Historia de

Los Caballeros del Zodiaco

Cuenta la leyenda que Atena, fue hija de Zeus y Metis, Diosa de la sabiduría. Su educación le fue encomendada a Poseidón. Por su origen divino y su infinita sabiduría, fue aceptada en el consejo de Dioses. Fue el único miembro entre los Dioses a quien Zeus había concedido el glorioso privilegio de ser en todas las cosas, como él y gozar de sus mismas prerrogativas. Gracias a esto, ella tenía el poder de prolongar la vida y conceder dicha a los mortales después de la muerte; lo que ella autorizaba era irrevocable.

Desde entonces, Atena fue la protectora del hombre y rival de las fuerzas del mal. Para esta cruzada, seleccionó a un grupo de héroes y semidioses. Perseo fue uno de esos elegidos, gracias a Atena el héroe pudo vencer a la Gorgona y liberar a Andrómeda. En el sitio de Troya sugirió a Ulises y a Diómenes, la manera de vulnerar la defensa de sus enemigos. Guió a Ulises por mares tempestuosos cuando era perseguido por Poseidón. Enseñó a Belerofonte, la manera de domar a Pegaso para vencer a la Quimera.

Más tarde, ayudó a los Argonautas a construir el Argos. Un barco prodigioso, hecho con madera del monte Pelión y en cuya popa, se colocó una imagen labrada con madera parlante del bosque de Dodona, que tenía la virtud de dirigir la navegación y avisar de los peligros, indicando la manera de eludirlos. Cuando la cultura romana y griega sucumbieron, la Diosa con ayuda de su padre Zeus, eligió entre un grupo de jóvenes a quienes tomarían el lugar de Ulises, Perseo, Belerofonte, Hércules y Diómenes.

A estos guerreros se les encomendó la misión de proteger a la Diosa y luchar contra las fuerzas del mal, cuando éstas intentaran apoderarse de la Tierra. Se les conoció como los Caballeros de Atena, y siempre combatían sin armas. Estos Caballeros eran protegidos por una de las 88 constelaciones, existían tantos Caballeros, como constelaciones hay en el cielo.

Se cuenta que con un revés de mano, eran capaces de desgarrar el cielo y que de un sólo puntapié, abrían grietas en la tierra. Desde entonces, cada cien años la Diosa vuelve a la Tierra. Para protegerla, un nuevo grupo de Caballeros con el mismo poder e idéntico valor ha llegado a la Tierra.

 

Hace dieciséis años nació Atena en el Santuario, Grecia, que es el campo de entrenamiento de los Caballeros de Atena. Ella es la reencarnación de la Diosa de la Sabiduría y está bajo el cuidado del Maestro del Santuario, quien verá por ella hasta que crezca y desarrolle todo su poder. Pero el maestro es asesinado por Saga, el Caballero Dorado de Géminis.

Después de asesinar al Maestro del Santuario, Saga intenta hacer lo mismo con la pequeña Atena; Aioros de Sagitario, otro de los Caballeros Dorados de Atena, interviene, la salva y ambos escapan. Al huir, Aioros se enfrenta con Shura, el Caballero Dorado de Capricornio, y el combate deja en mal estado a Aioros. Aioros llega a unas ruinas, donde lo encuentra Mitsumasa Kiddo, líder de la Fundación Graude, el consorcio financiero más grande de Asia. Aioros le dice quién es la niña y le da la armadura de oro para que la herede a su sucesor, el cual deberá ser un Caballero digno de merecerla. Después de decir esto, Aioros muere y Mitsumasa Kiddo adopta a la niña y para protegerla y guardar su verdadera identidad le hace llamar Saori Kiddo.

 

 


Mientras tanto, Saga se hace pasar por Arles, y toma el lugar del Maestro del Santuario y, dice al resto de los Caballeros del Santuario que Aioros de Sagitario intentó matar a Atena, que fue eliminado por traición y que Atena sigue a salvo en su cámara. Con sus engaños, Arles controla a la mayoría de los Caballeros del Santuario y nueve de las doce armaduras doradas. Saori posee la armadura de Sagitario, Mu de Aries y Dohko, el maestro de Libra, sospechaban que algo raro había sucedido y se negaron a obedecer al Maestro Arles.

Mitsumasa Kiddo, que es un gran entusiasta de las artes marciales, decide entrenar guerreros y financiar una competencia de lucha internacional denominada el Torneo Galáctico, cuyo vencedor tendrá como premio la armadura dorada de Sagitario. La Fundación se da a la tarea de entrenar a varios huérfanos de todo el mundo, selecciona alrededor de 25 y los manda a completar su entrenamiento a diferentes partes del mundo. El entrenamiento es duro y difícil y únicamente una docena de los niños sobreviven y obtiene su armadura de Bronce.

Nota: De acuerdo con la jerarquía de los Caballeros: existen 88 Caballeros en total, cada uno representado por una constelación. El 75% de ellos son Caballeros de Bronce; el 20% son Caballeros de Plata, y hay solamente 12 Caballeros Dorados, cada uno de los cuales representa una constelación del Zodiaco.

Ahora con sus armaduras, los Caballeros tiene que volver a la fundación, para participar en el Torneo Galáctico. Varios Caballeros ya han llegado a la Fundación y el Torneo Galáctico ha empezado en el coliseo de la Fundación. Este evento es muy parecido a la lucha libre ya que el público en general tiene acceso al coliseo para ver las peleas, a parte que las peleas son televisadas para todo el público. Saori observa los combates un poco preocupada ya que Seiya no ha llegado aun.

 

 


Seiya, uno de los huérfanos de la Fundación, aun esta en Grecia peleando con Cassios para obtener la armadura de Pegaso. En este combate también están presentes Marin, entrenadora de Seiya, y Shaina, entrenadora de Cassios. Cassios es un oponente muy fuerte, pero Seiya sabe lo importante que es ganar esa armadura. Seiya utiliza el poder que había estado perfeccionando; el Golpe de Meteoro del Pegaso, cuya fuerza equivale a cien golpes en un segundo. Utilizando toda su cosmo energía, Seiya vence a Cassios.

Nota: El dominio de la cosmo energía o cosmos es parte de ser un Caballero. El cosmos es la energía que habita en todas las personas y que, al ser debidamente enfocada, es lo que le da a los Caballeros la habilidad de hacer cosas superhumanas. Un buen Caballero es aquel que puede estallar su cosmo energía hasta el infinito, sin importar que tan dañado está su cuerpo.

Seiya recibe la armadura del Patriarca del Santuario (?), no sin antes escuchar que la armadura se debe usar para defender la causa de la justicia, nunca para beneficio personal o por interés propio. Seiya deja el Santuario, pero Shaina, la entrenadora de Cassios, lo ataca para quitarle la armadura. Seiya y Shaina sostienen una lucha muy difícil, por lo que Seiya viste la armadura del Pegaso; al principio es muy difícil para Seiya adaptarse a la armadura pero rápidamente logra romper la máscara que protege el rostro de Shaina. Shaina jura venganza, pero Seiya no le presta atención y parte hacia Japón.

Nota: Al principio, solamente los hombres del Santuario podían proteger a Atena y convertirse en Caballeros. Poco después se les permitía también a las mujeres proteger a Atena. Estos Caballeros Femeninos tienen que usar una máscara de metal en su rostro, con el fin de ocultar su feminidad en la batalla. El que un Caballero Femenino sea vista sin su máscara es una ofensa.

Al día siguiente día, Seiya llega a la Mansión Graude buscando a Mitsumasa Kiddo para que cumpla su promesa. Cuando la fundación reclutó a los huérfanos, Seiya fue separado de su hermana Seika; Mitsumasa Kiddo le prometió que si conseguía la armadura de Pegaso en Grecia, podría volver a ver a su hermana. Saori le explica que su abuelo murió un año después de que fueron mandados los Caballeros a sus campos de entrenamiento y que ni ella ni su mayordomo Tatsumi sabían de la hermana de Seiya.

Decepcionado, Seiya se quiere irse a buscar a su hermana, pero Saori le dice que tiene que participar en el Torneo Galáctico. Obviamente, Seiya no le interesa participar en el torneo y Jabú, Caballero del Unicornio, lo ataca. Saori los detiene y le sugiere a Seiya que, si él es el ganador del Torneo Galáctico, la Fundación hará todo lo que este a su alcance para encontrar a Seika; a parte que si participa en el torneo, como es televisado a todo el mundo, seguramente su hermana lo vería. Seiya, el Caballero de Pegaso acepta participar.

En el Torneo Galáctico; Seiya, Caballero de Pegaso se enfrenta contra Jeki, Caballero del Oso. Debido a la fuerza de Jeki, Seiya casi muere asfixiado, pero al final vence. Mientras tanto, Saori está preocupada por Hyoga y por Ikki, ya que ninguno de los dos ha llegado a la Fundación.

 

 

Hyoga, en ese momento, aun se encuentra en Siberia visitando el lago congelado donde descansa la madre de Hyoga y el barco en el cual viajaban antes de que se hundiera. Hyoga rompe el hielo y se sumerge para despedirse de su madre antes de volver a Japón. Después de esto, Hyoga se dirige al glaciar donde está enterrada la armadura del Cisne, por la cual fue enviado a Siberia. Invocando todo su poder, Hyoga rompe el glaciar y gana su armadura.

En Tokio, el torneo continúa. La pelea programada para este día está a punto de ser cancelada ya que el Caballero del Cisne aun no había llegado, pero en ese momento aparece Hyoga, Caballero del Cisne, listo para pelear contra Ichi, Caballero de la Hidra. Hyoga está muy confiado y no ataca a Ichi; pero Ichi, más astuto, clava sus garras con veneno en Hyoga. Ichi le dice que el veneno lo matará en poco tiempo, pero no es así ya que Hyoga puede congelar el aire lo suficiente para congelar el veneno.

El Cisne congela el brazo de Hidra y utiliza su poder Polvo de Diamantes. La armadura de Ichi se congela y se destruye, Hyoga es el ganador y está seguro que él será el que se lleve la armadura dorada.


 



Ahora es el turno del Pegaso contra Shiryu, el Caballero del Dragón. Seiya se sorprende al ver que Shiryu tiene una cosmo energía que transmite calma y serenidad. La lucha empieza y Dragón manda a la lona a Pegaso; en eso llega al coliseo Sunrei, la hermana adoptiva de Shiryu, para darle un mensaje. El maestro de Shiryu está muy enfermo, así que Dragón tiene que ir lo más rápido posible a su lado. Shiryu le dice a Sunrei que terminará con el Pegaso muy pronto.

Seiya se levanta y golpea a Shiryu, quien enojado utiliza su ataque La Cólera del Dragón. Todos los espectadores se asombran ante tal poder que puede revertir el fluido del agua en una cascada. Shiryu piensa que ya terminó, pero Seiya se vuelve a levantar y utiliza su Golpe de Meteoro del Pegaso, pero Dragón usa su escudo para evitarlos. Para sorpresa del Pegaso, el escudo del Dragón no sufre ni un rasguño, ya que está formado por la caída de miles de estrellas. Dragón ataca a Pegaso y destruye parte de su armadura.

Shiryu posee el puño más fuerte y el escudo más sólido del mundo, así que Seiya utiliza una táctica desesperada. En un ataque del Pegaso, el escudo del Dragón se destruye, pero Seiya quede muy dañado. En la repetición en cámara lenta se ve que Seiya se lanza contra el escudo y, en un intento de aprisionar la cabeza de Seiya con su puño, Shiryu es quien destruye su propio escudo. Shiryu se da cuenta que Seiya no se dará por vencido hasta la muerte y le dice a Sunrei que lo espere.

Sin su escudo, Shiryu decide pelear sin su armadura. El orgullo de Seiya le impide enfrentarse a él en mejores condiciones y también se quita su armadura. Shun, el Caballero de Andrómeda, protesta ya que sin las armaduras los golpes son letales, pero no le hacen caso. En la espalda de Shiryu, aparece un dragón y Seiya lanza su Golpe de Meteoro, sabiendo que ahora Shiryu no puede evitarlos con su escudo; pero Shiryu logra evitarlos y se prepara para utilizar la Cólera del Dragón, cuando se da cuenta que uno de los meteoros de Seiya lo ha golpeado.

Pegaso lo vuelve a atacar y Dragón vuelve a ser alcanzado, cerca de su corazón, por un meteoro. Seiya le dice que al fin ha descubierto su punto débil; Shiryu se queda inmóvil y recuerda lo que le enseñó su maestro.

Cuando estaba entrenando, Shiryu logró aprender la técnica de la Cólera del Dragón. Con un golpe, Shiryu puede hacer que la cascada de Rosan en los antiguos Cinco Picos de China fluya hacia arriba. Su maestro le explica que debe de tener cuidado, ya que la técnica tiene un defecto. En el momento de ejecutarla, la mano izquierda de Shiryu baja la guardia, mostrando su corazón, en una milésima de segundo. Un golpe en ese momento sería mortal.

Shiryu esta consciente de que sin su armadura, su punto débil está desprotegido, pero vuelve a utilizar su Cólera del Dragón. Seiya ve el punto cuando baja la defensa y ataca. Aun en el aire, ambos peleadores caen, Shiryu fuera del ring y Seiya en el centro; las reglas del torne dicen que si un peleador sale del ring, queda descalificado. Seiya ha ganado. Los doctores se acercan a Shiryu y se dan cuenta que su corazón se ha detenido. Seiya sale en camilla del coliseo, cuando Sunrei le pide que le ayude a revivir a Shiryu. La única forma de salvarlo es darle un golpe en la espalda tan fuerte como el que hizo que se detuviera su corazón. Seiya, aun herido se levanta y ve como el dragón en la espalda de Shiryu empieza a desaparecer.

El Caballero de Andrómeda sujeta a Shiryu y Seiya lanza su golpe, con el cual Shiryu y Shun son lanzados con fuerza contra una pared. El golpe funcionó y el corazón de Shiryu vuelve a latir y su tatuaje de dragón en la espalda vuelve a aparecer. Cargado en hombros, Seiya sale del coliseo para que atiendan sus heridas. Mientras tanto, la cadena de Andrómeda se agita al sentir la presencia de un enemigo.

Nota: La Cadena de Andrómeda es parte de la armadura del Caballero de Andrómeda. Esta cadena tiene un gran poder defensivo al estar colocada como la nebulosa que le da su nombre. La cadena se divide en cadena de círculos, que es para la defensa, y triángulos, que es para el ataque. La cadena de triángulos tiene la habilidad de tensarse al detectar una presencia hostil hacia su portador y puede localizar a su enemigo en cualquier parte que se encuentre. La cadena no puede ser tocada por nadie que no sea el portador de la armadura de Andrómeda, ya que descarga más de 500 voltios a cualquiera que la tome por la fuerza.

Después de varios días, Shiryu y Sunrei van a visitar a Seiya al hospital para agradecerle lo que hizo para salvar la vida de Shiryu. Dragón le cuenta a Pegaso que se dio cuenta que la cadena de Andrómeda se agitó el día que pelearon. Seiya recuerda que aún se encuentra perdido el hermano mayor de Shun, Ikki. Ikki fue enviado a entrenar a la Isla de la Reina Muerte en lugar de su hermano Shun. Preocupados, Seiya y Shiryu deciden ir al coliseo, a pesar de que Seiya aún no puede levantarse.

 

 

Mientras tanto, las mujeres que asistieron a la pelea del Torneo Galáctico hacen vibrar a todo el coliseo con sus gritos; ya que el día de hoy, Shun, el Caballero de Andrómeda (y favorito de todas las mujeres) peleará contra Jabú, el Caballero de Unicornio. La batalla empieza, pero Andrómeda simplemente esquiva los ataques de Unicornio. Como no puede evitar la pelea, Shun despliega su Cadena de Andrómeda sobre el suelo, formando la nebulosa de Andrómeda.

Jabú ataca y las cadenas lo atacan para que no que toque a Shun. Jabú intenta atacar por arriba, pero las cadenas se levantan y destruyen su armadura. En ese momento, la cadena de Andrómeda empieza a agitarse y a señalar la caja de la armadura dorada. De pronto, la caja se abre y surge Fénix, el Caballero de Bronce que faltaba. La multitud le aplaude, mientras que Seiya y Shiryu se dan cuenta de quien es el Fénix.


