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Las Drogas y sus tipos

El adolescente consumidor de drogas
En los treinta años en que el problema del abuso de drogas ha sido una preocupación de salud pública, las características de la población que sufre el padecimiento ha cambiado. Al comienzo durante la década del setenta hubo una explosión de casos de jóvenes al inicio de la adolescencia que consultaban por haber consumido marihuana y eso provocó un escándalo nacional. Luego apareció en el panorama el LSD que estaba circunscrito a algunos consumidores adolescentes temerarios. Con la entrada de los años ochenta apareció la cocaína en escena. Desde mediados de esa decada hasta finales de la presente, la cocaína en todas sus posibles presentaciones ha estado dominando el panorama (sobre todo el "perico" y la "piedra"). Ultimamente ha reaparecido el LSD, y una droga denominada "Ecstasy" que es un potente alucinógeno y esimulante.
Con estos cambios en el tipo de droga consumida vino también un cambio en la edad promedio. En la década de los setenta eran jóvenes entre 18 y 20 años los que más consumían drogas. Durante los ochenta eran adultos entre 25 y 35 años los que más consumían drogas. Ahora este péndulo epidemiológico está regresando y comienzan a reaparecer los casos de adolescentes en el panorama clínico consumiendo el "crack" o "echado pa' tras" y los alucinógenos. Paralelamente el abuso de cigarrillos y alcohol también se ha diseminado en esta población de adolescentes.
La marihuana sigue siendo la droga ilícita más consumida entre adolescentes, y muchas veces la más tolerada entre los grupos de jóvenes que suponen que es inocua (ya hemos demostrado en columnas anteriores que no es así). La cocaína también es consumida por jóvenes, y su consumo va creciendo rápidamente. Entre algunos púberes muy pobres es la goma de pegar o "pega" la más abusada. En familias desintegradas, o con padres ausentes o en conflicto, la aparición de este fenómeno es mayor (no exclusivo).
Vacío de autoridad
El vacío de autoridad parental, el exceso de libertad y la ociosidad (demasiado tiempo libre), siguen siendo ingredientes comúnmente referidos por los pacientes que consultan por este problema. La influencia del llamado "grupo de pares" (los "amigos") en la iniciación y permanencia del consumo es indiscutible. Los varones son más proclives a consumir que las hembras y luego desarrollar la dependencia. Al parecer desde el punto de vista cultural las hembras están más protegidas porque maduran más rápidamente y porque usualmente están menos expuestas por las restricciones a su libertad. A los varones se les exige abierta o subliminalmente demostrar su "hombría" asumiendo conductas de riesgo como es el consumo de alcohol, cigarrillos, lo que los puede llevar a las drogas ilícitas. La inconsistencia en la disciplina familiar (por exceso o defecto de autoridad), la indiferencia emocional (por distanciamiento afectivo de la familia), y los padres abusadores de alcohol, cigarrillos o sedantes, son elementos que predisponen al joven a consumir alcohol o drogas. Los adolescentes que están en riesgo de convertirse en abusadores de drogas por lo general han mostrado desde muy pequeños una conducta desviada, que tiende a salirse fuera de la norma. Estudiantes deficientes, conducta rebelde, contestatarios, prematuramente libres, enredados en problemas de relación interpersonal y asociados a amigos parecidos a ellos, estos jóvenes buscan las drogas como otra de sus aventuras extravagantes.
Sabemos por la historia clínica de muchos pacientes que el inicio del consumo en jóvenes adolescentes que luego se convirtieron en dependientes ocurrió por curiosidad, e instigados por otros jóvenes. No son traficantes los que atraen al joven en su primer consumo, son sus amigos. Por eso las medidas preventivas tienen que estar dirigidas en ese sentido. El resurgir del consumo de drogas ilícitas por los adolescentes, combinado con la aparición temprana de los problemas de alcoholismo, en una época en que el joven maneja más libertad, hace suponer que algo no anda funcionando a nivel familiar y entre la cultura joven. Abrir los ojos a este problema creciente se hace necesario, y más en estos tiempos convulsionados...Padres: ojo con sus hijos, porque se pueden llevar una sorpresa. Si tiene problemas de este tipo con un hijo asista a un centro especializado.
