OMS - Ministerio de Sanidad y Consumo Dia Mundial Sin Tabaco 1999
"Tira la cajetilla, deja el tabaco"
Indice
Mensaje de la Dra. Gro Harlem Brundtland, Directora General de la Organización Mundial de la Salud para el Día Mundial sin Tabaco 1999 |
¿Por qué centrarse en dejar de fumar durante el Día Mundial sin Tabaco? |
Sugerencias para planificar con éxito el Día Mundial sin Tabaco: 31 de mayo de 1999 |
Algunos hechos sobre el consumo del tabaco a nivel mundial |
Consecuencias para la salud del consumo de tabaco |
Beneficios de abandonar el hábito tabáquico |
Salud |
Personales |
Económicos |
Entendiendo la adicción al tabaco |
El tabaco crea adicción |
La industria tabaquera es consciente de la adicción que supone el consumo de cigarrillos. "En sus propias palabras" |
Cigarrillos light y suaves |
Objetivos específicos dirigidos al abandono del hábito tabáquico |
Adolescentes |
Mujeres embarazadas |
Programas para dejar de fumar |
Intervenciones breves de profesionales sanitar |
Personalización |
Programas dirigidos a amplios sectores de la población |
Métodos alternativos |
Cesación tabáquica autodirigida |
¿Cómo puedo dejar de fumar? |
¿Cómo selecciono una estrategia que me vaya a funcionar? |
Ayudas farmacológicas para dejar de fumar |
Terapia sustitutiva con nicotina |
Tratamientos farmacológicos sin nicotina |
Políticas de salud pública |
Creación de entornos que ayuden a un número mayor de personas a decidir dejar de fumar, conseguir dejarlo y dejarlo para siempre |
Con quién contactar |
Agradecimientos |
Mensaje
de la Dra. Gro Harlem Brundtland,
Directora General de la Organización Mundial de la Salud
Día Mundial sin Tabaco 1999
Dejar de fumar no es fácil. Sabemos que la nicotina es un poderoso adictivo y todos nosotros conocemos a alguien que ha intentado dejar de fumar y que meses más tarde ha vuelto a caer en el hábito. Este es un reto para todos nosotros y tenemos que superarlo pues sabemos que si conseguimos que haya más personas que dejen de fumar eso será la clave para reducir la previsión de muertes relacionadas con el consumo de tabaco durante las dos próximas décadas. Una encuesta reciente llevada a cabo en un país grande en vías de desarrollo reveló que dos tercios de los fumadores erróneamente creen que fumar no es dañino o que apenas lo es; unos pocos están interesados en dejar de fumar e incluso algunos menos han conseguido dejar de hacerlo. En la actualidad, la mayoría de los fumadores que consiguen dejar de fumar lo hacen con alguna ayuda. Pero necesitamos aumentar en gran medida el número de personas que dejan de fumar. Sabemos que hoy existen tratamientos eficaces y con una buena relación coste-efectividad. La terapia sustitutiva con nicotina como los chicles de nicotina, los parches, los sprays y los inhaladores nasales, así como las terapias sin nicotina como el bupropión pueden doblar las posibilidades de que los fumadores abandonen el hábito tabáquico.
Estas terapias tienen que ser más accesibles, pero también es necesario reducir su coste para que puedan estar al alcance de las personas fumadoras de todo el mundo. La buena noticia es que se obtienen considerables beneficios para la salud cuando se deja de fumar a cualquier edad. Aquellas personas que dejan de fumar a los treinta y pocos años disfrutan de una esperanza de vida parecida a la de los no fumadores. Por tanto, invito a todas las personas fumadoras a que den un paso gigante hacia la consecución de una salud mejor y a "tirar la cajetilla y dejar el tabaco".
¿Por qué centrarse en dejar de fumar durante el Día Mundial sin Tabaco?
La Organización Mundial de la Salud patrocina el Día Mundial sin Tabaco para llamar la atención de la gravedad del impacto del tabaco sobre la salud. Dejar de fumar, el tema de este año, es un paso crítico hacia una reducción sustancial de los riesgos para la salud a los que se enfrentan las personas fumadoras, mejorando, por tanto la salud a nivel mundial. Se ha demostrado que hasta ahora el consumo de tabaco es la causa de alrededor de veinticinco enfermedades, muchas de las cuales se pueden evitar, retrasar o mitigar dejando de fumar.
Incluso en la actualidad, las enfermedades crónicas tales como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las causas principales de mortalidad en los países en desarrollo. A medida que aumenta la esperanza de vida en los países en desarrollo, la carga de morbilidad y mortalidad de las enfermedades crónicas aumentará aún más. Esta carga proyectada de concentración de enfermedades relacionadas con el tabaco se puede aligerar mediante la realización de esfuerzos intensos para que se deje de fumar. Ciertos estudios han mostrado que entre el 75-80% de los fumadores desean dejar de fumar, mientras que un tercio han intentado dejar el tabaco al menos en tres ocasiones. Los esfuerzos para dejarlo no se pueden ignorar a favor de una prevención primaria, sino que ambos esfuerzos se deben realizar de forma conjunta.
Si tan sólo una pequeña parte de los actuales 1.1 billones de personas fumadoras consiguieran dejar de fumar, los beneficios para la salud y económicos a largo plazo serían inmensos. A los gobiernos, comunidades, organizaciones, colegios, familias y a los individuos, se les pide que ayuden a los actuales fumadores a que abandonen ese hábito adictivo y perjudicial para la salud.
Sugerencias
para planificar con éxito el Día Mundial sin Tabaco: 31 de mayo de 1999El objetivo del Día Mundial sin Tabaco centra su atención en el impacto que tiene el hábito tabáquico sobre la salud y en los beneficios para la salud que supone el hecho de dejar de fumar. En todos los países deben llevarse a cabo el mayor número posible de actividades necesarias para movilizar la concienciación, el interés y las acciones del público en general. Entre otros ejemplos podemos incluir:
* Campañas nacionales y locales para llamar la atención a la envergadura del problema del tabaquismo. Por ejemplo, la cobertura en televisión y prensa de estudios de prevalencia tabáquica y su impacto sobre la salud en cada país.
* Concursos para dejar de fumar que incluyan premios para fomentar la participación masiva de personas que quieran dejar de fumar.
* Reportajes en los medios de comunicación que se centren en personas fumadoras y las estrategias que les han ayudado a dejar de fumar.
* Grupos de organismos profesionales que representen a los profesionales sanitarios (ej: médicos, profesionales de enfermería, dentistas, farmacéuticos) para que traten el tema de dejar de fumar como un asunto de la mayor importancia ya que está dentro de su esfera profesional de competencias.
* Grupos de gobiernos y de otros responsables de la salud pública que otorguen la más alta prioridad a los servicios destinados a dejar de fumar.
* Creación de alianzas con compañías farmacéuticas que comercializan ayudas eficaces para dejar de fumar, para aumentar la concienciación y las acciones públicas relativas al abandono del hábito tabáquico.
Un mayor número de actividades de alto perfil tanto a nivel local como nacional será la marca del éxito durante este día, pero el objetivo subyacente es aumentar el apoyo a los esfuerzos dirigidos a dejar de fumar durante todo el año con objeto de conseguir de esta forma una diferencia real en porcentajes nacionales de cesación tabáquica.