 



Las cadenas de Andrómeda se lanzan contra Fénix, quien las atrapa. Seiya le grita a Shun que el Caballero Fénix es su hermano mayor. Shun se alegra al ver que su hermano volvió como se lo había prometido, pero Fénix lanza su poder Ave Fénix contra Andrómeda. Ikki le dice a Shun que está cansado de oír sus gemidos y lo ataca, esta vez tirándolo en el ring. Jabú de Unicornio trata de detener a Ikki de Fénix, pero es Fénix lo derrota.

En ese momento, aparece el Caballero del Lobo y contrincante del Caballero Fénix en el Torneo Galáctico. Ikki dice que no está interesado en participar en el torneo, ya que él sólo volvió para tomar venganza. El Caballero del Lobo duda de la capacidad de Ikki, pero Ikki ataca con su poder el Golpe Fantasma. Con este poder, el Caballero del Lobo ve su peor pesadilla y cae en estado de shock.

El Caballero Fénix lanza un golpe a Tatsumi, que se encuentra en el balcón, ya que él lo golpeó hasta cansarse cuando era niño. Fénix ataca a todos los Caballeros presentes y se da cuenta que ninguno es rival para él. En ese momento, las sombras del Fénix aparecen para ayudar a su líder. Fénix se va del coliseo, pero se lleva con él la armadura dorada. Seiya no puede permitir eso y se lanza a buscarlos.

Nota: Las sombras del Fénix son guerreros (no Caballeros) que visten armaduras negras y que ayudan, por miedo, a los Caballeros Negros. Los Caballeros Negros son las contrapartes de los cinco Caballeros de Bronce principales (Pegaso, Dragón, Andrómeda, Cisne y Fénix). Estos Caballeros Negros visten las mismas armaduras que los Caballeros de Bronce, sólo que de color negro y sólo se dedican a causar destrucción y muerte.

 

 

Los Caballeros de Bronce y la policía de Tokio salen a las calles a buscar al Fénix y a sus sombras que se han llevado las piezas de la armadura dorada. En el enfrentamiento con las sombras del Fénix, los Caballeros de Bronce recuperan la mitad de las partes de la armadura y se enteran de la existencia de los cuatro Caballeros Negros que ayudan a Fénix en su venganza.

Seiya y Shiryu se dan cuenta que no podrán pelear contra Ikki si sus armaduras están dañadas. Por suerte, el maestro de Shiryu le había comentado que existía alguien que podía componer las armaduras de los Caballeros. Así que Shiryu parte a los Antiguos Cinco Picos de China para buscar a esa persona. Al mismo tiempo, en la mansión Graude se realiza una conferencia de prensa, convocada por Saori y Tatsumi, para informar acerca del robo de la armadura dorada. Seiya trata de encontrar el rastro del Caballero Fénix con la ayuda de un perro policía.

Por su parte, Shun de Andrómeda llega hasta el árbol donde entrenaban Ikki y él cuando eran niños. Sin previo aviso, Shun es atacado por el Polvo de Diamantes del Cisne Negro. En ese momento Hyoga llega a ayudarlo, enfrentándose a su doble. Guiado por el perro policía, Seiya llega. El Cisne Negro está a punto de ser derrotado cuando Andrómeda Negro ataca a Hyoga para distraerlo; en ese momento llegan los Caballeros Negros para llevarse al Cisne Negro con ellos.

 

 

Pasan varios días y por fin hay noticias del Caballero Fénix. Saori visita a Seiya para llevarle éstas noticias. Se trata de un combate entre los Caballeros de Bronce, y Fénix y los Caballeros Negros. El ganador tomará todas las piezas de la armadura dorada. Saori se preocupa por Seiya ya que, sin su armadura de Pegaso, es muy probable que salga lastimado.

Mientras tanto, Shiryu llega a Cinco Picos y ve con asombro que su maestro esta muy bien de salud. El maestro le explica que le dijo a Sunrei que fuera a buscar a Shiryu para decirle que estaba enfermo. Esto, con el fin de probar si Shiryu podía mantener su concentración en la pelea. Shiryu le pregunta sobre la persona que puede repara las armaduras de los Caballeros y el maestro le dice que en la montaña de Jamir vive Mu, él es la única persona que puede repara las armaduras de los Caballeros.

Librando varios obstáculos, Shiryu llega al palacio de Mu y es atacado por la telequinesis de Kiki, un alumno de Mu. Shiryu se acerca a Kiki y le pide que repare las armaduras, confundiéndolo con Mu, pero Kiki responde que él no es Mu y que Mu está parado junto a él. Shiryu se da cuenta que ni siquiera había sentido su presencia y le pide que repare las armaduras del Pegaso y del Dragón. Mu le dice a Shiryu que no puede repararlas ya que sus armaduras están muertas.

Nota: Todas las armaduras de los Caballeros tienen la habilidad, como la piel humana, de regenerarse (limitadamente) de heridas leves. Cuando una armadura es seriamente dañada, ésta no puede reconstruirse así misma. En esos caso se necesita de la ayuda del control sobre la materia y espacio del Caballero Dorado Mu de Aries.

Shiryu le insiste a Mu, ya que con la batalla de los Caballeros Negros próxima, sin sus armaduras no tendrían ninguna oportunidad de vencer. Mu lo entiende, pero para repara las armaduras, Shiryu tiene que derramar la mitad de su sangre sobre cada una de ellas. El peligro es mucho, pero Shiryu le debe su vida a Seiya y corre el riesgo. Al borde de la muerte, Shiryu se desploma pero Mu lo sostiene y hace que deje de sangrar. Pero su sacrificio no es en vano, ya que con la sangre que ha derramado y el polvo estelar de Mu, las armaduras de bronce pueden ser reparadas.

Nota: Para reparar una armadura dañada, Mu de Aries necesita de una hora aproximadamente usando su cosmo energía, pero si la armadura está muerta (máximo daño), Mu no puede repararla solamente con su cosmo energía. Cuando una armadura esta muerta, la única forma de revivirla es dándole nueva vida con la mitad de la sangre de un Caballero. Al principio, Shiryu intentó bañar ambas armaduras con su sangre, pero al darse cuenta que posiblemente no volvería a usar su armadura, decide utilizar toda su sangre en la armadura de Seiya.

 

 

Después de varios días, los Caballeros de Bronce llegan a las montañas del Valle de la Muerte, donde tendrá lugar el combate contra Fénix y los Caballeros Negros. Seiya sigue confiado en que Shiryu llegará con su armadura para ayudarlos a pelear. En ese momento, Seiya ve que Shiryu está corriendo hacia él con la caja de la armadura de Pegaso sobre sus hombros. Al acercarse, Shiryu desaparece y Seiya ve a Kiki, quien le cuenta como Shiryu se sacrificó para reparar la armadura de Pegaso.

Seiya, Caballero de Pegaso se enfrenta ante su doble, el Caballero del Pegaso Negro. Ambos utilizan su poder Golpe de Meteoro; Seiya es alcanzado por un golpe del Pegaso Negro, pero éste último muere por el poder de Seiya, quien ahora ha conseguido más piezas de la armadura dorada. Hyoga, Caballero del Cisne vence al Caballero del Cisne Negro con su poder Trueno de la Aurora y se dirige contra Ikki.

El Cisne ataca al Fénix con el Trueno de la Aurora, pero Ikki lo detiene fácilmente. Ahora Fénix utiliza su Golpe Fantasma y hace que Hyoga tenga una pesadilla sobre su madre. Dejando inmóvil a Hyoga, Ikki le atraviesa el corazón. Mientras tanto, Seiya comienza a sentirse mal, ya que el golpe del Pegaso Negro desató una enfermedad en su sangre, y se desmaya. Shun de Andrómeda escucha que alguien se queja y ve a Seiya en un acantilado.

Utilizando su cadena, Shun intenta sacar a Seiya, pero lo atacan las cadenas negras del Caballero de Andrómeda Negro. Junto con el Dragón Negro, Andrómeda Negro aprovecha que Shun de Andrómeda está ocupado tratando de salvar a su amigo. Mientras tanto, Kiki decide ir a ver los combates para aprender, cuando se aparece Shiryu frente a él con su armadura de Dragón. Aunque las heridas del Dragón aún no han sanado completamente, Shiryu está listo para pelear.

Mientras tanto, Shun logra vencer a Andrómeda Negro y se prepara para enfrentarse al Dragón Negro, cuando Shiryu llega. El Caballero del Dragón le dice a Andrómeda que vaya a ayudar al Pegaso mientras él se encarga del Dragón Negro. Shun lo obedece y la batalla entre los dragones empieza. Por la gravedad de sus heridas, Shiryu comienza a sangrar mucho, pero aún así no deja de pelear.

El Dragón Negro se extraña y le pregunta por qué lo hace, a lo que Shiryu le responde que es por la amistad. Aún débil, Shiryu utiliza su poder Dragón Naciente contra el Dragón Negro, pero no logra vencerlo. El Dragón Negro se acerca a Shiryu y con su dedo golpea el centro sanguíneo de Shiryu para detener el sangrado. Cuando Shiryu le pregunta el por qué lo hizo, el Dragón Negro le contesta que por un momento, quiso creer en aquello que Shiryu llamaba: amistad.

Shun sube con Seiya, cuya piel se ha tornado negra. Para salvarlo, Shiryu golpea los puntos estelares de Seiya para que la sangre infectada salga. Andrómeda y Dragón lo dejan y se dirigen a pelear con el Fénix.

Nota: Todos nacemos protegidos por un signo del Zodiaco. Los Caballeros, a parte, están protegidos por una constelación del cielo. Así como la constelación está formada por estrellas, los Caballeros tienen puntos estelares (la misma cantidad y ubicación que las estrellas de su constelación guardiana). Estos puntos, si son tocados apropiadamente pueden sanar cualquier enfermedad o herida, pero si son golpeados con agresión pueden causar la muerte.

Shiryu y Shun llegan a donde está Ikki, pero para evitar que Shiryu dañe a Ikki, Shun lo golpea con su cadena, dejándolo inconsciente. Shun le ruega a Ikki que deje el camino del mal, pero Ikki lo ataca. De pronto aparece Seiya ya recuperado, pero aún está muy débil para enfrentar a Ikki.

También aparece Hyoga, quien sigue vivo a pesar de que Ikki le atravesó el corazón. Fénix vuelve a ejecutar su Golpe Fantasma, pero el Cisne conoce ya el movimiento y ejecuta su Polvo de Diamantes, pero lanzándolo hacia arriba, en forma de escudo. El ataque de Fénix se refleja en el escudo de hielo de Hyoga y lo ataca a él.

Nota: Un ataque especial no puede ser usado dos veces sobre el mismo Caballero. Los ataques especiales de los Caballeros son armas de dos filos. Si un Caballero abusa al usar su ataque especial se arriesga a que su contrario pueda descubrir algún punto débil en su ataque. En sí, los ataques especiales de los Caballeros tiene que sorprender al oponente para causar daño.

A pesar de la ilusión de su propio Golpe Fantasma, Fénix no cae y utiliza su ataque Alas del Fénix para acabar con sus enemigos. Todos los Caballeros de Bronce caen, menos Seiya. Seiya está parado junto a la armadura dorada, a la cual sólo le falta el casco que tiene Ikki. Fénix ataca de nuevo a Pegaso, pero él lo golpea destruyendo la armadura del Caballero Fénix. Seiya le explica a Ikki que es el espíritu de sus amigos y de la armadura dorada lo que está venciéndolo. En ese momento la armadura del Fénix vuelve a aparecer.

Nota: La armadura del Fénix tiene la propiedad de renacer de sus propias cenizas, al igual que el Ave que le da su nombre. Esta característica no la tiene ninguna otra armadura, ni siquiera las armaduras doradas.

 

 

Aún con su nueva armadura, Fénix es derrotado por Pegaso. Los Caballeros de Bronce no entienden el odio del Fénix y éste les cuenta de su entrenamiento en la Isla de la Reina Muerte. La isla era el infierno en la Tierra, la actividad volcánica hacía que todo el suelo estuviera siempre caliente, esto evitaba que creciera cualquier tipo de vegetación. Sin árboles, el sol golpeaba con toda su fuerza el suelo, tanto en el día como en la noche el calor era insoportable.

A su llegada, su entrenador le dice que si quiere ganar la armadura del Fénix, tendrá que vencerlo. Ikki le muestra respeto a su maestro, pero éste le patea diciéndole que no quiere su respeto, sino su odio. Durante días, Ikki entrenó contra su maestro y siempre quedaba muy lastimado. Para su suerte estaba Esmeralda, que era la hija de su maestro y se parecía mucho a su hermano Shun. Esmeralda curaba las heridas de Ikki cuando terminaba de entrenar con su maestro e Ikki estaba muy enamorado de ella.

Un día, Esmeralda llevó a Ikki al único lugar en la Isla de la Reina Muerte donde crecían flores. Ante toda la desolación de la isla, ese lugar era como un oasis. Pero el maestro de Ikki los encuentra y le dice a Ikki que no le dará más oportunidades de conseguir la armadura del Fénix. Ikki hace su mejor esfuerzo, pero no logra nada; en un ataque, Ikki esquiva un golpe de su maestro, pero éste golpe lo recibe Esmeralda. Ikki corre a su lado, pero ya es muy tarde y Esmeralda muere.

Aunque Esmeralda era su hija, el maestro de Ikki no muestra dolor por su muerte. Ikki se enfurece y ataca a su maestro, quien no puede defenderse, pero se alegra de haber despertado el odio de Ikki. Ikki atraviesa a su maestro y así ganó su armadura de Fénix, pero también perdió su alma.

 

 

En ese momento hay un terremoto en el Valle de la Muerte y unos soldados se roban las piezas de la armadura dorada. Los Caballeros de Bronce los enfrentan, pero no consiguen quitarles las piezas de la armadura dorada. Entonces aparece Dócrates, un Caballero del Santuario que fue enviado por Arles para que buscara al Fénix y le llevaran la armadura dorada. Fénix reconoce a Dócrates y les advierte a los Caballeros de Bronce que se cuiden de su poder.

Dócrates utiliza su golpe Meteoro de Herákles y hace dos enormes agujeros en el suelo. Dócrates le pide al Fénix que le entregue el casco de la armadura. Ikki saca el casco pero se lo avienta a Seiya. El Fénix utiliza su poder Alas del Fénix y destruye el pilar donde estaba Dócrates. Con su poder, Ikki provoca un derrumbe; los Caballeros de Bronce corren para ponerse a salvo, pero Ikki, completamente debilitado, no logra hacerlo y muere aplastado.

Los Caballeros dejan una cruz en el lugar; Hyoga cuelga el crucifijo que le regaló su madre antes de morir. Con el casco de la armadura dorada en sus manos, los Caballeros de Bronce tiene aún una ventaja sobre sus enemigos. Un poco más tarde, en el Valle de la Muerte, los soldados de Dócrates lo buscan entre los escombros. Dócrates se levanta de los escombros y se prepara para vengarse de Fénix por su osadía.

 

 

Dócrates llega a la fundación y secuestra a Saori y a Tatsumi. Los Caballeros de Bronce tiene que ir al coliseo donde se realizaba el Torneo Galáctico para cambiar el casco dorado por Saori y Tatsumi. En el coliseo, Dócrates engaña a Seiya y Shun; Dócrates se queda con Saori, y sus soldados se llevan el casco dorado fuera del coliseo. Afortunadamente, el Cisne está afuera esperando a los soldados de Dócrates.

En el interior del coliseo, Dócrates quiere matar a Seiya, porque venció a su hermano Cassios para conseguir la armadura del Pegaso. Shun y Seiya atacan a Dócrates pero éste es demasiado poderosos para que lo puedan derrotar. El Cisne llega con el casco dorado y utiliza en Dócrates una técnica que le enseñó su maestro para congelar sus piernas. Sin poder moverse, Dócrates es atacado por Seiya y por Shun, y cae derrotado. Seiya y sus amigos ahora saben que los guerreros del Santuario no se darán por vencidos hasta que obtengan el casco dorado.

Arles, el gran Patriarca del Santuario, está desesperado y manda a Giste y a sus Caballeros de los abismos a obtener el casco dorado de los Caballeros de Bronce. El antiguo Patriarca exilió del Santuario a Giste, Tiburón, Medusa y Serpiente Marina a la Isla Calavera, ya que eran más piratas que Caballeros. Si le llevan el casco dorado al Patriarca Arles, éste les perdonará.

 

 

Giste y sus Caballeros toman la acción ofensiva y roban uno de los buques petroleros de la Fundación Graude y mandan un ultimátum a los Caballeros de Bronce: si no se presentan con el casco dorado en 24 hrs., ellos hundirán el buque, contaminando por meses el océano y matando a todos sus tripulantes.

