Gatos voladores |
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| Si
dejas caer una tostada con mantequilla, caerá al suelo con la cara de la
mantequilla hacia abajo. Si un gato se deja caer de una ventana u otro
lugar elevado, aterrizará sobre sus patas. Pero ¿qué pasaría si atásemos una tostada con mantequilla al lomo de un gato, con la parte de la mantequilla hacia arriba? ¿Caería el gato sobre sus patas, o la mantequilla se untaría sobre el suelo? Bien tras exhaustivas investigaciones y las consiguientes pruebas de campo llegamos a las siguientes conclusiones: Las leyes de la mantequillología requieren que la mantequilla toque el suelo, y las igualmente estrictas leyes de la aerodinámica felina requieren que el gato no puede caer sobre su espalda. Si el conjunto combinado tuviese que aterrizar, la Naturaleza no tendría forma de resolver esta paradoja. Por tanto, simplemente no caería. ¡Efectivamente, ignorantillo mío, has descubierto el secreto de la antigravedad! Un gato con mantequilla, una vez liberado, se moverá rápidamente hasta una altura donde las fuerzas de retorcimiento gatuno y la repulsión de la mantequilla estén en equilibrio. Este punto de equilibrio puede ajustarse raspando un poco de la mantequilla, proporcionando poder de ascensión; o quitando algunas de las patas del gato. La mayoría de las especies civilizadas del Universo ya usan este principio para hacer funcionar sus naves mientras están dentro de un sistema planetario. El fuerte zumbido que oyen la mayoría de los que avistan OVNIs es, de hecho, el ronroneo de varios cientos de gatitos. El obvio peligro es, por supuesto, que si los gatos consiguen comerse la mantequilla de sus espaldas, caerán inmediatamente. Por supuesto los gatos caerán sobre sus patas, pero esto normalmente no les resulta muy beneficioso puesto que inmediatamente después de efectuar su gracioso aterrizaje, varias toneladas de nave espacial al rojo vivo y aliens desconcertados se estamparán sobre ellos. Fallos (que confirman la regla) en la Teoría de los Gatos Voladores. Un análisis lógico de la teoría de propulsión por FAGM (Fuerza de Antigravedad de Gato con Mantequilla) demuestra claramente la imposibilidad de tal sistema. Comencemos por un análisis simple. 1) El pan con mantequilla debe caer con la cara de la mantequilla hacia abajo 2) Un gato siempre cae sobre sus patas Mientras ambos teoremas no admiten disputa, no se proporciona ninguna prueba del conjunto. Cualquiera que "probase" este artefacto encontraría inmediatamente el secreto de la FAGM. Esto es claramente un sinsentido. Asumamos un universo Einsteniano normal (aunque un universo Euclídeo serviría igual de bien a nuestros propósitos, el Einsteniano es más barato y las bebidas se consiguen con facilidad). Para probar la FAGM, uno debe conseguir:
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