El principio fundamental, es que el estado no es un fin sino un medio; como tal no crea un nivel de cultura definido, sino que a su vez involucra las razas que lo contienen. La conservación de estos grupos raciales, determinan la cultura y la dignidad de una humanidad mejor. El estado nacional debe conceder a la raza el principal papel en la vida general de la nación y velar para que ésta se conserve pura.
Al hablar de la elevada misión del estado, no debemos olvidar que ésta radica esencialmente en la nación y que el estado tiene como deber hacer uso de su capacidad de organización, con el fin de promover el libre progreso del país; pero al mismo tiempo este Estado, solo reconoce dos categorías de individuos. Ciudadanos de estado y los Extranjeros.
Los ciudadanos de estado son aquellos que por nacimiento y por naturaleza , tienen derecho a formar parte de la ciudadanía y los Extranjeros, son los que gozan con las prerrogativas en otros Estados. Aquí no interesa ni la raza, ni la nacionalidad
Hitler lo quiso dar a entender, es el Estado Nacional, quien debe trabajar para librar la administración política del gobierno, asegurando que algún día el individuo pueda ser autoritario. Así mismo el Estado debe garantizar comisiones de profesión u oficio; debe garantizar un senado permanente y una Cámara que no podrá dar soluciones y por último debe garantizar un presidente responsable de ejercer autoridad, teniendo en cuenta que en la raza humana no siempre ha gobernado la decisión por mayorías, sino que éste ha sido efímero y se ha evidenciado con la decadencia de las Naciones y los Estados.