Seiya y sus amigos no tienen opción y van al buque donde los atacan los Caballeros de los abismos. Los Caballeros de Bronce logran salvar el buque, pero Giste y sus aliados escapan con el casco dorado. Para recuperarlo, los Caballeros de Bronce los persiguen hasta la Isla Calavera, donde los derrotan y recuperan el casco dorado.

 

 

Sin muchas claves sobre el enemigo del Santuario, Seiya, Shiryu e Hyoga deciden ir con sus maestros para preguntarles sobre el Santuario. Shun es comisionado para cuidar del casco dorado y de Saori. En los Cinco Picos de China, el maestro de Shiryu le explica que el nuevo Patriarca del Santuario dominó al Caballero Cristal. En Grecia, Seiya pelea contra Shaina y sus cómplices, pero aparece Marín y le da a entender que Hyoga está en problemas.

El maestro de Shiryu le explica a éste que el Caballero de Cristal, y maestro de Hyoga, se dio cuenta del mal que estaba haciendo el nuevo Patriarca y decidió ir a hablar con él. Pero el Patriarca utiliza su Golpe Fantasma para controlar la mente del Caballero Cristal y lo manda de regreso a Siberia. Hyoga llega a Siberia buscando a su maestro, pero ve que toda la gente del pueblo está construyendo una pirámide de hielo para el Caballero Cristal.

Hyoga no quiere creerlo y va a buscar a su maestro, quien lo recibe con un golpe. Hyoga no quiere pelear con la única persona a la que podía llamar "padre", pero el Caballero Cristal no le deja opción y Hyoga pelea con su maestro. El golpe del Patriarca empieza a debilitarse y al Caballero Cristal le empieza a doler la cabeza y lo distrae del combate y el ataque Trueno de la Aurora de Hyoga lo mata. Ya sin el control del Patriarca, el Caballero Cristal muere y Hyoga lo sepulta en un ataúd de cristal.

 

 

Sin pistas del casco dorado, Arles manda a Formax, el Caballero del Fuego a atacar el coliseo del Torneo Galáctico y la mansión Graude, todo esto con el fin de hacer que Saori saliera de su escondite para poder quitarle el casco dorado. Mientras tanto, en una cabaña en el bosque, Saori y Tatsumi ven como se incendia el coliseo y la mansión, pero Shun no los deja ir. Tatsumi ignora a Shun y va a la mansión, donde es capturado y torturado.

Sabiendo la ubicación de la cabaña, el Caballero de las Llamas llega y empieza a incendiar el bosque. El Caballero de Andrómeda intenta defender la cabaña del fuego, pero es inútil y queda envuelto en llamas. En ese momento, las llamas se elevan y en el cielo aparece la figura del Ave Fénix. El Caballero del Fénix aparece de entre las llamas con su hermano Andrómeda. El Caballero Fénix ataca al Caballero de las Flamas con su Golpe Fantasma para derrotarlo. Seiya y Hyoga llegan de Siberia y ven que su amigo Ikki ha vuelto de entre los muertos para pelear a su lado.

 

 

Mientras, Arles ya no tiene opción y manda a Misty, Caballero de Plata, a matar a Seiya. Junto con Misty, Arles manda a Marin, Caballero Femenino del Aguila y entrenadora de Seiya. Durante un paseo en la playa, Seiya se encuentra con Misty y con Marin. Kiki, quien acompañaba a Seiya, utiliza su poder para traer la armadura del Pegaso para que pudiera pelear.

Marin le explica a Seiya que Misty es un Caballero de Plata y que él nunca lo podrá derrotar; dicho esto, Marin atraviesa la armadura de Seiya. Seiya cae, pero Misty se sorprende al ver la facilidad con la que Marin lo mató, así que después de enterrar el cuerpo, Misty le dice a Marin que se vaya y desentierra el cuerpo de Seiya, dándose cuenta que sigue con vida.

La pelea entre Misty y Seiya dura poco y Seiya es quien gana. Pero aparecen Asterion, Caballero del Can Mayor y Moses, Caballero de la Ballena. Ambos son Caballeros de Plata y lastiman seriamente tanto a Marin como a Seiya, pero al final los derrotan. Seiya despierta en la playa y ve un mensaje que le dejó Marin. "Seiya: por favor, cuida de Atena".

 

 

Todos los Caballeros de Bronce se reúnen en el coliseo para descifrar el mensaje de Marin. En la antigüedad, los Caballeros protegían a la diosa Atena, pero en este momento no se habían encontrado con ella. Tatsumi les dice que están mal, ya que Atena siempre ha estado a su lado. Tatsumi les dice que Saori Kiddo es la diosa Atena. Ahora los Caballeros deben de protegerla del Patriarca del Santuario.

En un intento de ir al Santuario para ver que está pasando, Seiya, Shun y Shiryu quedan atrapados en una isla. En la isla, Shaina se enfrenta con Seiya, mientras que Shun enfrenta a Algol, Caballero de Perseo. En su ataque, Shun queda convertido en piedra para el asombro de Seiya y Shiryu. Algol es el poseedor del Escudo de Medusa, el cual tiene la habilidad de convertir en piedra a aquel que lo vea.

Seiya también es convertido en piedra y solo queda Shiryu para vencer a Algol. Para poder vencerlo, Shiryu tiene que golpearse los ojos y quedar ciego para evitar convertirse en piedra. Sin poder ver el escudo de Medusa, Shiryu mata a Algol y Seiya y Shun vuelven a la normalidad, pero los ojos de Shiryu no pueden sanar y no volverá a ver.

 

 

Sin poder ver, Shiryu decide volver con su maestro a China. En el cuartel de los Caballeros, Ikki tiene diferencias con los demás Caballeros de Bronce y decide mejor andar sólo. En eso, Damian, Caballero de Plata del Cuervo y criador de cuervos, manda a sus mascotas para que secuestren a Saori. Seiya los persigue y salva a Saori, pero queda muy dañado de su mano izquierda y se encuentra en una parte muy peligrosa. Rodeado por Damian y por Shaina, Seiya decide lanzarse al vacío, pero no engaña a Shaina.

Al día siguiente, Shaina baja a buscar a Seiya y a la mujer que protegía (Saori). Abajo, Saori ve que Seiya está desmayado por la caída. Shaina intenta asustar a Saori, pero Saori usa su cosmo energía y Shaina la reconoce como la energía de Atena. Damian llega e intenta atacar a Saori, pero Hyoga y Shun llegan para evitarlo. Con Damian muerto y Atena del lado de los Caballeros de Bronce, Shaina decide huir. Después de eso, aparecen dos Caballeros de Plata frente a Saori, Seiya, Hyoga y Shun.

Estos Caballeros son Dante de Cerbero y Capella de Auriga, que vienen a matar a Seiya. Dante utiliza sus cadenas y lanza a Hyoga y a Shun a un abismo, pero gracias a la cadena de Andrómeda no se lastiman. El Caballero del Fénix aparece y vence a Capella con su Golpe Fantasma. Shun, por su parte, acaba con Dante.

 

 

Seiya no soporta que su amigo Shiryu esté ciego y decide ir a buscar a Mu para ver si tiene alguna cura. En Jamir, Seiya encuentra a Kiki, quien le dice que no ha visto a Mu desde varios días. Kiki le dice a Seiya que existe una agua sagrada que tal vez pueda sanar los ojos de Shiryu. Seiya sube la montaña donde se encuentra el agua y al regresar con Kiki se encuentra con Aracne, Caballero de Plata de Tarántula, pero con su armadura de Pegaso lo vence.

Un día, el casco dorado desaparece de las manos de los Caballeros de Bronce, mientras que las otras partes de la armadura dorada desaparecen del Santuario. En medio de un lago, ambas partes se encuentran y la armadura dorada se hunde en el agua. Cuando Saori se entera que la armadura no está en el Santuario, deciden prepara un viaje para atacar al Santuario.

 

Arles se desespera por la repentina pérdida de la armadura dorada. Si los Caballeros de Bronce la tienen, sus planes serán frustrados. Ya no puede esperar más; nunca pensó que fuera necesario, pero es hora de mandar a los Caballeros Dorados.

En el Santuario, Milo, Caballero Dorado de Escorpio, se presenta ante el Patriarca, quien le dice que debe de ir a matar a Seiya y recuperar la armadura dorada. Milo se prepara para partir, pero Aioria, Caballero Dorado de Leo lo impide. Aioria le pide al Patriarca que le permita ir para salvar el honor de su familia. Aioria es el hermano menor de Aioros, quien fuera acusado de matar a Atena y escapar con la armadura de Sagitario. Arles acepta y Aioria parte a buscar a Seiya.

Seiya se encuentra en el hospital por las heridas en batalla. Shaina lo encuentra y lo ataca, pero Seiya no pelea con ella. Seiya le pregunta el por qué lo quiere matar y Shaina le explica que es su destino por haber visto su rostro. Cuando están peleando, Shaina siente el cosmo de un Caballero y trata de huir con Seiya, pero Aioria de Leo aparece antes de que lo logren.

Seiya se sorprende al ver que existe otra armadura dorada y se prepara para pelear con él. Aioria le dice que sería inútil, ya que él es un Caballero Dorado mientras que Seiya sigue siendo un Caballero de Bronce. Shaina le dice a Seiya que escape mientras que ella lo distrae, pero Aioria la vence con un sólo dedo.

Nota: Los Caballeros tiene la habilidad de pelear a altas velocidades. Los Caballeros de Bronce pelean a la velocidad del sonido, los de Plata a la velocidad de Mach 2 a 5, y los Caballeros Dorados pelean a la velocidad de la luz. Por esto, los Caballeros de Bronce pueden golpear 100,000 veces por segundo, los de Plata golpean más de 1,000,000 veces por segundo y los Caballeros Dorados golpean más de 100,000,000 veces por segundo.

Aioria lanza su ataque a Seiya, pero Shaina se interpone y sale lastimada. Herida, Shaina le explica a Seiya que, cuando una persona ve el rostro de un Caballero Femenino, este Caballero Femenino debe o matar a la persona que la vio, o amarlo. Por el sacrificio de Shaina, Aioria decide perdonarle la vida a Seiya.

Seiya se enoja al ver que Aioria se dispone a partir como si nada, así que usa su Golpe de Meteoro y logra golpear a Aioria. Este le pregunta a Seiya si ya se siente mejor y utiliza una técnica para sanar a Shaina. Cuando Aioria se prepara para irse, tres Caballeros de Plata aparecen y le preguntan el por qué se va si aún no ha cumplido la tarea que se le fue encomendada.


 


Aioria se aparta y deja que los Caballeros de Plata se encarguen de Seiya. Seiya, sin su armadura, está a la merced de ellos, hasta que la armadura dorada de Sagitario sale del lago donde se había hundido y aparece frente a Seiya. Aioria advierte a los Caballeros de Plata que escapen, pero Seiya los mata. Aioria deja a Shaina en el suelo y ataca a Seiya, quien evita el golpe y utiliza su Golpe de Meteoro. Aún así, Seiya cae ante el poder Colmillo de León de Aioria.

En ese momento aparece Saori y le revela a Aioria cómo su hermano Aioros la salvó de Arles y juntos escaparon del Santuario. Aioria no puede creer lo que le dice Saori y le pide una prueba: Si en verdad Saori es Atena, el golpe Colmillo de León de Aioria no debe hacerle daño. Saori acepta y Aioria lanza su ataque, pero Seiya se para y lo detiene con sus manos. En ese momento, el espíritu de Aioros reprocha a Aioria por haber atacado a Atena. El poder de Aioria regresa y lo golpea con más fuerza.

Aioria se levanta y pide perdón a Atena, le dice a Seiya que existen 12 armaduras doradas y se lleva a Shaina con él de vuelta al Santuario. Al partir Aioria, la armadura dorada de Sagitario se desprende de Seiya y apunta al Santuario. Saori y sus Caballeros de Bronce saben que la batalla final se acerca.

 

 

En los Cinco Picos de China, Shiryu ha decidido volver con sus amigos; cuando le va a contar esto a su maestro, de la cascada del Rosan aparece Máscara Mortal, Caballero Dorado de Cáncer que fue enviado por el Patriarca para matar al Caballero Dorado de Libra. Shiryu se sorprende al enterarse que su maestro es un Caballero Dorado que se negó a seguir las órdenes del Patriarca. Máscara Mortal ataca al maestro, pero Shiryu se interpone para pelear con Máscara Mortal.

A pesar de los esfuerzos de Shiryu, Máscara Mortal es más poderoso y se prepara para utilizar su técnica Ondas Infernales, cuando aparece Mu, Caballero Dorado de Aries y reta a Máscara Mortal a pelear con él. Máscara Mortal es un maldito, pero no está loco, y decide mejor abandonar la pelea. El maestro de Libra le dice a Shiryu que es hora de defender a Atena.

Aioria, Caballero Dorado de Leo llega al Santuario y entrega a Shaina a su alumno Cassios para que la cuide. Enseguida, Aioria se dirige con el Patriarca y pide hablar con Atena. Obviamente, Arles le dice que no puede molestar a Atena, aunque la verdad es que Atena no ha estado en el Santuario desde hace más de 16 años. Aioria lo acusa de traidor y lanza su poder contra él.

En ese momento, aparece otro Caballero Dorado diciéndole a Aioria que el atacar al Maestro del Santuario es un acto de traición. Este Caballero es Shaka de Virgo y Aioria le dice que no interfiera. Arles aprovecha y le dice a Shaka que acabe con Aioria por haberlo traicionado. Shaka y Aioria pelean, pero al estar en las mismas condiciones, ninguno de los dos ganaría.

Arles aprovecha que Aioria está concentrado en el combate y utiliza su poder para controlar la mente de Aioria. Arles le ordena volver a su casa del Zodiaco y esperar ahí. Sólo saldrá del trance, hasta que mate a la persona que está frente a él.

Nota: Cuando dos Caballeros Dorados pelean en las mismas condiciones, su pelea puede durar más de mil días sin que haya un ganador. Esta pelea continuaría hasta que la situación se inclinara en favor de alguno de los dos.

Seiya y sus compañeros se dirigen al Santuario y al llegar se encuentran con Shiryu, quien va a pelear con ellos. Una persona se acerca al grupo y les dice que el Patriarca los estaba esperando. Saori explica que ya había mandado una carta diciéndole al Patriarca que le iban a hacer una visita.

 

 


El guía de Seiya les explica que para llegar con el Patriarca, tienen que cruzar las doce casas del Zodiaco. Cada casa tiene por guardián un Caballero Dorado. Los Caballeros de Bronce se preparan para ir a la primera casa, cuando su guía revela su identidad como el Caballeo de la Flecha y los ataca con su poder Flecha Fantasma. Seiya lo mata con su Golpe de Meteoro, pero el Caballero de la Flecha ha logrado su objetivo: Saori fue herida en el corazón por una de las flechas.

Antes de morir, el Caballero de la Flecha les explica que en 12 horas, la flecha dorada atravesará el corazón de Saori y la única persona que puede ayudarla es el Patriarca. Un gran reloj, con las figuras de cada signo zodiacal, marcará el tiempo y tendrán que llegar con el Patriarca antes de que los doce fuegos del reloj se extingan.

 

 


En la primera casa, aparece frente a ellos Mu, Caballero Dorado de Aries. Todos piensan que Mu los va a dejar pasar, pero Mu les pregunta el por qué debía hacerlo. Shiryu se lanza contra Mu, quien se defiende con un sólo dedo y con ese mismo dedo golpea el escudo del Dragón. Con asombro, Seiya y los demás ven que el escudo del Dragón quedó hecho añicos. A pesar de que no se nota, las armaduras de los Caballeros de Bronce han sido muy dañadas por los combates con los Caballeros de Plata. Mu se ofrece a repara sus armaduras, pero se tardará una hora.

Ya reparadas las armaduras, Mu les explica que si quieren ganar esta batalla, tienen que despertar su Séptimo Sentido. Mu les explica que la diferencia entre los Caballeros no es el color de su armadura, sino la facilidad con la que utilizan su Séptimo Sentido en la batalla. Este sentido no se los puede enseñar nadie, ya que tienen que aprenderlo con el tiempo. Mu los deja pasar y se queda con Kiki a cuidar de Atena.

Nota: Existen Cinco Sentidos que todos tenemos. Hay un Sexto que es la intuición. Sólo los Caballeros Dorados están más allá de estos sentidos. El Séptimo Sentido hace que los Caballeros Dorados puedan luchar a la velocidad de la luz, ya que en ese momento, tanto el cuerpo como el alma están en perfecta sincronización.

