Cortesia de la Iglesia de Cristo-Pedregal Panamá
Estudios Biblicos
LA CENA DEL SEÑOR
REGRESE AQUIA LA PAGINA DE TEMAS


¿CUANDO DEBEMOS TOMAR LA CENA?

    La "Cena del Señor" I:Cor. 11:20, es un acto solemne de adoración en la que los cristianos conmemoramos el supremo sacrificio de Jesús.  Pablo dice que Jesús dijo, "Haced esto en memoria de mí" I.Cor. 11:24.

EXISTEN VARIOS MEMORIALES EN LAS ESCRITURAS:

1.    La Pascua, (ÉXODO 12:26-27)
    
2.    La Fiesta de Cabañas, (LEVÍTICOS 2. 3: 42-43)

3.    Guardar el Sábado, (DEUTERONOMIO 5: 15)

4.    Los Altares, (ÉXODO 17:13-16)

5.    Levantar Piedras, (JOSUÉ 4: 5-7)

    Hay, monumentos, estatuas, días festivos, fiestas y otras cosas que sirven para recordarnos de eventos y personajes importantes.

    Así también la cena del Señor fue establecida para recordarnos que cada primer día de la semana de la muerte de Jesús en "un lugar llamado Gólgota" (MATEO 27: 33). Es un acto conmemorativo: ni más ni menos, pero es de mucha importancia.

    "La muerte del Señor anunciáis hasta que él venga" I.Cor. 11:26.  Al participar de la cena recordamos y anunciamos su muerte y al mismo tiempo proclamamos que él volverá otra vez     "sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" Heb. 9:28.

LA INSTITUCIÓN DE LA CENA
¿Cuándo Instituyó?  "la noche que fue entregado" I. CORINTIOS 11: 23 Fue la noche cuando comió la última cena, la última pascua, con sus discípulos,  (MATEO 26: 17-20),

DOS ELEMENTOS
    Hay dos cosas que componen la cena el Pan sin Levadura, (MATEO 26: 17); y el fruto de la vid )jugo de uva). Se usó pan sin levadura porque la levadura simboliza la inmundicia I.Cor. 5:6-8. El Fruto de la Vid (Jugo de Uva no fermentada), no dice "Vino" en ninguno de los textos. La palabra vino significa tanto el jugo de uva, como el vino intoxicante;  pero la palabra no se usa nunca con respecto a la cena del Señor. Debemos hablar como la Biblia habla I. PEDRO 4: 11.

"BENDIJO"
    ¿Que hizo Jesús cuando "bendijo" el pan? (LUCAS 22:19) "Y tomó el pan y dio gracias". Bendecir el pan es dar gracias por él.

    "ESTO ES MI CUERPO..SANGRE" Es el lenguaje figurado. Gén.41:26 dice "Las siete vacas hermosas siete años son" DANIEL 8:21 "La cuarta bestia será un cuarto reino". DANIEL 8:21 "El macho cabrío es el rey de Grecia". I. CORINTIOS 10:4 "la roca era Cristo". GALANAS 4: 24 "estas mujeres son los dos pactos".

    En la Biblia las palabras "es" y "son" significan a veces "representar" o "simbolizar ". Jesús todavía no había dado su vida en la cruz cuando dijo esto.  l pan y la copa no pudieron ser, literalmente, su cuerpo y sangre.

    La cena del Señor, no es un "sacramento" palabras que ni siquiera están en las escrituras, no es un acto que sirve para perdón de los pecados ni para lavar o limpiar nuestra sangre de pecados,  sólo es un recordatorio una conmemoración, anunciar al mundo su muerte hasta que él venga. I. CORINTIOS 11: 26.

"LA COPA".
    La palabra "copa" se usa figuradamente y significa "fruto de la Vid" el líquido, el contenido, y no el vaso mismo: "habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros"--la "copa" se reparte (LUCAS 22: 17); "La copa de bendición que bendecimos" el fruto de la vid, no el recipiente   I. CORINTIOS 10: 16; "No podéis beber la copa del Señor"--la copa se bebe o se bebe el contenido  I. COR. 10:21; "bebieres esta copa" I. COR. 11:26.

    Es un error muy grande enseñar que el recipiente (copa) tiene significado, y que hay tres elementos en la cena del Señor que tienen simbolismo, (pan, jugo de la vid, copa o recipiente que contiene el fruto de la vid). La palabra "mesa" en I. COR. 10: 21, no significa, no se refiere a una mesa de madera, sino que se usa figuradamente y se refiere a la cena del Señor.

    El texto no dice "tomando la copa que contenía el fruto de la vid y dio gracias por ellos". La copa es el fruto de la vid.

"NO PARA REMISIÓN DE PECADOS"
    Dice Cristo "esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados" MATEO 26: 28.    