Algunos hechos
sobre el consumo de tabaco a nivel mundialLa evidencia científica ha demostrado que fumar, la mayor causa evitable de enfermedades en todo el mundo, tiene un profundo impacto sobre la salud pública. La OMS estima que en torno a un tercio de toda la población adulta del mundo, 1,1 billones de personas, de los cuales 200 millones son mujeres, fuman. Los datos sugieren que en general cerca del 47% de hombres y del 12% de mujeres fuma. En los países en desarrollo, el 48% de hombres y el 7% de las mujeres fuma mientras que en los países desarrollados, el 42% de hombres y el 24% de mujeres fuma. Es normal que existan diferencias de sexo en los índices de prevalencia. Por ejemplo, en Vietnam, el número de hombres fumadores de más de quince años es cada vez mayor, el 50%, mientras que tan sólo fuma el 3% de las mujeres. En los años 80, en torno al 20% de todas las muertes entre los hombres de Shanghai se debió al tabaquismo, mientras que los índices de mortalidad en las mujeres fueron mucho más bajos. Este número se incrementará a medida que comenzamos a presenciar los efectos de un incremento del consumo de cigarrillos, especialmente en las generaciones más jóvenes.
Cada año, el tabaco causa 3.5 millones de muertes, o aproximadamente 10.000 muertes al día. Un millón de esos fallecimientos se están produciendo en los países en desarrollo. La epidemia global del tabaquismo se prevé que ponga en peligro prematuramente la vida de unos 250 millones de niños y adolescentes, un tercio de los cuales viven en países en desarrollo. China, por ejemplo, prevé que de los 300 millones de hombres que en la actualidad tienen entre 0-20 años, en torno a 200 millones, serán fumadores. De esos 200 millones de fumadores, en torno a 100 millones morirán a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco y la mitad de esos fallecimientos se producirán en la mediana edad y antes de los 70 años. Las investigaciones han demostrado que dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el tabaco, de forma que la mayor parte de esos 100 millones de muertes son en potencia evitables mediante intensivas intervenciones para que se deje de fumar. Para el año 2020, se prevé que el tabaco será la principal causa de muerte y discapacidad, y que matará a más de 10 millones de personas anualmente, 2 millones de esas muertes se producirán tan sólo en China, causando más muertes en todo el mundo que el SIDA, la tuberculosis, la mortalidad maternal, los accidentes de tráfico, los suicidios y los homicidios juntos.
Consecuencias para la salud del consumo de tabaco
Uno de cada dos fumadores que comienzan a fumar a una edad temprana y continúan haciéndolo durante toda su vida morirá por una enfermedad relacionada con el tabaco. De media, los fumadores que comienzan a fumar en la adolescencia y continúan haciéndolo de forma regular tienen un 50 por ciento de posibilidades de morir a causa del tabaco. La mitad de ellos morirá a mediana edad, antes de los 70 años, perdiendo en torno a 22 años de esperanza de vida normal. Al fumar prolongadamente estas personas tienen unos índices de mortalidad aproximadamente tres veces mayor que la de los no fumadores de todas las edades. Un estudio de la OMS ha demostrado que las muertes a nivel mundial causadas por el tabaco se podrían triplicar durante las dos próximas décadas. En conjunto, en la actualidad existen más de veinticinco enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.
* Los riesgos graves para la salud del consumo de tabaco incluyen dispnea, elevación del ritmo cardíaco, exacerbación del asma, impotencia, infertilidad y aumento de monóxido de carbono en sangre.
* Los riesgos para la salud a largo plazo del consumo de tabaco, los principales contribuyentes a la morbilidad y mortalidad, incluyen ataques al corazón e infartos, cánceres de pulmón y otros (laringe, cavidad oral, faringe, esófago, páncreas, vejiga, cervix, leucemia), y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (bronquitis crónica y enfisema ).
* No sólo las personas que fuman se perjudican del humo ambiental del tabaco, sino que también afecta a las personas que les rodean. La exposición al humo ambiental del tabaco se ha demostrado que causa muerte súbita del lactante, enfermedades respiratorias y enfermedades en el oído interno en bebés y niños, y cáncer de pulmón y enfermedades coronarias en adultos. Además, los niños, si sus padres fuman, tienen más posibilidades de convertirse en personas fumadoras..
Beneficios de abandonar el hábito tabáquico
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Dejar de fumar disminuye los riesgos para la salud asociados con el consumo de tabaco, por tanto beneficia tanto a la salud pública como a la salud individual. Los esfuerzos de intervención para dejar de fumar pueden disminuir la carga de enfermedades tales como las coronarias, pulmonares y respiratorias y los cánceres. Las personas se pueden beneficiar de su decisión de abandonar el hábito tabáquico. Los fumadores que dejan de fumar alrededor los treinta y tantos evitan casi todos los riesgos de muertes prematuras causadas por el tabaco, y existen evidentes beneficios para la salud, incluyendo una vida más larga, incluso para aquellos que dejan de fumar a los 60 o incluso más tarde. Los beneficios para la salud derivados de abandonar el consumo de tabaco varía según la enfermedad. Los riesgos de los fumadores de padecer cáncer de pulmón están relacionados con el número de cigarrillos que consumen y especialmente con el tiempo que llevan fumando. El riesgo en el que se incurre cuando se ha fumado durante 20 años no es muy elevado, pero aumenta exponencialmente con cada año adicional. Dejar de fumar estabiliza pero no puede reducir el riesgo acumulado de cáncer de pulmón como el de alguien que no ha fumado nunca, pero puesto que se habría producido una escalada mucho más rápida si no se hubiera dejado de fumar, existe una mayor reducción del riesgo de los exfumadores si se los compara con los que continúan fumando. En cuanto a las enfermedades coronarias, se producen rápidos beneficios, las posibilidades de un ataque al corazón disminuyen tras un solo día de abstinencia. Un año después de dejar de fumar el riesgo de padecer enfermedades coronarias es la mitad del de un fumador y tras quince años el riesgo de padecer enfermedades coronarias es igual al de un no fumador. Independientemente del número de cigarrillos que fume una persona, lo que afecte a su salud, o su edad, dejar de fumar disminuirá los riesgos sanitarios asociados con el consumo de tabaco.
BENEFICIOS PERSONALES
Los beneficios individuales que se obtienen al dejar de fumar incluyen la mejora de la salud, un mejor sabor de los alimentos, la mejora del sentido del olfato, el ahorro de dinero, una mejor auto-estima, y un ambiente más saludable y limpio en casa y en el coche. Una vez transcurridas varias semanas después de haber dejado de fumar, la gente experimenta unos menores niveles de estrés percibido. Las personas que dejan de fumar pueden ser un buen ejemplo para sus hijos, pueden tener bebés y niños más sanos, no tienen que preocuparse por exponer a otros al humo ambiental del tabaco, se sienten mejor físicamente y se sienten liberados de esa adicción.
BENEFICIOS ECONÓMICOS
Fuera del campo de la salud pública, el consumo de tabaco es una de las principales causas de perdida de los recursos económicos de todo el mundo. Se le ha calificado como una amenaza de grandes dimensiones para el desarrollo sostenible e igualitario. Un estudio del Banco Mundial: " Los costes económicos y los beneficios de la inversión en el tabaco", estima que los costes de la atención sanitaria asociados con las enfermedades relacionadas con el tabaco resultan en una pérdida neta global de 200 billones de dólares USA al año, y la mitad de esas pérdidas se producen en países en desarrollo. El mismo estudio indica que la prevención del tabaquismo se sitúa entre las intervenciones con mejor relación coste-efectividad dirigidas al fomento de la salud, ya que el tabaquismo se está convirtiendo rápidamente en una de las principales causas de muerte y discapacidad si se compara con cualquier otra enfermedad. En dicho estudio se afirma igualmente que los esfuerzos dirigidos a dejar de fumar, mediante la disminución de los riesgos sanitarios de la misma forma que los esfuerzos dirigidos a la prevención del tabaquismo, también tienen una muy buena relación coste-efectividad. Un informe británico demostró que las acciones dirigidas al abandono del consumo de tabaco están entre las mejores desde el punto de vista coste-efectividad de cualquier intervención médica (entre 107 libras y 3.622 libras por año de vida ganado).