El caso de Freddy
Un joven de 17 años es recibido en la emergencia de una clínica privada, acompañado de varios amigos quienes dicen que lo llevaron allí porque temían que se muriera. Freddy presentó agitación, pérdida de conocimiento, con palidez y pulso rápido, con temblores indetenibles luego de ingerir con los amigos varios cigarrillos de marihuana, unos "pases" de cocaína y dos botellas de ron en una fiesta. Ellos refieren que un joven mayor que ellos y que se unió a su grupo recientemente los invitó hace pocos meses a su casa (sus padres no estaban) para probar la marihuana diciéndoles que era "una nota" consumirla, que se divertirían mucho. Como tenían mucho tiempo libre por las vacaciones, decidieron probar. Varias veces consumieron marihuana motivados por la curiosidad. Luego vino la cocaína, que la probaron un día cuando habían bebido mucho licor y el mismo amigo les dijo que si ingerían la cocaína se les "quitaba la rasca". Desde entonces se ha vuelto práctica común del grupo reunirse en casas y en fiestas a consumir marihuana, alcohol y cocaína. Uno de los amigos dice "no nos dimos cuenta...todo pasó muy rápido, y cuando vinimos a ver todos consumíamos drogas. Nadie se atrevía a reclamar o a quejarse por temor a que los demás nos "rayaran". Lo de hoy fue demasiado, y Freddy está hospitalizado inconsciente". Luego de un tratamiento inmediato de desintoxicación se llamó a los padres.
Los padres
Acudió sólo la madre (pues están divorciados y el padre vive fuera de la ciudad). La mamá de Freddy esa madrugada en la clínica estaba en evidente estado de embriaguez. Había salido con unas amigas a celebrar un buen contrato de la pequeña empresa que tienen en conjunto. Dice la madre: "la verdad es que desde que estoy divorciada hace dos años, entre los problemas con él (padre), la dedicación a la nueva empresa y la necesidad de procurarme una nueva vida social, parece que me olvidé de Freddy. La niña (hermana) tres años mayor que él funciona muy bien, pero Freddy va mal en el colegio, se está reuniendo con amigos raros, llega tarde con frecuencia y se ha puesto muy rebelde. Nunca me imaginé que esto pudiera estar ocurriendo. Aunque me estaba dando cuenta que algunas cosas no marchaban bien, estaba demasiado pendiente de lo mío. El padre por su parte se mudó de ciudad y casi no lo ve. Cuando se encuentran pelean mucho porque Freddy se cortó el pelo Punketo".
Freddy salió bien de la intoxicación y ahora está en tratamiento desde hace seis meses. La relación con los padres ha mejorado, él y sus amigos han dejado de consumir y sus estudios han mejorado.
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Extasis: Cápsulas alucinógenas
disfrazadas de inocencia
El éxtasis, también conocido como ''píldora del amor'' ,''eros'', XTC, MDMA, EVA o Adam, se presenta en pastillas de colores y es producida en laboratorios a partir de diversos estupefacientes formando un cóctel con alucinógenos, estimulantes como la cafeína, e inhibidores como la heroína, e incluso medicamentos como los antihistamínicos. Tres tipos de droga con efectos diferentes y hasta contradictorios.
Su consumo se inició, al parecer, en la década del 80 en Estados Unidos y hoy se le asocia con las fiestas rave, reuniones que se realizan en locales como bodegas, cines y teatros abandonados, y en las que la sudoración excesiva, el aumento del ritmo cardíaco y una sed abrasadora, son común denominador en sus asistentes "extasiados". En estos lugares el agua se vende a precios especulativos y la ingesta de alcohol es casi nula.
Estas pastillas vienen con imágenes en bajorrelieve que van desde los pokémon hasta ingenuas figurillas, coadyuvando a una reputación de droga "zanahoria" que "sólo incrementa el placer sexual, y produce tranquilidad y felicidad".
