Bienvenido:     |   home
poemas   |   Dedicaciones   |   frases   |   pensamientos   |   Historias
pensamientos
Los hombres sabios son silenciosos; su música es como el canto de los pájaros en una mañana de verano, junto a la alegría de la naturaleza y el chocar de las aguas de un límpido río.


La victoria sobre el miedo a la vida, abre las puertas a nuevas perspectivas.
En realidad, lo que mata la novedad no son los demás, sino el miedo de uno mismo de ir y experimentarlas. Hay el temor de lo desconocido y esto impide que un individuo rompa sus propios paradigmas.
Pero, ¿qué realmente perdemos al mantener una vieja postura? Probablemente, perdemos el maravilloso chance de cambiar el curso de nuestra propia historia. Somos los arquitectos de nuestra propia existencia - pero, para que realmente ejerzamos nuestra "profesión", necesitamos mucho coraje. La recompensa es muy alta.


DULZURA
Es el fino arte de hacer que los otros se sientan bien en tu presencia. La habilidad de compartir con los demás y hacerlos experimentar su belleza interior.
No significa, sin embargo, la dulzura que viene del miedo en asumir una postura, o bien del deseo de manipular el otro. No, la verdadera dulzura es natural y altruista, no quiere convencer a nadie, porque es dulce sin tener que probar esto.
Es la virtud fundamental en las relaciones interpersonales.


En este mundo, no hay como no relacionarse; la clave es aprender a relacionarse bien.
La tentativa de aislarse realmente no trae muchos beneficios. Al tratar de vivir solo, simplemente se está evitando mirar en los muchos espejos que son las demás personas. Cada individuo que comparte conmigo en la casa, en el trabajo o en la vida social es un espejo de quien realmente soy.
Por lo tanto, antes de criticar a alguien, primero hazte notar que la otra persona trató de mostrarte. Puede que descubras una pequeña debilidad, pero esto será un grande paso hacia el mejoramiento del ser. Así que, no te vuelvas solo, sino que aprende a convivir.


Decir y hablar no es lo mismo, porque muchos hablan por hablar, pero pocos hablan para decir.