The Principle of Evil Made Flesh (El Principio Del Mal Encarnado)

Summer Dying  Fast (El Verano Muere Rápido)


A través de las nubes acres del verano vuelan 
las marejadas del jardín con un millar más sabias. 
Por siempre arrojado a sueños celestiales 
arañando la tumba del nazareno muerto. 

Veo a la tormenta acercarse, 
las tinieblas claman mi nombre. 
Los árboles crecen, implacables; 
sienten cómo la estación cambia, 
su fruto se ha podrido. 
Prohibido una vez, y condenado a morir, 
el hilo de la vida yace cortado 
en el borde del paraíso. 

Los sonrientes vientos del odio, desencadenados, 
arremeten contra altas torres que soportan al sol. 
Las garras extienden su velo. 
La reclamación, nuestra hora ha llegado... 

El otoño despliega sus doradas alas 
y establece el camino para aquellos que no son vistos, 
un enredado tejido de mal, hilado por fin... 
El invierno se engendra de unos muslos estériles 
para cambiar la dirección, para matar al ciego 
y lanzar al cielo las riendas desatadas. 

Ellos rezan a la luna llena que se alza, 
Diana moviéndose con una tal infinita gracia 
envuelta tan sólo en un manto de la noche que cae. 
¿Cuántos secretos pueden leer en tu rostro? 

¿Sabrán ellos de la majestad, 
de la belleza atrapada en un sueño de muerte 
y de mares de escarlata que ensngrientan las costas heladas? 
¿Podrá su "dios" del amor reprimido 
hacer más dulce nuestro liderazgo de planos superiores, 
o se encogerá con miedo ante el Caos despertado por la guerra? 

¡LA GUERRA! 

Arrancad los clavos 
que os han retenido, escondidos profundamente al acecho. 
Las oraciones de Septiembre están mengüando, 
quemad los sepulcros de ovejas encadenadas 
Llevad la punta de la lanza de la insurrección, 
de un mundo que no persigue un final 
"Nosotros somos los que somos, los que seremos, una vez más..." 

Apareced; vestidos de terror, 
para el solaz de vuestra estirpe. 
Manchad de rojo la lechosa puesta de sol, 
y dejad que los otros entren... 

El verano está muriendo... 




Vempire   or Dark Fairytales In Phallustein

Imperio de Vampiros - Oscuros Cuentos De Hadas En Phallustein


Nota: 'Vempire'es un intraducible juego de palabras entre 'Vampire' y 'Empire', es decir, seria algo así como El Imperio de los Vampiros. 
  Por otra parte, 'Phallustein' significa literalmente Piedra Fálica y alude a ciertos megalitos y estatuas que representan un falo masculino, 
como símbolo del principio engendrador en ciertos cultos.

Queen Of Winter, Throned   (La Reina del Invierno, Entronada)

Malvado, 
comparto la máscara de Carmilla. 
Un desolado voyeur mefítico 
en la cara oscura del cristal, 
mirando torpemente a través del espejo 
profundamente oscuro y ominoso, 
emparejando temas, entretejo demonios, 
una servidumbre que va desde a tí hasta a la lujuria. 

Yo soy la luz Corintia 
Una serpiente entre flores por la noche 
La última tentación de Cristo 
El mal en mortal... 

Disfraza de culpa, 
tú de ojos agudos, ramera impasiva. 
Quema la fétida 
y rancia petriácora. 
Sedúceme, apanterada Faustia, 
con tu coño y velado vientre 
para rondar alrededor de tus santos muros interiores 
en Tirgoviste, para reanudar 
el control. 

'La seducción, mi arte obsesivo, 
un panteón de tragedias inscritas sobre las estrellas 
como unas ruinas pobladas de espinosas flores, amontonadas alrededor de tu corazón 
Cenicienta Báquica, la medianoche llena de deseo ha pasado.' 
Dejándote como sacrificio dormida en mis brazos 
Entre sueños de redención vestida, versada en una conclusión sexual, 
Cuando fluyamos como mareas juntos, almas carnales entrelazadas 
Y los orgasmos expiren, que vengan los hilos de los títeres y la ciega 
(Purgación). 

Los fuegos trabajan en mí 
una ágil supremacía. 
Hago jirones el cielo como haría con los enemigos, 
el Señor Empalador, 
la carne sobre la espada. 
Mis más bajas pasiones están aseguradas; el más grande heraldo guerrea. 

Estoy sediento, el hambre de la punta de la lanza. 
Sacramento y dolor. 
Clavos arrancados con salvajismo 
cuando la cruel Cordera vino. 

¡Exaltáos! 
La Reina del invierno, de la blanca muerte entronada. 
Resplandeciente de maldad, en los hirvientes cielos rojos del crepúsculo. 
Pesadillas galonadas de espuma arrastran una luna 
de figura Draconiana. 

Un amor que nunca muere, 
nefario como sus vientos, 
apremiando siluetas a alzarse. 
Cuando las estrellas caen pálidas 
y ahogarse de vuelta en Sus ojos 
es volver locos a los espectros interiores, 
desde el sombrío valle de la Muerte. 