Sin embargo, los efectos negativos van desde confusión, depresión, insomnio, ansiedad severa y posibles episodios psicóticos. También incrementa el latido del corazón y presión sanguínea, puede causar tensión muscular, nausea, visión borrosa, escalofríos, rápidos movimientos de los ojos, sudores y desmayos. Además, investigaciones realizadas indican que su uso continuado por largos períodos produce daños críticos en diversas áreas del cerebro, en especial las dedicadas a la memoria.
En casos más graves se puede producir la muerte por infarto cardíaco, hipertermia (fiebre) e intoxicación hepática. Los consumidores también suelen presentar colapso renal, pero por ingestión excesiva de líquido, pues llegan a consumir más de cinco litros de agua en una hora.
De Interés
* De acuerdo con la encuesta nacional sobre uso de drogas realizada en 1998, 1,5 por ciento de los estadounidenses mayores de 12 años (3,4 millones de personas) ingirió éxtasis al menos una vez.
* El grupo que más consumió el estupefaciente sintético es el comprendido entre los 18 y 25 años, que reúne casi 1,4 millones de consumidores.
* Cada cápsula se comercializa entre 10 y 15 dólares.
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Un problema común llamado drogas
Las continuas crisis económicas y políticas que vive Colombia representan una amenaza cada vez mayor para los intereses de Estados Unidos, tanto dentro de sus propias fronteras como en América del Sur.
La mayoría de los problemas de ese país latinoamericano están vinculados con la producción y venta de heroína y cocaína. Ante esa situación, EEUU no puede quedarse de brazos cruzados: debe protegerse del flujo de drogas colombianas.
Sin embargo, también debe ayudar al gobierno democrático de Colombia a promover el imperio de la ley, la estabilidad económica yel respeto de los derechos humanos.
Por este motivo, el Gobierno estadounidense propuso un paquete de asistencia por dos años, por un valor de 1.600 millones de dólares. La Cámara de Representantes aprobó el plan la semana pasada y el Senado lo someterá a votación pronto. Si es aprobado, Colombia recibirá valiosos equipos (entre los que figuran helicópteros UH-60 Black Hawk) asistencia técnica para su fuerza policial, fondos para un desarrollo económico alternativo y apoyo para las iniciativas de paz. Perú y Bolivia, que lograron igualmente importantes reducciones en la producción de cocaína, también recibirán ayuda, aunque en una escala más modesta. El Gobierno colombiano comprometió cuatro millardos de dólares al Plan Colombia y solicitó a la comunidad internacional 3,5 millardos de dólares en asistencia extranjera bilateral.
Las autoridades calculan que se necesitarán 7,5 millardos de dólares en los próximos tres años para reducir el flujo de drogas en el país. Ya están haciendo esfuerzos para recabar apoyo entre donantes potenciales de Europa y Asia. El mundo se está dando cuenta de que el problema de la droga exige una respuesta internacional. Colombia, un país con el tamaño de Texas, Nuevo México y Arkansas juntos, tiene una población de 38 millones de habitantes, que se encuentran atrapados en medio del fuego cruzado de grupos guerrilleros, paramilitares de derecha y el Ejército regular del país.
La violencia se intensifica por las ganancias que genera la droga, que permiten a los grupos ilegales comprar armas de guerra. Cerca de 35.000 colombianos fueron asesinados durante la última década en el conflicto interno más prolongado de Latinoamérica. Si EEUU no ayuda a Colombia, es probable que las exportaciones de cocaína y heroína sean aún mayores.
El papel de Colombia en el narcotráfico se modificó en la última década. Mientras el cultivo de coca cayó en Perú y Bolivia, en Colombia ha registrado un aumento de 140% desde 1995. Otro elemento que agravó el problema considerablemente fue la introducción de un tipo de coca de mayor rendimiento.
Antes, Colombia distribuía básicamente coca peruana y boliviana, pero hoy en día el país produce 520 toneladas métricas de cocaína por año -dos tercios del total mundial-. Además, a principios de los años noventa, las organizaciones colombianas de la droga tomaron la decisión estratégica de ingresar en el negocio de la heroína, porque las amapolas de opio se pueden cultivar en Colombia todo el año.
