TIERRAS PARALELAS.
CUENTO DE CIENCIA FICCION
POR ALFREDO FRANCISCO HUMBERTO JUILLET FRASCARA.
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1963. JUNIO - JULIO.
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Re- escrita el 15.7.1985 y 4 .11. 1997.
Capitulo 1
Spencer.
John Douglas Spencer era un tipo alto, de complexion recia, cuya mayor aficion era la del estudio. Se habia entregado por completo a el, a fin de tratar de descubrir el modo de trasladarse por el tiempo, la muy conocida cuarta dimensi�n.
Douglas era chileno, pero habiase trasladado a Estados Unidos , en donde trabajaba haciendo investigaciones en el campo de la bioquimica, lo cual le permitia financiar sus experimentos.
Vivia c�modamente en un bello chalet, ubicado en las afueras de Los Angeles, California, siendo atendido por dos empleados : un mayordomo de edad madura y una ama de llaves.
Estos dos sirvientes habrian sido una carga monetaria dificil de llevar por Douglas, si no hubiese sido porque ellos trabajaban solo por la comida y el alojamiento.
En un dia luminoso de Junio, Douglas comia sus tostadas con mantequilla que Elen, la ama de llaves, le habia llevado junto a una taza de te caliente, ya que el desayunaba como en su pais de origen. Mientras se servia ese refrigerio, leia ademas el peri�dico, extendido en la mesa, enfrente suyo. Su porta documentos, a su lado y en el suelo, le aguardaba, para partir rumbo a su laboratorio.
Una vez tomado su desayuno, Douglas dirigiose hacia la puerta de salida de su chalet.Afuera, su mayordomo le esperaba dentro del autom�vil. Rapidamente, el auto sali� , manejado habilmente por James, quien se jactaba de su destreza.En su asiento, Douglas escribia en su talonario de notas. Asi. se ponia en forma, antes de llegar a su lugar de trabajo.Las puertas de entrada a los Laboratorios se abrieron automaticamente, bajo los impulsos codificados de la emisora inserta en el morro del auto que James manejaba. Asi, sin detenerse, avanzaron por el camino interior, deteniendose frente a la entrada principal del edificio.
Douglas se despidi� de su criado, y subi� en el ascensor hasta la Secci�n en que laboraba, en donde permaneci� hasta las seis de la tarde, en que baj� , algo cansado , hasta la planta baja.James le esperaba a un costado del auto, sonriendo.
" - Un dia provechoso, Senor ?
--" Asi es, James. Llevame hasta mi escondrijo,"- Respondi� Douglas. En el interior del auto abri� la caja de meriendas, sirviendose un cafe y dos sandwiches con carne, que le devolvieron la energia .
Regresaron al chalet. En el s�tano, Douglas tenia su taller, en donde le esperaba su proyecto preferido. Junto con dar la luz, la musica de Haydn lleno el ambiente, produciendole una sensaci�n de agrado.
Frotando sus manos, comenz� a efectuar los arreglos pertinentes para hacer el experimento por tantos anos acariciado. Se trataba de un aparato que , por medio de ondas , desviaba el curso espacio temporal. Esta desviaci�n se hacia llevando al objeto en cuesti�n hacia otro habitat espacio temporal , paralela a la dimensi�n en que Douglas se movia.Permitia ir hacia otra Tierra, paralela a esta nuestra, pero en un diferente espacio tiempo. Como si cada dimension fuera una gota, en la imaginaci�n de Douglas era un rio formado por millones de gotas...El pensaba en que los griegos antiguos no habian andado descaminados, al imaginar una segunda Tierra, paralela a este planeta. Como lo habrian llegado a imaginar ? Pues, quizas ellos mismos provenian de uno de esos mundos remotos...
Douglas moviase de un lado a otro, de un artefacto a otro, calculando, mirando ansiosamente en los cuadrantes, en las agujas indicadoras, siempre bajo el titilar de las luces de los tableros...De pronto, la suave musica se interrumpi� , con el sonido no muy agradable ni oportuno del citofono.
Contesto el aparato. Era Elen, avisandole que la cena estaba servida...
