Los zafiros que tienes

Me deslumbran mis sienes,

Las que arden como llamas

Cuando dices que me amas.

Cuando guiñas tus ojos

Que son del azul del mar,

Como que me sonrojo;

Siento que te quiero amar.

¡Oh, tus ojos tan bellos!

Tus pedazos de cielo,

No miran como aquellos

Que te ven como el hielo.

Tus luceros añiles

Son mas que excepcionales,

Son un par entre miles,

Curan todos los males.

Son cálidos como el sol,

¡Brillantes!, Gran resplandor

Que siento cuando me ves,

Pues verte una belleza es.

Tu mirada es tan firme

Como una alta montaña.

Tu mano no deja irme,

No por hoy ni mañana.

Sin tu mirar soy nada,

Sin tu luz no soy feliz,

El mundo se torna gris

Si estoy abandonada.

¡Nunca dejes de verme!

Contémplame hasta el fin,

Prométeme fiel serme,

Que no puedo estar sin ti.

¡Oh tus ojos, tu mirar!

¡Tu exquisito contemplar!

Nunca te podré olvidar

Porque en ti veo el mar.

Los llevaré en mi mente

Toda la vida eterna,

Inolvidables por siempre,

Son tu plena belleza.