Estudios Biblicos
¿SOMOS SALVOS SOLO POR LA FE?
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El mundo religioso se ha visto seriamente lesionado por doctrinas nefastas que se han ido propagando e introduciendo de tiempo en tiempo, hasta lograr tal punto de afianzamiento que nadie se atrevería por un momento en dudar que su origen no se encuentra en las Sagradas Escrituras como son las doctrinas de : a) Salvos por la fe sola. b) No se puede caer de la gracia. Ambos puntos, cuyos orígenes estuvieron en hombres como Agustín, Martín Lutero y Juan Calvino, entre otros pensadores de la época, fueron extendiéndose entre los distintos creyentes de tal manera, que ambas doctrinas se hicieron interdependientes entre sí. Los cristianos del primer siglo sin embargo, creían que las obras, o sea la obediencia, desempeña un papel esencial en la salvación. Ante esto, muchos hoy en día señalan por lo tanto, que aquellos cristianos estarían enseñando que la salvación se gana por las obras; por lo que de manera enfática y rotunda decimos que !No¡. Ellos supieron y destacaron que la fe es esencial para la salvación y que sin la gracia de Dios nadie se salva. Lo anterior podría aparecer como una aparente contradicción al señalar que uno es salvo por las obras y luego se dice que se es salvo por medio de la gracia o la fe, pero no hay contradicción, muchos teólogos han convencido al mundo religioso acerca de lo que se llama "el Dilema Falso", en donde dicen que hay sólo dos posibilidades en cuanto a ser salvo: o es el don de Dios o es el premio que ganamos por las obras. Este es un dilema que tiene su origen en la mente humana, por su manera de pensar . Los cristianos primitivos comprendieron a cabalidad que un don siempre es un don aunque se conceda a uno a condición de que se obedezca. Dios a querido darlo sólo a aquellos que le aman y le obedecen, (Jn 9:31) "Dios no oye a los pecadores, pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad a ese oye." ¿Eso es tan difícil de entender? Veamos algunos textos:
Ahora, Efe.2:8-9 dice"que somos salvos por gracia por medio de la fe y eso no de nosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe". Pero también las Escrituras dicen (Stgo.2:24) "...el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe". Algunos aceptan la primera de estas declaraciones, pero niegan la segunda, sin embargo los cristianos del primer siglo daban igual valor a ambas declaraciones. Ellos no creyeron que el hombre está totalmente depravado y que es incapaz de hacer lo bueno; al contrario, ellos enseñaron que los hombres sí somos capaces de obedecer a Dios y amarle, pero es imposible sin la ayuda de Dios. La obediencia entonces no dependería sólo del poder humano o de Dios, sino de una combinación de ambos elementos. De gracia Dios ofrece a todos el don de un nuevo nacimiento lo cual nos hace hijos de Dios y herederos de la promesa de la vida eterna. No tenemos que alcanzar cierto nivel de justicia primero, pero para eso, nosotros también desempeñamos un papel en nuestra salvación:
Que Dios le bendiga, son los deseos de los miembros de la Iglesia de Cristo
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