- Estare alli en diez minutos, Elen."- Replico �l, cortando la comunicacion.Fue hasta el tablero maestro, preparando el experimento del dia. Dio el ultimo contacto, se encendio una luz verde, indicando que el sistema estaba listo.Douglas se visti� un traje especial, ideado por el, y se introdujo en la cabina metalica. Esta era de forma rectangular, aunque concava por su interior.El estaba consciente de que , una vez cerrada la puerta de ese cubiculo, entraria en funcionamiento el aparato, en su conjunto, deteniendose tras funcionar por diez segundos , enviando todo lo que se hallara en su interior hacia otra dimensi�n.Nueve minutos despues, todo el aparato se pondria en marcha nuevamente, y Douglas volveria, desde adonde hubiese sido que hubiese estado.
(De aqui en adelante, saldran signos raros GRACIAS a la estupida costumbre de acentuar palabras en castellano).
Eso, claro est�, si la maquina no tuviese un desperfecto. Hab�a la posibilidad de que , simplemente, no funcionase. En ese caso, tendr�a que revisar diagramas y uniones...pero Douglas confiaba en que ahora su empe�o se ver�a coronado con el �xito.Con una fugaz mirada hacia el Laboratorio, cerro la puerta met�lica, produci�ndose un ruido de cerraduras, que le hizo sobresaltar. Oy� ruido de relees y aparatos electr�nicos poni�ndose en movimiento.En silencio, espero unos minutos largos... Estaba en pie dentro de ese cub�culo. Una bombilla iluminaba sus met�licas paredes. De pronto, y tras recibir lo que le parecio una levisima descarga el�ctrica, se vio de pie en una llanura.Bajo sus pies crec�a el pasto. El cielo era anaranjado, y a lo lejos se divisaban bosques y monta�as...no era la Tierra. Los colores no eran los mismos.Mantuvose inm�vil, absorbiendo el paisaje. El aire parec�a tener una mayor consistencia, con un tinte rosado, cual una leve neblina, que se extend�a por doquier.Unas amplia sonrisa y una alegr�a inmensa le invadieron.� Hab�a triunfado !
Luego de calmarse- cosa bastante ardua en esos momentos gloriosos- dej� un viejo cintur�n met�lico en el punto en donde antes hab�a estado parado, para marcar el lugar de regreso, ya que no se ve�an signos de la entrada dimensional-Seg�n su reloj, ten�a s�lo 8 minutos para regresar a la Tierra. De no estar en ese punto en el momento preciso, perder�a la opci�n de regresar a su mundo de origen...Camin� lentamente, observando el entorno, mientras echaba en una bolsa guijarros, peque�os insectos y plantas. Pensaba estudiarlos , a su regreso.Cuando faltaba un solo minuto para el retorno, se puso en el lugar marcado por el cintur�n, y de improviso se dio cuenta de que estaba siendo devuelto a su propia dimensi�n. Se hall� en el aparato espacio temporal, como si todo se hubiese tratado de un sue�o.
La luz del laboratorio subterr�neo y la m�sica inconfundible de Mozart le reafirmaron de que no era un sue�o. Sali� del recinto, con su bolsa, que dej� sobre una mesa, por mientras se despojaba del traje que hab�a llevado puesto, en prevenci�n de haberse hallado en un ambiente sin aire.Desconect� los aparatos, y observ� algunos minutos el contenido de la bolsa. Los insectos parec�an hallarse conformes con la atm�sfera terrestre, tal como �l se hab�a sentido "all�".Once minutos despu�s de su conversaci�n con Elen , Douglas com�a, con mucho apetito, las ricas viandas preparadas por la cocinera. M�s tarde dorm�a profundamente, despu�s de a�os de estar siendo atacado por las pesadillas, en las que su artefacto fallaba, dej�ndole maltrecho o varado en planetas inh�spitos...
La noche, callada y silenciosa, vago, llevada por los segundos y minutos, tal como ven�a haci�ndola desde el nacimiento de la Tierra. Y ahora, un hombre, criatura audaz, hab�a escapado de su f�rula...
Al d�a siguiente, Douglas fue hacia el Laboratorio en que hab�a estado trabajando hasta entonces. Pero, en lugar de ir hacia su habitual lugar de trabajo, se dirigi� a la oficina del Gerente General, y pidi� una audiencia.
- No ha llegado a�n.- Dijo la Secretaria, Mar�a Antonieta Maury Flores.