 

 

En la siguiente casa, Aldebarán de Tauro los ataca con su poder Gran Cuerno. Hyoga, Shiryu y Shun caen vencidos, pero Seiya se niega a darse por vencido. Gracias al cálido cosmo de Atena y a las enseñanzas de Marin, Seiya logra romper la postura de Aldebarán, y lo amenaza con romper el cuerno dorado.

Nota: El poder Gran Cuerno de Aldebarán, Caballero Dorado de Tauro, es muy parecido a un viejo truco de ataque con espada. La fuerza de la espada consiste en la postura. Esta postura debe ser tanto de defensa como de ataque. Cuando se defiende o se ataca, se debe de volver a envainar la espada lo más pronto posible para esperar el próximo ataque. Cuando se rompe esta postura, cuando la espada permanece afuera de la vaina, la efectividad del ataque disminuye.

Aldebarán no puede creerlo y vuelve a ejecutar el poder Gran Cuerno. Seiya es lanzado varias veces contra las paredes de la casa de Tauro, hasta que logra ver la técnica de Aldebarán y detiene el Gran Cuerno. Después de esto, Seiya rompe uno de los cuernos de la armadura de Aldebarán. Este se enoja, pero al final deja pasar a Seiya a la siguiente casa, pero Hyoga, Shiryu y Shun deben quedarse.

Seiya se adelanta a la siguiente casa, mientras Dragón, Andrómeda y Cisne combaten al Caballero Dorado de Tauro. Con una combinación del Dragón Naciente de Shiryu, las cadenas de Andrómeda y el Trueno de la Aurora de Hyoga, Aldebarán rompe su postura y le congelan sus manos. Aldebarán acepta su derrota y deja pasar a Hyoga, Shiryu y a Shun a la siguiente casa.

Enfrente de la casa de Géminis, Dragón, Cisne y Andrómeda ven que alguien sale de la casa. Esta persona es Seiya, quien se sorprende al ver que de nuevo está donde empezó. Según Seiya, él entró a la casa y la recorrió toda con la esperanza de salir de ella, pero en lugar de eso, salió de nuevo a la entrada. Seiya sugiere que ahora entren todos juntos, pero pasa lo mismo.

Mientras tanto, Mu aparece frente a Aldebarán y le pregunta el por qué dejo pasar a los Caballeros de Bronce. Aldebarán le contesta que sintió el cosmo de Atena cuando peleó con Seiya. Mu confirma sus sospechas: Saori Kiddo es la diosa Atena. Tanto Aldebarán como Mu saben que desde hace varios días, la casa de Géminis ha estado vacía, o al menos nunca han visto a su guardián. En ese momento Mu y Aldebarán siente una gran cosmo energía: el Caballero Dorado de Géminis ha llegado.

 


Enfrente de la casa de Géminis, Seiya y sus amigos ven como la casa se divide en dos casas iguales. Seiya y Shiryu deciden ir por la izquierda, mientras que Hyoga y Shun van por la derecha. Al entrar, Hyoga y Shun escuchan los pasos y ven al Caballero Dorado de Géminis enfrente de ellos. Hyoga utiliza el Polvo de Diamantes y el Trueno de la Aurora, pero ambos poderes se regresan a él y a Shun.

Seiya ve también al Caballero Dorado de Géminis, pero Shiryu no logra sentirlo. Cuando Seiya va a atacar al Caballero Dorado, Shiryu lo detiene y le dice que si lo hace, su propia fuerza se le regresará. Confiando en sus otros sentidos, Shiryu descubre en donde está la salida y lleva a Seiya hacia ella. Cuando Seiya abre los ojos, ve la luz del día y se da cuenta que han salido de la casa de Géminis. Ahora se dirigen a la casa de Cáncer.

En la cámara del Patriarca, Arles está meditando y ve como Seiya y Shiryu escapan de su trampa, así que concentra su atención en Hyoga y Shun. Shun atiende a Hyoga cuando oye hablar al Caballero Dorado de Géminis. Antes pensaba que posiblemente era una ilusión, pero ahora Shun estaba seguro que ese Caballero Dorado sí estaba ahí. Géminis utiliza su poder y manda a Shun y a Hyoga a otra dimensión.

Gracias a las cadenas de Andrómeda, Shun puede sujetarse de un pilar de la casa de Géminis, pero Hyoga se pierde en la dimensión que abrió el Caballero de Géminis. Géminis se prepara para cortar las cadenas de Andrómeda, pero la cosmo energía del Caballero Fénix llega para salvar a su hermano. Ikki le explica a Shun que está en el cráter de un volcán sagrado curando sus heridas de batalla, pero pronto se unirá a ellos.

Con la repentina aparición de la cosmo energía del Fénix, Arles pierde la concentración y de pronto Shun puede ver la salida de la casa de Géminis, pero poco después vuelve a aparecer el Caballero de Géminis. Shun sabe que el Caballero de Géminis está usando una ilusión para ocultar la salida de la casa de Géminis, así que ataca a Géminis con su cadena nebular y atraviesa la máscara del Caballero Géminis, hasta llegar al cuarto del Patriarca para atacarlo (recordando que la cadena de Andrómeda puede encontrar a su enemigo sin importar a que distancia se encuentre). Sin la concentración del Patriarca, el Caballero de Géminis cae y desaparece la ilusión que creó para ocultar la salida de la casa de Géminis.

 

 

Mientras tanto, Hyoga (que había sido mandado a otra dimensión por Géminis), aparece en una de las doce casas del Zodiaco y junto a él se encuentra un Caballero Dorado. Este Caballero es Camus de Acuario, pero se encuentran en la casa de Libra. Hyoga recuerda que su maestro, el Caballero Cristal, fue entrenado por el Caballero Dorado de Acuario. Camus le dice a Hyoga que no puede permitir que siga avanzando por las doce casas ya que nunca podría vencer a los Caballeros Dorados.

Hyoga se niega a creer eso, y Camus, usando su poder, hunde el barco donde descansaba el cuerpo de la madre de Hyoga a un lugar inaccesible en el fondo del mar. Hyoga se desespera y ya no puede pelear. Al ver esto, Camus decide matar a Hyoga con su poder Ejecución de Aurora. Ante el poder de Camus, Hyoga cae muerto y Camus, lo congela en un bloque de hielo, el cual no podrá ser destruido por ningún Caballero.

En otra parte, Seiya y Shiryu se dirigen a la casa de Cáncer. Para ganar tiempo, Shiryu peleará con el Caballero Dorado de Cáncer, mientras que Seiya se dirige a la casa de Leo. Dentro de la casa de Cáncer, Seiya y Shiryu ven que todo el piso y las paredes están tapizadas de rostros humanos. Estos rostros son todos los guerreros que Máscara Mortal de Cáncer ha matado. Cuando Máscara Mortal aparece, Shiryu utiliza su poder para distraerlo y que Seiya continúe a la siguiente casa zodiacal.

 

 

La pelea entre Máscara Mortal de Cáncer y Shiryu del Dragón empieza. Cáncer utiliza su poder Ondas Infernales y manda a Shiryu a un lugar donde las almas caen al infierno. Shiryu ve a Hyoga en la fila de las almas que se dirigen a ese lugar, trata de llamarlo, pero aparece Atena y le dice que no vaya allá. Con el poder de Atena, Shiryu vuelve a la casa de Cáncer. Una vez más, Máscara Mortal envía a Shiryu allá, pero ahora Shiryu es apoyado por las oraciones de Sunrei, que se encuentra en China.

Máscara Mortal se da cuenta de esto, y ataca a Shiryu dentro de las Ondas Infernales y lo intenta aventar al abismo. Pero a Máscara Mortal le molesta la energía que desprende Sunrei con su oración, así que la lanza a la cascada de Rosan. Shiryu se enoja y golpea a Máscara Mortal, pero mientras tenga puesta la armadura dorada, Shiryu nunca podrá vencerlo. En un golpe de Shiryu, la armadura de Máscara Mortal desaparece pieza por pieza. Shiryu se quita también su armadura y lanza con su poder a Máscara Mortal al abismo.

Shun llega a la casa de Cáncer y encuentra el cuerpo de Shiryu, que se levanta y ve que los rostros en la casa de Cáncer han desaparecido del suelo y las paredes. El maestro de Libra le dice telepáticamente a Shiryu que Sunrei está a salvo. En ese momento Shiryu se da cuenta que puede ver de nuevo gracias al agua sagrada que le trajo Seiya y al haber despertado su Séptimo Sentido contra Máscara Mortal. Ahora Shun y Shiryu se dirigen a la casa de Leo.


 



Seiya llega a la casa de Leo y ve a Aioria parado frente a él. Seiya intenta pasar, pero Aioria le dice que no puede dejar que nadie pase por su casa, así que empiezan a pelear. Mientras tanto, en su casa, Cassios cura a Shaina de sus heridas. Shaina despierta y le pregunta a Cassios que es lo que ha pasado. Cassios le explica que los Caballeros de Bronce han decidido recorrer las doce casa del Zodiaco y todo el Santuario está emocionado porque Seiya ha llegado a la casa de Leo.

Shaina se tranquiliza, porque sabe que Aioria le ha jurado lealtad a Atena. Pero la siguiente casa es la de Shaka de Virgo, así que decide ir a avisarle a Seiya sobre esto. Cassios le dice que no se preocupe, ya que Seiya no pasará de la casa de Leo. Cassios le explica a Shaina cómo el Patriarca del Santuario controló la mente de Aioria para que estuviera bajo trance hasta que alguien muriera frente a él. Shaina intenta ir a ayudar a Seiya, pero Cassios la detiene, y decide ir él.

En la casa de Leo, Aioria rompe una pierna de Seiya al lanzarlo contra un pilar. Cuando Aioria está a punto de matar a Seiya, Cassios aparece para detener a Aioria. Cassios se pone en medio de Aioria y le dice a Seiya que estuvo esperando mucho tiempo este momento. De pronto, Cassios voltea y lanza un golpe a Aioria, quien lo detiene fácilmente. Cassios lucha contra Aioria hasta que éste lo tira de un golpe.

Aioria lanza su último ataque a Seiya, pero Cassios se levanta y cubre a Seiya. Cassios, al borde de la muerte, le dice a Seiya que no lo hizo por él, sino porque Shaina se iba a poner muy triste si Seiya moría. Con Cassios muerto, el trance que le impusieron a Aioria empieza a debilitarse y Seiya logra vencerlo. Shiryu y Shun llegan a la casa de Leo y ven el cuerpo de Cassios y a Aioria y a Seiya inclinados frente a él.

Aioria cubre con su capa a Cassios y le dice a Seiya y a sus amigos que se cuiden de su siguiente rival. Aioria les dice que su siguiente rival es Shaka de Virgo, el Caballero más cercano a Dios, si Shaka abre sus ojos, todo lo que esté a su alrededor debe morir. Seiya, Shiryu y Shun salen de la casa de Leo y se dirigen a la casa de Virgo. Mientras tanto, Aioria lleva el cuerpo de Cassios con Shaina.

 

 

Dentro de la casa de Virgo, Seiya y compañía ven a Shaka meditando. Seiya se desespera y lo ataca, pero Shaka lo derriba sin dejar su posición. Shaka se levanta y les dice a los Caballeros de Bronce que no pasarán de esta casa. Shun lanza su cadena de Andrómeda sobre Shaka, quien con una palabra la detiene y con otra hace que la cadena ataque a Shun. Shiryu lanza su golpe Dragón Naciente y Shaka lo detiene con una sola mano.

Shaka decide matarlos rápidamente y utiliza su poder La Bendición del Señor de las Tinieblas contra Seiya y sus amigos, quienes caen vencidos. Shaka se pregunta cómo fue posible que semejantes Caballeros de tan bajo nivel hayan llegado hasta la casa de Virgo. Shun aun no se rinde y Shaka se prepara para cortarle la cabeza, cuando una pluma de Fénix le lastima su mano.

Ikki, Caballero del Fénix ha llegado para ayudar a sus amigos. Shaka le dice que ha cometido un enorme error al lastimarlo y ahora debe pagar las consecuencias. De la sangre de Shaka se forma un lago enorme de sangre en el que se encuentra atrapado Ikki; Shaka le dice que si quiere salvarse debe de ponerse de rodillas y adorarlo. Ikki se niega y, con su cosmo energía, evapora la sangre. Shaka utiliza su poder para mandar a Ikki a un de los seis mundos.

Nota: Los seis mundos son los lugares a los que van las almas de los cuerpos que han muerto. El primero es el infierno, montaña de agujas y lago de azufre, todos los que caen ahí sufren por toda la eternidad; el segundo es el infierno de la hambruna, los que caen ahí viven en los huesos y con el estómago hinchado; el tercero es el infierno de las bestias, donde todos se convierten en bestias y son tanto cazadores como presas de sus iguales; el cuarto es el infierno de la guerra, donde vivirán la eternidad peleando durante todo el día; el quinto es el mundo de los humanos y el sexto es el cielo, donde pueden llegar como hombre o como bestia, o caer al infierno con un sólo pensamiento.

Shaka se acerca a Ikki, seguro de que el Fénix cayó en el infierno de la hambruna o en el de las bestias. Cuando está lo suficientemente cerca, Ikki se levanta y utiliza su Golpe Fantasma sobre Shaka. Shaka no puede creer que Ikki siga con vida, a lo que Ikki le dice que ya ha visto el infierno y lo han echado a patadas de él. Shaka hace que la ilusión del golpe fantasma la vea Ikki en lugar de él.

Shaka utiliza su poder Seim Samsara y destruye la armadura del Fénix; Shaka vuelve a ejecutar el Seim Samsara e Ikki trata de escapar de él, pero no lo logra y desaparece por el poder de Shaka de Virgo. Shaka piensa que ya terminó con Ikki, pero el Fénix vuelve una vez más con todo y su armadura. Shaka entiende que no puede acabar con Ikki de una forma violenta, así que decide utilizar su poder el Tesoro del Cielo. Shaka abre sus ojos y desaparece la armadura de Ikki.

Con el Tesoro del Cielo, Shaka deja inmóvil a Ikki. Shaka explica que ahora va a perder sus cinco sentidos, ahora no puede moverse porque ha perdido su sentido del tacto. Shaka le quita a Ikki su sentido del olfato y le pregunta cual sentido quiere perder ahora. Ikki le pregunta a Shaka el por qué ayuda al Patriarca; ya que, si en verdad es el Caballero más cercano a Dios, ¿Cómo es posible que no se haya dado cuenta del plan de Arles?. Enojado, Shaka levanta su mano y hace que Ikki pierda el sentido del gusto, y así, Ikki pierde el habla.

Shaka le quita a Ikki el sentido de la vista y antes de quitarle el del oído le explica que, según su visión, no hay maldad perfecta ni justicia perfecta, por lo tanto, para Shaka el Maestro del Santuario es justicia. Después de esto, Shaka le quita a Ikki su último sentido y Fénix desaparece. Seiya, Shiryu y Shun despiertan y ven que Shaka venció a Ikki; Shun se prepara para pelear con Shaka, cuando Ikki vuelve a aparecer y ataca a Shaka.

Ahora sin sus cinco sentidos, Ikki puede despertar su Séptimo Sentido y ataca a Shaka con todo su poder. Shaka no puede entender por qué Ikki piensa dar su vida con tal de vencer. Ikki le explica que lo hace por Atena y ambos explotan. En la casa de Virgo sólo queda la armadura dorada de Virgo y Shun logra oír a su hermano decirle que debe pelear como hombre. Shun seca sus lágrimas y alcanza a Seiya y a Shiryu para ir a la casa de Libra.

 


En la casa de Libra, Seiya, Shiryu y Shun encuentran el ataúd de hielo de Hyoga. Inútilmente, Seiya trata de romper el hielo con su Golpe de Meteoro. Shiryu recuerda que su maestro le dijo que existía un Caballero Dorado que podía crear bloques de hielo que ni todos los Caballeros Dorados podrían romper. En ese momento, del suelo de la casa aparece la armadura dorada del Caballero de Libra. Shiryu reconoce la armadura de su maestro y se prepara para utilizar las armas de Libra para romper el ataúd de Hyoga.

Nota: Desde tiempos inmemorables, los Caballeros han defendido a Atena de sus agresores. Siempre han peleado con sus manos desnudas, sin armas. Sólo el Caballero de Libra tenía armas en su armadura, y él era el único que podía autorizar a los Caballeros el uso de armas en los combates.

