Cortesia de la Iglesia de Cristo-Pedregal Panamá
Autores Extranjeros
La Adoración y
El Vestuario
por Luis Seckler
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Aquel joven tenia unos veinticinco años de edad. Sus tristes ojos estaban enmarcados por largos y desordenados cabellos y por una barba descuidada. Llevaba camisa de franela, pantalones desgastados y tenis color blanco sucio.
¡ Pero realmente increíble era que estaba sirviendo la mesa del señor!

Este joven también era diferente de otra manera. Por su oración. No uso ninguna de las frases comunes y corrientes, o palabras que uno puede anticipar, o algún acto litúrgico considerado como ortodoxo. La suave cadencia de su voz fluía de un corazón sufriente; un corazón que sufría porque Jesús había sufrido por el; un corazón que estaba luchando en contra de lo negativo y lo vanal, con un autoexamen rara vez visto en publico. Cuando termino de orar, los ojos de la congregación estaban llenos de lagrimas. Algunos habrían sus bocas expresando sorpresa. Todos los corazones habían sido tocados por un acto que con gran frecuencia se ha convertido en un ritual sin significado.

De esto hace unos seis años, pero lo recuerdo como si hubiera sucedido el domingo pasado. Aquel día aprendí muchas lecciones y agradezco a dios que me lo haya permitido. Una de las cosas por las que estoy mas agradecido es que ese joven no estaba en una iglesia en donde alguno de sus miembros le hubiera dicho "lo siento, pero tendremos que buscar un substituto para ti hoy. No te pusiste saco y corbata."

Ya que afirmamos que solo hablamos donde la Biblia habla, seguramente habrá algún versículo que se aplique a este asunto. ¿Cómo fue que descubrimos cual es el uniforme adecuado para las reuniones de la iglesia? La verdad es que no hay nada de ello en la Biblia. La Biblia habla de pudor, pulcritud y consideración por los demás. Nos dice como podemos ser como Cristo, no como estar a la moda.
Aun así, sabemos cual es la manera adecuada de vestir. Entrar al local de reuniones con algo que no este de acuerdo con "lo que debe ser" es herejía.

Nos hemos acomodado al mundo de la religión institucionalizada, por lo que hemos alejado a las personas que necesitamos alcanzar. ¿Cuántas personas no quieren ir al local de cultos porque sienten que su ropa no es la adecuada? Es como cuando alguien se viste de informal y al llegar a una fiesta se da cuenta que es formal.
Así, nuestros visitantes se pueden sentir inferiores y fuera de lugar en nuestras reuniones dominicales.
¿Trataríamos por igual a alguien vestido con harapos y a alguien vestido con ropa fina y elegante?
Santiago usa el ejemplo del anillo de oro y la túnica fina para hablar del mismo asunto (Santiago 2:2)

El vestirse de manera especial para ir a la iglesia es una tradición humana que ha sido equiparada con la ley de dios. ¿Has oído alguna vez cual es la justificación que se da para requerir cierta manera de vestir? "¿Necesitamos darle a dios lo mejor de nosotros!" ¿Por qué nuestra manera de vestir seria lo mejor que podríamos darle a dios si solo lo hacemos por un par de horas a la semana?  Además, ¿quién dice que es lo mejor? "Dios no ve lo que el hombre ve, porque el hombre solo ve la apariencia externa, mas el señor ve el corazón" (Samuel 16:7). No, no  estamos vistiéndonos para impresionar a dios.

Explícita o tácitamente, los requerimientos de vestido contribuyen para algunas cosas que deberíamos eliminar:

1. Conformidad: el mensaje es claro. Si quieres formar parte de esta fraternidad, tendrás que encajar en ella, ser igual a los demás, esto engendra parcialidad. "¿No es verdad que han hecho discriminación entre ustedes y se han hecho  jueces con pensamientos perversos?" (Santiago 2:4)

2. Formalidad: la Biblia no prescribe formalismo para la asamblea. Orden, si, pero solemnidad formal, no. Al haber adoptado el formalismo institucional, nuestras reuniones no están estructuradas para lograr la unidad solidaria. El vestir formalmente exige actitudes formales. El gozo y el amor fraternal tienen que esperar para una mejor ocasión.

3. Superficialidad: al preguntarle a mi hijo de nueve años, quien por primera vez vestía saco y corbata para asistir a la reunión dominical, que tal le había ido en la iglesia, me respondió: "todo mundo dijo que me veía muy bien". Mientras "nos veamos bien", ¿habrá alguien que nos pregunte que esta sucediendo en nuestro corazón?. Hemos creado un fe de la "fachada", para reunirnos en una asamblea que tiene el propósito de adorar a dios y curar heridas.

4.Exclusividad: Jesús su llamamiento a los pobres y pisoteados. Consiente o inconscientemente hemos propagado la idea de que el cristianismo es para personas pudientes. Decimos que estamos unidos por una fe común, pero ¿ de veras estaremos unidos? ¿Habrá un verdadero sentimiento de igualdad entre nosotros?

Todavía siento el dolor que sentí hace varios años cuando una hermana, quien no había estado asistiendo a los servicios, me pidió que orara por ella porque quería regresar a reunirse con regularidad. En privado me dijo que había dejado de asistir porque había tenido cirugía en sus pies y solo podía usar tenis. Esta hermana, habiendo sido miembro de la iglesia casi toda su vida, me dijo: "¡hasta que punto hemos llegado!".

De una vez que alguien siente que somos demasiados "sociables", "que siempre nos reunimos para comer". Pero aclaramos que "la iglesia es algo mas que comida". Pero nunca he oído a nadie que diga que la iglesia es algo mas que el vestido. ¿Hay algo malo con la ropa? Por supuesto que no, y ese es el punto. No hay ninguna razón para que fuera un tema de discusión.

El calor de nuestra hermandad y la profundidad de nuestra devoción no depende de nuestra manera de vestir. La ropa casual y cómoda quizá no la sintamos como de "iglesia", pero ya es tiempo de que en la asamblea veamos personas, no a simples nombres como Pierre Cardin. El mundo dice que "como te ven te tratan". En cambio, Dios dice: "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es el" (Proverbios 23:7) ¿a quien le estamos haciendo caso?

Gracias y que Dios te Bendiga con Paz y armonia!