LA OBEDIENCIA
"Dios bendice a quien lo honra y permanece en fe obediente."
Desde que estamos pequeños nos han enseñado a obedecer a nuestros mayores. Es más, el cuarto mandamiento de la ley de Dios nos dice: Honrarás a tu Padre y a tu Madre. Debemos rendir obediencia a nuestros padres, cumpliendo nuestras responsabilidades de hijos, así como las de estudiantes. También nos han inculcado la obediencia a nuestros maestros, y a nuestras autoridades.
Un hijo obediente alegra el corazón de sus padres siempre. Para ellos es un motivo de orgullo y tranquilidad, pero no porque sean súper dotados o los más inteligentes del grupo, sino porque los toman en cuenta no menospreciando sus consejos. Si tú eres uno de esos hijos que quieran alegrar el corazón de sus padres, ¡sé obediente!, corresponde a sus cuidados, interesándote por tus padres, y no siendo indiferente a sus necesidades; esfuérzate lo suficiente para obtener buenas notas en la escuela; ayúdalos ahorrándoles gastos; sé agradecido con ellos. Ellos han sacrificado mas de lo que te imaginas porque nos aman. Un padre ama tanto al buen hijo como al malo, pero no hay mayor tranquilidad, ni mayor alegría, como el hijo sea obediente a Dios y a sus padres y que cumple con sus responsabilidades.
Abraham es un ejemplo para nosotros de lo que es moverse por fe. Él fue llamado por Dios para salir de su tierra y de su parentela. Abandonarlo todo, sin pensarlo dos veces... Sólo tomar sus cosas y salir...
¿A dónde? ¡No sabía! El solamente obedeció el mandato de Dios. Y esto para muchos es una locura, ¿Cómo voy a hacer esto si no sé en qué resultará? ¿Cómo me voy a mover de un lugar en donde tengo raíces de años? Abraham no entendía, quizá, lo que estaba sucediendo, pero lo que sí sabía y con toda certeza es que el Dios que él conocía no lo llevaría por un mal camino. Por la fe, Abraham siendo llamado obedeció. La fe bíblica se ha caracterizado siempre por "La obediencia". Esto es, obediencia a Su llamado, a Su voz, a Su reprensión, a Su voluntad y a Su plan perfecto. Este tipo de fe fue la que poseyeron los hombres y las mujeres de Dios en los tiempos bíblicos. Hombres que creyeron a Su Dios y caminaron en obediencia, como Abraham, Isaac y Jacob.
Las personas que se consagran a la vida religiosa hacen votos de pobreza, castidad y de obediencia. Sí, de Obediencia a sus superiores, el obispo, el Papa, y a DIOS en todo lo que les exhorten.
Tomemos el ejemplo de nuestra Santísima Madre, la Virgen María, quien fue obediente siempre a la voluntad de Dios. Diciendo "He aquí la esclava del Señor; Hágase en mí según su palabra." Así como ella debemos siempre estar dispuestos a cumplir lo que Dios nos pida, sea esto algo pequeño o grande, sea fácil o difícil.
Los invito, a abrir sus corazones, para que sí escuchemos la voz de Dios, y sepamos que quiere de nosotros. Sepamos serle fiel en sus peticiones. Dios honra al que es obediente. ¡Obedezcámoslo! Y recuerden: Dios bendice a quien lo honra y permanece en fe obediente.
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