Amazonas
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Descendientes del dios de la guerra Ares (Marte en Roma) y adoradoras de Artemisa (Diana cazadora), las amazonas eran mitológicas guerreras que montaban briosos caballos y habitaban en el Caucaso y Asia Menor. `Pasaban' de los hombres; sólo recurrían a sus servicios reproductores una vez al año para perpetuar (inicalmente el género femenino), pues a sus hijos varones los sacrificaban al nacer o bien les fracturaban brazos y piernas para que tuvieran que dedicarse a las tareas domésticas. Vestidas con pieles de animales salvajes, provistas de armadura y casco, tahali y aljaba, eran expertas en el manejo del arco, el hacha y el venablo. Su nombre, amazonas, parece significar sin (a seno (mazos) en griego, lo cual podría venir del hecho de que les cauterizaban, o les fajaban, el seno derecho al poco de nacer para poder as( tensar mejor el arco y lanzar la jabalina. Hábiles jinetes, montaban a horcajadas y no, contrariamente a lo que se dice, al `estilo amazona', con las piernas a un lado de la silla, pasando una por encima de la horquilla.
Varios héroes míticos se enfrentaron y vencieron a estas fieras guerreras, cuyas constantes derrotas podrían simbolizar, en el subconsciente colectivo de los antiguos griegos, el fracaso de la mujer en sus intentos de emancipació y de competitividad con respecto al hombre. Por ejemplo, el noveno de los trabajos que el rey Euristeo impuso a Hércules fue traerle el ceflidor de oro de Hipólita, reina de las amazonas; el héroe fue un poco más allá del encargo, pues mató a la reina -pese a que ésta se había enamorado de él- y luego derrotó a su belicoso pueblo. El héroe Belerofonte también derrotó a las amazonas, en este caso a su regreso de despachar a la monstruosa Quimera.
En la guerra de Troya. A su vez, Teseo, rey de Atenas, raptó a otra reina a mazona,Antfope o Melanipa, con la que se casó y tuvo un hijo, Hipólito (del que después se enamorará su madrastra Fedra, en la tragedia de Euripides Hipci/ito). Éste le ayudaria alios mAs tarde a vencer a las mujeres guerreras, que estaban cercando Atenas. Tiempo despu4s, Pentesilea, otra reina de las amazonas, reunió a una docena de sus últimas guerreras y acudió en ayuda de los troyanos cuando su ciudad casi haba caido. Al frente de su pequeño ejército femenino, encabez6 una salida devastadora contra los griegos y sembró Ia muerte y el pánico entre sus filas, hasta que Aquiles y Ayax, que se encontraban Ilorando ante el timulo de Patrodo, se incorporaron a Ia batalla y dieron muerte a las que serian las (últimas amazonas. Aquiles, tras atravesar con su lanza envenenada a Ia brava y bella Pentesilea, lloró de amor por ella cuando ésta, agonizante, miró al héroe invencible con dulzura y no con fiereza. Es decir, como mujer arisca, Aquiles la mata y, una vez vuelta a la eterna y tierna condición femenina, la ama.
Encuentro con los españoles. En el siglo XVI, el explorador Francisco de OrlIlana fue atacado por unas mujeres a caballo a orillas del rio Marafión, en Sudamérica, luego llamado rio de las Amazonas. Otros exploradores posteriores hablan de la existencia en la Amazonia de tribus de mujeres valerosas, de raza blanca, que se amaban a menudo entre si y se abstenían del comercio carnal con los hombres, salvo una vez al año y con el único fin de engendrar hijas. En este aso, no se sabe con certeza que hacían con los hijos varones.
Pedro Monedero.
Artículo de El Semanal (27/08/2000)
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