La exposición al humo ambiental del tabaco de los niños desde su nacimiento hasta los 12 años produce costes evitables que van desde los 338.042 dólares USA hasta los 991.591 dólares USA según un estudio llevado a cabo recientemente en Hong Kong. Las investigaciones muestran que los fumadores imponen costes significativos sobre las empresas en las que trabajan ya que tienen altos índices de absentismo laboral, primas de seguros altas , reducción de la productividad, y mayores costes de mantenimiento, así como la inhalación del humo ambiental del tabaco por parte de sus colegas no fumadores. Los estudios demuestran que las restricciones de fumar en los lugares de trabajo limitan el consumo de tabaco, lo cual podría servir como un significativo paso hacia delante para dejar de fumar.
Las personas que dejan de fumar consiguen ahorrar una gran cantidad de dinero a través de los cigarrillos que han dejado de comprar y reducen los gastos en atención sanitaria. Por ejemplo, un coreano puede ahorrar 285 dólares USA anuales si ya no compra más cigarrillos, mientras que un noruego puede ahorrar hasta 1.982 dólares USA. Desde otra perspectiva, el coreano dispondrá del equivalente a 39 horas extra en su trabajo que podrá destinar a otro fin, mientras que el noruego dispondrá del equivalente a 95 horas extra. Los programas para dejar de fumar tienen muy buena relación coste-efectividad, con unos costes por debajo de los 5.000 dólares USA por año de vida. A diferencia de esto, la medicación para tratar el colesterol alto pueden costar entre 20.000 y 520.000 dólares USA por año de vida de ahorro. Expresado de otra forma, por cada millón de dólares USA de gasto en salud pública, se pueden ahorrar 200 años de vida o sólo 2 años de vida, dependiendo de en qué se gaste.
(New England Journal of Medicine, 15 de octubre 1998. Artículo completo en la página web:
http://www.nejm.org/content/1998/0339/0016/1158.asp)
ENTENDIENDO la adicción al tabaco
EL TABACO CREA ADICCIÓN
La Organización Mundial de la Salud ha clasificado el tabaco como una adicción (Síndrome de dependencia del tabaco: Clasificación F17.2 en la Clasificación Internacional de Enfermedades, Revisión Décima). El Informe del Cirujano General de los Estados Unidos de 1988 concluye que: "Los cigarrillos y otras labores del tabaco son adictivas. Las pautas de los usos del tabaco son regulares y compulsivas y el síndrome de dejar de fumar normalmente acompaña la abstinencia del tabaco. Los procesos farmacológicos y de comportamiento que determinan la adicción al tabaco son parecidos a aquellos que determinan la adicción a drogas tales como la heroína y la cocaína". La nicotina afecta a los sistemas de compensación de la dopamina del cerebro de forma parecida a la manera en que afectan drogas tales como la heroína, las anfetaminas y la cocaína. En una clasificación de la adicción de drogas psico-activas, la nicotina se determinó que era más adictiva que la heroína, la cocaína, el alcohol, la cafeína y la marihuana.
Las acciones farmacológicas de la nicotina son predominantemente estimulantes, con efectos sobre la activación electrocortical, el corazón y los sistemas endocrinos. La nicotina recibida por el cuerpo a través del consumo de cigarrillos afecta aproximadamente a todos los neurotransmisores del cerebro y sistemas neuroendocrinos. La exposición crónica a la nicotina a través de cigarrillos causa cambios estructurales en el cerebro mediante el aumento del número de receptores nicotínicos.
Entre las consecuencias graves del consumo de nicotina se encuentra el incremento del pulso cardíaco, la presión arterial y el flujo del corazón y un estrechamiento de los vasos sanguíneos. Otros efectos del consumo de tabaco, que pueden deberse principalmente a otros componentes principalmente del mismo, pero que en algunos casos proceden de la nicotina, incluyen la disminución de los niveles de oxígeno en sangre debido al aumento de los niveles de monóxido de carbono; un aumento de las cantidades de ácidos grasos, de la glucosa, de la cortisona y de otras hormonas en sangre, así como un aumento del riesgo de obstrucción de las arterias y de la formación de coágulos sanguíneos (que conlleva ataques al corazón e infartos) y carciogénesis. La consecuencia crónica más grave de la ingesta de nicotina es la dependencia. Cuando una persona se convierte en fumadora, es física y psicológicamente difícil abandonar el hábito. Además, al ser psicológicamente adictivo, el consumo de cigarrillos también puede suministrar las deseadas recompensas psicológicas. Esto, junto con los rituales frecuentemente repetidos de encender un cigarrillo y de inhalar el humo garantizan que el consumo de tabaco se convierta en un poderoso comportamiento compulsivo.
Dejar de fumar, principal objetivo del control del tabaquismo y de la promoción de la salud, implica romper con un hábito adictivo físico y con la modificación de un comportamiento aprendido.
Se sabe que abandonar el hábito del tabaco es difícil, y muy pocos fumadores consiguen dejarlo sin intentarlo en varias ocasiones. En la República Dominicana, por ejemplo, un estudio demostró que la gran mayoría de los fumadores actuales (87%) deseaban dejarlo, mientras que el 67,5% lo había intentado dejar al menos en una ocasión. Las posibilidades de conseguirlo en un único intento se sitúan en 1 entre 100 casos. Los investigadores han demostrado que la observación clínica clave para dejar de fumar es que los intentos sean cíclicos, de manera que los fumadores que dejan de fumar tienen el riesgo de volver a caer en el hábito. Un ejemplo de una población de alto riesgo que puede recaer en el hábito son las mujeres después del parto que habían conseguido dejar el tabaco durante sus embarazos. Una vez que el factor motivador externo (el bebé) se ha eliminado, no existen factores motivadores internos para contrarrestar el aumento de los niveles de estrés que sufren las madres con hijos recién nacidos. Resulta de gran importancia darse cuenta de que los fumadores a menudo deben hacer tres o cuatro intentos para poder dejar de fumar definitivamente.
LA INDUSTRIA TABAQUERA ES CONSCIENTE DE LA ADICCIÓN QUE CREA EL CONSUMO DE CIGARRILLOS. "EN SUS PROPIAS PALABRAS"
La industria tabaquera siempre ha sido consciente de la naturaleza adictiva de su producto. Aunque internamente sea consciente de los efectos perjudiciales para la salud del consumo de cigarrillos, la industria tabaquera ha comercializado con sumo cuidado su producto situándolo en un nicho social y comportamental de gran éxito, por no mencionar el nicho psicológico. Una vez que las personas se han convertido en adictas a la nicotina, las personas fumadoras encuentran serias dificultades para abandonar el hábito del tabaco tanto desde el punto de vista del comportamiento como desde el punto de vista psicológico. La industria tabaquera es consciente de esta dependencia a la nicotina y hace todo lo posible por mantener los niveles necesarios de la droga adictiva con el fin de garantizar la continuación de su producto. Si la industria tabaquera públicamente niega la adicción que crea su producto, los documentos internos de la industria muestran un panorama diferente:
(http://www.tobacco.org/Documents/documentquotes.html):
"La nicotina es adictiva. Por tanto, estamos en el negocio de vender nicotina, una droga adictiva". (Addison yeaman de Brown & Williamson, 17 julio 1963)
"Para satisfacción de la industria tabaquera, la nicotina crea adicción y es única en su variedad de acciones fisiológicas". (Memorándum de planificación de investigación de R.J. Reynolds Tobacco Co, investigador Claude Teaue, 1972)
"Muy pocos consumidores son conscientes de los efectos de la nicotina, es decir, de su naturaleza adictiva y de que la nicotina es un veneno". (Memorandum Brown & Williamson firmado por H.D. Steele, 1978).
