de 1969, pero fue remozado a conciencia para que estuviese al nivel del resto de equipamientos. En las piscinas de saltos de trampolín, semiabandonadas, es evidente el paso del tiempo para unas instalaciones deficitarias por la escasa popularidad de este deporte entre la población. En las fotografías puede apreciarse que ni siquiera la palanca de saltos se mantiene en su ubicación original.

 

La explanada situada entre el Palau Sant Jordi y el Estadio Olímpico

En la montaña de Montjuïc también se ubicaron las instalaciones de tiro olímpico, y posteriormente se ha construido la sede del Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya (INEFC). Las espectaculares esculturas luminosas presentes en la explanada contigua al Palau Sant Jordi, de Aiko Mikawaki, y la monumental torre de comunicaciones de Santiago Calatrava presiden el conjunto.

 

El velódromo de Horta visto desde el exterior

El Velódromo de Horta fue construido con motivo del campeonato del mundo de ciclismo en pista de 1984. Situado cerca del complejo hospitalario de la Vall d'Hebron y junto al parque del Laberinto de Horta, la accesibilidad al complejo deportivo está garantizada por el paso de la Ronda de Dalt junto al recinto. Con un aforo de 3.600 espectadores, tras ser durante los Juegos Olímpicos como sede de las pruebas ciclistas. Las actividades diarias de entrenamiento de la Escuela Catalana de Ciclismo en Pista y de los clubs ciclistas de la ciudad se complementan con la utilización de la pelouse para competiciones de fútbol sala y, ocasionalmente, para conciertos musicales. Once años después de los JJ OO, sin embargo, este complejo también podría calificarse como infrautilizado.

Los JJ OO también fueron la excusa para construir las pistas del club de tenis de la Teixonera, dotado de 8 pistas de tierra batida y una pista central con un aforo de 8.500 personas.

 

En el frente marítimo de la ciudad, junto a la Villa Olímpica, sobresale el Port Olímpic, construido especialmente para los Juegos Olímpicos. Se trata de una obra conjunta de los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech y del ingeniero Joan Ramon de Clascà. Fue clave en las competiciones celebradas durante los Juegos, que requerian este tipo de instalación. Su capacidad le ha permitido con posterioridad acoger un número considerable de embarcaciones deportivas y, además de ser una de las áreas más importantes de la nueva ciudad que mira al mar, cuenta con variedad de restaurantes, bares y locales que dan intensa vida a la noche barcelonesa. Es un lugar en el que se puede pasear, ir en bicicleta y también gozar de la oferta de pequeñas paradas que en determinados dias de la semana se instalan al aire libre.

El Pabellón de la Mar Bella es una construcción aislada, situada en el extremo noreste del parque del Poblenou, con la que se inició la serie de equipamientos i instalaciones que ahora configuran el sector marítimo de la ciudad, llamado Parc del Mar. La instalación, utilizada inicialmente como sede de las competiciones de bádminton de los juegos, tenía que tener capacidad para 4.000 espectadores y acoger los espacios de servicio necesarios para el acontecimiento. Posteriormente se convirtió en un centro deportivo y cultural, compuesto por cuatro pistas polideportivas, localidades para 1.000 personas, vestuarios, biblioteca, sala de conferencias, sala de exposiciones y las dependencias del archivos histórico del Poblenou.

Por último, en la ciudad de Barcelona, la cuarta área deportiva olímpica se situó en la parte alta de la Diagonal. Incluía instalaciones ya existentes, como el Estadio del FC Barcelona, el antiguo campo de Sarrià y el complejo del Reial Club de Polo, en el que se celebraron las pruebas de equitación. En esta área también figuraban dos hoteles importantes, como el Princesa Sofía y el Juan Carlos I, en los que se alojaron algunos de los más ilustres visitantes del acontecimiento.

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