    La sangre de Cristo fue derramada para remisión de los pecados, y el fruto de la vid simboliza esta sangre.     Pero no comemos la cena del Señor para remisión (Perdón) de pecados.

    Algunos creen que deben ayunar y confesar sus pecados para poder tomar la cena, creyendo que este acto es para obtener el perdón de sus pecados.    

    Para todo acto de culto debemos acercarnos a Dios cada uno de nosotros "aprobado y que no tiene de que avergonzarse" (2º TIM. 2:15). con limpieza de vida y con reverencia "levantando manos santas" I. TIM. 2: 8.    Pero la cena del Señor es un recordatorio, ni más ni menos, conmemoramos la muerte de Cristo.
CRISTO DIJO;    

    "No BEBERÉ MAS de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi padre "(MATEO 26: 29).

    Los cristianos debemos entender que hoy en día cada vez que participamos de la cena del Señor, estamos con Cristo, pues, el "Reino" que es la iglesia se estableció el día de Pentecostés, y Cristo ya ocupó su trono a la diestra de DIOS (HECHOS 2: 30-33)., Cristo cena con nosotros en su reino que es su iglesia, "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo".  (APOCALIPSIS 3: 30).

"MI SANGRE DEL NUEVO PACTO"    
    La sangre de Cristo, simbolizada por el fruto de la vid en la cena del Señor, confirmó el nuevo pacto o el nuevo testamento que significan lo mismo.    Al tomar la cena manifestamos que estamos bajo el nuevo pacto (HEBREOS 9:17-20).
    
    El Antiguo Testamento fue confirmado con la sangre de animales, pero el Nuevo Testamento fue confirmado con la Sangre de Cristo.
    
    Los que enseñan a que se debe diezmar, tocar instrumentos de música en el culto, guardar el sábado, quemar incienso, tener sacerdotes especiales, buscar un reino terrenal, etc., están en error porque menosprecian el pacto sellado con la sangre de Cristo, y prefieren el pacto sellado con la sangre de animales.

COMUNIÓN DE LA SANGRE, DEL CUERPO.
    Dice Pablo I CORINTIOS 10: 16. "La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?"      La palabra "comunión" significa participación.
Dice el ver. 21 "No podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios".

    Los hermanos que se encargan de la mesa del Señor deben explicar que al participar de la cena, participamos de los beneficios del sacrificio de Cristo, y nos identificamos como miembros de su cuerpo. Siendo partícipes de su mesa, tenemos que abandonar toda participación de la mesa del pecado.    No podemos comer de dos mesas. Como dice Pablo en (2º CORINTIOS 4: 14) "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos...¿que comunión la luz con las tinieblas?".

NO TOMAR INDIGNAMENTE
"Cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí" I. CORINTIOS 11: 27-29.

    Existe una práctica común entre algunos miembros de la iglesia de Cristo, de no tomar la cena cuando se sienten indignos de participar. Estos están consientes de haber tenido problemas en la vida diaria, debilidades, tropiezos durante la semana, etc., y se sienten indignos y no quieren comer y beber juicio para sí mismos. No quieren agregar otro mal o incurrir en más transgresiones.    

    Desde luego, debemos arrepentirnos de todo pecado, confesando específicamente los pecados de los que estamos consientes de haberlos cometido, y también de aquellos pecados cometidos y no estamos consientes de haberlos hecho. Dice Pablo que "aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor" I. CORINTIOS 4: 4.

    Pero la necesidad del arrepentimiento, de la confesión de pecado y el pedir perdón no se relaciona en forma especial con el participar de la cena--si no somos dignos de participar en la cena, tampoco somos dignos de participar en los cantos e himnos, orar, y ofrendar.    

    Pero hay hermanos que asisten al culto el día Domingo para orar, cantar, ofrendar y oír la palabra -- pero rehusan tomar la cena pensando que son "indignos" de hacerlo. Estos entienden mal la enseñanza de Pablo.
    
    Para entenderla bien debemos de leer I. COR. 11: 20-22., Dice Pablo "Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Que os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo".
    
    Los Corintios convirtieron la cena del Señor en una fiesta común, no la tomaban pensando, recordando el sacrificio de Cristo, menospreciaban a los hermanos pobres, y se embriagaban. La conducta de ellos era escandalosa desordenada y en ese ambiente no era posible tomar la cena del Señor. El mismo contexto describe cómo se puede tomar "indignamente" la cena del Señor.

    La práctica de ellos no tenía nada que ver con "discernir el cuerpo del Señor" comían y bebían juicio (condenación para sí mismos).

    Había disensiones entre ellos. Se juntaban para dividirse en grupos. No practicaban "comunión" sino "separación". Y no se reunían para discernir el cuerpo y la sangre de Cristo, sino para llenar sus estómagos.