- Le llamar� para saber si me da esa entrevista."- Asever� Douglas, con rostro acalorado, pues la chica era muy bella.
Estuvo trabajando hasta las cuatro de la tarde, hora en que la Secretaria le llam�, para decirle que el Gerente le estaba esperando.Se dirigi� a toda prisa hacia la oficina en cuesti�n, y fue recibido por el Gerente, Sr. Oscar Hair W.
Tras saludarle, se sent� enfrente del escritorio del ejecutivo. Con voz pausada, Douglas le dijo : " Vengo a presentar mi renuncia verbal; luego la har� llegar por escrito."
- �Pero, por qu�? - Se maravill� el Gerente.- " �Es su motivo de �ndole econ�mico ?"
- No, Sr. Hair. Es de �ndole privado; he completado con �xito un proyecto, que me puede hacer rico. En esta empresa he recibido apoyo econ�mico, pero mayormente nada puede retenerme aqu�, al compararlo con mis propios planes."
- Perfectamente. Est� decidido, entonces. H�game llegar su nota, la entrega a mi Secretaria, para cancelarle sus honorarios. "- Dijo tajantemente el Gerente.
Douglas entreg� su renuncia por escrito, y a la semana le llam� la Secretaria, por tel�fono, para indicarle que su liquidaci�n de saldos impagos estaba lista. El se dirigi� hacia la empresa, y recibi� un substancioso cheque, que le permitir�a solventar sus gastos un par de meses.
Regres� a su casa despu�s de regalarse con un almuerzo en un Restaurante de lujo. En la sala de espera estaba su primo Patrick Lembeck, quien era alto y de mirada inteligente, quien le dijo "- '�Hola, primo ! Acabo de llegar de Alabama ! "
Se abrazaron efusivamente, pues una amistad desde ni�os les un�a fuertemente.
- Viaje�en tren toda la noche ! Pero no quise alojar en un Hotel, prefiriendo venirme directo a tu casa."- Confidenci� Patrick, sent�ndose en un sill�n.
- � Muy bien hecho ! Pero, dir� a Elen que te prepare un almuerzo. Debes tener hambre.". Dijo Douglas
Poco despu�s Patrick almorzaba, mientras Douglas le acompa�aba con una taza de caf�.
- He de decirte que mi locura ya est� finiquitada, he hecho realidad la M�quina del Tiempo de Wells."- Dijo Douglas.
- No te creo "- Replic� Patrick, sirvi�ndose un trago de vino.
-� Es verdad ! Puedo meter la mano al fuego, porque no miento."- Ri� Douglas.- Aunque metieras la cabeza...Es muy dif�cil eso, los cient�ficos deciden que se necesitar�a la energ�a de unos tres soles juntos , para lograrlo !"- Coment� Patrick, atacando el bistec.
- �Y si te mostrara pruebas , creer�as ? "- Pregunt� Douglas, sonriendo.
Los ojos de Patrick se entrecerraron . Dijo, con voz grave :-" En ese caso, habr�a que empezar a creer. Pero, claro, si la tienes, podr�as invitarme a dar un viaje por el pasado. Ir a ver, por ejemplo, la Galilea del siglo 1."
- No puedo."- Aclar� Douglas.' - S�lo puedo saltar a otras dimensiones. No puedo ir atr�s en el tiempo, ni para adelante. S�lo saltar a otros mundos paralelos !"
- � Aja�! O sea, NO has inventado la m�quina del tiempo. Gan�."- Gru�� Patrick, sorbiendo del vino que quedaba en su vaso.
- Bueno, hab�a que ponerle un nombre."- Se disculp� Douglas.- Ll�malo por su nombre, entonces : Desfasador de Dimensiones."-
- �Corresponder� ese nombre a la realidad ?"- Se pregunt� Douglas.
- Mira, primo : mejor que ponerle M�quina del Tiempo, que no lo es, realmente.,"- Dijo Patrick, dejando el vaso en la mesa.
Douglas dijo "- He pensado en ir nuevamente al mundo Rosa."
- �Qu� mundo rosa ?- Sonri� Patrick.
- Pues, el primero que hall�. Fui, traje muestras de plantas y guijarros."
- �Ad�nde tienes eso ?- Inquiri� Patrick.