En la actualidad, la mayor parte de la heroína que se confisca en las costas del este de Estados Unidos proviene de Colombia. Luego de la desaparición de los carteles de Medellín y Cali, pequeños grupos comenzaron a especializarse en aspectos específicos del narcotráfico. Este tipo de grupos son difíciles de desarticular. Además, el desmantelamiento de una célula no tiene efecto alguno en las otras.
Para Colombia, el aumento en la producción de droga equivalió a echar leña al fuego.
Grupos de paramilitares y guerrilleros organizan a los campesinos que cultivan sustancias ilegales y se benefician enormemente con los cientos de millones de pesos que reciben por año. El dinero de la droga hace aumentar además los fondos que este tipo de organizaciones reciben a través de secuestros, extorsiones y robo de bancos. Según el Departamento de Estado norteamericano, estos grupos secuestran aviones y asesinan a ciudadanos estadounidenses. Colombianos inocentes son los que deben soportar el peso de todos estos delitos. Las violaciones a los derechos humanos cometidas por los grupos marginales incluyen la tortura o ejecución de prisioneros, además del reclutamiento de menores. Por primera vez en tres décadas, la economía colombiana se está contrayendo. El PIB se redujo en 5% en el primer semestre de 1999. La desocupación supera 20%. Los desplazados, particularmente los de las zonas rurales, buscan trabajos remunerados con narcotraficantes y grupos armados ilegales. Se dice que estas personas ganan el doble de los soldados del Ejército. Cerca de un millón de ciudadanos han perdido su hogar durante el conflicto, con lo cual Colombia tiene más desplazados que Kosovo.
Sin la ayuda de socios internacionales, el Gobierno colombiano no podrá reducir el narcotráfico ni retomar el control de aquellas zonas donde están floreciendo las drogas ilegales. La vieja dicotomía entre países productores y consumidores de drogas es engañosa. Los estupefacientes se usan donde se producen, para desgracia de la población local. De allí la necesidad de contar con una estrategia mundial en contra de los narcóticos. Teniendo en cuenta que 90% de la cocaína que entra en Estados Unidos proviene de Colombia, uno de los intereses nacionales de EEUU es apoyar al Gobierno de Bogotá, encabezado por Andrés Pastrana, en su lucha contra las drogas. Tanto las familias como las comunidades norteamericanas se ven envenenadas por las drogas ilegales, que dejan en el país un saldo de 52.000 muertes todos los años y generan un costo de 110 millones de dólares anuales.
El precio de la inercia es demasiado alto.
Leyes del mercado contra las drogas
LA JUNTA INTERNACIONAL de Fiscalización de Estupefacientes, organismo adscrito a la ONU, en su informe anual propone políticas de reducción de la demanda, a objeto de disminuir el tamaño del mercado para esas drogas y bajar la producción de sustancias psicotrópicas y estupefacientes
¿Qué es mejor en materia de drogas: reducir la oferta o limitar la demanda? Los miembros de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas, tienden a creer más en lo segundo.
En el más reciente informe de este ente multilateral se advierte que las grandes acciones para disminuir la oferta disponible tienen un efecto que parece paradójico, pero no lo es, porque responde a las leyes del mercado: los precios de los productos escasos que tienen alta demanda se ponen más caros.
La limitación de la oferta por intercepción, por ejemplo, eleva el precio de las drogas ilícitas y hace más difícil el acceso a ellas; las políticas de reducción de la demanda, por su parte, reducen el tamaño del mercado para esas drogas y obligarán, a la larga, a disminuir la producción, sostiene la JIFE en su informe.
El razonamiento luce convincente, pero queda una interrogante clave: ¿Cómo puede reducirse la demanda? La Junta no se hace ilusiones respecto a esta tarea porque sus integrantes saben que los factores que crean cada día más y más consumidores de drogas son múltiples y las formas de atacar dichos factores tienden a hacerse más complejas a medida que se fortalece el negocio.
'Las investigaciones epidemiológicas y etiológicas muestran que la cuestión de si un individuo podría llegar a usar drogas en forma indebida guarda relación con factores biológicos y sociológicos, incluidas las características de la personalidad, comportamiento, antecedentes familiares y educacionales; aspectos del entorno amplio del individuo que comprende la escuela y los grupos de pares, las circunstancias económicas, la desorganización y la marginación social', dice el informe.