"Tenemos que satisfacer al "individuo" que está a punto de dejarlo o que acaba de dejarlo. . Estamos buscando explícitamente un producto adictivo socialmente aceptable. El componente esencial es más probable que sea la nicotina o un sustituto directo de la misma. (Áreas Clave – Innovación de producto durante los próximos 10 años para un desarrollo a largo plazo, Memorandum de la Industria Tabaquera angloamericana, agosto 1979, aparecido en The Guardian, 15 de febrero de 1998).
" Se ha sugerido que el consumo de cigarrillos es la droga más adictiva. Es cierto que una gran cantidad de personas seguirá fumando porque no pueden dejarlo. Lo dejarían si pudieran. Ya no se puede decir que se trate de una elección de adultos". (Industria Tabaquera angloamericana, 1980).
"La nicotina es el agente adictivo de los cigarrillos". (Memorandum de Brown & Williamson para A.J. Mellman, 1983)
"¿Por qué fuma la gente? … para relajarse; por el sabor; para llenar el tiempo, para hacer algo con las manos …Pero en general la gente continúa fumando porque les resulta muy difícil dejarlo". (Philip Morris, presentación interna, 20 de marzo de 1984).
CIGARRILLOS LIGHT Y SUAVES
Los términos "light" y "suave" se malinterpretan en gran medida, puesto que se pretende que sean cigarrillos relativamente sanos. De hecho, "los cigarrillos bajos en alquitrán" no tienen ninguna o muy pocas ventajas sobre los cigarrillos normales. Debido a que se fuma para satisfacer una necesidad de nicotina, los fumadores consciente o inconscientemente regulan la intensidad de las inhalaciones y el volumen del humo inhalado con el fin de conseguir su dosis deseada de nicotina. También pueden bloquear los agujeros de ventilación del filtro con los labios o con los dedos para aumentar la entrada de humo. Lo curioso es que las marcas "light" proporcionan a las personas fumadoras, la misma cantidad de nicotina y alquitrán que las marcas "normales". Al tener que aumentar la intensidad de las inhalaciones para recibir la cantidad de nicotina necesitada, las personas que fuman cigarrillos "light" no experimentan una disminución en el riesgo de padecer enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y cáncer de pulmón, así como no disminuye su adicción a la nicotina.
Desde hace tiempo, la propia industria tabaquera es consciente de que la tendencia de los fumadores a fumar está fundamentalmente motivada por la necesidad de ingerir nicotina que por cualquier otro motivo. La industrial deja que los consumidores crean que están fumando un producto más sano, cuando en realidad se están exponiendo a los mismos efectos perjudiciales para la salud que con un cigarrillo normal. Al anunciar productos "light", la industria lleva al consumidor a un falso sentido de relativa seguridad.
Los documentos internos de la industria tabaquera muestran la concienciación de la industria de los negligibles beneficios para la salud de los cigarrillos "bajos en alquitrán", "light" y "suaves":
"Reducir la nicotina por cigarrillo puede acabar en la destrucción de la dependencia a la nicotina en un gran número de consumidores y en evitar que sea adquirido por nuevos fumadores". (Complejidad del P.A.5.A. Pool de maquinaria y variables, Investigación y desarrollo de la Industria Tabaquera angloamericana, documento número 10392 del informe del juicio de Minnesota, 26 de agosto de 1959)
"Los fumadores se diferencian en gran medida en la frecuencia y la intensidad de las caladas y en la cantidad que fuman de cada cigarrillo. Por tanto, puede haber muy poca relación entre las cifras indicadas por la máquina y la actual exposición de cualquier fumador con cualquier cigarrillo" (El Comité Ad Hoc de la Industria Tabaquera de Canadá, Presentación de la Industria Tabaquera de Canadá sobre el hábito del tabaco y la salud, Presentación al Parlamento del Comité para la Salud, Bienestar y Asuntos Sociales, 1969)
"Si, tal y como piden algunos críticos del tabaco, la pretendida amenaza para la salud de consumir cigarrillos está directamente relacionada con la cantidad de alquitrán a la que está expuesto el fumador a diario, y el fumador basa su consumo en la nicotina, entonces el actual cigarrillo "bajo en alquitrán, bajo en nicotina" no ofrece ninguna ventaja al fumador sobre un "cigarrillo con filtro normal". (Memorandum del investigador Claude Teague Junior, R.J. Reynolds Tobacco Co. 1972, aparecido en Associated Press el 3 de abril de 199).
"La tendencia hacia cigarrillos bajos en alquitrán exige que se encuentren formas para mantener la satisfacción de la nicotina". (Memorandum Lorillard, 1977)
"Existe un peligro en la actual tendencia de fabricación de cigarrillos que proporcionan cada vez menos cantidad de nicotina y alquitrán, es decir, el fumador dejará poco a poco el hábito. Si se reduce el nivel de nicotina por debajo del umbral "satisfactorio", entonces es muy probable que los fumadores se cuestionen muy rápidamente la razón por la cual están inmersos en un hábito tan caro". (El producto a principios de los 89, Industria Tabaquera británico americana, informe número 11386 del juicio de Minnesota del 25 de marzo de 1977).
"El objetivo es determinar el nivel mínimo de nicotina que permitirá continuar fumando. Pensamos que la satisfacción no se puede compensar por una satisfacción psicológica. En este punto los fumadores dejarían de fumar, o volverían a comprar marcas con mayor contenido en nicotina y alquitrán". (Memorándum sobre el Grupo de trabajo de Información de RT de Richard E. Smith para Alexander Spears, Lorillard, número TE 10170 del juicio de Minnesota, 13 de febrero 1980).
Objetivo específicos
dirigidos a abandonar el hábito tabáquicoADOLESCENTES
La mayoría de los fumadores adultos comienzan a fumar antes de cumplir los veinte años. Los adolescentes empiezan a fumar sin darse cuenta de la naturaleza adictiva de la nicotina, el agente farmacológico de los cigarrillos. La continuidad del comportamiento fumador entre los jóvenes evoluciona en estadios que van desde la preparación hasta la experimentación y el hecho de fumar con regularidad y finalmente acaba con la adicción a la nicotina. En muchos casos, los adolescentes pasan de fumar el primer cigarrillo de forma experimental a depender fuertemente de la nicotina en el plazo de un año o incluso menos. Cuando el adolescente se vuelve consciente de su grado de adicción, ésta ya es tanto física como psicológica por lo que resulta muy difícil abandonar el hábito. Los profesionales sanitarios pueden ignorar que los adolescentes fuman, eliminando esta equivocación ya que asumen que pueden dejar de fumar con facilidad. No obstante, esta asunción no es cierta, los adolescentes, una vez que se han convertido en adictos dependen tanto de los cigarrillos como los adultos fumadores. Además, las presiones sociales que rodean a los adolescentes pueden hacer que les resulte aún más difícil dejar de fumar.
A menudo, los programas para dejar de fumar dirigidos a los jóvenes no se consideran favoreciendo los programas de prevención primaria. No obstante, los programas de prevención pueden ser indirectamente útiles en los esfuerzos dirigidos a dejar de fumar de los fumadores adolescentes: el programa puede educar y condicionar a los adolescentes con relación a los efectos perjudiciales que el consumo de tabaco tiene para la salud, haciendo, por tanto que los adolescentes tengan más posibilidades de conseguir dejar de fumar. Sin embargo, si fracasa el programa de prevención, deben existir otros programas para dejar de fumar para que los adolescentes adictos los utilicen.
Se puede trabajar indirectamente con los adolescentes para que abandonen el hábito tabáquico, utilizando a sus padres y a modelos de conducta. Es tres veces más probable que los niños fumen si sus padres fuman; si ayudamos a los padres a que abandonen el consumo de tabaco no sólo evitaremos que los niños empiecen a fumar sino que también fomentaremos que los adolescentes dejen el tabaco.