- Abajo, cerca de la Desfasadora."-
- � Vayamos a ver esas maravillas !"- Se entusiasm� Patrick, quien hab�a terminado con su pantagru�lico almuerzo.
Douglas, mientras caminaban por el corredor subterr�neo, abriendo y cerrando puertas blindadas, le fue contando las maravillas que viera, sobre todo, el aire rosado del planeta.
Entraron al Laboratorio, y Patrick curiose� por todos lados, y m�s que nada, en el aparato denominado " Desfasador ". Las flores y los insectos estaban all�, vivos gracias a las gotas de agua que le proveyera Douglas previsoramente, y que no llamaron mayormente la atenci�n de Patrick.
- Estos son los trajes especiales."- Indic� Douglas a su primo, mostr�ndole tales cosas. Y los aditamentos, tubos de ox�geno, para el supuesto caso de que el aire en otro planeta fuera irrespirable para ellos.
- Piensas en todo.!- Re�a Patrick, abriendo y cerrando la espita de uno de los tubos de ox�geno.
- Es mi man�a."- Reconoci� Douglas, dando contacto al sistema que activaba el Desfasador.
- � Vaya ! Parece un despegue de Lanzaderas, en EE. UU.!"- Ri� Patrick.
- Esto es incre�blemente menos espectacular que todo el fuego y el ruido de los despegues aquellos."- Aclar� Douglas.�-" Y en vez de quedar sujetos a pocos miles de kil�metros de la superficie terr�quea, se v�, en lo que dura un suspiro, a otro planeta !"- - Obvio,"- Laconiz� Patrick.
Como la vez anterior, Douglas dej� regulado todo para que funcionara a los diez minutos, por si algo no agradable les pasara " alla"!-
Cerr�se la esclusa con un chasquido. Ambos llevaban los trajes especiales, m�s por seguridad que por necesidad real.
Patrick emiti� una risita nerviosa, diciendo " Me estoy poniendo tan nervioso como cuando ten�a que dar las pruebas , en el colegio, en la asignatura de matem�ticas."Llegaron, poco despu�s, al otro mundo. Pero �ste ten�a un sol color amarillo, menor que el visto desde la Tierra. Nubes blancas, peque�as, volaban por sobre sus cabezas. Los �rboles, gigantescos, elev�banse hacia lo alto. Espaciados, por entre ellos se pod�a ver a lo lejos, c�mo estos gigantes vegetales cubr�an una gran �rea.
Dejaron un cintur�n ancho y vistoso, en el lugar en que ambos hab�an arribado, para marcar el lugar exacto. Patrick, muy enhiesto su cuerpo, caminaba con aire de antiguo Conquistador espa�ol.
- � Lo lograste, carajo !"- Dijo �ste, luego, mirando a Douglas, quien as� supo que su primo era tan dif�cil de convencer como un prestamista en �pocas de recesi�n...
Patrick frunci� el ce�o, e indic�, sin hablar, hacia lo alto. Douglas mir� y vio que una neblina oscura comenzaba a tapar el cenit, oscureciendo paulatinamente el lugar.
Se acercaron, y Douglas dijo "- Volvamos al lugar en que est� el cintur�n.!- Esto dijo, porque ya hab�an caminado muchos metros desde el punto de ingreso.Pero no alcanzaron a llegar, pues la oscuridad cay� sobre el paisaje, dej�ndolos en la tiniebla total.
- � Patrick, estamos perdidos si no hallamos ese cintur�n !"-
- � Y que lo digas !"- Replic� Patrick, comunic�ndose ambos a trav�s de las radio receptoras de los trajes, a los cuales hab�anle cerrado las viseras, previniendo la entrada de aire fr�o a sus pulmones.
Tanteando el suelo con manos y pies, siguieron avanzando, hasta que Douglas sinti� la hebilla del cintur�n entre sus enguantadas manos.
- � Lo hall�!"- Grit� entonces, y Patrick se reuni� con �l, quedando a la espera de que el Desfasador les llevara de regreso a la vieja Tierra.
De pronto, ambos se hallaron en la esfera met�lica, con su solitaria bombilla de 40 watts en el techo.
- � Yupi !"- Grit� Patrick, dando un codazo a Douglas - "� Hemos regresado !"
