Cortesia de la Iglesia de Cristo-Pedregal Panamá
Estudios Biblicos
DURMIENDO DURANTE LA TORMENTA
REGRESE AQUIA LA PAGINA DE TEMAS

INTRODUCCION
Muchos ven en los milagros de Jesús, sólo asombrosas narraciones que nos entretienen, pero que son hechos que ocurrieron en un momento determinado, a gente determinada y por razones puntuales.
   Pero los milagros de Jesús pueden Dejarnos valiosas lecciones, lecciones que si aplicamos a nuestras vidas, nos ayudarán a entender mejor el carácter de Dios y el propósito de Dios para con nosotros.
   La tempestad en el mar de Galilea ese día era muy fuerte, tran grandes las ondas que la barca había comenzado se había comenzado a llenar de agua. (Verso 37)
   Fue en ese momento que los discípulos comenzaron a pedir auxilio, ellos tuvieron miedo, quizá pánico, cuándo clamaron ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?. ( verso 38)
   ¿Dónde estaba Jesús mientras esto pasaba ¿, La Biblia nos dice que en medio de
   Esa gran tempestad, Jesús estaba durmiendo. (verso 38).
   ¿Qué pasó con la barca, los discípulos y Jesús? Vamos a leer el texto completo, Marcos 4:35-41

¿Qué aprendemos de este milagro?
Antes, en el mismo capítulo 4 de Marcos, se registra que Jesús había estado enseñando casi todo el día. Aunque nos gusta leer acerca de los milagros de Jesús, son las palabras de él, las que nos juzgarán en el día postrero. (Juan 12:48) Por eso se registra aquí la historia de la tempestad, para enseñarnos que el poder divino de Jesús sobre la naturaleza, prueba la autoridad de sus enseñanzas. Sí el mar y el viento le obedecen ¿Cuánto más debemos hacerlo nosotros?.
   El obedecer trae incalculables bendiciones a nosotros.
   Nos da el privilegio de recibir en nuestras vidas el Esp. Santo. (Hechos 5:32, compare Hechos 2:38)
   Purifica el alma (1ªPedro 1:22)
   Nos da el privilegio de la salvación (Hebreos 5:9)
   El desobedecer trae trágicas consecuencias, nos priva del privilegio de gozar del descanso eterno (Hebreos 3:18) y nos hace merecer la ira de Dios. (Efesios 5:6)
La segunda lección que aprendemos de esta historia es que viene gran paz al corazón del que pone su confianza en Dios.
El hombre siempre trata de aferrarse a algo o alguien para confiar, esto es aún más notorio cuando hay alguna catástrofe, o el hombre se ve enfrentado a alguna amenaza.
Hay hombres que confían en si mismos o en sus riquezas. (Salmos 52:7; 44:6; Proverbios 11:28.
   Confiar en el hombre trae ruina (Jeremías 17:5,6).
   Confiar en Dios trae bendición (Jeremías 17:7,8).
El hombre tiene paz porque confía en Dios. (Salmos 125:1,2).
   Los que caminan con Dios están seguros (Proverbios 3:21-26)
   Son bienaventurados (Salmos 40:4)
Jesús podía dormir tranquilo en medio del peligro porque sabía que su Padre del cielo estaba al control de todo. Uno de sus discípulos, Pedro, también aprendió esta lección.
Años más tarde Pedro fue perseguido por el rey Herodes (Hechos 12:1-6) Herodes había matado a espada a Jacobo (Verso 2) de manera que Pedro sabía que se enfrentaba a un ser despiadado y por lo tanto su vida corría serio peligro. Pero a pesar de esto,(estar en peligro de muerte) de los soldados, las cadenas, (verso 4,5) Pedro dormía (verso 6). Y debe haber estado durmiendo placidamente ya que el ángel tuvo que tocarlo para despertarle (verso 7)
No duermen así los del mundo (Eclesiastés 2:23)
   A veces es el resultado de los afanes del mundo (Proverbios 23:1-5)
   A veces es el pecado que molesta a su conciencia
   Desde luego, hay pecadores que duermen bien, pero no porque sus corazones estén bien con Dios, sino porque están cauterizadas sus conciencias. (1ª.Timoteo 4:2)

Conclusion
Ahora hermano:
   ¿Duerme usted bien?
   ¿Duerme bien o se preocupa de los afanes de este mundo? Jesús dice, "venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar (Mateo 11:28,29)
   Estas palabras son verdaderas porque vienen de un hombre que podía dormir durante la tempestad.
   Necesita usted obedecer al evangelio para hacerse Cristiano, Si lo hiciere dormirá mejor esta noche


Que Dios le bendiga, son los deseos de los miembros de la Iglesia de Cristo