Dejarlo a una edad temprana es esencial para recuperar la buena salud del fumador para que éste sufra el menor daño posible. Concentrar esfuerzos para que los adolescentes dejen de fumar será el primer paso en las actuaciones globales sobre cesación tabáquica. Con el fin de que los adolescentes sean el objetivo de este esfuerzo es necesario disponer de material y de información adecuada dirigida a este grupo de personas. Hasta ahora, se han realizado muy pocos esfuerzos dirigidos a los adolescentes; ésta es un área que requiere más atención.
MUJERES EMBARAZADAS
Numerosos estudios han establecido inequívocamente que fumar durante el embarazo conlleva efectos perjudiciales para la salud tanto de la madre como del niño. Fumar durante el embarazo también está asociado con complicaciones médicas tales como desprendimiento de placenta, placenta previa, hemorragias durante el embarazo, ruptura prematura y prolongada de las membranas y parto prematuro. Así mismo, fumar durante el embarazo retarda el crecimiento del feto, causando una reducción media del peso del bebé de aproximadamente 200 gr, y duplica el riesgo tener hijos con menor peso. Algunos estudios han demostrado que existe un mayor índice de muerte perinatal cuando la madre es fumadora. Fumar también se ha comprobado que es un factor de riesgo independiente para el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. Fumar es probablemente la causa modificable más importante que provoca problemas durante el embarazo entre las mujeres de países como los Estados Unidos y la Unión Europea.
Seguir fumando después del embarazo cuando hay bebés y niños alrededor puede provocar daños para la salud de los fumadores pasivos tales como un incremento del número de infecciones respiratorias y enfermedades del oído interno. Si las mujeres dejan de fumar durante el embarazo, esto mejora el crecimiento del feto y la salud perinatal lo cual da como resultado unos bebés con más peso y con menor riesgo de padecer asma, Síndrome de Muerte Súbita del Lactante e infecciones respiratorias. En un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, un programa prenatal para dejar de fumar ha demostrado tener grandes ventajas: por cada dólar gastado se ahorraron tres y las mujeres que formaron parte del programa tenían 2,5 posibilidades más de dejar de fumar que las mujeres que no formaban parte del programa.
Con el fin de reducir los riesgos durante los embarazos es necesario fomentar los esfuerzos generales de prevención dirigidos específicamente a los programas para dejar de fumar de las mujeres embarazadas y elaborados a medida para cubrir necesidades psicológicas y socioeconómicas específicas. Se debe informar a las mujeres embarazadas sobre los riesgos que fumar tiene para la salud durante el embarazo, tanto para la madre como para el niño. La pareja de la mujer embarazada debe estar activamente implicada y apoyar el esfuerzo que supone dejar de fumar. Si la pareja fuma también debería implicarse en el proceso de abandono del hábito tabáquico.
Los esfuerzos dirigidos a dejar de fumar no deberían tener como objetivo único a las mujeres embarazadas, sino también a las nuevas madres durante el postparto.
Factores tales como el estrés, la depresión postparto y la ansiedad pueden hacer que la nueva madre vuelva a fumar, especialmente debido a que el agente motivador externo (el bebé en el útero) ya no existe. Algunos estudios han demostrado que el 80% de las madres que han dejado de fumar durante el embarazo vuelven a recaer después del mismo. Los médicos deberían ser especialmente sensibles antes esta posibilidad de recaída en el hábito tabáquico y deberían elaborar programas personalizados para dejar de fumar que permitieran que las mujeres dejaran de fumar definitivamente.
Programas
para dejar de fumarDebido a que la mayor parte de las recaídas tienen lugar durante las primeras semanas y meses y a que es menos común que se vuelva a fumar después de haberlo dejado durante un año, el éxito de los programas para dejar de fumar a menudo se define como una abstención de fumar durante un año tras el tratamiento y se mide utilizando una valoración bioquímica que apoye el propio informe de la persona fumadora.. Los programas para dejar de fumar son vitalmente importantes ya que son la clave para evitar enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco entre los actuales y los futuros fumadores. Las características más comunes de los programas para dejar de fumar que tienen éxito incluyen apoyo social, resolución de problemas, enseñar habilidades, educación de estilos de vida saludables y terapia sustitutiva con nicotina u otra terapia farmacológica o de comportamiento. Una variedad de acciones han demostrado ser eficaces para ayudar a las personas fumadoras a abandonar el hábito tabáquico; más adelante estudiaremos dichas acciones.
INTERVENCIONES BREVES DE PROFESIONALES SANITARIOS
La importancia que tienen los profesionales sanitarios en cuanto al asesoramiento de los pacientes para que dejen de fumar no se puede sobredimensionar. No son sólo los médicos los que deben ayudar a sus pacientes a que dejen de fumar. Los profesionales de enfermería, los visitadores médicos, dentistas y farmacéuticos también tienen oportunidades importantes para ayudar a sus pacientes. Es importante darse cuenta de que cada vez que un médico no anima a un paciente fumador a que deje de fumar está perdiendo una oportunidad de intervenir. A pesar incluso de que el consejo de los profesionales sanitarios suponga tan sólo aproximadamente un 2% de las personas que dejan de fumar, este modesto resultado es beneficioso para el paciente y es una actuación eficaz, tal y como se demostró en un estudio reciente. Los pocos minutos que un profesional sanitario dedica a aconsejar al paciente fumador para que deje de fumar no son sólo eficaces en cuanto a la minimización de los riesgos sanitarios, sino que también esta intervención puede considerarse que tiene una buena relación coste-efectividad pues requiere poco tiempo, poco dinero y se utiliza a los profesionales para que ayuden al fumador.
En cada fase del proceso para dejar de fumar, preparación, intervención y mantenimiento, el profesional sanitario puede desempeñar un papel fundamental. Incluso antes de que comience el programa para abandonar el hábito tabáquico, el profesional sanitario puede ser un instrumento importante para acelerar el proceso y ayudar al paciente a que pase más rápidamente a través de las distintas fases del proceso: precontemplación, contemplación, preparación y acción. Estos profesionales sanitarios ocupan una posición clave en la sociedad; tienen tanto la oportunidad como la responsabilidad de educar a sus pacientes. Como modelos de vida saludable a seguir, los médicos no deberían fumar ni tampoco deberían pasar por alto que sus pacientes fumaran.
Además, los profesionales sanitarios deberían asesorar y apoyar a todos los pacientes que fumen, incluyendo a aquellos que ya padezcan enfermedades. Algunos estudios han demostrado que los médicos que fuman asesoran con menos frecuencia a sus pacientes sobre los riesgos del tabaco y sobre la importancia que tiene dejar de fumar asimismo, tienden a minimizar las consecuencias prejudiciales para la salud que tiene el tabaco.
Resulta extremadamente importante la atención a los pacientes de más edad. A menudo, éstos son más vulnerables debido al aumento de una variedad de dolencias y por tanto, estos pacientes pueden disminuir significativamente el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el tabaquismo y beneficiarse al dejar de fumar. Los profesionales sanitarios son un elemento vital para fomentar y ayudar a que los pacientes de más edad dejen de fumar pues son éstos quienes más visitas realizan a dichos profesionales a diferencia de los fumadores más jóvenes. Un estudio elaborado en Malasia reveló que sólo unos pocos estudiantes de medicina entrevistados consideraban el consejo sanitario para dejar de fumar como un componente importante del papel que desempeñan los médicos. Esta actitud tiene que cambiar. Los estudiantes de medicina tienen que entender lo importante que es que todos sus pacientes dejen de fumar, así mismo tienen que entender el papel vital que ellos, como profesionales sanitarios, pueden desempeñar para fomentar un estilo de vida más saludable en sus pacientes.
