Cortesia de la Iglesia de Cristo-Pedregal Panamá
Estudios Biblicos
LOS HIJOS
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INTRODUCCIÓN
Génesis 1:28, "y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla".
Salmos 127:3, "Herencia de Dios son los hijos..."
No hay falta de hijos en el mundo, pero sí hay gran escasez de hijos bien criados, obedientes y respetuosos.

ES NORMAL QUERER A LOS HIJOS
"Sin afecto natural", una característica de los depravados, Romanos 1:31; II. Timoteo 3:3
la mujer tiene instinto materno. Le duele suprimirlo.
El aborto es homicidio y una abominación delante de Dios.
Sara, Raquel, Ana, Elisabeth, querían más que nada tener hijos.
I. Tim. 5:14, "que... se casen, críen hijos, gobiernen su casa".

DEBE HABER AMOR INTENSO POR LOS HIJOS
Tito 2:4, "amar a sus hijos"
Aun los recién nacido saben si hay amor, y aun pueden morir sin ello.
El amor provee todo lo necesario: alimento, abrigo, educación secular y espiritual, disciplina, diversión, protección, aliento, y actividad social.
El amor requiere mucho de los padres: mucho tiempo, mucha atención personal, mucho sacrificio, mucha paciencia y mucho valor.
El amor aprueba y alaba al hijo bueno y obediente. Esto le alienta mucho y promueve la obediencia.

DEBE HABER DESARROLLO COMPLETO DE LOS HIJOS
Luc. 2:52 "Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia"
Deben desarrollarse intelectualmente. Esto incluye la educación práctica de algún oficio. Para los judíos el no enseñar al hijo algún oficio equivalía a enseñarle a ser ladrón.
El desarrollo físico requiere que se abstenga del alcohol, de las drogas, de tabaco, del exceso de comer, y de la flojera.
Es también importante el desarrollo, social; los hijos deben sostener una buena relación con otros, y los padres deben guiarles en esto.

DESARROLLO ESPIRITUAL DE LOS HIJOS
Efesios 6:4, "criadlos en disciplina y amonestación del Señor".
La enseñanza espiritual es la responsabilidad de los padres.
La iglesia ayuda, y los hijos deben estar en todas las reuniones y clases bíblicas, pero la iglesia no sustituye a los padres en la dirección espiritual de los hijos.
El ejemplo de los padres es la enseñanza más importante.
Deben poner buen ejemplo en su vida diaria, en su conducta, en su forma de hablar, en el trabajo, en la administración del dinero, y en todo.
En el hogar debe haber un ambiente de paz y amor, de armonía y cooperación, de madurez y responsabilidad. El ejemplo habla, y enseña.

Deben poner buen ejemplo en la asistencia a los servicios y clases bíblicas, en su participación en el culto y en la obra del Señor, y en ofrendar generosa y alegremente.
Una actitud buena es de suma importancia. Aunque los padres hayan llevado a sus hijos a los servicios toda su vida, éstos pueden apartarse del Señor si la actitud de los padres ha sido mala; por ejemplo, si criticaban a los hermanos, si se quejaban de todo, y hablaban solamente de problemas y disgustos en la iglesia.
Los padres son los maestros de sus hijos.
Génesis 18:19, Abraham "mandará a sus hijos... después de sí"
Deut. 6:5-9, "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarse, y cuando te levantes".
II. Tim. 1:5; 3:14-15, "trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también...persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras".
Es muy importante que los padres tengan clases bíblicas en el hogar con sus hijos, y que les animen a participar con comentarios y preguntas. Los hijos deben entender la voluntad de Dios y tener convicciones. Si los padres no sostienen estudios y conversaciones con sus hijos, no se puede saber si hay en ellos entendimiento y convicción. Los hijos deben expresarse.
"Cuando sus hijos pregunten..."Ex. 12:26; 13:14; Sal. 78:5-7. Desde luego,, cuando los hijos pregunten, los padres deben estar preparados y dispuestos a darles una buena explicación de las cosas de Dios.
Los hijos deben obedecer a sus padres, Efesios 6:1-3.
La lección primordial para los hijos es que deben obedecer y respetar a sus padres.
El ejemplo de Jesús, Lucas 2:51; Hebreos 5:8.
La obediencia es "mejor que los sacrificios", I. Samuel 15:22.
La obediencia de los hijos es "Para que te vaya bien"; es decir, es para el beneficio de los hijos mismos, Efes. 6:3; Deut. 21:18-21; I. Pedro 3:10-12.
El hijo obediente es el hijo sabio, Prov. 10:1; 13:1.
Otros "maestros" (influencias fuertes sobre nuestros hijos).
Los amigos, Prov. 1:10-18; I. Cor. 15:33.
Los maestros incrédulos en las escuelas de todo nivel, desde la básica hasta la universitaria, que hacen burla de la Biblia y enseñan la evolución. Estos, por ser muy "educados" (en sentido académico) ejercen una fuerte influencia sobre los niños y jóvenes, a veces antes de que éstos puedan distinguir entre la verdad y el error. Tales maestros son los peores traidores del mundo, porque traicionan a los niños y jóvenes que confían en ellos. Tales maestros son verdaderos agentes de Satanás.
Los padres son responsables por sus hijos. Tienen que prepararse y defender a sus hijos contra todos los enemigos de su vida y su alma; por ejemplo, la mala influencia de sus "amigos", la mala enseñanza de los maestros en la escuela, el cine, la televisión, los libros y revistas carnales, canciones mundanas, etc.

CONCLUSION
Los hijos son una gran bendición de Dios, y daremos cuenta a Dios por ellos. Recuérdese, "si alguno no provee para los suyos... ha negado la fe, y es peor que un incrédulo" (I: Tim. 5:8) Este texto se refiere al cuidado físico, pero ¿qué pensará Dios de los padres que no cuidan a de sus hijos espiritualmente?.
   Los padres deben proveer para sus hijos en todo sentido.
Prov. 22:6, "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él"; es decir, instruirle según su mentalidad, su carácter, su disposición y aptitudes; entrenarle con atención individual, y este entrenamiento llegará a ser su segunda naturaleza para que no se aparte de él.
   Esto da énfasis a lo que se ha presentado aquí: la necesidad de la atención individual a cada hijo para enseñarle y entrenarle conforme a su naturaleza individual. Cada hijo es único, es distinto, y requiere atención personal para su desarrollo integral.
   Si practicamos con maestros hijos esta clase de enseñanza y entrenamiento, llega a ser para ellos su manera normal de vivir y de pensar. Difícilmente se apartarán de ello, porque estarán habituados o acostumbrados a ellos. Lo harán casi sin pensar. Así como después que hemos aprendido algo bien (por ejemplo, nadar, computación, conducir un auto etc.), lo hacemos casi sin pensar, porque ya estamos bien acostumbrados a hacerlo, y el subconsciente se encarga de todo el proceso.
Los padres no deben dejar de preocuparse por sus hijos. Job 1:5, Job ofrecía sacrificios por sus hijos todos los días, "Porque... Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones".

Que Dios le bendiga, son los deseos de los miembros de la Iglesia de Cristo