Normas generales de conducción |
Artículo 1 No pares nunca en la raya del semáforo, hazlo en medio del paso de peatones, después de lo que mola tu coche es mejor que todo el mundo lo vea bien (además está de moda). Artículo 2 El intermitente es un trasto inútil y además gasta energía: sé ecológico y no lo uses bajo ninguna circustancia. Artículo 3 Al hilo de la anterior norma, si algún insensato lo pone para introducirse en tu carril, la mejor manera de actuar es pegarse inmediatamente al coche que te antecede: Así le educas y evitas que en el futuro siga haciendo esa mariconada. Artículo 4 Circula siempre por el carril de la izquierda: Después de todos los impuestos que te hacen pagar, tienes todo el derecho a hacerlo. Artículo 5 Jamás (ésto es muy importante) facilites el paso a un motorista; de hecho, si ves que viene uno y tiene espacio para pasar, intenta cerrárselo: si tú te tragas el atasco, él tambien. Artículo 6 Los pasos cebra y las esquinas son para aparcar, que nadie te haga creer lo contrario. En caso de que el resto de automovilistas concienciados como tú ya hayan ocupado estos espacios, recurre a la doble fila. Por supuesto, una vez aparcado en doble fila, despreocúpate del coche: Tú tienes cosas muy importantes que hacer, si alguien tiene que salir, que espere. Artículo 7 El claxon, ¿qué harías tú sin claxon? ... Úsalo siempre y en toda circustancia: si los demás no saben conducir, tu deber es hacérselo notar para que aprendan. Nunca está de más acompañar el uso del claxon con algún insulto, si la gravedad de la falta del otro así lo aconseja. Artículo 8 Los pasos cebra: qué gasto inútil de pintura!! ... Recuerda siempre que tú vas en coche, eso te da poder sobre los peatones. Que se esperen a que tú pases. Artículo 9 Los semáforos los inventó alguien que seguro no tenía la prisa y las cosas importantes que hacer que tienes tú. Sáltatelos siempre que puedas (la única excepción a esta regla es que tu coche pueda ser embestido en la maniobra y ya sabes, tu coche es sagrado). Artículo 10 La velocidad: Los que impusieron esos ridículos límites de velocidad no tenían la habilidad de pilotaje y el maravilloso coche que tienes tú : ignóralos. |
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