Reflexiones |
En esta sección pondré las reflexiones varias que mi curiosa cabeza vaya inventando... |
Reflexión 1: Sobre los examenes Vaya, vaya, ya ha llegado ese fatídico mes. Si ese mes en el que nos dan las vacaciones, empezamos a soñar en mujeres en top-less, empieza el calor y se abren las piscinas, todo el tiempo del mundo para nosotros... Un momento, yo había dicho fatídico... Claro, falta la palabra clave que jode todo el asunto:
Duele, ¿eh? Pues a mi me duele más... y es que me gustaría saber a que mente sesuda se le ocurrió la idiotez esa de los exámenes. La tía (porque seguro que era tía, que mira que les gusta hacer sufrir (me retracto de estas palabras antes de sufrir daños permanentes)). Aun recuerdo esos tiempos en el instituto, cuando los exámenes eran una cosa de estudiar un poco y haber ido a clase otro... cuando había recuperaciones, recuperaciones de la recuperación, la bendita evaluación contínua... eso si era vida, a veces hacías un trabajito chorra y ya casi estabas aprobado (en mis tiempos también me quejaba de esto ¡ignorante que era!) e incluso podías hablar con el profesor, al que conocías por el nombre y hasta habías hablado directamente con el. Pero bueno, me estoy desviando. Los exámenes de la universidad son una droga... bueno son peor que las drogas todas juntas, porque tienen todas las cosas malas de las drogas y encima no tienes subidón (bueno, cuando apruebas si, que hay gente que tiene orgasmos cuando ve su nota). Me explico: Los exámenes son caros (lease matrícula de universidad+papel+boli+fotocopias de apuntes+academia+valiums+cafe+...), provocan distintos estados negativos (ya he dicho que de solo tienen los efectos malos) como pueden ser: alucinaciones ("este no puede ser el examen de Probabilidad... aunque esos sean mis profesores aquí ponga Probabilidad I y este sea el aula correcta), dolores de cuello (seguro que si estiro el cuello un poco más veo a ese de al lado que ha escrito al menos una línea), depresión (así que el segundo problema te daba 4 en vez de 6*raíz de cuatro pi cuartos y había 5 problemas en vez de 3...), adicción (repites año tras año, y cuando acabas te preparas oposiciones, cursos y demás (más examenes,vamos) ), delirium tremens (temblores al entrar en el aula, al coger el examen, al leerlo, al volver a leerlo cuatro veces, al no entender nada...), somnolencia (llevo cuatro dias sin dormir pero esta la apruebo), insensibilidad (a tomar por culo, ya me da igual si apruebo o suspendo). Para que seguir, creo que os hacéis una idea. Cualquiera podría decir, hombre, pero en unas horas acaba todo y tal; pero no, porque un examen es como si te condenasen. Te levantas un día, miras el calendario y ¡zas! quedan tres semanas para los exámenes. Empiezan los temblores y tics, te salen granos, se te cae el pelo... empieza el estres. Aquí hay dos tipos de universitarios tipificados: Yogurines, Veteranos y Máquinas. Ajá, si he dicho dos y pongo tres, se nota que estoy de exámenes y ya alucino... pues no, los máquinas no están sujetos a este estudio porque son los menos... Primero las definiciones. -Yogurines: dicese de todo aquel universitario en sus primeros años que aun piensa que los profesores no van a putearles como dicen sus compañeros, que creen que en los examenes se ponen cosas vistas en clase y que si algo no da tiempo a darse no entra en el examen. -Veteranos: Todo aquel que sabe que lo que creen los yogurines es falso (aunque siempre hay excepciones y a veces los yogurines tienen razón). -Abuelo Veterano: Este ni le había puesto pero le meto ahora. Es aquel veterano que advierte los yogurines sobre lo que se les avecina (y ahora añado un cuarto tipo). El Yogurín ha ido a casi todas las clases, tiene los apuntes ordenaditos y hasta ha ido haciendo los ejercicios (algunos ni se pasan por clase ni piden apuntes ni nada, pero para ellos es peor, porque casi nunca aprueban). Generalmente es a quien acuden los Abuelos Veteranos "a por esos apuntes que les faltan" (generalmente todos). Aunque el profesor sea pésimo y lie mas que explica, los yogurines se mantienen en linea de batalla cual soldado en la playa de Omaha... El Veterano vio la primera semana que le profesor era una patata y dejó de ir ya para los restos. El Abuelo Veterano ya sabía quién iba a dar la clase y se matriculó en otro grupo o la "dejó para el próximo año" (lo cual significa unos 3 cursos más adelante). Llega el planning preexámenes. Todos los hemos hecho, son en unos casos unos cuadritos muy monos con colorines y días y tal; en otros una lista, siempre hay días de descanso, y siempre hay algo en plan: 10:00 a.m. levantarse Y así... todo muy bonito y colocadito (esto lo hará siempre un Yogurín, eventualmente un Veterano iluso y nunca un Abuelo Veterano). Por desgracia, esto no dura
ni el primer día... Suena el despertador del yogurín, son
las 10:00. Se levanta, se prepara el desayuno, se ducha... lo que todas
las mañanas le da tiempo a hacer en 15 minutos se convierten, ¡Dios
mío! una hora y cuarto... ¿qué ha pasado? ¿abducción?
y es que el tiempo no es igual El Veterano apaga el despertador
a las 10:00 y se levanta a las 11:00, sabiendo que esto iba a pasar no
se había hecho el planning diario, sino que era en plan semanal: El Abuelo Veterano sabe que esto iba a ocurrir, está en la misma situación que el anterior pero menos estresado: ya sabe que no le va a dar tiempo, tenía que haber empezado a estudiar la asignatura a los 15. mmmm, hasta aquí por hoy. Ya que hace tiempo que no actualizo aquí va esta reflexión. A ver si otro día sigo, próximo capítulo: el Examen, y futuramente: la aventura de coger apuntes |
Salir de esta pesadilla sacada de Dios sabe que perturbada mente y volver al principio... |