RUTA 3.  EL CAMINO DEL PENAO

La calle que da inicio a la ruta se precipita en un cont�nuo descenso. A lo lejos se contempla el pa�s vecino, Portugal, como un espejo reflejando las laderas al otro lado del Duero.

Los paredones, cuyas piedras se encuentran ocultas tras la vegetaci�n que las ha ido tapizando, nos trasladan r�pidamente al entorno natural que nos rodea.

Pronto un cartel nos indica las dos bifurcaciones que podemos seguir: El CAMINO DEL ORDIAL o el CAMINO DEL PENAO.

Por el CAMINO DEL ORDIAL accederemos hasta el Duero si llegamos a su t�rmino. A medida que descendemos el camino se va estrechando hasta quedarse reducido a un simple sendero apoderado en su mayor parte por una gran variedad de vegetaci�n.

A mitad del recorrido nos encontramos un arroyo cuyas aguas cristalinas cruzan el camino para precipitarse como una peque�a cascada entre rocas gran�ticas erosionadas por el cont�nuo fluir del agua. El resto del descenso hasta el r�o es una lucha sucesiva contra la vegetaci�n que trata de hacer desaparecer definitivamente el sendero para dar cobijo a jabal�es y otros animales salvajes.

El CAMINO DEL PENAO, de menor dificultad, nos muestra tras superar LA FUENTE DEL PENAO una interesante vista panor�mica del pueblo, desde donde se puede observar f�cilmente las estructuras arquitect�nicas m�s destacables de la villa.

La siguiente parada inevitable corresponde a la ermita de SANTA CRUZ, peque�o santuario que congrega en romer�a a los fermosellanos una vez al a�o.

Y para finalizar, nos adentramos por el camino de las escaleras donde a�n se puede observar el esmero en el cuidado de las vi�as, antes de llegar a la casita de los carabineros, lugar de vigilancia del contrabando que se hac�a desde Portugal no hace mucho tiempo atr�s.

Tambi�n es destacable el BALCON AL DUERO que se abre desde este punto privilegiado, dominando bajo la vista el amplio recorrido del r�o.