El protocolo recomendado para las intervenciones de los profesionales sanitarios en los programas para dejar de fumar está compuesto por seis pasos:
PERSONALIZACIÓN
Los programas pueden dirigirse a grupos específicos. Unos mayores niveles de personalización de los programas de intervención pueden llevar a mayores índices de éxito. La atención personalizada se puede conseguir en la consulta del médico en el momento en que el profesional sanitario elabora un programa para dejar de fumar específico para cada paciente. Por ejemplo, un programa personalizado que ha tenido mucho éxito en Suecia (en 1991) demostró que si los médicos fomentaban estos programas y que si se contaba con manuales de auto-ayuda, se duplicaban los índices de mujeres embarazadas que dejaban de fumar. Otro estudio midió la efectividad de varios programas para dejar de fumar, algunos eran más individualizados que otros, y la conclusión fue que las intervenciones más individualizadas demostraron ser más eficaces en todos las etapas del estudio. La personalización, basada en el modelo de cambio de conducta, implicaba manuales individualizados que se ajustaba a las distintas etapas del proceso para dejar de fumar en la que se encontraban los pacientes.
PROGRAMAS DIRIGIDOS A AMPLIOS SECTORES DE LA POBLACIÓN
Hay programas nacionales que están diseñados para que lleguen a amplios sectores de la población, mientras que ocasionalmente se diseñan para que alcancen a regiones o sectores específicos de la comunidad. Programas, en el ámbito nacional, tales como "la Semana sin Fumar" de Japón, y "la Jornada sin Tabaco" en los Estados Unidos, patrocinados por esos países específicamente, pueden educar al público y ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Los programas que están dirigidos a amplios sectores de la población y que se basan en incentivos han demostrado tener un gran éxito.
Concursos tales como "Déjalo y Gana", originalmente diseñados en Finlandia, se han extendido con enorme éxito para cubrir un mercado internacional más amplio y más diverso. Los concursos basados en incentivos, con un gran premio internacional de 10.000 dólares USA han demostrado que mejoraron ostensiblemente los índices de abstención.
Para el fumador que desea abandonar el hábito tabáquico, el concurso supone un apoyo y un incentivo. Para los organizadores del concurso, la creación de una coalición es un beneficio añadido al beneficio más obvio de conseguir que los fumadores dejen de fumar.
Este programa de intervención, aplicable internacionalmente, proporciona un modelo de éxito para futuros programas que se basen en incentivos.
El primer concurso sueco a nivel nacional de "Déjalo y Gana", que se celebró en 1988, consiguió un índice abstención del 20% durante el primer año, lo cual indicó que se trataba de un programa que llegaba eficazmente a las masas. Los esfuerzos de Polonia con su campaña de "Dejemos de fumar juntos" de 1992-1997 también han sido impresionantes. La promoción de la salud pública realizada en los principales periódicos, televisiones y emisoras de radio polacas consiguió alcanzar a gran parte de la población, entre 23 y 26 millones al año. La participación de la población en los concursos ha pasado de 14.000 personas en 1993 a 35.000 en 1995. Basándose en los esfuerzos de las campañas los fumadores han controlado su hábito, intentando dejarlo y han conseguido abandonar el hábito para siempre. Incluso si la campaña fomentaba el paso de la fase de precontemplación a la de contemplación y a la de acción, sin que siempre se produjera una completa abstención del fumador, se puede calificar a la campaña como de éxito.
Incentivos tales como un viaje a Roma para visitar al Papa Juan Pablo II, se utilizaron para fomentar la participación en el concurso "Déjalo y Gana".
En 1994 trece países participaron en el primer concurso internacional de "Déjalo y Gana" patrocinado por el Instituto de Salud Pública Nacional (KTL) de Finlandia, en colaboración con la OMS. En el concurso de 1996 participaron veinticinco países de todo el mundo. El concurso de 1998 contó con más de cincuenta países participantes con aproximadamente 2000.000 fumadores inscritos, según indican los informes de los países. Si se continúa con estos índices de participación, entre 30.000 y 40.000 fumadores dejarán de fumar con el concurso "Déjalo y Gana" de 1998. Los concursos internacionales "Déjalo y Gana" han demostrado ser unas actividades de enorme éxito para dejar de fumar y son aplicables a un elevado número de culturas diferentes.
Además de proporcionar un "enfoque único y positivo" a un importante problema mundial, según afirma el Profesor Pekka Puska, Presidente del Comité de Coordinación Internacional, los concursos "Déjalo y Gana" también promueven una amplia colaboración sanitaria internacional para enfrentarse al enfoque global de la industria tabaquera. Los programas de "Déjalo y Gana" han demostrado que tienen una buena relación coste-efectividad, que son positivos y que consiguen que la gente deje de fumar. A pesar de que otros programas de intervención también han demostrado tener mayores índices de éxito, el éxito de los concursos "Déjalo y Gana" tienen una mejor relación coste-efectividad y apropiados para alcanzar amplios sectores de la población.
MÉTODOS ALTERNATIVOS
Hay otros muchos tratamientos para dejar de fumar como la hipnosis, la acupuntura, los antagonistas periféricos de la nicotina (la lobelina) y los enjuagues bucales diseñados para crear una aversión al sabor de los cigarrillos. No hay una evidencia concluyente que apoye la eficacia de estos métodos, puesto que no se han llevado a cabo suficientes estudios y un seguimiento adecuado de los participantes. Las pruebas demuestran que no se ha conseguido una eficacia específica más allá del efecto placebo. No obstante, el efecto placebo puede ser válido por sí mismo, y cuando los fumadores desean probar estos métodos es probable no se gana mucho de intentar disuadirles.
Cesación tabáquica autodirigida
La inmensa mayoría de los fumadores que han dejado o que dejarán de fumar utilizarán un programa autodirigido. Los que fuman poco y están muy motivados para dejarlo o los que tienen un acceso limitado a los programas médicos o de comportamiento dirigidos a abandonar el hábito tabáquico puede conseguir dejar de fumar si emplean un programa individualizado autodirigido para abandonar el tabaco.
¿CÓMO PUEDO DEJAR DE FUMAR?
¿CÓMO SELECCIONO UNA ESTRATEGIA QUE ME VAYA A FUNCIONAR?
Todos los fumadores que dejan de fumar necesitan una estrategia que les funcione. Según un estudio realizado en Gran Bretaña al 65% de los adultos fumadores les gustaría dejar de fumar. La nicotina es una droga muy adictiva, de forma que dejar de fumar no será fácil ni siquiera para una persona enormemente motivada. Sabemos que los primeros intentos para dejar de fumar a menudo no tienen éxito, de manera que el fumador que está dispuesto a dejarlo tiene que estar preparado para realizar múltiples intentos. Estos distintos esfuerzos para dejar de fumar no deben ignorarse a favor de las intervenciones primarias o iniciales. Las personas deben probar diferentes técnicas de intervención hasta que encuentren la más apropiada para ellas, dándose cuenta de que pueden intentarlo tres o cuatro veces hasta que encuentren el programa que más les convenga. Debería quedar claro a todas las personas que intentan dejar hábito tabáquico, que recaer, no significa que el programa haya fallado, sino que se trata de un pequeño retroceso en lo que al final será un programa con éxito.