Con un clic, se abri� la puerta del Desfasador, y vieron los familiares contornos de las m�quinas del Laboratorio, m�s all� del dintel de la puerta blindada.
- � Puf ! � Menos mal !"- Habl� Patrick , al poner sus pies en la sala en cuesti�n.La m�sica les saludaba, y esta vez era compuesta por Vivaldi.
Una vez despojados de los trajes especiales, se sirvieron bebidas - pues en el Laboratorio no hab�a licores, por razones de seguridad.
Bebieron , sedientos.
Luego de unos momentos, Patrick dijo "- Ciertamente, tu m�quina no v� solamente a ese lugar , �verdad ?"
- Claro que no. Podemos viajar por diez minutos a cada planeta, durante toda nuestra vida, y yo creo que a�n no habr�amos visto ni un 0.1 % del total de los posibles mundos paralelos."
- ' Oh ! Bueno, pero quiero solicitarte ser yo solo quien se arriesgue a ir en los sucesivos viajes !"-
- �Para qu� ?"- Pregunt� el extra�ado Douglas.
- Para no arriesgarnos los dos.Si algo nos ocurriera a ambos, no habr�a nadie que intentara rescatarnos. Mientras que con mi plan, t� estar�as en posici�n de tratar de ir en mi b�squeda."
Douglas le encontr� la raz�n al primo, y al d�a siguiente Patrick, vestido con su traje especial, entraba al Desfasador.
- �" Ir�s a otro lugar. A otro mundo. He variado algo las coordenadas."- Anunci� Douglas por cuarta vez...
Di�ronse un apret�n de manos, y con una sonrisa burlona en sus finos labios, Patrick cerr� la esclusa del Desfasador.
Har�a un viaje exploratorio de diez minutos ; ver y regresar.Pasaron los minutos previos al salto espacio temporal, y luego los diez de la permanencia de Patrick en ese nuevo planeta. Se abri� la esclusa, hall�ndose solo el cintur�n indicador en el piso del mismo.ni trazas de Patrick!
La desesperaci�n de Douglas no tuvo l�mites. Luego de los primeros instantes de pasmo, se dirigi� , con febril ansiedad, hacia su propio traje especial, enfund�ndoselo prestamente. Se ajust� la pistola, que sacara de un caj�n con llave, a la cintura.
Dispuso los mecanismos para otro salto, esta vez de media hora, y entr� al cub�culo, que prontamente le traslad� al "otro lado"-
Un sol esplendoroso iluminaba con sus brillantes rayos el lugar.- � Douglas !- Se oy� un grito. �ste gir� la cabeza y all�, de rodillas ante unos cristales, le miraba Patrick...
- � Demonios, Patrick ! Me ten�as preocupado.
- Perdona, Doug, pero me olvid� del tiempo, al ver tanta curiosidad por aqu�. Estas excrecencias minerales podr�an ser fuente de riquezas ,para nosotros."- �Son piedras preciosas ?
- No soy mineralogo, pero pienso que hasta por su belleza deben costar algo de dinero. Podr�amos llevarlas a la Tierra y comerciarlas."
Douglas observ� que cerca de all� hab�a una hondonada, y hacia all� se dirigieron. El suelo era arenoso, refulgiendo con colores amarillentos.
De improviso, en la ladera de un cerro situado a trescientos metros de distancia. Divisaron una polvareda, levantada por un animal que corr�a a toda velocidad.
- �Qu� podr� ser aquello ?"- Dijo Douglas, temeroso.
- Mejor nos vamos. Llev�monos algunas muestras de cristales."- Opin� Patrick, retornando a la meseta.
Detuvi�ronse en el lugar se�alado por el cintur�n, y tras una corta espera, el mecanismo les devolvi� a la Tierra.
- � Al fin ! � Viste que era una hormiga gigantesca ?! Capaz que corriera hacia nosotros para darse un fest�n."- Opin� Douglas.
Patrick asinti�, mientras los zumbidos de las m�quinas en funcionamiento chasqueaban alrededor.
Fueron hasta una mesa , depositando all� los cristales, que refulg�an bajo las ampolletas dicroicas.
- Parec�a una hormiga de cabeza con coraza c�rnea, y hocico que se abr�a y cerraba, a intervalos. Si nos hubi�ramos quedado all� unos minutos m�s, seguro nos alcanza."- Dijo Patrick.