Muchos de estos factores de riesgo, como se puede apreciar en la simple enumeración, difícilmente pueden ser colocados bajo control por las autoridades, pero la JIFE señala otros que también inciden y sobre las cuales los estados podrían ejercer algún tipo de regulación.
Este es el caso de la promoción de las drogas ilícitas que, a juicio de la JIFE, se está realizando de modo muchas veces abierto en las sociedades contemporáneas gracias a los avances de la tecnología, en la mayoría de los casos.
Música e Internet
Para la JIFE, el mundo se encuentra ante una verdadera campaña de propaganda a favor de los estupefacientes, que utiliza diversos medios.
Por ejemplo, se introduce de contrabando en la música popular de todos los géneros, especialmente en la favorita de los jóvenes. Según los especialistas, tanto en países desarrollados como en algunos subdesarrollados, esta es la influencia más grande en la promoción o al menos la tolerancia del uso de las drogas con fines recreacionales. Algunas letras de canciones populares promueven directa o indirectamente el consumo de marihuana u otras drogas y algunos artistas hacen declaraciones en el sentido de que consumir drogas con fines no médicos es una parte normal y aceptable en el estilo de vida de una persona. La Junta recomienda, entonces, obtener el apoyo de figuras de la músuca pop, personalidades deportivas y otras celebridades para presentarlos como modelos de la no utilización de drogas y compensar así la propaganda en contrario. 'La Junta invita a los gobiernos a que se pongan en contacto con las industrias de la música y los deportes a ese respecto y estudien con ellos las formas de contribuir al desarrollo de una cultura popular contra el uso indebido de drogas'.
Por otra parte, la campaña denunciada por la JIFE se cuela en el ciberespacio a través de páginas web en las que se enseña a producir y consumir drogas, en abierta apología del delito, aprovechando que este medio de comunicación no tiene fronteras ni mecanismos de censura de uso general. Funcionan además grupos de de chat mediante los cuales los interesados intercambian experiencias sobre cómo fabricar drogas, las formas de evitar la detección y prestar apoyo a personas detenidas por posesión de estupefacientes.
La JIFE le recomienda a los gobiernos utilizar también las nuevas tecnologías para contrarrestar los efectos de estas campañas, educando acerca de los peligros de las drogas ilícitas. Asimismo, propone a las autoridades nacionales de cada país a que lleguen a acuerdos con la industria de las comunicaciones informáticas y especialmente con los proveedores de software para eliminar de Internet las páginas ilegales.
Políticos y mercados
Otra de las modalidades de promoción de la droga, según la JIFE, se ve en campañas de candidatos a cargos políticos que, en varios países, han planteado la legalización de las drogas como plataforma electoral.
Algunos aspirantes a cargos del Parlamento Europeo basaron sus campañas en ello y tuvieron éxito. También salieron victoriosos candidatos a importantes cargos que planteaban el uso medicinal del cannabis en los estados norteamericanos de Arizona y California.
Estas personas, al acceder a cargos políticos, expanden el radio de acción de sus propuestas. La JIFE aconseja enfrentar esas campañas con argumentos racionales y lenguaje no ambiguo, haciendo énfasis en los múltiples problemas que ocasionaría la despenalización de la tenencia y uso de drogas en materia económica y sanitaria.
También se mueven los tentáculos de la industria de la droga en el mercadeo paralelo de productos lícitos derivados de las mismas plantas que sirven de materia prima a la droga, como sucede con una floreciente industria de textiles basada en la planta del cáñamo, de la que se obtiene la marihuana.
La promoción de este tipo de productos lícitos (bolsos, chaquetas y alimentos naturistas) tiene por objeto, según la Junta, realzar la imagen del cannabis, pues se trata de artículos ecológicos, hechos de sustancias naturales que no dañan el medio ambiente.
De esta manera, el cannabis aparece como una sustancia inocua, comestible y hasta nutritiva.
La JIFE recomienda en su informe enfrentar la promoción de estos productos haciendo ver que se trata de una estrategia encubierta de marketing para facilitar la aceptación del uso de la marihuana por parte de los jóvenes.