Las etapas del modelo de cambio de conducta de Prochaska y DiClemente son útiles para aquellos fumadores que no están claramente motivados para intentar utilizar activamente un programa para dejar de fumar. Este modelo, que abarca desde la precontemplación, hasta la contemplación, preparación y finalmente la acción, conlleva una amplia gama de etapas para el fumador. Los profesionales sanitarios, así como la educación para la salud, el apoyo legislativo y social deberían fomentar el paso de una etapa a la siguiente del proceso de dejar de fumar. Incluso en el caso de que una intervención no consiga que el fumador deje de fumar, dicho fumador podrá avanzar al menos desde la precontemplación hasta la contemplación. Con la siguiente intervención, este fumador podrá avanzar hasta la fase de la preparación y después pasará a la acción y finalmente, a conseguir abandonar el hábito tabáquico. Este modelo de progresión refleja la media de los intentos cíclicos para dejar de fumar: muchos intentos con lecciones aprendidas en cada fase y cada fase tiene por objetivo último la abstención total. Los profesionales sanitarios se pueden beneficiar de este modelo de progresión: en el estadio de precontemplación, los fumadores necesitan motivación; durante la contemplación los fumadores necesitan información, durante la preparación y la acción los fumadores necesitan establecer un programa y fijar una fecha para dejar de fumar. Los profesionales sanitarios deberían conocer estos estadios y así mismo, deberían estar preparados para adoptar acciones proactivas y positivas, primero para llevar al fumador hasta el estadio de la acción y después para ayudar al fumador durante todo el programa de cesación, para que éste tenga éxito.
A menudo, los programas para dejar de fumar son caros o inaccesibles para la mayor parte de la población, Los profesionales sanitarios, la familia y los amigos son, por tanto, el mecanismo de apoyo para la mayoría de las personas que quieren dejar de fumar. Un programa que los profesionales sanitarios pueden recomendar y no requiere gastos ni material alguno, sino simplemente requiere dedicación por parte del fumador, de su familia y amigos tiene la estrategia siguiente:
Una combinación de intervenciones para dejar de fumar sería lo más efectivo. La terapia comportamental, por si misma, a menudo no fomenta el deseo de abandonar el tabaquismo; a menudo la terapia sustitutiva con nicotina o una terapia farmacológica sin nicotina beneficiará más activamente al fumador. Debido a que el fumador es adicto a la nicotina de los cigarrillos, una sustitución en la forma en que ésta se administra, como pueden ser chicles, parches, o píldoras de nicotina satisface la necesidad nicotínica del fumador. La terapia sustitutiva con nicotina ha demostrado ser doblemente eficaz para conseguir dejar de fumar que aquellos intentos en los que no se proporcionaba esta terapia.. Para muchas personas que intentan dejar de fumar, la terapia sustitutiva con nicotina hace más llevaderos los síntomas de abstinencia y es una ayuda tanto psicológica como física del proceso de cesación tabáquica. La terapia farmacológica sin nicotina, como el bupropión, funciona a través de diferentes estadios distintos al reemplazo de la nicotina y también ha demostrado tener el doble de posibilidades de éxito para ayudar a los fumadores a conseguir dejar de fumar. La terapia comportamental puede ayudar a los fumadores a superar las motivaciones sociales y psicológicas de seguir fumando.
El fumador que intenta dejar de fumar debe ser consciente, antes de intentar dejarlo, de los probables síntomas de la abstención: irritabilidad, impaciencia, hostilidad, ansiedad, ánimo depresivo, dificultades para concentrarse, insomnio, nerviosismo, aumento de apetito y aumento de peso. A menudo, los síntomas físicos al dejar de fumar son los resultados de un descenso brusco de la nicotina. En estos casos debería considerarse la terapia sustitutiva con nicotina u otras intervenciones médicas. El aumento del peso es otra de las preocupaciones habituales de las personas que quieren dejar de fumar, especialmente de las mujeres. A pesar de que los fumadores deberían ser conscientes de las posibilidades de ganar peso, la media del aumento de peso de entre 5-7 libras supone un riesgo muy limitado para la salud comparado con los riesgos que el tabaquismo conlleva para la salud. No se debería poner a régimen una persona hasta que haya conseguido dejar totalmente de fumar, en caso contrario aumenta el riesgo de recaída.
El fumador que está siguiendo un programa para dejar de fumar debería sacar provecho de una red social y familiar que le prestara apoyo, así como del apoyo del material de auto-ayuda proporcionado por los profesionales sanitarios. Se puede conseguir: durante los tres últimos años en Hong Kong más de 100.000 personas han conseguido dejar de fumar. El fumador debería ser consciente de que aunque dejar de fumar es un proceso difícil, millones de fumadores han conseguido dejarlo.
Ayudas farmacológicas para dejar de fumar
La motivación y el compromiso personal son vitales para que el fumador consiga dejar de fumar. La situación no se parece a la de algunas enfermedades infecciosas en las que la vacunación o la aplicación de drogas efectivas proporciona un tratamiento suficiente y completo, en gran medida independiente, del conocimiento o de la conciencia del paciente. Muchos fumadores desearían que ocurriera lo mismo con ellos e insisten en buscar una cura mágica que les inhiba de su responsabilidad personal en la difícil tarea de cambiar su comportamiento. Quizá el precursor más importante para conseguir dejar de fumar es el reconocimiento por parte de los propios fumadores de que son ellos los que tienen que controlar el cambio. Pero una vez dicho esto, existen ahora ayudas farmacológicas que permiten a los fumadores tener más oportunidades para dejar de fumar con éxito. La investigación extensa y rigurosa realizada durante las dos últimas décadas ha demostrado que la nicotina, la droga adictiva que subyace tras el comportamiento fumador, se puede utilizar como una ayuda efectiva al tratamiento, y recientemente se ha evidenciado la eficacia de las drogas sin nicotina.
TERAPIA SUSTITUTIVA CON NICOTINA
Del análisis de la terapia sustitutiva con nicotina (TSN) se deriva que muchas de las dificultades para dejar de fumar se centran en los problemas que plantea la retirada de la nicotina. El síndrome de abstinencia (que conlleva una amplia gama de síntomas, incluyendo la irritabilidad, el nerviosismo, la tristeza, la incapacidad para concentrarse, el aumento del apetito, así como la necesidad de fumar) comienza horas después de haber fumado el último cigarrillo. Numerosos estudios experimentales y clínicos han demostrado que la TSN atenúa la gravedad del síndrome de abstinencia y por tanto, hace que los futuros exfumadores lleven mejor su deshabituación a la vez que abandonan su hábito tabáquico profundamente arraigado.
Los productos sustitutivos con nicotina están disponibles en numerosas formas, entre las que se incluyen chicles, spray nasal, pastillas e inhaladores. Las diferentes formas de la TSN difieren en términos de administración y velocidad de absorción, así como en la medida en que ofrecen una respuesta situacional a la necesidad de fumar y un ritual de comportamiento para reemplazar el ritual de fumar cigarrillos. Ninguno de ellos aportan tan alta concentración arterial de nicotina como la que se obtiene al fumar y la dosis general de nicotina que proporcionan es normalmente un tercio de la de los cigarrillos. Esto, junto con la ausencia de alquitrán tóxico y de los componentes de la fase gaseosa de los cigarrillos, otorga a la TSN un perfil de seguridad. Las pruebas aleatorias han establecido que todas las formas de la TSN son ayudas eficaces en la cesación tabáquica, y como media, su utilización duplica las posibilidades de conseguir dejar de fumar. En la actualidad no existen pruebas fiables que indican que alguna forma de TSN sea más eficaz que otra, lo cual significa que la elección del producto dependerá más de características como la facilidad para seguir el tratamiento con la dosis recomendada (los parches son especialmente adecuados en este caso) y de su disponibilidad. La eficacia de la TSN parece ser totalmente independiente de los demás elementos del tratamiento: aunque los índices de éxito absoluto son más altos con un apoyo psicológico más intenso, nos encontramos que en el caso de intervenciones breves y en clínicas especializadas en cesación tabáquica, el efecto de la TSN duplica las posibilidades de abandonar el hábito. Esta característica le confiere a la TSN un papel importante desde el punto de vista de la salud pública, cuando se pretende llegar a una proporción alta de población fumadora mediante intervenciones sencillas y breves.
