Escucho a mi Angel de la Guarda
Lo
que cada niño debe saber
Papà
Dios:
en
mi corazòn de niño
tengo
yo muchos deseos.
El
primero es que los hombres
sean
cada vez màs buenos.
El
segundo es que la gente
viva
siempre en alegrìa
y
que estèn todos contentos
con
el pan de cada dìa.
Yo
te pido por mis padres
y
los padres de otros niños
para
que nunca se enfaden
y
que siempre estèn unidos.
Haz
que no existan las guerras
ni
tan siquiera en los libros,
y
que en el mundo en que estamos
no
se oiga llorar a un niño.
Àngel
de mi guarda, dulce compañìa.
No
me desampares ni de noche, ni de dìa.
No
me dejes solo, que me perderìa.
Gracias
Dios mìo por mi àngel.
Yo
lo escucharè cada dìa.
Yo
deseo ir al cielo.
Y
el àngel serà mi guìa.
Escucho a mi àngel de la guarda
Àngel
custodio, bendìceme.
Àngel
de mi guarda, acompàñame.
Àngel
de mi alma, protègeme.
Àngel
de Dios, ilumìname.
En
los peligros, socòrreme.
En
mis tristezas, consuèlame.
Soy
peregrino, Tù guìame.
Y
al cielo eterno, condùceme.
Àngel
de la paz, àngel del bien.
En
mis deberes, orièntame.
En
mis errores, corrìgeme.
De
mis defectos, avìsame.
De
mis miserias, apiàdate.
Del
enemigo, defièndeme.
Al
buen amigo, asòciame.
Si
dèbil caigo, levàntame.
Si
peco ingrato, perdòname.
En
esta vida, Tù cuìdame.
En
la otra vida, yo te verè.
Bendita
sea tu pureza.
Y
eternamente lo sea.
Pues
todo un Dios se recrea,
en
tan graciosa belleza.
A
ti, celestial princesa,
Virgen
Sagrada Marìa.
Yo
te ofrezco en este dìa
alma,
vida y corazòn.
Mìrame
con compasiòn;
no
me dejes Madre mìa
y
dame tu Santa Bendiciòn.
Tan
tan van por el desierto.
Tan
tan Melchor y Gaspar.
Tan
tan le sigue un negrito
que
todos le llaman el Rey Baltasar.
Tan
tan vieron una estrella.
Tan
tan la vieron brillar
Tan
tan tan pura y tan bella
que
todos la siguen a ver a donde va.
Tan
tan se cansa el camello
Tan
tan se cansa de andar
Tan
tan va cargadito de oro,
de
incienso y de mirra
¿Para
quien serà?
Para
el niño Jesùs...
Jesùs:
yo sè muy bien quien eres Tù,
eres
el Hijo de Dios.
Tù
bajaste del cielo
para
salvarme,
y
te hiciste niño cojo yo.
Gracias
te doy Jesùs
con
todo mi corazòn.
Gracias
te doy Jesùs
con
toda mi alma
porque
eres mi Salvador.
Jesùs
que en el Sagrario
te
encuentras prisionero,
mi
corazòn te ofrezco
lleno
de amor sincero.
Perdona
mis pecados,
mira
que soy tu amigo
àbreme
ya la puerta
quiero
morar contigo.
La
Virgen hilaba
con
hilo de oro,
mientras
se dormìa
su
lindo tesoro.
San
Josè labraba
su
linda cunita
y
se adornaba
con
cinco estrellitas.
Dicen
que es un Santo,
dicen
que es un Rey,
dicen
que ha nacido
lleno
de saber.
Todos
se preguntan
en
jerusalèn,
quien
es ese Niño,
que
naciò en Belèn.
Señor
Jesùs: ensèñame durante
estos
cuarenta dìas, a tener
un
corazòn bueno, muy bueno.
A
tener un corazòn limpio,
a
tener un corazòn grande
para
amarte a Ti
y
a todos mis hermanos.
¡Oh
Josè! el esposo de Marìa,
fiel
ayuda de Cristo, Dios y Hombre,
poderoso
patrono de la Iglesia,
luz
y aliento de un pueblo caminante.
Dìa
a dìa pusiste tus esfuerzos
al
servicio de Cristo y de la Virgen.
Levantaste
tu hogar entre los hombres,
el
hogar màs hermoso de la tierra.
¡Oh
Josè! padre bueno de tu casa,
tù
que amaste los màs grandes amores,
jùntanos
como hermanos a los hombres
en
el ùnico amor de Jesucristo.
Jesùs,
creo que eres Dios y Hombre verdadero.
Jesùs,
creo que eres el hijo ùnico de Dios.
Jesùs,
creo que lo puedes todo porque eres Dios.
Jesùs,
llena mi corazòn de alegrìa.
Jesùs,
llena mi corazòn de amor por Ti.
Jesùs,
llena mi corazòn de gozo porque estoy contigo.
Jesùs,
que yo no me separe de Ti nunca enla vida.
Jesùs,
contigo lo podrè todo.
Este
es el mes de mayo.
Este
es el mes de Marìa.
De
mi Madrecita del cielo,
de
mi Madrecita querida.
Todos
los niños venimos,
con
mucho amor y alegrìa
a
ofrecerte bellas flores
en
este tu dìa ¡Oh, Virgen Marìa!
Por
la señal de la Santa Cruz,
de
nuestros enemìgos
lìbranos,
Señor, Dios nuestro.
En
el nombre del Padre, y del Hijo,
y
del Espìritu Santo. Amèn.
Padre
nuestro, que estàs en el cielo,
santificado
sea tu nombre,
venga
tu reino;
hàgase
tu voluntad en la tierra
como
en el cielo.
Danos
hoy nuestro pan de cada dìa;
perdona
nuestras ofensas
como
tambièn nosotros perdonamos
a
los que nos ofenden;
no
nos dejes caer en tentaciòn;
y
lìbranos del mal. Amèn.
Dios
te salve,Marìa;
llena
eres de gracia;
el
Señor es contigo;
bendita
tù eres entre todas las mujeres,
y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesùs.
Santa
Marìa, Madre de Dios,
ruega
por nosotros, pecadores,
ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amèn.
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espìritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por
lo siglos de los siglos. Amèn.
Dios
te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida,
dulzura y esperanza nuestra;
Dios
te salve.
A
ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a
ti suspiramos, gimiendo y llorando
en
este valle de làgrimas.
Señora,
abogada nuestra,
vuelve
a nosotros esos tus ojos misericordioso;
y
despuès de este destierro
muèstranos
a Jesùs, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh
clementìsima. oh piadosa, oh dulce
Virgen
Marìa!
Ruega
por nosotros,
Santa
Madre de Dios,
para
que seamos dignos de alcanzar
y
gozar las promesas
de
Nuestro Señor Jesucristo. Amèn.
Bendice,
Señor, a cuantos
hoy
comemos este pan.
Bendice
a quienes lo hicieron,
a
quienes no lo tendràn,
y
haz que juntos lo comamos
en
la Mesa Celestial.
Gracias
te damos, Señor.
por
el pan que nos mantiene,
otorga
por màs favor
el
darlo a quien no lo tiene.
Jesùs,
mi Señor y mi Redentor;
Yo
me arrepiento de todos los pecados
que
he cometido hasta hoy,
y
me pesa de todo corazòn
porque
con ellos ofendì a un Dios tan bueno.
Propongo
firmemente no volver a pecar,
y
confìo en que por tu infinita misericordia,
me
has de conceder el perdòn de mis culpas
y
me has de llevar a la vida eterna. Amèn.
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