Capítulo V

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CAPITULO V

Es ampliamente conocido por todos que la actual desintegración de la sociedad humana, evidenciada en la desintegración familiar, el propio individuo, etc. es el producto de que "la luz de la religión se ha extinguido de los corazones de los hombres, y ha conducido a la perversión de la naturaleza humana, su degradación, la corrupción y disolución de las instituciones humanas que revelan sus peores y mas repugnantes aspectos".
"El carácter humano se ha envilecido, su confianza vacila, la voz de la conciencia se apaga, el sentido de la decencia y la verguenza se obscurece, las concepciones del deber, de la solidaridad, de la reciprocidad y de la lealtad se distorsiona y hasta el sentimiento de paz, de alegría y de esperanza gradualmente se extingue" (13).
El desafío es revertir este proceso. La Casa Universal de Justicia menciona que "la transformación individual se traduce en transformación colectiva sin la cual esta última es imposible (14).
Se sabe también que "el hombre es el único ser entre las especies del mundo que ha alcanzado la libertad de poder escoger entre estos dos caminos; el seguir sus instintos animales con el bienestar material que esto le puede proporcionar, o negarse a ello y perseguir metas de mayor elevación humanitaria o espiritual (15). De acuerdo con Baines, lo que marca la diferencia de grado humano, o lo que diferencia a un ser humano de otro, es la conciencia.
También se hace evidente que una raza mas elevada está rápidamente levantándose de entre toda la humanidad y se levanta a través de su propia y peculiar comprensión del mundo y de la vida. Estos seres humanos están empezando a reconocerse unos a otros y de esa manera el problema social y político se resolverá de una forma muy diferente y en un plano distinto que no podemos imaginar. Esta raza es una raza de seres conscientes de si mismos (25).
Las bases de la unidad individual se establecen a través del desarrollo de la conciencia de sí mismo. Para acercarnos al tema de la unidad desde el punto de vista científico, se presentan estas ideas: "Si se ve el planeta Tierra desde fuera", como lo ven los astronautas, "se tiene el sentimiento de que todos los habitantes del mundo deben estar relacionados" (26).
"Si se construyera el árbol genealógico de dos personas y se doblan el número de ancestros por cada generación, multiplicando por dos: 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, etc., el pedigree personal podría abarcar toda la humanidad para la generación número 30, o sea que la pareja no está relacionada por el matrimonio solamente sino por sangre, porque en algún momento en el pasado compartieron los ancestros. A la generación No. 30 se tendrían 1,073,741,824 que es mas que la población de la Tierra 30 años antes.
Sin embargo, la gente no se junta al azar (sin importar el país, raza, clase o religión). Si estas barreras no existieran, en 35 o 40 generaciones podría ser que cada africano estaría mas cerca que el sobrino No. 51 de cada chino. Hermann Joseph Muller calculó que si se colectaban todos los núcleos de toda la esperma y óvulos de donde la humanidad ha surgido, podría representarse del tamaño de una aspirina. Mahoma decía: "Honra tus tíos que están hechos del mismo barro de Adam".
Además, las especies se relacionan: Las plantas son fertilizadas por los insectos; los animales se atraen a ciertos minerales, por ejemplo las ovejas australianas han muerto por la falta de una pequeña cantidad de cobalto en el suelo y otros animales por falta de unas trazas de cobre o manganeso" (26). Todo esto se menciona porque como se expresa en el libro "El Principito", los seres humanos solo creen en lo que se puede enumerar, por eso él numeraba los asteroides que había visitado. Pero también estos temas ilustran muy bien el principio de "unidad de la humanidad".
No hay una raza pura, ni cualquier raza que no esté relacionada con otra raza, pues si fuera así sería otra especie y las razas no son especies sino subespecies. Además la influencia de la cultura y el medio ambiente son evidentes en los seres humanos. Actualmente se reconoce que "existe una conexión entre el desarrollo físico y mental de los niños y niñas y el desarrollo económico y social de sus países (27). Actualmente también, si se enferma una persona, qué clase de enfermedad y qué clase de tratamiento recibe, depende mayormente de factores sociales (28). Somos orgánicos con el mundo que nos rodea.
Incluso la mente y lo espiritual se relacionan con el físico. Se puede curar mediante la fuerza magnética que actúa desde un cuerpo a otro... por efecto del magnetismo y por la impresión mental que se forma en el enfermo... también existe curación por medio del Espíritu Santo (29).