Violencia y Narcotráfico en Colombia
¿Peligro para América Latina?
El gobierno estadounidense ha declarado abiertamente que la situación en Colombia es un riesgo para su seguridad nacional y para todo el continente latinoamericano.
El zar antidrogas, Barry McCaffrey y el resto del equipo del gobierno ha seguido con atención al difícil proceso de paz en Colombia y ha expresado su preocupación por los presuntos vínculos de la guerrilla con el narcotráfico.
La actitud de Washington ha sido vista con preocupación por varios analistas en la región, quienes temen que este sea el preludio de un nuevo intervencionismo estadounidense. Otros, sin embargo, apoyan la tesis de la región y consideran que debe haber una acción conjunta para ayudar a la paz en Colombia y lograr la derrota del narcotráfico.
¿Realmente hay el riesgo de un nuevo intervencionismo norteamericano ?
¿Cómo lograr una acción más efectiva contra el narcotráfico?
¿Es la situación en Colombia un riesgo para América Latina?
¿Deben intervenir los demás países latinoamericanos?
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Algunas Opiniones
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No necesitamos intervención. Necesitamos cooperación.
Fabio Zapata, Madrid, España.
Como venezolana, creo que todos los países vecinos de Colombia debemos promover cualquier proceso que evite que 30.000 personas sigan muriendo por año a causa de la violencia. Es evidente que a países como Estados UNidos sólo les intereza solucionar el problema a su manera, olvidando que un apoyo militar traera más muertos a nuestro hermano país.
Yusmary Vera, Glasgow, Reino Unido.
El problema de la guerrilla colombiana es uno de los muchos que afecta la estabilidad de América Latina y el progreso de la misma.
Ivan Santana, Ann Arbor, Michigan, EE.UU.
Las cosas claras: la industria [del narcotráfico] que tienen montada el señor Tirofijo y sus secuaces, les genera más ingresos anuales que los de Ecopetrol. ¿Quién va a dejar un negocio de estos charlando en una mesa?
Carlos Lopez, Bogotá, Colombia.
Es iluso pensar que el narcotráfico se solucione militarmente. La rentabilidad de la producción de drogas implica de antemano la derrota de cualquier "guerra" organizada por naciones industrializadas contra los países productores. El consumo de drogas como la cocaína ya es parte de la cultura occidental y su supuesta 'ilegalidad' no cambia en nada su disponibilidad en cualquier gran ciudad. Es curioso ver cómo los apóstoles del neo-liberalismo se ponen la gorra de la moralidad cuando se trata del tema de la legalización de las drogas, muy a sabiendas de que después de la venta de armas y la exploración petrolífera es el negocio más rentable del mundo. La guerrilla colombiana, por su parte, muy pronto se dio cuenta de la rentabilidad del negocio. Su guerra con los paramilitares (lease terratenientes asociados con militares y delicuentes comunes) es una guerra por la posesión de la tierra y el control de la producción de la droga y no un enfrentamiento de caracter ideológico. La solución, incluyendo la de la violencia social que reina en Colombia, es política.
Juan Toledo, Londres, Inglaterra.
Toda esta incertidumbre se debe a la falta de carácter y honestidad que surge y conmueve a una nación. Sus riquezas y valores humanos nunca han sido explotados; sólo maltratados.Si se obtiene un poco de carisma y sinceridad, nuestra bella Colombia tendrá una y mil oportunidades para salir adelante. No USA. Sí a nuestro valor humano.
Gabe González, Nueva Jersey, EE.UU.
La crisis de Colombia es muy profunda pues el problema data de hace 40 años. Ahora la diferencia es que los grupos armados que trabajaban para los capos del narcotráfico tienen más poder. El que más sufre es el pueblo. Es un deber de todos apoyar la paz y pensar en los niños que son el futuro del país.
Jael Petersson, Strömstad, Suecia.
Creo que Colombia es como los X-Files, donde todo sucede y quienes están a punto de descubrir la verdad son desviados de su cauce. La posible solución es crear un campo de refugiados para civiles y una zona donde la guerrilla y los paramilitares se destruyan mutuamente.