Doce armas doradas, una para cada Caballeros Dorado; Shiryu escogió una de las espadas y con ella destruyó el ataúd que encerraba a Hyoga. Aunque Hyoga seguía con vida, estaba entre la vida y la muerte, así que Shun se ofrece a ayudar a Hyoga usando su cosmo energía para salvar su vida. Seiya y Shiryu se adelantan a la casa de Escorpio.

 

 

En la casa de Escorpio, Seiya y Shiryu se enfrentan a Milo, Caballero Dorado de Escorpio. Milo los inmoviliza y los ataca con su poder Aguja Escarlata. Seiya y Shiryu están en el suelo cuando aparece Hyoga con Shun en sus brazos. Hyoga le dice a Seiya y a Shiryu que se dirijan a la casa de Sagitario con Shun, mientras él pelea con Milo. Milo pelea con Hyoga y, utilizando su poder Aguja Escarlata, golpea los puntos estelares de Hyoga, haciendo que éste se desangre.

Gota a gota de sangre, Hyoga empieza a perder sus sentidos. Milo le dice a Hyoga que Camus, el Caballero Dorado de Acuario que lo encerró en hielo, quería salvarlo de morir en manos de los Caballeros Dorados. La intención de Camus era que Hyoga despertara cien años después. En honor a Camus, Milo le dice a Hyoga que le devolverá sus cinco sentidos en cien años, pero Hyoga le dice que se meta en sus propios asuntos y que pelee con todas sus fuerzas.

Milo acepta y da el último ataque a Hyoga, quien cae al suelo. De pronto, Milo ve su armadura que se comienza a congelar; en el último momento, Hyoga despertó su Séptimo Sentido y con su Polvo de Diamantes golpeó los puntos estelares de su enemigo. A pesar de la pérdida de sangre, Hyoga aún se arrastra con la intención de seguir a Seiya. Milo al principio no entiende el por qué, pero se da cuenta que lo hace por Atena, así que se acerca a Hyoga y le golpea el centro sanguíneo de Hyoga para detener el sangrado. Así Hyoga sale a la siguiente casa zodiacal.


 



Por otro lado, Saori sigue en su predicamento cuando aparece la armadura dorada de Sagitario. Con la presencia de la armadura dorada de Sagitario, todas las armaduras doradas del Santuario brillan con intensidad al estar las doce juntas. Después de esto, la armadura dorada de Sagitario desaparece. Seiya, Shiryu y Shun llegan a la casa de Sagitario y no ven a nadie. De pronto, un Caballero empieza a caminar hacia ellos.

Este Caballero es Hyoga que llega de la casa de Escorpio. En ese momento, la armadura dorada de Sagitario aparece frente a ellos y apunta su flecha al corazón de Seiya. Seiya se mueve, pero la flecha sigue apuntando a su cuerpo, hasta que la armadura lanza la flecha, pero pega en la pared atrás de Seiya. La flecha de Sagitario abre una caverna por la cual entran Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun, ahora recuperado. Dentro de la caverna se enfrentan a varios problemas y al final sólo Seiya llega al final.

De pronto, todos están de vuelta en la casa de Sagitario y se dan cuenta que todos los problemas que pasaron fueron una prueba. La flecha de Sagitario abre una parte donde Aioros escribió su testamento para los Caballeros que protegerían a Atena: "Amigos, les encomiendo la vida de Atena". Con una nueva esperanza, Seiya y sus amigos se dirigen a la casa de Capricornio.

 

 

Arles está desesperado, si los Caballeros de Bronce logran pasar por las Doce Casas, el honor de los Caballeros Dorados quedará en los suelos. Dentro de la casa de Capricornio, Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun ven en el centro de una habitación la estatua de Atena, entregándole una espada a un Caballero hincado. Shiryu recuerda que en la antigüedad, al Caballero más fiel a Atena se le entregaba la espada sagrada Excalibur. Eso significa que el Caballero Dorado de Capricornio es el Caballero más fiel a Atena.

Los Caballeros de Bronce corren y logran salir de la casa de Capricornio. Cuando se dirigen a la casa de Acuario, Shiryu ve algo y empuja a sus amigos, mientras una ráfaga separa con una gran grieta la casa de Capricornio y la de Acuario. Seiya, Hyoga y Shun ven que Shiryu está atrapado aún en la casa de Capricornio. De pronto, aparece Shura, Caballero Dorado de Capricornio y le pregunta a Shiryu el por qué no saltó con sus compañeros. Shiryu le responde que si lo hubiera hecho, otro ataque de Shura los hubiera matado a todos.

Shiryu le pregunta a Shura el por qué no los atacó dentro de la casa de Capricornio. Shura le explica que no podía manchar el suelo donde está la estatua de Atena con su vulgar sangre. Shura ataca a Shiryu y corta su brazo y su pierna. Shiryu entiende que el poder de Shura es como una filosa espada. Shiryu utiliza su técnica Dragón Naciente, pero Shura usa su poder Piedras Saltarinas y hace que sea Shiryu quien reciba el golpe. Shura le explica que él es el Caballero más fiel a Atena porque fue él quien castigó al rebelde Aioros por haber intentado matar a Atena.

Shura le cuenta a Shiryu que él persiguió a Aioros y lo atacó hasta que lo tiró a un barranco, vio al bebé y pensaba matarlo, pero la dejó con vida. Shiryu le dice que Aioros escaló y salió del barranco y se llevó al pequeño bebé con él. Shura no le cree y vuelve a atacarlo, pero Shiryu pone su escudo. El poder Excalibur de Shura es demasiado poderoso y corta en dos el escudo del Dragón. A continuación, Shura parte toda la armadura del Dragón.

Shiryu se prepara y utiliza de nuevo su poder Dragón Naciente. Shura le explica que el problema con su Dragón Naciente es que tiene un punto débil. Shiryu sabe de su punto débil y aún así ataca a Shura con su Dragón Naciente. Shura usa su poder Excalibur y golpea con su mano el corazón de Shiryu. Aún con la mano de Shura golpeándolo, Shiryu logra golpear el brazo de Shura, lesionándolo. Shura no podrá usar su brazo, pero Shiryu morirá con la herida en el corazón.

En el suelo, Shiryu le pide perdón a su maestro y se prepara a usar su última técnica. Shura ve que Shiryu se prepara para atacar de nuevo. Shura aún tiene su otro brazo y ambas piernas afiladas como una espada, así que espera el ataque y esta vez atraviesa el corazón de Shiryu; pero no puede sacar su mano del cuerpo de Shiryu. Shiryu le explica que acaba de usar la técnica prohibida del Último Dragón.

Nota: El Último Dragón es la técnica que genera la acumulación de demasiado poder en la técnica Dragón Naciente. Toda esta energía puede destruir a cualquier enemigo, pero también destruye el cuerpo de la persona que la ejecute. Por ser una técnica mortal, no se le permite a ningún Caballero usarla.

Con su poder, Shiryu rompe el brazo de Shura y lo toma por la espalda para elevar el vuelo hacia las estrellas. Shura no entiende el por qué Shiryu arriesga su vida para derrotarlo. Shiryu le contesta que es por Atena, el bebé que intentó matar cuando perseguía a Aioros hace más de 16 años. Shura dejó vivir a ese bebé, no por compasión, sino porque no podía moverse por el cosmo de la pequeña niña. Shura por fin se da cuenta que fue él quien intentó matar a la diosa Atena, así que les pide perdón a ella y a Aioros mientras se siguen elevando.

Seiya y sus amigos ven como Shiryu se eleva hacia el cielo y lloran la pérdida de un gran amigo. Sunrei y el maestro de Libra sienten como el cosmo de Shiryu va desapareciendo y también se entristecen. Mientras en el cielo, Shiryu se ha desmayado y Shura se da cuenta que dentro de poco saldrán de la atmósfera, así que se concentra y le da su armadura dorada a Shiryu y lo patea para regresarlo a la Tierra. Shura, a punto de volverse polvo de estrellas le grita que debe de cuidar de Atena.

 



En el Santuario nadie se da cuenta que cae un meteoro dorado en la casa de Capricornio; es Shiryu con la armadura del Caballero Dorado de Capricornio. Después de cumplir su misión, la armadura de Capricornio se arma frente al cuerpo inerte de Shiryu. Mientras tanto, Seiya, Hyoga y Shun llegan a la casa de Acuario, donde Camus los está esperando. Hyoga le dice a Seiya y a Shun que sigan a la casa de Piscis, mientras él pelea con su maestro. Seiya y Shun obedecen y salen de la casa de Acuario.

Camus ataca a Hyoga con su poder Ejecución Aurora hasta dejarlo casi inconsciente. Camus forma otro bloque de hielo y encierra a Hyoga en él, pero esta vez Hyoga despierta su Séptimo Sentido y rompe el bloque desde dentro. Muy herido, Hyoga intenta atacar a Camus con la Ejecución Aurora; Camus le dice que no puede copiar su poder y también se prepara para hacer la Ejecución Aurora. Ambos Caballeros disparan sus poderes y toda la casa de Acuario queda congelada.

Camus felicita a Hyoga por haber podido despertar su Séptimo Sentido y por lograr atacarlo con su misma técnica. Después de esto cae muerto por congelación. Hyoga le da las gracias a su maestro por haberle obligado a despertar su Séptimo Sentido y se despide de él; al igual que Camus, Hyoga cae muerto por congelación. Seiya y Shun siguen a la casa de Piscis y ven caer un copo de nieve, dándose cuenta que es la forma de Hyoga de despedirse.

 

 

En la casa de Piscis, Seiya y Shun son atacados por Afrodita, Caballero Dorado de Piscis. Shun distrae a Afrodita para que Seiya salga de la casa y vaya por el gran maestro del Santuario para que saque la flecha del pecho de Atena. Afrodita le dice a Shun que aunque Seiya salga de la casa de Piscis, tendrá que pasar por el campo de Rosas Rojas Sangrientas que se encuentran en todo el camino hacia la habitación del Santuario.

Shun decide vencer rápidamente a Afrodita para poder ayudar a Seiya. Afrodita ataca a Shun con sus Rosas Rojas Sangrientas, cuyo poder es matar al enemigo lenta y dulcemente. Shun es herido por el veneno de las rosas, pero no desiste; Shun intenta usar su cadena para atacar a Afrodita, pero con la ayuda de sus rosas, Afrodita logra esconderse del poder de la cadena. Utilizando su máximo esfuerzo, Shun logra golpear a Afrodita y cuando empieza a ganar ventaja, Afrodita saca una rosa negra.

Mientras tanto, Seiya ve que las escaleras hacia el cuarto del maestro están cubiertas por rosas. Sin darle mucha importancia, Seiya empieza a correr, pero el veneno de las rosas empieza a dañarlo hasta que cae desmayado en medio de las rosas. En el principio de las doce casa, Marin (entrenadora de Seiya) se enfrenta a un enemigo del Santuario cuando llega Shaina (enemiga de Seiya y Marin) y la ayuda.

Shaina le pregunta a Marin en donde se había metido todo este tiempo. Marin le dice que fue a un lugar sagrado donde esperaba encontrar las respuestas del por qué la actitud extraña del Patriarca y cuando llegó ahí, vio el cuerpo muerto del antiguo Patriarca. Lo que significa que alguien usurpó su lugar. Shaina se preocupa, ¿quién puede ser más poderoso que el Patriarca que está por encima de los 88 Caballeros del Santuario?.

En la casa de Piscis, la rosa negra que saca Afrodita en la casa de Piscis es la Rosa Piraña, que es tan mortal como la Rosa Roja Sangrienta; pero, a diferencia de la Rosa Roja, la Rosa Piraña mata al instante. Con sus Rosas Piraña, Afrodita destruye la armadura de Andrómeda y trata de matar a Shun. Ahora sin su armadura, Shun no tiene opción y decide usar su técnica secreta Tormenta Nebular. Con la Tormenta Nebular, Shun golpea a Afrodita y lo lastima.

Herido, Afrodita utiliza su última técnica: Rosa Sangrienta. La Rosa Sangrienta es una rosa blanca que se incrusta en el corazón del oponente y drena la sangre del enemigo mientras cambia de color blanco a rojo. Afrodita lanza su Rosa Sangrienta y logra clavarla en el corazón de Shun, pero Shun con sus últimas fuerzas aumenta la fuerza de su Tormenta Nebular y mata a Afrodita. Lentamente, la rosa blanca empieza a cambiar a rojo y Shun cae muerto.


 


Mientras tanto, Marin llega a donde se encuentra Seiya tirado y lo intenta ayudar para llegar a la cámara del maestro. Seiya despierta y con su Golpe de Meteoro acaba con todas las Rosas Rojas Sangrientas del camino. Corriendo, Seiya llega enfrente del gran Patriarca del Santuario, quien se encuentra sentado sobre su trono. Seiya le pregunta si él es el gran Patriarca del Santuario y éste le contesta que sí, mientras se quita su casco y máscara.

Seiya le dice que debe de acompañarlo para que saque la flecha del pecho de Saori, a lo que el gran Patriarca le contesta que no puede. Seiya se enoja y golpea al Patriarca, quien comienza a llorar. El Patriarca le dice a Seiya que él no puede sacar la flecha del cuerpo de Atena, pero que existe una esperanza. Atrás del cuarto del maestro, se encuentra el cuarto de Atena. En este cuarto se encuentra el escudo que puede parar cualquier ataque. Si Seiya dirige ese escudo hacia Atena, seguramente podrá salvarse.

Nota: Para cumplir su misión de proteger a la Tierra, Atena cuenta con una pequeña estatua de la diosa de la victoria en su mano derecha y el escudo dorado en su mano izquierda. La estatua de la diosa de la victoria le da a Atena el poder de vencer a cualquier enemigo, y el escudo dorado puede detener cualquier ataque. El escudo dorado ha permanecido en el Santuario durante todos estos años, mientras que la diosa de la victoria se la llevó Aioros junto con Atena cuando escaparon del Santuario.

Seiya se dirige hacia el cuarto de Atena cuando el Patriarca le dice que se detenga. Seiya voltea y ve como el cabello del maestro cambia de color de azul a gris. Arles le dice que no lo dejará ir al cuarto de Atena y lo ataca. Seiya se da cuenta que el gran Patriarca tiene dos caras, bien y mal. En ese momento aparece la armadura dorada de Géminis y Arles se la pone. El secreto está revelado: el Caballero Dorado de Géminis mató y usurpó el lugar del Patriarca del Santuario.

 

 

Mientras tanto, Mu de Aries oye que alguien le está hablando; esa persona es Shaka, Caballero Dorado de la casa de Virgo. Shaka le dice a Mu que necesita su ayuda para salir del lugar donde se encontraba, un lugar sin sentido ni orden. Mu le dice que él (Shaka) debería ser capaz de salir de un lugar así, a lo que Shaka le contesta que es cierto, pero necesita también salvar a otra persona. Mu, con su control sobre materia y espacio, ayuda a Shaka a salir de ese lugar.

En la casa de Virgo, la armadura dorada de Virgo se une con Shaka, quien aparece junto con Ikki, el Caballero del Fénix. Shaka despierta a Ikki, quien se desorienta al estar de nuevo en la casa de Virgo. Shaka le explica que ambos se salvaron y que ahora debe ayudar a su amigo Seiya. Con un movimiento, Shaka regenera la armadura del Fénix; Ikki le pregunta a Shaka el por qué lo salvo, a lo que Shaka le contesta que fue porque hizo que Shaka dudara de su fidelidad al gran maestro.

 

 

En la cámara del maestro, Arles sigue golpeando a Seiya, ya que si lo mata, nadie podrá detener su ambición maligna. En ese momento empieza a llorar la parte buena de su máscara de Géminis. Arles no entiende, ¿qué tiene de malo que una persona con poder quiera dominar el mundo?, si él no lo hace, la Tierra podría verse atacada por Zeus en el cielo, Poseidón en el mar, o Hades en la Tierra de los Muertos.

Seiya sigue caminando hacia el cuarto de Atena y Arles lo comienza a golpear, quitándole sus cinco sentidos. Arles se prepara para matar a Seiya, cuando aparece Ikki, el Fénix y lo ataca. Ikki distrae a Arles mientras que Seiya se dirige al cuarto de Atena por el escudo dorado. Arles utiliza su poder de dimensiones para mandar a Ikki a otra dimensión, pero cuando Arles se prepara para seguir a Seiya, aparece de nuevo Ikki, quien escapó de su poder. Arles se da cuenta que sólo está perdiendo el tiempo y ataca con su poder a la velocidad de la luz, haciendo que todo el cuarto alrededor de Ikki se destruya y lo sepulte.