    Nosotros podemos caer en este error si hay desorden en la iglesia, los miembros que no son reverentes y no concentran la atención en el sacrificio de Cristo cometen este error.  Si estamos distraídos, si hay personas entrando y saliendo o causando estorbos y no hacemos ver el error podemos caer bajo la misma denuncia de Pablo hacia los corintios.
    
    Pero Pablo no dice "El que come y bebe sin ser digno", sino que dice "el que come y bebe indignamente". Todo cristiano sincero está consiente de sus flaquezas, y sabe que es indigno del Señor, pero si uno no es digno de tomar la cena, tampoco es digno de orar, cantar, ofrendar. La cena no es ninguna clase de "sacramento", y no es para la remisión de pecados. Simplemente es un sencillo acto para conmemorar la muerte de Cristo.

¿A QUIEN SERVIR LA CENA?
    No es correcto que los hermanos encargados de pasar el pan y el fruto de la vid escojan a quién servir y a quién no. Ellos no son jueces de las vidas y los corazones de la gente. Los servicios son públicos, según I. COR.  14: 23 puede haber visitantes incrédulos, no conocedores de la palabra y si éstos quieren cantar, orar, participar del estudio u ofrendar, no se le puede prohibir.  Si quieren participar de la cena, no deben ser excluidos o prohibido.    Los hermanos encargados de repartir Biblias, himnarios, la cena, recolectan la ofrenda, no tiene que sentirse responsables del servicio que los visitantes (o hermanos infieles) ofrezcan a Dios. Debemos enseñar y luego dejar el asunto en las manos y conciencia de ellos y su Dios.

¿CUANDO TOMAR LA CENA?
    I. COR. 11: 26. "Todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa", sin  especificar el tiempo para hacerlo.
De este texto muchos han concluido que la iglesia misma puede decidir en cuanto, al tiempo y frecuencia para tomar la cena. Existen grupos religiosos que la realizan una vez al mes, otros una vez en el año. Pero Pablo no da tal libertad, porque el dice "todas las veces" es para dar énfasis a la necesidad de siempre tomarla en manera correcta.

    Hay un solo texto en las Escrituras del Nuevo Testamento que nos dice cuando tomar la Cena : (HECHOS 20: 7) "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba".

    Este texto contesta la pregunta, ¿verdad?, en este texto contesta la pregunta, Cuándo debemos tomar la cena? aprendemos cuál fue la práctica establecida por los apóstoles, inspirados como embajadores de Cristo.    No hay otro texto que autorice otro día para tomar la cena. El primer día de la semana queda autorizado por el ejemplo apostólico; no existe otro texto bíblico que autorice otro día.

    Es cuestión de escoger entre ejemplo apostólico que nos da autorización bíblica, o la opinión humana (la tradición de las iglesias)

LECTURAS BÍBLICAS QUE PUEDEN SER LEÍDAS ANTES DE TOMAR LA CENA
    Muchas veces los hermanos encargados de dirigir la cena del Señor leen textos muy apropiados, con frecuencia se leen MATEO 26: 17-29; HECHOS 20: 7; 1º CORINTIOS 11: 23-26; MARCOS 14: 22-25.

    Es muy recomendable que también se lean textos que narran los detalles del sufrimiento y muerte de Cristo, por ejemplo: MATEO 27: 32-50; MARCOS 15: 21-41; LUCAS 23: 13-49; JUAN 19: 17-30; ISAIAS 53; 1º PEDRO 2: 21-25.

    Dice Hechos 20: 7  "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba".

    Sin lugar a dudas, esta parte del culto es muy importante, mereciendo la atención cuidadosa de cada miembro, los que predican, los que enseñan, los que se encargan de servir la cena, deben prepararse bien, para que este acto reciba la importancia, la relevancia que merece, para la gloria de Dios, y para la edificación de la iglesia.    

    A través de este estudio hemos podido ver que la cena del Señor no puede ni debe ser servida fuera del horario que la iglesia ha establecido para reunirse; ya que los discípulos del Señor se han marchado y la iglesia no se encuentra reunida en su totalidad como cuerpo.

    Tampoco debe ser servida en otro lugar (Casa Hermano enfermo) ya que el Señor sabe que el enfermo no puede concurrir a reunirse con los demás discípulos; y por consecuencia el Señor no le juzgará por esto.

    Si alguna visita asiste a la reunión de la iglesia y se bautiza, por lo general queda sin participar de la cena del Señor, pero él lo sabe y no es necesario que se le haga participar de la cena en una forma especial, ya que el horario que la iglesia se reúne como tal, ha terminado y no es correcto hacer un evento aparte con el recién bautizado, para que tome la cena del Señor, porque no tenemos ningún mandamiento directo, ejemplo apostólico y/o ejemplo aprobado, en las Escrituras para hacerlo.


¡Que el Señor nos ayude a participar de la cena del Señor de acuerdo a su santa voluntad!.


Que Dios le bendiga, son los deseos de los miembros de la Iglesia de Cristo