Ferney Montealegre, Santa Fe de Bogotá, Colombia.
"Crónica de una muerte anunciada" El simplismo y las reacciones equizofrénicas de las clases dirigentes en América Latina coadyuvan a la intervención descarada de EE.UU. en los asuntos internos de Colombia. La violencia no tiene un origen único y lineal. Por el contrario, guerrilla, narcotráfico, fuerzas paramilitares obedecen a razones económicas, sociales, políticas e históricas. Hoy es prioritario la búsqueda de la Paz pero también de las soluciones estructurales para que todo el pueblo de Colombia tenga una vida digna. La violencia se apaga con equidad, justicia y participación efectiva en la vida democrática.
Juanro, Rosario, Argentina.
Para nadie es un secreto la intervención estadounidense en Colombia, en materia económica, en adiestramiento militar y en armamento y ayuda logística. Así que la pregunta por el intervencionismo debería, más bien, formularse en el sentido de la ineptitud de la política nacional colombiana de contención a la narcoguerrilla, al paramilitarismo y al narcotráfico. No es aventurado suponer que tantos millones de dólares estadounidenses, como ha ocurrido en el pasado, terminen en los bolsillos de los delincuentes burócratas de cuello blanco que, si en funcionarios de Estados Unidos se está demostrando su doble moral, cuánto más en Colombia donde ha sido rampante la tradición en materia de corrupción e impunidad por parte de los encargados de controlar, gobernar, juzgar y administrar. Los colombianos de todas las latitudes ya estamos hartos, hastiados de la inoperancia de nuestros gobiernos, que son los responsables indirectos de la muerte y el éxodo de tantos campesinos y del secuestro de tanta gente de bien. José Cortés, Taichung, Taiwán.
Clinton ha demostrado tener varias caras en la política internacional y por último, no va a importar lo que él quiera o piense. Cualquier presidente estadounidense contemporáneo sabe que nada es más importante que seguir manteniendo la hegemonía y la vigencia de su sistema liberal. Vean lo que sucede en Colombia. El Tío Sam se está preocupando por tener allí más llegada militar. La excusa es el narcotráfico y la subversión.
Daniel Ramírez, Chile.
Disciplina es lo primero que necesitamos en un país donde reinan la anarquía, los corruptos y los incapaces. Es necesaria la intervención de Estados Unidos y Europa.
José Cantillo, Clifton, Nueva Jersey, EE.UU.
Los problemas en Colombia tienen una raíz histórica que sólo el pueblo colombiano entiende. La solución tiene un nombre: "Justicia Social". Ciertamente necesitamos gente honesta.
Alberto Valencia, Aberdeen, Escocia.
¿Realmente existe el riesgo de un nuevo intervencionismo norteamericano? Ya no es necesario que manden marines, puesto que EE.UU. nos manda el dinero y las armas y nosotros ponemos los muertos. ¿Cómo lograr una acción más efectiva contra el narcotráfico? Sin duda alguna, legalizando y controlando la comercialización de la cocaína. Lo atractivo del negocio es su alta rentabilidad. En el caso hipotético de que logren controlar la producción de coca en los países andinos, habrán otros pueblos donde la pobreza y la falta de educación sirva de caldo de cultivo para crear nuevos narcotraficantes.¿Es la situación en Colombia un riesgo para América Latina? El verdadero riesgo no es que la violencia traspase las fronteras, sino que el espejismo del dinero fácil de la corrupción y el narcotráfico, y la intolerancia por las ideas traspasen las fronteras. ¿Deben intervenir los demás países latinoamericanos? ¡No!
Orlando Ordóñez, Cali, Colombia.
Hay que hacer algo. Lamentablemente ni en Latinoamérica ni en el mundo industrializado, existen estrategias para reducir a su más mínima expresión a la fuerza que tiene el crimen organizado y el narcotráfico. En Colombia son miles de desplazados, campesinos inocentes masacrados por guerrilleros delicuentes; aquí, en Norteamérica, también son muchos los adolescentes y jóvenes víctimas del consumo de drogas, desplazados de sus hogares, que deambulan por las calles robando y matando para satisfacer su adicción.