"Benditos sean estos conjuros invernales 
sobre nosotros los que esperamos con paciencia en 
este jardín secreto 
para tomar al asalto nuestro camino hacia otro 
hasta ahora no construido" 

(Resurgid) 
El desierto reclama el Edén 
y las Hiperbóreas 
visiones de Utopía son conducidas desde el Sol. 
Iconoclastas 
abrazados ante vosotros, ángeles 
en desnudez su carne ocre 
se rendirá ante vuestro avance. 

Ella lo es todo para mí. 
Misteriosa, viva, 
la aulladora en los bosques profundos 
cuando las frías estrellas gozosas se alinearon. 

Una misteriosa luna se asoma; fosforescente, maligna, 
Yesod vestida en despótica conmoción. 
Lobos plateados que nievan sobre el bosque escarlata 
Los olvidados entran tanto arriba como abajo. 

Los árboles gimen horrorizados mientras las fantasmales nubes sin color son desgarradas. 
Cuando la ebria tierra se agita, barre aparte los mares para ascender 
de la espesura encantada del Sheol, 
tú sellas sobre la bóveda estrellada de la Noche para llenar de incienso a los durmientes, muertos. 

Reina del Invierno, entronada. 
La asesina escondida en las caricias vulgares. 
La masturbación de una vestal 
(La pureza) derrocada. 

Oscuridad 
vestida con plumas de cuervo 
se sienta para jugar al ajedrez con la Muerte; 
sus peones son muchos y el enemigo 
impotente. 
Cuando los incrédulos cayeron muertos 
Ella tomó los conjuros en la cúspide de la noche 
y el bestial terreno se agitó con terrible vida. 
Me alzo ante tí, Reina, 
para alimentar nuestras pasiones con la sangre del débil, 
para gobernar el cielo y los mundos que se arrastran por debajo, 
una Tiranía Satánica. 




Nocturnal Supremacy   (Supremacía Nocturna)


Débiles promesas de amor en medianoche 
fueron barridas sobre su tumba 
y rehuidas por las estrellas de las alturas. 
En la vida mortal mi debilidad acecha. 
Un Ángel robó mi corazón 
y la muerte se la llevó. 

Ella duerme más allá de la gracia de Dios, 
una belleza durmiente. 
Si los deseos pudieran tan sólo combatir ese vínculo, 
los muertos cantarían para mí. 

La duodécima luna se alzó con una voz fantasmal, 
la serenalta de un poeta. 
Su nombre, un susurro sobre mis labios. 
Y de esta forma, Rorasa llegó: 

"No me temas, mi apenado Rey, 
sombrío en tu respirar. 
Los secretos de lo oscuro yo conozco. 
Y así, burlaremos a la muerte." 

Mis promesas forjadas a través del abatimiento esa noche 
me han concedido dones desde la tumba. 
Rorasa me ensombreció y dio vida eterna. 
Nunca un demonio tan vano, 
el Ángel ha caido, ya que pensó haberla perdido 
y ningún cielo silenciaría el dolor. 
Enseñame aquellos secretos, la sensual escarcha. 
Deseo sangre caliente de nuevo. 

Princesa, baja tu mejilla florida 
en ebrio esplendor. 
Esta noche, un regio y extraño destino ha llevado 
a los lobos entre las ovejas. 

Una sombría naturaleza abraza mi alma 
alrededor de su garganta mis brazos enlazados. 
Para dormir, quizá soñar, 
Y entonces... 
Al crepúsculo y la carne ascender. 

El Sol desciende, espíritus magentas llenan los cielos, 
e inflingen pasiones eróticas donde el Sexo y la Muerte castigan. 
Desde mareas que se marchitan, donde góticas sirenas tejen su canto, a la orilla, 
a través de las cenizas de los campos de batalla donde los cuervos y los ángeles guerrean. 
Como fantasmas hemos huido del basilisco del día, 
para alzarnos como fénix armados, capturando presas en la noche. 



Gobernamos como la roja luna creciente sobre el mar 
Las estrellas del juicio guardan silencio, pues gozosos compartimos la 
Eternidad 
Maldición
Salvación
La Plaga Estigmatizada 

El vino de Baco mana. 
Escucha al trueno rugir. 

Los mentirosos se arrastraron ante su cruz. 
Yo soy Aquél que derrotó a la Muerte 
y soportó el aguijón de la pérdida. 
¿qué vulgar cristo vencerá mi presión? 
Su templo, en ruinas, arde 
y la dulce Rorasa ríe. 

Estoy lleno de amor y condenado sin paraíso 
a atrapar los fuegos que bailan de forma profana en sus ojos 
"Los aplastaré a todos 
si ello mantiene tu deleite" 
Mejor muerto para siempre que perderla, 
Ninfa lasciva, Afrodita. 
De vuelta al índice 




DUSK 
and her embrace

El Crepúsculo y su abrazo


A Gothic Romance  (Red Roses For The Devil's Whore)

Un Romance Gótico  (Rosas Rojas Para La Ramera Del Diablo)


Minuetto vespertino en un castillo al lado del mar. 
Una joya más radiante que la Luna 
bajó su máscara para mí, 
La más sublime criatura que a los Dioses, llenos de fuego, 
maravillaría haciéndose su Reina... 
Pulverizando el aire con Su fragante deseo 
y mi corazón se devanó con grave poesía... 

