Ningún artefacto antiguo evoca tantas leyendas, mitos y misterios como el sable de luz. Este elegante filo energético, sirvió como arma personal de los Caballeros Jedi y como símbolo, representando la autoridad, la habilidad y el honor del Código Jedi. Durante más de mil generaciones los Caballeros Jedi fueron la fuerza más poderosa y respetada de la galaxia y sirvieron como guardianes de la paz y la justicia en la Antigua República. Pero el sable de luz desapareció, junto con los Caballeros Jedi, Durante el azote de Palpatine y Dath Vader tras las Guerras Clónicas.
A pesar de la noble y larga historia del sable de luz, pocos seres actualmente vivos saben de ella. Incluso menos pueden pretender haber visto el brillante resplandor del sable u oír su zumbido pulsante. Los Jedi rara vez desenfundan su sables, prefiriendo superar con inteligencia y maniobras a sus oponentes. Si se veía obligado, el Jedi golpeaba velozmente y pocas veces necesitaba dar un segundo golpe. Ahora, los sables de luz sólo existen en los cuentos, en las memorias y según los rumores en manos de los pocos Jedi restantes, que quizás estén ayudando a la Alianza Rebelde contra el Imperio.
El sable de luz es a la vez la más sencilla de las armas y la más difícil de manejar y dominar. Esencialmente es una espada, pero con un filo de energía pura suficientemente potente como para cortar la mayoría de materiales, excepto el filo de otro sable de luz. Pero esos mismos filos tienen tantas probabilidades de cortar a quienes los usan como a sus oponentes. Para golpear con un sable de luz, tienes que acercarte a un brazo de distancia de tu oponente, que puede perfectamente llevar un bláster, una granada u otra arma de largo alcance. El verdadero potencial del sable sólo se manifiesta en manos de un experto, después de años de dedicación a la práctica y la enseñanza. Cualquier preparación inferior provocará heridas o incluso la muerte para quien lo maneja, sea por inflinjirse heridas o por no ser capaz su oponente de para el arma.
Por lo que se sabe, sólo los Caballeros Jedi eran capaces de dominar el sable de luz, quizás porque sólo ellos entendían y utilizaban el misterioso poder conocido como la Fuerza. Los Jedi se preparaban con una dedicación y una entrega tremendas, pasando de maestro a alumno el arte y la táctica de la lucha con sable de luz. Pero esto no era suficiente; para sobrevivir enfrentándose múltiples enemigos y golpear únicamente en los blancos deseados, el Jedi necesitaba sentir las acciones de sus enemigos y controlar completamente las suyas. Mediante una intensa concentración y la manipulación de la Fuerza, los Jedi controlaban sus armas hasta el punto que siempre pudiesen dejar que sus oponentes desenfundasen primero. Algunos Jedi eran incluso capaces de sentir y desviar proyectiles de todo tipo, incluso rayos de bláster. Se cuentan historias de Jedis tan competentes que podían en realidad reflejar los rayos de energía hacia sus oponentes. Cualquiera podía dispara un bláster, pero manejar un sable de luz era una marca de persona extraordinaria: alguien a quien no menospreciar.
Cada Jedi Construía su propio sable luz a mano. Cada sable era diferente en tamaño, forma, color y estilo, aunque todos seguían siendo simples de diseño y apariencia. Incluso diferían los controles y la capacidad de muchos de ellos. Algunos sables tenían tamaño de filo variable, reduciendose para el combate a corto alcance, ampliándose para mantener a raya a un enemigo. Algunos incluían computadores de seguridad que apagaban el filo si se dejaba de agarrar; otros podían seguir encendidos, por lo que se podían tirar, aunque un Jedi habilidoso podría presumiblemente controlar los conmutadores en vuelo. A pesar de sus variaciones, no se sabe de ningún sable usado por un Jedi que fallase.
El tamaño compacto del sable y la energía casi sin límites se basaban en tecnología antigua, cuidadosamente guardada por los Jedi. En el corazón de un sable de luz se encontraba una pequeña y eficiente célula de energía. Algunos estudiosos han especulado que el sable de luz de alguna manera canalizado o aumentaba los poderes de la Fuerza del Jedi. Sin embargo, esto parece improbable, ya que se sabe que personas no-Jedi que han hecho funcionar estas armas. En vez de esto, es más probable que el dominio de la Fuerza por parte de los Jedi les permitiese dominar completamente el sable.
Cada estudiante del código Jedi construía un sable de luz como uno de los pasos finales para completar su entrenamiento. La mayor parte de los instructores requerían una gran habilidad en la Fuerza, antes de mostrar a un estudiante cómo construir un sable. Otros instructores ayudaban a sus estudiantes a construir sables durante el entrenamiento, y entonces los utilizaban para ayudarles a desarrollar su habilidad en la Fuerza. En cualquier caso los maestros Jedi mostraban esta habilidad crucial únicamente a un estudiante a la vez. La construcción efectiva solía tomar un mes de trabajo dedicado. Muchos Jedi pasaban años reconstruyendo un viejo sable o construyendo uno nuevo, pero durante las Guerras Clónicas, se sabe de maestros Jedi que construyeron sables de luz en dos días.
Los sables de luz no necesitan demasiados materiales exóticos y han sido construidos y reparados en todo tipo de lugares desolados en condiciones primitivas. Sin embargo, si requieren el nivel más elevado de artesanía. El secreto de construir un elegante arma consiste en saber qué es cada pieza y cómo unirlas. Desgraciadamente, a efectos prácticos, el conocimiento y las técnicas específicas necesarias para construir un sable de luz ahora se han perdido junto con los Jedi.