Las plantas nos ayudan a vivir ya que la única manera de transformar la energía del sol en energía vital es a través de la fotosíntesis; ni los vientos ni la energía atómica generan vida (30). La fotosíntesis tiene como fuente los fotones de luz que provienen del sol, la luz en planta divide el hidrógeno y el oxígeno (31). La tierra es un superorganismo metabolizante que mantiene su temperatura, humedad y otras características dentro de límites viables a pesar de los grandes y muchos cambios en su ambiente celestial. Es una cápsula espacial tan bien diseñada, que recicla todos los elementos para mantener la vida en el planeta, sin necesidad de que sus tripulantes se vayan a otro planeta a recargar baterías o a obtener alimentos. Las plantas dependen de la vida animal. El animal inhala el oxígeno que producen las plantas y la planta absorbe el óxido de carbono.
Con todas estas explicaciones se hace evidente que estamos todos relacionados. Que somos uno con nuestros semejantes y con la naturaleza. Que somos hechos del mismo barro. Incluso, miles de microrganismos habitan en nuestra piel, pestañas y dentro de nuestro cuerpo. Somos un universo en pequeño. Por eso quizá dijo Hermes Trimegisto "Como es arriba es abajo".
El principio de "unidad en diversidad" revelado en las enseñanzas bahá'ís, y debería enseñarse en todas las escuelas a fin de que se integren las naciones en una comunidad mundial. "La tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos" ha establecido Bahá'ulláh. Hay que enseñar a todos los seres de la tierra este conocimiento porque la opresión mayor es no tener acceso al conocimiento espiritual y no entender (por falta de alfabetización) la palabra de Dios (32).
También hay que ayudar a la humanidad, mediante este conocimiento espiritual, a encontrar un propósito en su existencia, que le de la motivación necesaria para desarrollarse como persona. Viktor Frank'l, psiquiatra vienés que fue arrestado y mantenido prisionero en un campo de concentración alemán, creador de la Logoterapia, descubrió la clave de tener un propósito, ya que eso fue lo que lo mantuvo vivo a él y sus amigos. Dice Frank'l que los líderes deben crear una visión que debe ser compartida por las masas y esta visión debe ser alentadora (33).
Finalmente hay que reconocer que "la religión es el mas grande de los medios para el establecimiento del orden en el mundo" (34). Que todos los hombres fueron creados para llevar hacia adelante una civilización en progreso continuo y que actuar como fieras salvajes no es digno del hombre (35).
No hay que hacer distinciones entre buenos y malos, entre sociedades desarrolladas y no desarrolladas (a algunas sociedades les faltan recursos económicos, pero otras son pobres en compañía, amor, etc. son comunidades de seres ricos pero solitarios y tristes). Una conciencia refinada puede sentir tras de una indeseable acción, un motivo escondido que es malo. Pero también sucede lo contrario, cuando una acción, no mala en apariencia, es el resultado de un pensamiento inadmisible (37).
La bancarrota financiera efectuará una reevaluación de los valores. La deformación de las religiones (existentes) dará como resultado una investigación acerca de un nuevo logro espiritual (5). La búsqueda de la verdad en forma independiente, otro principio Bahá'í se hace cada vez mas evidente. "La palabra de verdad, no importa en qué libro está registrada, debe ser aceptada. Si abrigamos el prejuicio, éste será la causa de privación e ignorancia (39).
Hay que despertar a nuestra realidad espiritual. "El espíritu, que en la terminología de los filósofos es la mente racional, envuelve a todos los seres y hasta donde la habilidad humana permite descubrir la realidad de las cosas y llegar a ser conocedor de sus peculiaridades y efectos, y de las cualidades y propiedades de los seres" (43).
Hay que desarrollar también los poderes del alma, entre ellos: 1. La función de coordinación de las funciones corporales, 2. La facultad mental del alma, 3. La facultad de la visión interna, 4. La individualidad, 5. La reflexión sobre las escogencias morales, 6. La felicidad espiritual, y 7) Inmortalidad. El alma necesita de la mente para descubrir las verdades porque en sí misma no decide.
Para educar bien la mente hay que despertar, para despertar hay que observarse a sí mismo para volverse consciente de sus acciones, y para descubrir la verdad con la visión interna necesitamos meditar y reflexionar sobre las palabras sagradas reveladas por Dios a través de sus Profetas. Necesitamos volvernos humildes para reconocer que si todavía no somos capaces de elaborar una flor completa con su perfume, en un laboratorio, debemos inclinarnos al Infinito en adoración, como lo hizo Einstein. Pero ante todo reconozcamos que estamos dormidos, que necesitamos despertar, que antes de morir deberíamos ser capaces de reconocer ese ser espiritual que mora en nosotros y conocernos a nosotros mismos. Ser auténticos pues si no, no valió la pena construir imperios como sonámbulos.


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CONCLUSIONES