De la gracia cai enamorado de Su 
perfume y seducción felina 
y unos ojos de un bosque de jade que guardaban la puerta de lo más impuro. 
"Con eróticas, densas fantasías entre esta cálida noche de otoño 
ella me acunó lejos de la rica mascarada 
y juntos nos unimos en la luz de la Luna al abrirnos nuestras venas." 

Luna perlada, ¿qué hechizo lanzaste sobre mí? 
Su beso helado enfebrecía mi cuello 
como olas susurrantes sobre la playa de Aquerón. 
En un remolino de voces dulces y estatuas 
que los moribundos árboles tornaban fantasmales 
esta libertina seductora de negro me tomó... 

En un pálido amanecer de azur como Ligeia renacida, 
me libré de mi sueño - sepulcro, 
en un campo de hierba cubierto por la niebla marina, 
donde figuras de piedra, abandonadas 
se lamentaban de Su espectro. 
Confuso y débil, y sin embargo repleto de pasión, 
yo ansiaba overturas pasadas. 
La maldición de no descansar y su ardiente caricia 
venían a mí mucho más de lo que mi alma podía soportar... 

Yo, empeñado de una vez a verla de nuevo, 
tambaleándome por la inercia de la medianoche, 
sin ni siquiera saber su nombre, 
en un delgado precipicio sobre un abismo carnal, 
bailé como un acólito ciego. 
Borracho de vino tinto, sus labios muertos sobre los míos 
se difundieron con el perfume de la noche. 

Durante horas registré los terrenos que me rodeaban, 
en vano, por si nos encontrábamos. 
Cuando las nubes de la tormenta estallaron, 
ceniciento, fatigado, busqué refugio en un cementerio. 

Dormid, sueños guardianes, 
corrompidos hasta ser pesadillas por un vacío sin sol. 

Señora de lo oscuro, 
ahora sé lo que eres. 

Gritos hechizan mi sueño, 
arrastrados por pesadillas que tú has unido en matrimonio. 

Lamia y los Lemures 
desovaron tu libertinaje 
para atrapar mediante el engaño mi carne. 


Retrato de la Condesa muerta. 


Un dolor profundamente manchado que he soñado, 
ostentó la extinción, castigo de la vida, 
dejando poca fuerza para sellar esta tumba hecha ruinas... 

Pero el néctar envenenado que hay dentro de mí 
me impulsa el deseo fervoroso y el propósito mórbido de buscar 
a través de vestiduras de tela de araña el lugar donde ella se desvanece, 
Diosa del cementerio, de la tempestad y la luna. 
En intachable belleza fatal, su propia faz obliga 
a contemplar un cielo donde compañías de fantasmas cayeron 
para llevar luto por la pérdida del dios en el más negro terciopelo 
arropado por su caída como una delgada silueta. 

"Fugaz, ennsombrecido, 
eres conocedor de mi pecado. 
Secretos mudos, ¿inflingiríais vosotros 
las crueles luces del día sobre mi piel? 
¿No deseas adorarme 
con sacrificio carmesí 
de forma que mi vulva se estremezca contra tu beso 
y llore con vida recién encontrada?" 


Rosas rojas para la ramera del Diablo... 

Ángeles oscuros saborean mis lágrimas 
y susurran réquiems hechizantes 
suavemente a mi oído. 
Las luminiscencias de leño podrido han atraído abominaciones aquí... 

Pulso nocturno 
Mis venas se derraman en sus aguas 
desgarradas por los labios por mí más amados. 

Inundado en sus pérfidas orillas 
donde una sombra axfisiante sobre las estrellas 
tiñe de ébano las tumbas donde los amantes se prostituyen 
como el serafín y Nahemah. 


"Nahemah" 

Arranca mis ojos como frutos, apresúrate, 
pues dan fé de una ciega razón contra tí, Hechicera, 
porque debo saberlo, ¿no estás muerta? 
Mi corazón produce un eco, sin sangre y lleno de incienso... 

Merodea la tentación por la noche en una orgía vúlvica. 
¿No vino a mí la Reina del Cielo en forma de Diablo? 
En esa fatal Víspera de los Santos cuando rehuímos toda compañía, 
mientras la música pasaba a nuestro alrededor en las hojas secas, predestinadas. 
Bajo la cornuda Diana, donde su estirpe fue sembrada 
en un cementerio de Ángeles desgarrados en frías piedras marmóreas, 
estoy llorando la pérdida de vida en un terciopelo sombrío, 
arropado por la sombra de la Muerte como una silueta más delgada... 


"El hombre no se rinde 
ante los ángeles,
ni ante la muerte
totalmente, 
salvo únicamente
a través de la
debilidad
de su frágil voluntad."
-Joseph Glanvill-

Las traducciones de estas letras son de Raúl Vallejo García y Carlos Santos Nieto. 

Si teneis canciones en castellano distintas a estas y quereis que las publique en 
mi página, mandadmelas por e-mail.