UNA
HISTORIA PARA NIÑOS GRANDES
"Yo era todavía un
niño pequeño. Entre las muchas cosas que me deslumbraban estaba el viejo teléfono,
que en la época era una antigua caja de madera colgada en la pared, con el
auricular suspendido a su costado. Lo que más me intrigaba era que en su
interior vivía un pequeño genio, muy inteligente y amable que sabía todas
las cosas: la hora que era, el tiempo que haría al otro día, el horario de
los trenes, los teléfonos de los amigos de mis padres, y su amabilidad para
decir todo lo que mis padres deseaban comunicarles.
Deseaba mucho conocer el
nombre de este mago chiquito así que me puse a escuchar todo lo que mi madre
le decía, hasta que descubrí que ella lo llamaba:
"Informeporfavor". Las cosas mágicas siempre tienen nombres largos,
como "abracadabra".
Mi primer contacto con
"Informeporfavor" se produjo un día que nunca olvidaré, cuando mi
madre visitaba una vecina y me dejó solo por unos minutos. Yo aproveché para
bajar al sótano, en donde mi padre tenía su tallercito casero. Me puse a
golpear con el martillo hasta que me di tal martillazo en un dedo que este se
hinchó hasta parecerse a una morcilla. No ganaba nada con gritar como un
loco, pues en la casa no había nadie para escucharme. Pero entonces... que
maravilla!!! Me acordé del genio "Informeporfavor". Subí tan rápido
como pude, descolgué el teléfono y le hablé : "Informeporfavor".
En efecto, el estaba allí. Y además tenía una suave voz de mujer. Tal vez
en vez de un genio era una genia.
En cuanto me respondió, y
ya que había alguien para escucharme me puse a llorar con todas las ganas, y
como pude le conté lo que me pasaba. "Estaba sólo en la casa, y me había
golpeado un dedo, y..."Informeporfavor me preguntó "puedes alcanzar
en la nevera los cubitos de hielo". Le dije "sí, puedo".
Y me explicó que los aflojara bajo el chorro de agua, que sacara uno y
me lo pusiera sobre el dedo. Eso me hizo mucho bien y pensé que tal vez
"Informeporfavor" había hecho un poco de magia para ayudarme.
Desde entonces yo llamaba
en secreto a "Informeporfavor" para consultarla por todo: "Como
se deletrea y se escribe : "fijar". "Como se calcula el área
de un cuadrado". "Cual es la capital de España?" Y en
seguida, "Informeporfavor" me decía todo, con una paciencia
extraordinaria y me lo repetía si era necesario.
Pero creo que la mas
grande ayuda que Sally me dio, fue un día cuando mi adorado canarito apareció
muerto en su jaula. Eso me dolió mucho más que el martillazo en el dedo.
Llamé a "Informeporfavor" y le conté mi profunda tristeza. ¿Puede
usted explicarme, - le pregunté- cómo es posible que un pobre pajarito que
pasa el día cantando para alegrarnos a todos, termine un día caído sin
poder moverse, en el piso de su jaula ?
Pensó un momento, y luego
me dijo : "Tu sabes, hay otros mundos a donde ir a cantar"...
Aquellas palabras me consolaron porque imaginé al pajarito feliz, cantando en
otro mundo tal vez más lindo que el nuestro.
Un día, cuando ya habíamos
hablado algunas veces más, me pregunto mi nombre. Yo le dije "Tom".
Y ella me dijo "Me puedes llamar Sally".
Algunas semanas mas tarde,
mi padre fue trasladado a causa de su trabajo y fuimos a vivir bastante lejos
del pueblo en donde telefoneaba a Sally.
En la nueva ciudad, cuando
llamaba por teléfono a "Informeporfavor", me contestaba alguien que
no era Sally y a Sally nadie la conocía. Tuve una gran pena.
Luego crecí, y me enseñaron
como funcionan los teléfonos y aprendí que los genios no existían. Entonces
tuve más deseos de conocer a esa segunda mamá que era Sally.
Un día, siendo ya un
joven empleado tuve que hacer un viaje en avión y descender en transito cerca
de mi antigua aldea natal.Tenía media hora entre dos aviones. Así que fui al
teléfono público, llame y pedí a Sally. Cuando ella me respondió le
pregunte : Sally, podrías decirme ¿cómo se deletrea "fijar" ?.
Pensó un momento y me respondió: "Espero que tu dedo ande un poco mejor
!" Y entonces los dos estallamos en una carcajada simultánea.
Le conté mi nueva vida,
mi empleo, y le agradecí todo lo que había hecho por mi siendo niño. Le
dije todo lo que ella había significado en mi vida. Pero entonces fue ella la
que me dijo, soy yo la que te debe mucho. No puedes imaginarlo: siempre soñé
con tener un hijo, pero no lo tuve y tu llenaste de manera formidable ese vacío.
Cuando nos despedimos le prometí llamarla cuando volviera, pues seguramente
tendría que hacer un viaje similar algunas semanas después y podría ir a
conocerla. Paso un tiempo y el nuevo viaje se produjo.
Entre el cambio de aviones
llame a la central telefónica. "Sally, por favor". "Es usted
un pariente de Sally ?" –contestó otra telefonista.
- "No, pero somos
viejos amigos, dígale que es Tom".
"Señor, - me
respondió la telefonista- lamento tanto darle esta mala noticia, pero Sally
falleció hace 15 días. Últimamente estaba muy enferma y trabajaba solo
medio tiempo, hasta que la perdimos. Todos la extrañamos tanto!... Pero,
espere un poco, usted me dijo que se llama Tom?
- Si, señora, Tom.
- Ah!, Sally me dejo antes
de abandonar el trabajo una notita para usted. Espere, aquí esta, ella
me dijo que usted comprendería, la nota dice : "Tom, hay otros mundos a
donde ir a cantar". ¿Usted puede comprender?
- Sí señora, - pude
apenas articular- comprendo... muchas, muchas gracias y adiós. Faltaban unos
minutos para la partida del avión. De vuelta hacia la puerta de embarque me
di cuenta que tenía los ojos húmedos.
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