Castillo de Butrón

	El Castillo de Butrón juega a la fantasia, incluso hay quien piensa que es un castillo irreal, exótico, porque su estilo no encaja en el enclave en el que se ubica. Y puede ser. Lo único cierto es que desconcierta su fisonomía, y llama tanto la atención que es imposible no querer abordar algunas de sus torres. Cosa que, por cierto, se puede hacer desde 1994, año en que fue rehabilitado para su explotación turística y cultural. También ecológica, porque, a parte de evocar el medievo y los sones de las armas que forjaron las historias de Bizkaia, el Castillo de Butrón se enmarca en un paraje con un bosque centenario, donde habilita una poblada y variada fauna de aves y pequeños mamiferos.
Es un castillo grácil y esbelto. y por ello, también es bello. Pero antes de adentrarse en los rincones oscultos de esta mágica construcción, se torna obligado establecer el apunte histórico. El Catillo de Butrón ha sido un protagonista indiscutible de la Baja Edad Media en Bizkaia. Su primera torre data de mediados del siglo XIII, época en la que fue findado el solar familiar. Se cuenta que el primer señor de Butrón fue Juan Pérez, descendiente por línea directa de los señores de Bizkaia. En aquel entonces, y tal como narran las crónicas, las familias de la nobleza tendían en agruparse en dos bandos por razones de parentesco.
	En Bizkaia, oeran oñaninos, o eran gamboínos. Cada bando perseguía ser más que el contrario y por este fin se justificaba todo: incursiones guerreras para apoderarse de las cosechas, saqueo de armas y bienes, destrucción de torres o casas fuertes..... Son años de batallas, marcando el siglo XV el apogeo de las luchas de banderizos, de los alardes, de los duelos de los que fue testigo el Castillo de Butrón. Pero las banderías llegan a su fin y con ellas, también, se acaba el esplendor del castillo, que pierde susentido defensivo. Entra así en un olvido de 300 años. De hecho, al final de la promera guerra Carlista, el castillo es, desmochado por los liberales y alquilado, posteriormente, a labradores ycampesimos, que le dan un aire más doméstico.
En 1849 hereda los titulos y tierras de Butrón el Marqués de la Torrecilla, don Narciso de Salabert y Pinedo, quien al casarse en 1857 con una insigne vizcaína, hija de los Marqueses de Valmediano, decide, en su honor reconstruir el castillo y encarga la obra al arquitecto Francisco de Cubas y González Montes, Marqués de Cubas.Las obras comienzan en 1879, aprovechándose la parte baja de la torre, los cubos y las murallas, pero adaptando el estilo al del romanticismo decimonónico. Después, de transformarán las tierras en un parque de especies exóticas traídas de todas partes del mundo.
	El visión del conjunto del Castillo de Butrón destaca, sin lugar a dudas, la torre situada sobre la puerta principal, con cubierta de pizarra, rematada con un juego de veletas y cresterías de zinc, y flanqueada de cuatro torrecillas conopiales, llamadas escaraguaitas. El conjunto es de inspiración gótico francés, aunque a más de uno le ha hecho recordar a los castillos bávaros, en especial al de Rey Luis II de Baviera. Merece también atención la entrada, donde se advierte los 4,60 metros de gorsor de la muralla que sitúa al visitante en la segunda mitad del siglo XV. Y toca su laberíntica organización interna, con un sin fin de escaleras y corredores.
Hay que curiosear en la mazmorra, donde los señores de Butrón retenían y torturaban a sus prisioneros, en el pozo, en el patio de armas, en la planta noble, en la antigua capilla..... Un castillo, por tanto, a descubrir.