LA FE
Hebreos 11:1
REGRESE AQUI
Quizás una de las palabras más usadas en el lenguaje religioso es la "Fe", por esta razón, en este artículo dedicaremos tiempo para analizar cuál es la fe viva que mueve montañas, nos lleva a la obediencia y es capaz de ayudarnos a resolver los problemas de nuestra alma. Las virtudes y la eficacia de una fe viva quedarán al descubierto en este pequeño tratado. Además, veremos cuál es la fe muerta; aquella fe inerte, ineficaz e incapaz de guiarnos a la íntima comunión con Dios. La mejor descripción de la palabra "Fe" está en la Biblia misma. Hebreos 11:1 dice: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Los hombres de Dios se distinguen por el andar con fe, dice 2 Corintios 5:7: "porque por fe andamos, no por vista". Además, la Biblia nos enseña cual es el proceso verdadero para adquirir la fe en Dios. Romanos 10:17, dice: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". LA FE Y LAS OBRAS: Santiago 2:14-26. Aquí encontramos muy claramente la diferencia entre los dos tipos de fe. Tenemos una fe con obras (de obediencia) que justifica ante Dios - verso 21 -. Tenemos una fe perfeccionada por las obras (de obediencia), - verso 22 -. Esta es la fe del amigo de Dios, ¡es la fe de justicia! - verso 23, Nehemías 9:8 y Juan 15:13, 14 -. Concluimos que la fe unida a las obras está viva, como el cuerpo unido al alma está vivo (Santiago 2:26). LA FE SIN LAS OBRAS: También hay una fe sin obras que está muerta, verso 17 y 20; hay una fe de los demonios, verso 19; hay una fe que es de los hombres vanos, verso 20. Esta es fe de creencia y convicción, pero no de acción, esta es una fe imperfecta; pues, no ha sido perfeccionada por las obras de la obediencia a Dios. LA FE QUE MUEVE A LA OBEDIENCIA A DIOS: La obediencia es la obra esencial de la fe. Así entendemos que Abraham fue justificado ante Dios. La obediencia ante Dios "no debe tener límite". La obra de la fe de Abraham fue la de obedecer todo el mandamiento de Jehová. Esta es la fe de convicción y conversión. Abraham tuvo que dejar: su tierra, su parentela, la casa de su padre, fue a tierra desconocida; vivió como extranjero en su propia tierra, por fe (Génesis 12:1, 5-6; 15:13;). OTROS EJEMPLOS DE FE VIVA, FE PERFECTA: Noé hizo todo lo que Dios le demandó y halló gracia ante los ojos de Jehová. (Génesis 6:8). Fue llamado Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones (Génesis 6:9). "Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó". (Génesis 6:22). Dijo luego Jehová a Noé: "Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación" (Génesis 7:1). LA VERDADERA FE BASADA EN LA OBEDIENCIA A LA PALABRA DE JESÚS: Lea primero Juan 4:43-54. Al principio el oficial del rey creía en la presencia de Jesús y al último cree en la palabra de Jesús. En ese mismo instante cuando Jesús le dijo: "Ve, tu hijo vive", Jesús concedió el deseo del padre. La expresión "tu hijo vive", significa "no morirá". Ahora la fe del oficial era probada aún más. Había creído el testimonio acerca de Jesús; ¿creerá ahora la misma palabra de Jesús?, ¿Qué pensará y qué hará?, ¿Esperará por algún tiempo preguntándose que hacer?, ¿Creerá lo que Jesús le acaba de decir?. En su gran angustia, sin duda este hombre habrá tenido sus propios pensamientos, su propia idea de lo que él quería. Rogó que Jesús descendiese y sanase a su hijo y si Jesús hubiera ido en persona a su casa para sanarlo, el padre podría haber visto en ese instante con sus propios ojos que su hijo estaba sano y bueno; pero Jesús requería una fe muy grande. No desciende con él, y solamente le dice: "ve, tu hijo vive". Este padre, tan afligido, tan angustiado, en ese momento no podía ver a su hijo para saber si todavía estaba a punto de morir o si había sanado. Tenía solamente dos opciones: Creer a Cristo y volver a su casa con la confianza de que su hijo había sanado o de otro modo, volver desesperado a su casa para esperar la muerte de su hijo. El oficial tomo la decisión de creer: "creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue". La fe verdadera actúa: "se fue", no se detuvo insistiendo en que Jesús le acompañara a su casa. No se detuvo para disputar con Jesús. El oficial quería tener plena seguridad de que sanara y ahora. ¿Cuál era su consuelo? Una sola cosa: La palabra de Jesús. Este hombre creyó a Cristo dejó de pedir y se fue. LA FE BÍBLICA Y LA OBEDIENCIA A DIOS SON INSEPARABLES: En Romanos el apóstol escribió: "A todos los que están en Roma, amados de Dios", según capitulo 1:7. Entonces, en - versículo 8 - Pablo les dijo: "primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo". Además en Romanos 16:19, Pablo les dijo a los ancianos en Roma: "Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal". Lo que dice Pablo de su fe en - capitulo 1:8 -, lo dice de su obediencia en el - 16:19 -, probando que la fe viva que "vale" y de la cual habla Pablo es la fe que obedece "todo" lo que Dios manda. El que no obedece, no tiene fe en la palabra (confianza) de Dios. Al principio de este folleto nos propusimos mostrar el contraste de la fe viva y la fe muerta. Creemos haberlo conseguido mostrando solamente textos Bíblicos que nos hablan de la verdadera fe en Dios; y también de aquella fe que es ineficaz. ¡Ahora sólo quedará preguntarse! A la luz de las Escrituras: ¿Cuál es mi fe?, ¿Es mi fe una fe obediente o una fe sin obras de obediencia? ¿Y será mi fe como la de Abraham el amigo de Dios o una fe como la de los demonios y de los hombres vanos? "FE ES CONFIANZA EN EL PLAN DE DIOS".
Que Dios le bendiga, son los deseos de los miembros de la Iglesia de Cristo
|
||||||