Seiya por fin llega y levanta el escudo dorado, pero cuando lo va a dirigir hacia Atena, Arles lo alcanza y lo golpea, haciendo que pierda el control. El reflejo toca a Atena poco antes que se apague el fuego de Piscis y Arles ve como Atena se comienza a levantar. El maestro de Libra se da cuenta y manda un mensaje telepático a todos los Caballeros Dorados que quedan, explicándoles la verdad.

El Caballero que mató y usurpó el lugar del Patriarca del Santuario es Saga, el Caballero Dorado de Géminis. Después de matar al maestro del Santuario, su siguiente objetivo era la nueva reencarnación de Atena, pero Aioros de Sagitario lo evitó y fue el primero en descubrir que Saga era el maestro del Santuario. Durante todo este tiempo, Saga mintió a los Caballeros del Santuario diciéndoles que Atena seguía viva y en su cámara, pero la verdad es que Saori Kiddo es la diosa Atena y ahora es su deber como Caballeros Dorados protegerla.

Desilusionado, Saga golpea sin misericordia a Seiya; Ikki vuelve a aparecer, pero es vencido por Saga. Mientras tanto, Atena va pasando por las casas del Zodiaco y reviviendo a Shiryu, Hyoga y Shun de las heridas de la batalla. Al llegar al cuarto, Atena le dice a Saga que se detenga, pero Saga quiere venganza por haber arruinado sus planes. Los Caballeros Dorados se preparan para pelear con Saga, pero Atena los detiene y piensa enfrentar ella sola a Saga.

La armadura dorada de Géminis se separa del cuerpo de Saga, pero Saga ataca a Atena y en el último momento, la propia mano de Saga hace que se golpee contra el cetro de Atena. Saga cae al suelo, mientras su pelo cambia de color gris a azul y le pide perdón, antes de morir. Seiya y los Caballeros de Bronce están muy heridos, pero Atena piensa que pronto se compondrán. Una estrella brilla, como si intentara explicarle a Atena lo equivocada que está.


 

 



Asgard, al norte de Europa, es la tierra de los dioses nórdicos. Esta tierra se encuentra siempre congelada y la mayoría de sus habitantes nunca ha visto o disfrutado la luz del sol. Pero este sacrificio lo hacen para evitar que los hielos eternos se derritan y destruyan al mundo. Estas tierras son los dominios del dios Odín... y en ellas reina la noble Hilda. Hilda es la representante de Odín en las heladas tierras de Asgard y se encarga de rezar al dios Odín para que el hielo de los polos no se derrita.

Cuando Hilda estaba rezando, una voz de lo más profundo del océano congelado le habló. Le dijo sobre los cambios que se estaban dando en el Santuario y que era hora de que la gente de Asgard saliera del eterno frío. Para ayudarle en su misión, Hilda debería de despertar a los Dioses Guerreros y derrotar a Atena y sus Caballeros del Zodiaco. Hilda no puede hacerlo y le pregunta el nombre de la persona que le habla, como respuesta, el mar la levanta y le coloca a Hilda el Anillo de los Nibelungos para dominar su mente.

Nota: El misterioso Anillo dorado de los Nibelungos tiene la facultad de hacer que la persona que lo usa sea esclava de la persona que se lo puso. Este poderosos anillo no lo puede quitar nadie; aunque cuenta la leyenda que la espada Valmur del dios Odín tiene el suficiente poder para quitar y destruir el Anillo de los Nibelungos.

Con el Anillo de los Nibelungos en su mano y con el poder de su estrella guardiana Polaris, Hilda invoca a los Dioses Guerreros representados por las siete estrellas de la constelación de la Osa Mayor. Sigfrid, el legendario guerrero invencible y su armadura Dube de Alfa; Hagen, el guerrero del frío y el calor y su armadura Merak de Beta; Toll, el guerrero de los martillos y su armadura Fegda de Gama; Alberig, el guerrero de la sabiduría y su armadura Megures de Delta; Fenril, el guerrero solitario y su armadura Arioto de Epsilon; Syd, el guerrero de colmillos y garras blancas y su armadura Mizard de Zeta; y por último Mime, el guerrero más mortal y su armadura Benetonash de Eta.

 

 

Todos los Dioses Guerreros se presentan ante Hilda de Polaris. Es hora de salir de las frías tierras de Asgard para ir a una tierra donde brille el sol, y para ello hay que vencer a Atena y sus Caballeros del Zodiaco. En el Santuario, dentro de la casa de Tauro, el Caballero Dorado Aldebarán siente una presencia hostil y al voltear lo ataca un dios guerrero. Aldebarán cae al suelo por el golpe.

En la mansión de la Fundación Graude, Jabú de Unicornio y sus Caballeros de Bronce le llevan la noticia a Saori, que se encuentra en el jardín. Aldebarán está con vida, pero ¿quién pudo haberlo derrotado de un sólo golpe?. En ese momento el aire se enfría y aparece Syd de Mizard ante Atena. Syd le dice a Atena que viene de Asgard con la misión de llevarle a Hilda de Polaris la cabeza de Atena. Jabú y los otros Caballeros lo intentan atacar, pero no son nada contra Syd.

Cuando Syd lanza su golpe para cortarle la cabeza a Atena, es detenido por una cadena. Al voltear, Syd ve a Shun, el Caballero de Andrómeda en su nueva armadura y a Seiya, el Caballero de Pegaso también con una nueva armadura. Seiya lanza su Golpe de Meteoro, pero Syd lo esquiva y responde con su Garra del Tigre Vikingo, la cual lastima a Seiya. Shun ataca con sus cadenas, pero Syd es más astuto y se prepara para golpearlo cuando llega Ikki, el Caballero del Fénix con su nueva armadura para salvar a su hermano Shun.

Ikki se prepara para pelear con Syd cuando lo detiene Seiya para que pueda pelear con él. Seiya lanza su Golpe de Meteoro y esta vez logra tirar a Syd, pero sin sentirlo, Seiya también recibe una de las garras de Syd. Syd se enfurece y se prepara para atacar a Seiya cuando Atena, Shiryu de Dragón y Hyoga de Cisne (ambos con sus nuevas armaduras) los detienen. Syd se da cuenta que si quiere la cabeza de Atena tendrá que matar a sus Caballeros y decide regresar a Asgard.

 

 


Nota: Las armaduras de Bronce de los Caballeros del Zodiaco fueron revividas de los daños sufridos en la batalla de las doce casas por la sangre de los Caballeros Dorados que sobrevivieron a la batalla.

Hyoga va a Asgard y se encuentra con la hermana de Hilda, Fler; poco después llegan Saori, Seiya y Shun para que Fler les cuente del peligro que asecha a todo el mundo. Sin las oraciones de Hilda, poco a poco el hielo que forma los polos norte y sur, se derrite y esto causará inundaciones en todo el mundo. Hilda fue poseída por al poder del Anillo de los Nibelungos y la única forma de salvarla es consiguiendo la espada Valmur. Para conseguir esta espada, tienen que juntar los Siete Zafiros de Odín, que se encuentran incrustados en las armaduras de los Dioses Guerreros.

Hilda de Polaris y sus Guerreros Sagrados aparecen frente a Seiya y sus amigos. Atena, para retrasar el deshielo, usa su cosmo y logra detenerlo un poco. Hilda les dice a los Caballeros que Atena no podrá soportar y morirá cuando el sol se ponga, Seiya se prepara para atacar, pero Hilda le dice que los estará esperando en el palacio Guarumara y ella y sus Guerreros desaparecen. El palacio Guarumara se encuentra en la parte más alta de Asgard, junto a la estatua de Odín, así que los Caballeros del Zodiaco tiene que vencer a los Dioses Guerreros, juntar los Zafiros de Odín y llegar al palacio Guarumara para liberar a Hilda y salvar a Atena antes que el sol se ponga.

 

 

Seiya, Shun y Hyoga avanzan hasta encontrar a Toll de Fegda Gamma. Seiya decide quedarse a pelear con Toll, mientras Shun y Hyoga se dirigen al palacio Guarumara, pero con sus martillos, Toll los desmaya. Seiya se enfrenta a Toll y su golpe Hércules Titánico. La victoria se inclina hacia Toll y cuando se prepara para matar a Seiya, aparece Shiryu y lo salva. Seiya le explica la situación y le dice que se adelante mientras él derrota a Toll. No muy seguro, Shiryu avanza y Seiya sigue combatiendo con Toll.

Durante la pelea, Toll le cuenta a Seiya que un día él estaba cazando cerca del palacio Guarumara y los guardias del palacio lo atacaron e hirieron con una flecha. Hilda apareció y curó la herida de Toll con su cosmo. Seiya le dice a Toll que Hilda ha sido poseída por el demonio, y Toll empieza a dudar de los motivos de Hilda. Al final, Seiya vence a Toll, quien le pide que salve a Hilda. Seiya tiene uno de los Zafiros de Odín y sigue su camino hacia el palacio Guarumara.


 



Mientras tanto, Shiryu va caminando y recuerda como Shura, Caballero Dorado de Capricornio sacrificó su vida por salvarlo. En ese momento, una manada de lobos lo rodean y lo atacan. Shiryu los vence fácilmente, pero aparece Fenril de Arioto y lo ataca con su golpe Garra de Lobo Asesino. Con su golpe, Fenril lastima los ojos de Shiryu, quien tiene que guiarse por sus otros sentidos para vencerlo. Fenril le cuenta la historia del por qué vive con lobos.

Fenril era el hijo de una de las familias más importantes de Asgard. Siendo niño sus padres fueron atacados por un oso, mientras realizaban un paseo a caballo por los bosques. Fenril pidió ayuda a los amigos de su padre, pero estos mejor escaparon. Cuando el oso iba a atacar a Fenril, apareció una jauría de lobos, que furiosos se lanzaron contra el oso, salvando así a Fenril. Al quedar huérfano, Fenril se crió con los lobos y empezó a cazar y vivir como ellos.

Shiryu utiliza su poder Dragón Naciente y Fenril lo esquiva y ataca a Shiryu con su Garra de Lobo Asesino, cortándole la piel al Dragón. Shiryu lanza su golpe contra la cascada congelada que se encuentra a su espalda y ocasiona una avalancha que sepulta a Fenril. Ya con el Zafiro de Odín, Shiryu no puede mantenerse de pie por el cansancio y cae a la nieve.

 

 

En esos momentos, Hyoga fue atacado por la Fuerza Congelante de Hagen de Merak. Hyoga sigue a Hagen a una gruta donde corría un río de lava. Hagen atacó con su Rayo de Fuego y Hyoga lo evitó con su Trueno de la Aurora. El Cisne se da cuenta que Hagen de Merak puede atacar tanto con frío como con calor. Mientras tanto, Kiki siente el cosmo del Cisne y le avisa a Fler que Hagen está peleando con Hyoga. Fler no quiere dejar sola a Atena, pero decide ir con Kiki a buscarlos.

En la gruta, Hagen va ganando la batalla contra Hyoga cuando llega Fler y se interpone entre ambos. Hagen le pide que se aparte pero Fler se niega. Con mucho dolor, Hagen lanza su Rayo de Fuego contra Hyoga, aunque su amada Fler saliera lastimada. Cisne protegió a Fler del poder de Hagen y luego, usando todo su cosmo, lo derrotó y consiguió su Zafiro de Odín. Kiki se lleva a Fler a una cabaña para sanar sus heridas.

En otro lado, Shun de Andrómeda caminaba con dirección al palacio Guarumara cuando escuchó una melodía. Esta melodía la tocaba Mime de Benetonash con su arpa mágica. Mime atacó rápidamente a Shun, pero cuando Shun intentó devolver el ataque, la cadena de Andrómeda no reaccionaba ante la presencia de Mime. Shun se dio cuenta que Mime escondía su presencia con la música que tocaba en su arpa, así que Shun decide no prestarle atención a la música para poder atacar a Mime. Aun así, Mime logra escapar de las cadenas de Andrómeda.


 



Cuando Shun parecía derrotado, se quita la armadura de Andrómeda y ejecuta la Tormenta Nebular. Mime es golpeado, pero se salva al usar las cuerdas de su arpa. Shun no entiende cómo una persona que puede tocar tan bella canción, puede ser tan malo, a lo que Mime le confiesa que él es hijo adoptivo de Folker, un valiente guerrero de Asgard.

En una incursión a un país vecino, Folker accidentalmente mató a los padres de Mime. Al ver que Mime quedó desprotegído, Folker se lo llevó a Asgard. Folker quería que Mime se convirtiera en uno de los Dioses Guerreros y lo sometió a duras jornadas de entrenamiento, sin embargo, a Mime le gustaba más la música. Desesperado por despertar al guerrero que dormía en el alma de su hijo adoptivo, Folker le dijo a Mime que el verdugo de sus padres había sido él. Con odio, Mime atacó a Folker hasta matarlo.

Mime se prepara y ataca a Shun con su poder Réquiem de Cuerdas. Tocando su arpa, Mime aprisiona a Shun y comienza a cortarlo, pero cuando se prepara para matarlo, las cuerdas son cortadas por las plumas del Ave Fénix. Mime intenta ejecutar su poder Réquiem de Cuerdas, pero Ikki lo evade y lanza su Golpe Fantasma contra Mime. Mime recuerda como Folker, su padre adoptivo, lo cuidaba y protegía de todo, a pesar de ser muy rudo en el entrenamiento, Folker quería mucho a Mime.

Mime maldice al Fénix por haberle hecho recordar el amor de su padre adoptivo y se prepara para matarlo, pero el odio desatado de Mime hace que las cadenas de Andrómeda lo ataquen. Ikki le dice a Shun que no interfiera; Mime e Ikki se atacan con todo su poder. Mime felicita a Ikki ya que con su confianza y poder, seguramente podrán vencer al mal que se ha apoderado de Hilda; después de decir esto, Mime cae muerto. Ikki le dice a Shun que tome el Zafiro de Odín y que se adelante. Cuando Shun se ha ido, Ikki felicita a Mime, pero lamenta no poder cumplir con el último deseo de Mime; y después también cae Ikki en la nieve.

 

 

En el palacio Guarumara, Syd de Mizard y Sigfrid de Dube desconfían de Alberig de Megures, ya que al parecer, Alberig quiere juntar los Zafiros de Odín para él mismo y así conseguir la espada Valmur de Odín para vencer a Hilda de Polaris y coronarse como gobernante de todo Asgard. Mientras tanto, Marin (entrenadora de Seiya) llega a la cabaña donde se encuentran Fler y Kiki. Fler le cuenta a Marin sobre un peligro oculto y Marin decide ir a avisarles a los Caballeros del Zodiaco.

 

 

En el bosque, Alberig espera a los Caballeros de Atena para eliminarlos, pero ve pasar una sombra y la ataca. Esta sombra es Marin, que se dirigía al palacio Guarumara. Marin ataca a Alberig, pero su poder no es nada ante la Coraza Amatista de Alberig. Así, Marin queda encerrada en la coraza. Seiya de Pegaso llegó y al ver la prisión de Marin, atacó sin piedad a Alberig.

A punto de ser derrotado, Alberig le dice a Seiya que si lo mata, Marín nunca saldrá de la Coraza Amatista, la cual le quitará toda su energía hasta dejarla en los huesos. Seiya se distrae por un momento y Alberig lo aprovecha para encerrarlo en la Coraza Amatista. Ahora Alberig tenía su Zafiro de Odín y el Zafiro que Seiya le quitó a Toll de Fegda.

Hyoga del Cisne llega al bosque y ve como están encerrados Marín y Seiya. Alberig invoca a la Espada de Fuego y ataca a Hyoga. Herido por la batalla con Hagen de Merak, Hyoga no puede con el poder de Alberig y cae. Cuando Alberig lanza su poder Coraza Amatista contra Hyoga, llega Shiryu de Dragón y con su escudo evita el poder de Alberig. Sin fuerzas, Hyoga cae en el suelo y Alberig tiene dos de los siete Zafiros de Odín más el suyo.

Alberig ataca a Shiryu con la Espada de Fuego, pero Shiryu ejecuta su Dragón Naciente y logra quitarle la espada a Alberig. Shiryu le dice a Alberig que saque a sus amigos de las Corazas Amatistas, pero Alberig lo ataca con su técnica Fuerzas de la Naturaleza. De pronto, Shiryu es atacado por los árboles que lo rodeaban y aunque se intenta defender, es golpeado severamente.

Shiryu recuerda que su maestro le contó que varios años atrás, peleó con un Guerrero de Asgard. Este Guerrero lo atacó con el poder Fuerzas de la Naturaleza, pero su maestro se hizo uno con la naturaleza y evitó el ataque, derrotándolo. Shiryu hace lo mismo y evita el ataque de Alberig. Como su técnica Fuerzas de la Naturaleza no funcionó, Alberig usa la Coraza Amatista, pero el escudo del Dragón logra evitarla. Ambos peleadores se encuentran empatados.

Shiryu se quita la armadura del Dragón y Alberig lo ataca con la Coraza Amatista, pero Shiryu la esquiva y golpea con su Dragón Naciente a Alberig. Shiryu sabía que si se quitaba el escudo del Dragón, Alberig lo atacaría con la Coraza Amatista, poder que ya había visto en varias ocasiones Shiryu. Con Alberig muerto, Seiya y Marin salen de las corazas que los aprisionaban. Shiryu y Marin le dicen a Seiya que siga adelante y Shaina llega para ayudar a Marin. Así, Seiya y Hyoga avanzan al palacio Guarumara con cinco Zafiros de Odín.


 



Seiya y Hyoga llegan al palacio Guarumara y se encuentran frente a Syd de Mizard. Cuando Seiya se prepara para atacarlo llega Shun y les dice que sigan adelante mientras él pelea con Syd. Seiya y Hyoga avanzan mientras Andrómeda se queda peleando. Shun lanza sus cadenas contra Syd, quien las evita usan una ventisca de aire frío. Con sus cadenas congeladas, Shun se quita su armadura y se prepara para atacar con su Tormenta Nebular.

En otro lado, Marin le cuenta a Shaina sobre el secreto oculto de Syd de Mizard que le había contado Fler, la hermana de Hilda. Al enterarse, Shaina se dirige al palacio Guarumara para advertir a los Caballeros del Zodiaco. En el palacio, Shun ejecuta su Tormenta Nebular y Syd ataca con su Impulso Azul. A pesar de la fuerza del ataque de Syd, Shun comienza a tomar ventaja. De pronto alguien lanza su poder contra Shun, pero una sombra lo intercepta.

 

 

Shun logra vencer a Syd, pero ve a Shaina herida en un brazo. De pronto, una voz le explica a Shun que si esa mujer no se hubiera atravesado, ya estaría muerto. Shaina se da cuenta que lo que le dijo Marin era verdad, existe otro Guerrero Sagrado de Zeta a parte de Syd. Entonces aparece Bud, Guerrero Sagrado de Arkor de Zeta. Bud es el hermano gemelo de Syd y también fue convocado como Guerrero Sagrado de Zeta y sombra de Syd de Mizard.

Syd y Bud fueron los hijos de una de las familias nobles de Asgard. Por haber nacidos gemelos, sus padres se vieron obligados a escoger entre uno de los dos, pues se creía que los gemelos traían mala fortuna a la familia. Fue así como uno de los niños fue abandonado en la nieve, para que el frío le arrebatara la vida. Una pareja de campesinos lo encontró, le salvaron la vida y lo tomaron como su hijo. Como testigo de su origen, sólo quedó una fina daga con el nombre Bud en ella.

Años más tarde, mientras Bud perseguía una presa, se encontró con sus padres y su hermano. Syd cambió a Bud la vida de un conejo, por una daga que llevaba en el cinto y que era igual a la que él usaba. Desde ese día, Bud decidió ser mejor que su hermano y entrenó mucho tiempo, pero cuando fue llamado para ser el Guerrero Sagrado de Arkor de Zeta, se dio cuenta que Syd había sido llamado antes, para ser el Guerrero Sagrado de Mizard de Zeta.

Cuando los Guerreros Sagrados se fueron, Bud habló con Hilda, quien le dijo que debería proteger a su hermano Syd como su sombra; pero si Syd moría, entonces Bud sería el único Guerrero Sagrado de Zeta. Ahora con Syd vencido, Bud era el nuevo Guerrero Sagrado de Zeta. Mientras tanto, Hilda le cuenta a Sigfrid sobre Syd y su hermano gemelo Bud. Sigfrid no puede entender como pudo permanecer desapercibido durante tanto tiempo.

Shaina intenta atacar a Bud, pero él utiliza su técnica Garra de la Sombra del Tigre Vikingo y la vence. Cuando Bud ataca a Shun, aparece el Fénix para defender a su hermano. Bud le cuenta como fue él quien venció a Aldebarán de Tauro en el Santuario. Cuando Syd lo atacó, Aldebarán pudo esquivar la Garra del Tigre Vikingo de Syd; pero Bud, quien miraba desde lo más alto de la casa de Tauro lo atacó por la espalda y Aldebarán no pudo esquivar ese golpe.

Bud se prepara para acabar con Shun, pero aparece el Fénix para salvar a su hermano. Bud se burla de ellos e Ikki lo ataca con el Golpe Fantasma del Fénix. Bud es dañado por el golpe del Fénix y recuerda que no odia a su hermano Syd, ya que siempre lo protegió como su sombra, incluso cuando Shun estaba a punto de vencerlo. Bud se prepara para atacar a Ikki, cuando Syd se levanta y sujeta al Fénix para que no esquive el golpe de Bud.

Syd le dice a Bud que lance su golpe, pero si Bud lo hace Syd morirá también. Syd le explica que no importa, ya que él merece ser el Guerrero Sagrado de Zeta. Bud lo piensa, y no lanza su golpe. Syd cae muerto y Bud levanta su cuerpo para llevárselo. Antes de salir del palacio, Bud le dice al Fénix que espera que logren sacar a Hilda del hechizo del Anillo de los Nibelungos, para poder vivir en un mundo donde los hermanos no tengan que odiarse.

Sentada en su trono, Hilda no puede creer que casi todos sus Guerreros Sagrados han sido vencidos por los Caballeros de Atena. De pronto, una canción inunda toda la sala y una voz le dice a Hilda que los Guerreros Sagrados son unos inútiles.


 



Afuera del palacio Guarumara, frente a la estatua de Odín, Seiya y Hyoga se encuentran a Sigfrid de Dube, el último Guerrero Sagrado de Asgard por vencer. Seiya y Hyoga atacan a Sigfrid, pero sucumben ante el poder Espada de Odín de Sigfrid. Seiya se levanta y vuelve a atacar, pero su poder no es nada contra la Ventisca de Dragón de Sigfrid. Seiya no puede creer que Sigfrid sea el guerrero legendario de la leyenda.

Se cuenta que el legendario Sigfrid derrotó al dragón de dos cabezas y al bañarse en la sangre del dragón, Sigfrid se volvió inmortal. Cuando Sigfrid peleaba con Seiya, apareció Shun y atacó con su cadena de Andrómeda, pero también cayó ante la Espada de Odín de Sigfrid. Con todos los Caballeros de Atena casi muertos, Sigfrid canta victoria cuando aparece Shiryu de Dragón para enfrentarlo.

Usando toda su fuerza, Shiryu logra ver el golpe Ventisca de Dragón de Sigfrid y lanza su golpe contra el corazón de Sigfrid. Shiryu le explica a Sigfrid que sólo le marcó a Seiya su punto débil para que logre derrotarlo. Shiryu recuerda que, cuando el legendario Sigfrid se bañó en la sangre del dragón de dos cabezas, una hoja cayó en su espalda al nivel del corazón. evitando que la sangre de la inmortalidad tocara ese lugar. Así, un día cuando el legendario Sigfrid tomaba agua, uno de sus enemigos le clavó una lanza en esa zona y Sigfrid murió.

Ya sin energía, Shiryu cae al suelo y Seiya se prepara para atacar a Sigfrid. Sigfrid ejecuta su Ventisca de Dragón y Seiya su Golpe de Meteoro. Sigfrid es golpeado varias veces y cae derrotado. Seiya se prepara para quitarle a Sigfrid su Zafiro de Odín, cuando escucha una melodía en flauta y aparece un nuevo guerrero.

Este guerrero es Sorrento de Sirene, uno de los Generales Marino del Templo de Poseidón. Su misión era llevar a Hilda y a Sigfrid con Poseidón. Los Caballeros de Atena se enteran que fue Poseidón quien le puso el Anillo de los Nibelungos a Hilda, en su plan para dominar el mundo de la superficie. Sorrento explica que esperaban que los Guerreros Sagrados vencieran a Atena, pero parece que no pudieron con sus Caballeros.

Seiya no puede dejar que Sorrento se lleve a Hilda, ya que sin ella no podrán salvar a Atena. Seiya ataca a Sorrento, pero él comienza a tocar la Melodía de la Muerte y hechiza a Seiya. Sin poderse defender, Seiya recibe el golpe de Sorrento con toda su fuerza. De pronto, Sigfrid se levanta y se acerca a Seiya. Levantando su brazo, Sigfrid golpea su armadura y se quita su Zafiro de Odín para entregárselo a Seiya. Sigfrid voltea y se prepara para atacar a Sorrento y por fin salvar a su diosa Hilda.

La música de Sorrento también hechiza a Sigfrid. Para evitar oírla, Sigfrid se rompe los tímpanos, pero aún sordo puede oírla, ya que la Melodía de la Muerte entra directamente al cerebro. Sorrento se lanza contra Sigfrid y lo atraviesa con su mano, pero cuando trata de sacarla no puede. Con una técnica muy parecida al Ultimo Dragón de Shiryu, Sorrento aprisiona a Sorrento y se lo lleva a las estrellas. Ahora con los Siete Zafiros de Odín, Seiya sólo tiene que llamar a la espada Valmur para quitarle a Hilda el Anillo de los Nibelungos y así salvar a Atena, pero Hilda de Polaris no se da por vencida tan fácilmente.

 

 

Usando el poder de su lanza, Hilda ataca a los Caballeros de Atena, pero Seiya de Pegaso logra ponerse de pie y se dirige hacia la estatua de Odín. Para evitarlo, Hilda usa su lanza contra Seiya, pero se atraviesa Ikki de Fénix y recibe el golpe de la lanza de Hilda para que Seiya invoque a Odín. Hilda usa el poder del Anillo de los Nibelungos para atacar a Seiya, justo cuando el Pegaso pedía ayuda a Odín. El golpe del Anillo de los Nibelungos empuja a Seiya al borde del abismo y lo tira, pero para sorpresa de Hilda de Polaris, Seiya sale del abismo con la misteriosa armadura de Odín y la espada Valmur en su mano.

Hilda trata de defenderse con el Anillo de los Nibelungos, pero la espada Valmur es mucho más poderosa. Seiya duda de blandir la espada contra Hilda, pero el mismo dios Odín le dice que no tema y que salve a Hilda del poder del Anillo de los Nibelungos. Con un sólo golpe, Seiya corta el Anillo de los Nibelungos e Hilda cae desmayada. Apenas recobró la conciencia, Hilda empezó a orar a Odín para que todo volviera a la normalidad y así salvar a Atena.

La batalla de Asgard ha terminado. Hilda, Fler, Kiki y los Caballeros de Atena corren al lugar donde Atena estaba evitando el deshielo de los polos. De pronto, el mar alrededor de Atena se agita y una ola enorme se lleva a Atena. No hay duda, Poseidón no se ha dado por vencido en su meta de dominar el mundo de la superficie y ahora los Caballeros del Zodiaco deben ir al Santuario del Mar para salvar a Atena y vencer a Poseidón, dios de los siete mares.

 

 


Después de librar la batalla con los Guerreros Sagrados de Asgard, los Caballeros del Zodiaco deben ir al Santuario del Mar y rescatar a Atena de las manos de Poseidón, dios de los siete mares, quien la secuestró.

Hilda y su hermana Fler guían a Seiya y a Shun a la entrada al reino marino de Poseidón. En uno de los mares congelados de Asgard, se crea un remolino, el cual es la única entrada al reino de Poseidón. Seiya y Shun se lanzan al remolino y cruzan el mar hasta llegar al fondo del mar. Ahí se dan cuenta que pueden respirar, ya que el mar ha quedado arriba de ellos como si fuera el cielo. De pronto, Seiya y Shun escuchan una bella melodía y la siguen.

 

 

Siguiendo la música, Seiya y Shun se encuentran con Tittis de Sirena. Tittis les explica que ella se encargará de vencerlos y utiliza su técnica Trampa de Coral. El coral alrededor de Seiya y Shun empieza a crecer y a aprisionarlos, pero Seiya lanza su Golpe de Meteoro y destruye todo el coral. Cuando Seiya se prepara para atacar a Tittis, aparece Dragón de Mar, uno de los Generales Marinos del Santuario de Poseidón. Con sus guerreros, Dragón de Mar ataca a Seiya y a Shun.

En el Santuario del Mar, Atena despierta y se da cuenta que está acostada en una habitación. De pronto entra una persona que la saluda; Atena reconoce a esa persona como Julián Solo. Atena recuerda que la última vez que vio a Julián fue cuando Saori Kiddo (alias Atena) asistió a la fiesta de cumpleaños de Julián. Este le propuso matrimonio a Saori, pero ella con todo respeto se negó. Julián nunca entendió esto.

Ahora, así como Saori Kiddo es la reencarnación de Atena, Julián Solo es la reencarnación del dios Poseidón. Atena le pregunta a Poseidón si fue él quien puso el Anillo de los Nibelungos a Hilda de Asgard, a lo que Poseidón no responde. Poseidón explica que el mundo se ha manchado y que ahora piensa limpiarlo inundando todo lo de la superficie, pero quiere salvar a Atena ya que aun desea casarse con ella. Atena una vez más lo rechaza y le dice que peleará por su mundo. En respuesta, Poseidón encierra a Atena en el Soporte Principal y comienza a inundarlo.

Por otro lado, Seiya y Shun sienten el poder de Poseidón. Dragón Marino entiende lo que ha pasado y le dice a Tittis que les explique a los Caballeros de Atena qué deben hacer. Después de esto, Dragón marino se va. Seiya lo trata de seguir, pero Tittis lo detiene y les comienza a explicar:


 



Atena ha sido encerrada dentro del Soporte Principal, el cual sostiene el mar que esta por encima de ellos. El Soporte se está inundando con el agua que debería estar cayendo en la superficie, este el sacrificio que está haciendo Atena por su mundo. La única forma de salvarla, es destruyendo el Soporte Principal; el problema es que el Soporte Principal es indestructible. La única forma de destruir el Soporte Principal es destruyendo los Siete Pilares de los siete mares; estos Pilares están protegidos por los Siete Generales Marinos de Poseidón. Destruir los Pilares es casi imposible y destruir el Soporte Principal (aun con los Siete Pilares destruidos) es totalmente imposible, así que los Caballeros de Atena tienen que apurarse antes de que se le acabe el aire a Atena.

 

 


Para ahorrar tiempo, Seiya y Shun deciden separarse. Seiya llega a uno de los pilares, pero cuando lanza su Golpe de Meteoro contra él, aparece uno de los Generales Marinos y lo sujeta. Este General Marino es Dian del Caballo Marino y le dice a Seiya de Pegaso que si quiere tirar este pilar debe vencerlo primero. Seiya ataca a Dian, pero sus meteoros rebotan antes de alcanzar su objetivo. Dian utiliza su técnica Vientos Huracanados contra Seiya, la cual es muy escandalosa, pero poco efectiva.

De pronto, Dian se da cuenta que la armadura de bronce de Seiya comienza a brillar como una armadura dorada. Seiya explica que los sagrados Caballeros Dorados de Aries, Tauro, Leo, Virgo y Escorpio dieron parte de su sangre para repara sus armaduras de bronce y que ahora son más poderosas. Con su Golpe de Meteoro, Seiya empieza a debilitar la barrera protectora de Dian hasta que logra golpearlo. Seiya le dice a Dian que su técnica de defensa es muy parecida a la que usaba Misty, el primer Caballero de Plata que enfrentó Seiya.

Con Dian derrotado, Seiya ataca al Pilar, pero sus golpes más fuertes no logran ni siquiera mellarlo. Cuando Seiya decide arriesgarse y lanzarse contra el Pilar, aparece Kiki con la caja de la armadura dorada de Libra, la cual había enviado el maestro de los Cinco Picos para ayudar a los Caballeros de Atena. Usando uno de los escudos dorados, Seiya logra destruir el Pilar y sigue su camino; Kiki también avanza ya que es el encargado de llevarles a todos los Caballeros las armas doradas de Libra.