El efecto de la NRT para promover la cesación tabáquica surge directamente desde el comienzo de los intentos para dejar de fumar. Algunos estudios han demostrado que conseguir la abstinencia absoluta en el plazo de 48 horas es vital para el éxito a largo plazo. Aquellos fumadores que siguen fumando después de ese plazo, incluso los que fuman muy poco, casi invariablemente no conseguirán dejar de fumar. Esto significa que los profesionales sanitarios pueden ahorrarse recursos ofreciendo la TSN solamente a aquellos fumadores que hayan guardado una abstinencia completa al menos durante una semana. Hasta ahora no hay evidencia que aconseje prolongar la utilización de la TSN más de ocho semanas por las ventajas que pudiera aportar.
La disponibilidad de las formas de la TSN varia dependiendo de los países. En algunos sólo se pueden adquirir con receta mientras que en otros se pueden comprar en las farmacias sin receta o en otro tipo de establecimientos. Especialmente en los países en vías de desarrollado, el coste de estos productos puede resultar la principal barrera para que su uso se difunda más. No es muy habitual que los sistemas de atención sanitaria subvencionen el coste de la TSN a los fumadores, aunque está demostrado que el índice de personas que dejan de fumar se maximiza cuando los costes del tratamiento se reembolsan en su totalidad.
Hay muy pocos casos en que la utilización de la TSN esté contra indicada y recientes directrices para la clínica práctica han sugerido que la TSN debería ser la parte más importante del tratamiento dirigido a todos los fumadores. Incluso en aquellos casos en que se ha tenido una precaución al aconsejar la utilización de la TSN, por ejemplo durante el embarazo y en el caso de enfermedades coronarias graves, existen argumentos racionales basados en la eficacia y en la seguridad que sugieren que la TSN sería preferible a la alternativa probable de continuar fumando cigarrillos.
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS SIN NICOTINA
El éxito de la TSN ha promovido el interés por encontrar otros medicamentos que ayuden en la cesación tabáquica. Muchos no han tenido la eficacia pretendida (incluyendo en su mayor parte los ansiolíticos y los antidepresivos que se han probado), mientras que otros como la clonidina se ha descartado por sus efectos secundarios inaceptables. Recientemente, el bupropión, un antidepresivo atípico con cierta actividad noradrenérgica y dopaminérgica se convirtió en la primera medicina sin nicotina para usarse en la cesación tabáquica, aprobada en los Estados Unidos, Canadá y México. El mecanismo de acción parece no estar relacionado con los efectos antidepresivos del medicamento sino más bien con su vías comunes a la de la adicción. Los ensayos clínicos, entre fumadores no depresivos, han demostrado claramente su eficacia; por la intensificación de los resultados, los efectos del bupropión y el parche de nicotina parecen sumarse. El bupropión tiene un impacto positivo sobre el peso, ya que los pacientes que lo utilizaron engordaron menos que los pacientes que recibieron un placebo. Este efecto también se ha observado en algunos ensayos con la TSN , pero el efecto supresor del aumento de peso de los tratamientos farmacológicos puede que no se mantenga una vez finalizada la terapia. El bupropión todavía no está disponible en la mayor parte de los países, pero interesa considerablemente debido a la información que puede aportar sobre los mecanismos cerebrales relacionados con la adicción a la nicotina y por su potencial para ayudar a los efectos terapéuticos de la TSN.
Políticas
de salud públicaCREACION DE ENTORNOS QUE AYUDEN CADA VEZ A UN NÚMERO MAYOR DE PERSONAS A DECIDIR DEJAR DE FUMAR, CONSEGUIR DEJARLO Y DEJARLO PARA SIEMPRE
Para que un programa global de cesación tabáquica tenga éxito necesita tener un enfoque multi-facetas. La educación sanitaria, la política pública y los programas de difusión de información son componentes vitales de un extenso esfuerzo de cesación tabáquica. La educación sanitaria a través de los medios de comunicación, los colegios y los profesionales sanitarios, además de promover actividades para dejar de fumar, también fomentarán actividades para abandonar el hábito tabáquico. La motivación para dejar de fumar es el principal componente de cualquier intento que se realice para conseguir dejarlo y los educadores, los profesionales sanitarios y los miembros de la familia tienen la oportunidad de fomentar esa motivación. La motivación no siempre es suficiente para superar la adicción a la nicotina, no obstante, se pueden emplear métodos farmacológicos como la terapia sustitutiva con nicotina y otras terapias médicas sin nicotina, con el fin de proporcionar al fumador todas las herramientas necesarias que le permitan dejar de fumar. Estas terapias farmacológicas deberían ser bien conocidas por los profesionales sanitarios y deberían ser de fácil acceso para el fumador que necesite de una ayuda física. No obstante, los médicos y los educadores no deberían ser los únicos componentes en el proceso de dejar de fumar, sino que el fumador que intenta dejar el hábito debería estar apoyado en otros muchos niveles, asegurándose así mayores posibilidades de éxito. La legislación debería aumentar el precio de los cigarrillos, se debería reembolsar el precio de las terapias que tratan la dependencia nicotínica, se deberían incrementar las intervenciones de los profesionales sanitarios, se deberían promover estilos de vida saludables en los medios de comunicación, así mismo se tendría que conseguir apoyo social para un tipo de vida más sano y habría que crear programas para dejar de fumar a gran escala, como los concursos "Déjalo y Gana", todo esto haría que el fumador no sólo dejara de fumar sino que contara con todas las herramientas necesarias para completar con éxito su intento de abandonar el tabaco.
En general, las políticas y programas globales de control del tabaquismo dirigidas tanto a la prevención como a la cesación tabáquica pueden ayudar a disminuir el crecimiento de la epidemia actual del tabaquismo.
Con quién
contactarOficinas Centrales de la OMS :
Dr. Derek Yach
Director de Proyecto
Iniciativa Sin Tabaco
Organización Mundial de la Salud
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e-mail: [email protected]
Oficina Regional de la OMS para Africa :
Sr. L. Sanwogou
Consejero Regional de Educación Sanitaria
Organización Mundial de la Salud
Oficina Regional para Africa
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Consejero Regional de Abuso de Drogas
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Fax: +1 202 974 3631
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Consejera Regional de Salud y Comportamiento
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Oficina Regional para el Sureste asiático
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Mahatma Gandhi Road
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Fax:+91 11 331 8607
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Organización Mundial de la Salud
Oficina Regional para Europa
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Consejero Regional de Educación Sanitaria
Organización Mundial de la Salud
Oficina Regional para el Mediterráneo oriental
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Oficina Regional para el Pacífico Occidental
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E-mail: tamplins2who.org.ph
AGRADECIMIENTOS :
La Iniciativa Sin Tabaco desea dar las gracias a la
Sra. Kate Koplan de Yale University, USA y al
Profesor Martin Jarvis del,
University College of London, UK
por la preparación de este folleto informativo.
El mismo reconocimiento para la participación de Tushita Nosinet y Ashvin Gatha de Living Color por su concepto, fotografía y diseño.
Este proyecto estuvo apoyado por la Federación Internacional de Asociaciones de Laboratorios Farmacéuticos y por la Industria Mundial de la Auto-Medicación.
Este folleto informativo ha sido elaborado bajo la dirección de Mr. Neil Collishaw
INICIATIVA SIN TABACO
LA INICIATIVA SIN TABACO (Tobacco Free Initiative, TFI) es un nuevo proyecto del gabinete de la OMS creado con el objetivo específico de centrar la atención y los recursos internacionales en la epidemia global del tabaquismo que conlleva una carga de enfermedades completamente evitables.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD