En el principio, el deseo, la primera semilla de la mente, surgió en Eso. Los sabios, investigando en su corazón con sabiduría, hallaron las ataduras de la existencia en la inexistencia.

Sus (visiones) abarcaron lo mas profundo. ¿Qué había debajo?, ¿qué había encima? Existía la causalidad; había poderes: fuerzas descendentes, impulsos creadores.

¿Quién conoce la verdad? ¿Quién puede pronunciarse sobre el origen del nacimiento, sobre el origen de la creación? Los Dioses son posteriores a la aparición de este (mundo). ¿Quién, entonces, sabe de donde surgió?

(Rig-Veda X.129.4-6)  

 

Hathayogapradipika: Ujjavi

Inspirar suavemente por las fosas nasales y espirar también por las fosas nasales cerrando parcialmente la glotis a fin de frenar la salida del aire y emitir un sonido o zumbido sordo durante la espiración. La espiración debe ser completa y durará al menos el doble de la inspiración. Se repite entre cinco y diez veces. Entre inspiración y espiración se puede suspender el movimiento respiratorio reteniendo el aire con los pulmones llenos (mientras sea cómoda la retención), con el mentón recogido hacia el pecho y los esfínteres del ano contraídos.