 

 

Por otro lado, Shun llega a uno de los Pilares y se enfrenta al General Marino Eo de Scylla. Shun recuerda que según las leyendas, Scylla es un monstruo del mar con cuerpo de mujer que llama a los barcos con su dulce cantar, pero bajo su falda se encuentran seis bestias que atrapan a los marineros para que Scylla se los coma después. Eo ataca a Shun con sus seis poderes (abeja, oso, águila, serpiente, murciélago y lobo), pero sus ataques son sólo de advertencia y cuando Eo se prepara para acabar con Shun, éste se defiende con su cadena.

Eo no puede entender como Shun logra evitarlo, a lo que Shun le contesta que, como ya vio todas sus técnicas, ahora no podrá vencerlo con ellas. Eo se da cuenta de su error y trata de defenderse pero la armadura de bronce y las cadenas de Andrómeda comienzan a brillar como una armadura dorada. Eo es atrapado (ya que Shun no tiene intensiones de matarlo) cuando llega Kiki con las armas de Libra. Shun toma un par de chacos dorados y ataca al Pilar, pero Eo se interpone y muere. Dos de los Siete Pilares indestructibles han caído y ahora Hyoga de Cisne y Shiryu de Dragón se unen a la batalla.


 



Shiryu llega a uno de los Pilares y enfrenta a Krista de Krisao y su lanza dorada que puede cortar todo. Shiryu trata de defenderse con su escudo, pero la lanza de Krista lo atraviesa. Muy herido, Shiryu oye la voz de Shura de Capricornio en su mente, quien le dice que esa lanza no es nada contra el Dragón, ya que el poder de la espada sagrada Excalibur habita en el brazo derecho de Shiryu.

Shiryu vuelve a atacar a Krista y esta vez el escudo del Dragón detiene el ataque de la lanza de Krista, ya que comienza a brillar como el oro. Shiryu sujeta la lanza dorada y trata de golpearla con el poder Excalibur, pero no la logra romper. Shiryu se da cuenta que confía demasiado en la armadura y por eso no puede despertar su Séptimo Sentido para poder usar el golpe Excalibur, así que se quita su armadura y evita todos los ataques de Krista hasta llegar cerca de él. Shiryu sujeta la lanza dorada, levanta su mano y ejecuta el poder Excalibur, partiendo en dos la lanza dorada y la armadura de Krista.

Sin su lanza, Krista se sienta y ejecuta un nuevo poder para dejar a Shiryu sin sus cinco sentidos. Shiryu va perdiendo ventaja, ya que tiene que golpear siete puntos estratégicos para poder romper la posición de Krista. Ahora ciego, Shiryu se concentra y logra ver que los puntos están en línea, así que ejecuta la técnica Excalibur y logra vencer a Krista de Krisao. Kiki llega con la armadura de Libra y Shiryu utiliza una espada dorada para destruir el Pilar.

 

 

Son tres Pilares, pero aun faltan cuatro más. Hyoga va caminando y cree que se ha perdido porque no encuentra el Pilar. Cuando por fin llega, ve a su maestro Camus de Acuario enfrente del Pilar. Camus se alegra de ver a Hyoga, pero Hyoga sabe que su maestro murió en la batalla de las Doce Casas del Zodiaco y lo ataca. Camus esquiva el ataque y hace la Ejecución de Aurora para demostrarle a Hyoga que es el verdadero.

Hyoga cae ante el poder de Camus, pero se alegra al ver que su maestro está vivo. Cuando Hyoga tiene la guardia abajo, Camus lo golpea en el cuello y Hyoga se desmaya. Seiya sigue buscando otro Pilar y cuando llega a uno de los Pilares, ve a Marin, su entrenadora en Grecia y posiblemente su hermana perdida. Marin le explica que ha venido por él, ya que Poseidón es demasiado poderoso para que lo puedan vencer. Seiya desconfía de ella y Marin se quita la máscara para decirle la "verdad" a Seiya.

Marin le dice a Seiya que se hizo pasar por su entrenadora, pero que en verdad ella es Seika, la hermana mayor de Seiya. Seiya se sorprende y cuando Seika lo abraza, Seiya reconoce a su hermana. Cuando Seiya tiene baja su guardia, Seika lo ataca y se transforma, pero Seiya ya no puede ver quien lo atacó. Shun llega a uno de los Pilares y ve a Seiya y a Hyoga tirados frente al Pilar. Shun se acerca y su cadena de Andrómeda indica la presencia del enemigo... precisamente atrás de Shun.

 

 

Shun voltea, pero en lugar de ver al guardián del Pilar, ve a su hermano Ikki del Fénix. Shun se alegra de ver a su hermano mayor, de pronto Ikki ataca a Shun, pero la cadena de Andrómeda lo salva del golpe. Shun no entiende el por qué su hermano lo atacó, y en ese momento "Ikki" se transforma. Entonces Shun se da cuenta que fue engañado (al igual que Seiya y Hyoga) por el General Marino Kaza de Leugnades, quien tiene la capacidad de leer los pensamientos de sus enemigos y crear imágenes de las personas a las que quieren.

Ahora en su forma original, Shun ataca a Leugnades y lo aprisiona con su cadena. Pero Leugnades se vuelve a transformar en Ikki y Shun no puede atacar a su propio hermano. Ikki/Leugnades se acerca a Shun y se prepara para matarlo, cuando aparece el verdadero Caballero del Fénix. Leugnades se transforma en Shun y ataca a Ikki, quien lo detiene atravesándole el corazón. Leugnades acusa a Ikki de no tener corazón al atacar a su "hermano menor".

Ikki le contesta a Leugnades que como puede juzgarlo sin corazón, si él mismo usa los sentimientos de los demás como ventaja. Leugnades ve dentro de Ikki y ve que se ha equivocado, ya que la persona que más quiere Ikki es una muchacha llamada Esmeralda, la misma que murió durante su entrenamiento en la Isla de la Reina Muerte. Pero ahora Leugnades está demasiado dañado para poder usarla en su contra. Kiki llega y le da a Ikki una de las armas de Libra para destruir el Pilar.

Kiki está feliz porque ahora con Ikki podrán destruir los Pilares mucho más rápido, pero Ikki le dice que no tiene tiempo para destruir los Pilares y que se dirige al Templo del Mar por la cabeza de Poseidón. Hyoga se levanta y se pone en marcha para destruir los Pilares y así ayudarle a Ikki. Shun también se levanta para ir hacia otro Pilar.


 



Hyoga llega a uno de los Pilares restantes y se encuentra con Isaac, un viejo amigo suyo que ahora es el General Marino de Kraken. Hyoga recuerda que Isaac era su compañero y juntos entrenaban en Siberia con su maestro Cristal. Isaac le contaba a Hyoga sobre Kraken, un monstruo del mar que hundía los barcos de todas las personas que no eran inocentes y como Isaac quería tener ese poder.

Isaac quería convertirse en el Caballero del Cisne para hacer justicia en el planeta y se enojó mucho cuando Hyoga le confesó que él quería ser un Caballero para poder romper el hielo que aprisionaba la tumba de su madre. Cuando pudo romper el hielo del lago donde estaba hundido el barco de su madre, Hyoga se lanzó al mar y fue llevado por una corriente de agua. Isaac sabía que esto podía pasar y se lanzó a ayudar a su amigo. Usando todo su poder, Isaac pudo sacar a Hyoga pero él fue llevado por la misma corriente de agua.

Durante su recorrido, Isaac se lastimó su ojo y creyó ver a Kraken; al final despertó en el Santuario del Mar y se convirtió en un General Marino. En venganza, Isaac lastima el ojo de Hyoga y lo ataca con su poder Aurora Boreal. Hyoga soporta el ataque y lo contesta usando el poder Ejecución de Aurora de su maestro Camus de Acuario. Isaac cae derrotado, pero antes de morir le dice que el plan de dominar al mundo no es de Poseidón, sino de uno de los Generales Marinos. Hyoga no puede creer esto.

 

 

Kiki llega y le da a Hyoga un arma de Libra para que destruya el Pilar. Sólo faltan dos Pilares e Ikki se dirige al Templo de Poseidón, pero es interceptado por Dragón Marino. Ikki le pregunta el por qué no se encuentra custodiando su Pilar, a lo que contesta que no es necesario ya que los Caballeros de Atena nunca podrían destruirlos todos. El cosmo del Dragón de Mar se le hace conocido a Ikki e incluso cuando el Dragón Marino lo ataca reconoce el tipo de ataque.

Ikki le pregunta quien es en verdad y el Dragón Marino se quita su casco, revelando su identidad. Ikki lo reconoce como Saga, el Caballero Dorado de Géminis que murió al finalizar la batalla de las Doce Casas del Zodiaco. Dragón Marino le dice que no lo confunda con su estúpido hermano. Kanon es el General del Dragón Marino y hermano de Saga. Kanon explica a Ikki que su hermano Saga tiene dos caras (la buena y la mala), pero él sólo tiene una cara (la mala). Kanon ataca a Ikki con la Explosión de Galaxias y luego utiliza su técnica Triángulo Dorado para mandar a Fénix a otra dimensión.

Nota: Por estar protegidos por la misma constelación (Géminis, los gemelos), los poderes de Saga y su hermano Kanon son muy parecidos. Aunque no se ve en esta parte de la serie, Saga y Kanon pueden ejecutar la técnica Explosión de Galaxias y el poder Triángulo Dorado de Kanon es muy parecido a la técnica A Otra Dimensión de Saga.

 


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Shun siente como el cosmo de su hermano Ikki desaparece y se levanta para ir a destruir los Pilares que faltan. Kanon está feliz porque los Caballeros de Atena están casi derrotados. De pronto, Kanon escucha la melodía de la flauta de Sorrento de Sirene (¿qué no se supone que murió con Sigfrid de Dube de Alfa?). Sorrento le comenta a Kanon sobre su preocupación de que posiblemente el emperador Poseidón no había desatado la guerra contra el Santuario de Atena. Kanon le dice que se preocupa demasiado y Sorrento le pregunta directamente si es él quien quiere desatar la guerra con la superficie.

Kanon se acerca a Sorrento, quien empieza a temblar, y le dice que no sea curioso. En ese momento, Sorrento y Kanon siente un cosmo muy poderoso que se acerca a los últimos dos Pilares que ellos defienden, así que cada uno va a su Pilar. Shun llega a uno de los dos Pilares y escucha la flauta de Sorrento de Sirene. Shun se extraña, ya que el Guerrero Sagrado Sigfrid de Dube de Alfa de Asgard murió para matar al General Marino Sorrento de Sirene. Sorrento le explica a Shun que antes de que explotara Sigfrid, Sorrento logró liberar su mano aprisionada y hechizo a Sigfrid para que lo soltara y así salvarse.

Shun intenta atacar a Sorrento con su cadena, pero la Melodía de la Muerte de Sorrento de Sirene es muy poderosa y logra evitar el ataque de las cadenas de Andrómeda. Con la Melodía de la Muerte, Sorrento destruye la armadura de Shun. Shun usa su Tormenta Nebular para inmovilizar a Sorrento, pero Shun no quiere matarlo. Sorrento no planea tener compasión por Shun y cuando lo va a matar, escucha a Atena que está cantando aunque esta encerrada en el Soporte Principal. Sorrento entiende el sacrificio de Atena y deja que Shun destruya el Pilar con las armas de Libra.

 

 

Por otro lado, Kanon está custodiando su pilar cuando aparece Ikki de Fénix. Kanon se sorprende que haya sobrevivido a su poder Triángulo Dorado, a lo que Ikki le explica que una vez venció el poder A Otra Dimensión de Saga de Géminis, cuyo poder es más grande. Usando el poder del Golpe Fantasma del Fénix, Ikki golpea a Kanon y lo hace ver su peor pesadilla.

Kanon recuerda los días en los que entrenaba en el Santuario con su hermano Saga, hace más de 16 años. Un día, Kanon le comentó a Saga que debían matar a la reencarnación de Atena ahora que apenas había nacido y así dominar ellos el Santuario. Saga no estaba de acuerdo y lo encerró en una prisión a nivel del mar que se inundaría cuando subiera la marea. Kanon estuvo a punto de morir, pero un cosmo lo protegía para que siguiera vivo.

Un día, Kanon golpeó una pared de su prisión y encontró el un tridente con el sello de Atena. Al quitárselo, Kanon fue llevado al Santuario del Mar, a un cuarto donde estaban todas las armaduras de los Generales Marinos y ahí encontró un jarrón con el mismo sello de Atena. Kanon rompió el sello y el espíritu encerrado en el jarrón salió y se puso dentro de la armadura de Poseidón. El espíritu era del dios Poseidón y fue encerrado en el jarrón de Atena hace miles de años. Poseidón le preguntó a Kanon quién era y Kanon, viendo las armaduras a su alrededor, le dijo que era el Dragón Marino.

Poseidón estaba muy débil, por lo que se metió en el cuerpo de Julián Solo, quien en ese entonces era un niño, para dormir y le pidió a Dragón Marino que lo despertara cuando Julián tuviera 16 años. Kanon nunca despertó a Poseidón ya que así dominaría tanto el Santuario del Mar como el Santuario de Atena.

 

 

En el palacio de Poseidón, Shaina (Caballero Femenino de la Cobra; antes enemiga, ahora enamorada de Seiya) ataca a Poseidón con su técnica sin mucho éxito. Poseidón le quita su máscara y la mata. Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun están muy dañados, pero aun así se dirigen al palacio de Poseidón. En el último Pilar que queda de pie, Kanon no quiere que ataquen a Poseidón, porque la pelea podría hacer que el dios Poseidón que duerme en el cuerpo de Julián Solo, despierte de su sueño.

Seiya y sus amigos llegan frente a Poseidón, pero cuando lo intentan atacar son fácilmente vencidos por el poder de Poseidón. Cuando Poseidón está por acabarlos, la armadura dorada de Sagitario aparece y se la pone Seiya. Con su poder aumentado, Seiya utiliza su Golpe de Meteoro contra Poseidón, pero todos sus golpes se regresan contra de él. Seiya saca la flecha dorada de Sagitario y la apunta contra Poseidón, pero al dispararla Poseidón la regresa y se clava en el corazón de Seiya.

Poseidón piensa que ha ganado, pero la armadura dorada protegió a Seiya y se vuelve a poner de pie. Seiya vuelve a apuntar la flecha dorada y dispara. La flecha vuelve a regresar, pero Shaina se interpone entre Seiya y la flecha. Shaina le pide a Seiya que vuelva a intentarlo, ya que ella será su escudo. Seiya vuelve a lanzar la flecha y ésta vuelve a regresar pero ahora es Shiryu quien se interpone. Shiryu y Hyoga han llegado y le dicen a Seiya que ellos serán su escudo.

 

En el último Pilar, Ikki y Kanon siguen peleando hasta que aparece Sorrento de Sirene y ataca a Kanon con la Melodía de la Muerte para que Ikki pueda destruir el último Pilar. Sorrento está dispuesto a acabar con Kanon por haber traicionado a todos los Generales Marinos, pero Ikki lo detiene ya que todavía tiene una pregunta que hacerle a Kanon. El Fénix necesita saber la única forma de vencer al dios Poseidón y sólo Kanon la sabe.

En el palacio de Poseidón, Seiya usa toda la cosmo energía que le queda y la de sus amigos para volver a disparar la flecha dorada. Esta vez, aunque Poseidón la intenta controlar, la flecha golpea la corona de Poseidón y Julián Solo cae. Ya con todos los Pilares destruidos, Seiya y sus amigos se dirigen corriendo al Soporte Principal para destruirlo y salvar a Atena. En el camino, una ráfaga de energía los ataca por la espalda y sólo Seiya la resiste por la armadura dorada. Al voltear, Seiya ve a Poseidón, pero su energía ha crecido más de 40 veces. El verdadero dios Poseidón se ha despertado.

Kanon siente la enorme energía que sale del palacio y se da cuenta que al fin, Poseidón se ha despertado. Sin poder llevar acabo sus planes, Kanon golpea con fiereza a Ikki, pero Sorrento lo detiene. Una vez más, Ikki le pregunta a Kanon el lugar donde se encuentra el jarrón de Atena para poder encerrar de nuevo a Poseidón. Kanon le dice a Ikki que el jarrón se encuentra en el lugar más seguro de todo el Santuario del Mar. El jarrón de Atena se encuentra con Atena dentro del Soporte Principal.

 

 Fin

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