Luis Eduardo López, Montreal, Canadá.
No podemos rasgarnos la vestiduras por "el intervencionismo" de EE.UU. en Colombia. Guste o no, éste se ha hecho, se hace y se hará, simplemente porque, nuevamente nos guste o no, EE.UU. es el país más poderoso del mundo. No se pierda de vista que el país que recibe más asistencia militar de Washington en el hemisferio es, precisamente, Colombia (es decir, ya se interviene) Pero, ¿qué se busca con esta nueva intervención?, ¿qué se pretende con poner el tema sobre la mesa?... Aventuro tres ideas: recuperar terreno perdido en América Latina; sacar provecho del negocio de la guerra y del hecho de que Colombia concentra los temas de prioridad de la agenda estadounidense para la región: narcotráfico, migración, derechos humanos y comercio.
Carlos Mario, Ciudad de México, México.
La realidad de mi Colombia del alma es muy incierta porque es ahora que en realidad se nos juntaron todos los problemas. Luego de la caída de los grandes capos, mucha gente pensó que ese era el principal problema de Colombia. Pero no. El problema es quien compra la droga, o sea, el resto del mundo. Otro problema que nos aqueja es la iliquidez de un país, donde el que dijo que tiene dinero de sobra es un mentiroso. Pero Colombia tiene muchos recursos para explotar. Lo único que nos resta es ser optimistas y creer en un país mejor para nuestros hijos.
Julián Millán, La Unión Valle, Colombia.
La cuestión de Colombia es más compleja de lo que parece. La situación se reduce a una injusticia social marcada desde hace cinco décadas. Por supuesto, no es un problema netamente colombiano ya que el poder del narcotráfico ha trascendido las fronteras, así como las intervenciones de la guerrilla en zonas limítrofes. Aparentemente la guerrilla quiere internacionalizar el conflicto colombiano, pero los métodos son non sanctos. La solución práctica sería establecer un nuevo orden social, jurídico y democrático para que la gente del común tenga lo mínimo, es decir, paz, trabajo y justicia social. La cuestión es si esto lo podría solucionar Colombia por sí sola.
Óscar Rodríguez, Bogotá, Colombia.
Desde afuera se siente más cada tragedia que rodea a Colombia. Estoy convencido de que las Naciones Unidas deben intervenir, porque nada ni nadie, ni nuestro presidente Pastrana, con su mayor interés por la paz, va a poder alcanzarla.
Peter Borrero, Boston, EE.UU.
Los colombianos vemos la situación del país con inmensa preocupación, sobre todo porque vemos el deterioro diario de la seguridad, la economía, la situación de los derechos humanos y un desprecio total por la vida. Alguien en una emisora local, y con relación a la muerte del humorista Garzón, decía que en Colombia, uno debe dar gracias a Dios, cuando llega con vida a su casa por la noche. Y eso es absolutamente cierto. Por lo tanto y ante la absoluta impotencia del gobierno y de nuestras fuerzas armadas para controlar toda esa serie de delitos y el aumento de los mismos, yo estoy completamente de acuerdo en la ayuda de una fuerza multinacional. Absolutamente de nada nos sirve llevar un falso patriotismo con orgullo.
Próspero Mejía, Pereira, Colombia.
Siempre se pone la culpa a países como Colombia, Venezuela, etc. de ser el "Eldorado" del narcotráfico, con la intención de atribuir a tales países la culpa total de la situación actual. Pero, señores, aquel mercado ilegal tiene sus ejes principales que son la oferta y la demanda.Y ¿dónde encontramos la mayor demanda?: en los Estados Unidos y en Europa. Aquí hay que empezar a ganar "la guerra". Pero, ¿qué hemos logrado en nuestros propios países?
Hans Soukup, Munich, Alemania.
El real peligro de Latinoamérica, y otros lugares del mundo, es la injusticia, la exclusión y la pobreza crecientes, frutos de la acumulación globalizada del neoliberalismo. La intervención norteamericana sólo agravaría el conflicto en Colombia y sería de un marcado cinismo.
Mapuche, Córdoba, Argentina.
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