- � Horror inconcebible ! Tuvimos la ayuda del Creador. Deberemos actuar Con m�s tacto. Llevar armas. "- Asever� Douglas.
- Podr�amos dejar all� una filmadora. As�, sabr�amos si el animal se retir� , o anda husmeando por el lugar.!- Dijo Patrick.
- De inmediato."- Respondi� su primo, y dejando una filmadora sobre un tr�pode, funcionando, dio el contacto para que el Desfasador llevara el mecanismo al otro mundo.
- Dejaremos que funcione un par de horas, y luego la tendremos de vuelta."- Anunci� Douglas.
Dos horas despu�s, la m�quina se materializaba en la cabina, y Douglas conect� la filmadora con su televisor, sent�ndose ambos a mira, con un vaso de licor en sus manos.En la pantalla se vi� la transici�n : primero, las paredes met�licas del Desfasador, y luego el deslumbrador astro de ese nuevo planeta, brillando fuertemente.La arena del suelo estaba llena de marcas de enormes pisadas. M�s all�, a unos cincuenta metros...el monstruo. Su estatura era de unos seis metros.Cuando se mov�a , sus seis patas le llevaban �gilmente de uno a otro lado . Su cabeza deforme pose�a en su parte anterior dos trozos que conformaban unas temibles pinzas de aserrados bordes.
- � De buena nos hemos librado !"- Exclam� Patrick.
- � Y que lo digas ! Mira esas patas, y observa c�mo se agitan, llevando a buena velocidad a esa mole !"-
- " No tengo ganas ya de repetir el viaje, por alg�n tiempo, al menos. Hay millares de mundos y no veo por qu� �se ser�a el �nico con riquezas."- Gru�� Patrick.
- Podremos hacer cr�nicas de esos viajes, cuando regresemos a la ociosidad ."- Sonri� Douglas.
- Ociosidad entre algunas francesas.no nos vendr�a mal una temporada en al Cote D Azur.!- Ri� Patrick, entusiasm�ndose.
En la pantalla el animal husmeaba los rastros dejados por los terrestres, pues segu�a sus pisadas una y otra vez, guiado por su olfato y un par de ojos raramente pedunculados.Del televisor sali� un chillido horripilantemente largo, que retumb� en las paredes del salon, haciendo saltar de pavor a ambos primos.
- � Qu� rugido !"- Opin� Patrick, y tras sus palabras, un silbido fenomenal hiri� los t�mpanos de ambos.
En la pantalla el animal no se ve�a, saliendo del campo visual del lente. Pisadas como de un regimiento llegaban a sus o�dos, mientras la pantalla mostraba el arenal , con su fondo adornado por la lejana monta�a, habiendo un bosque hacia la izquierda.De pronto, apareci� el monstruo, dirigi�ndose hacia el mismo cerro desde el cual apareciera , alej�ndose, impulsado por sus potentes seis patas, levantando una nube de polvo amarillento.
Pronto no fue m�s que una mota de polvo, en la ladera de la monta�a rocosa.Luego, en los minutos restantes, la c�mara mostr� el astro gigante, la monta�a y el bosque, la soledad...
- Conservaremos la cinta en un anaquel especial, aqu� en esta sala. Espera que sea la primera de muchas otras."-
- Muy bien, Doug. Tenemos la sangre de los Conquistadores en las venas." - Patrick ri� sarc�sticamente -
- Si es as�, seguiremos de inmediato con el plan. � A otro mundo , ahora !"- Dijo Douglas, y corri� a activar el Desfasador.
Hizo algunos cambios, no sin antes haber anotado los guarismos correspondientes a los otros dos mundos ya visitados. Comprend�a que esos mundos distaban bastante de haber sido explorados, pero se ten�a ya de ellos una ligera noticia : aire respirable,, temperatura normal, aptos, entonces, para ser habitados por el ser humano.
- Vamos a ir juntos."- Dijo Douglas.
- � Ad�nde ?- Quiso saber Patrick, ce�udo.
- Iremos al primer mundo, al Rosado. "
- Llevemos armas y linternas. � Nunca se sabe ! Soy al�rgico a las hormigas de seis metros."- Coment� Patrick en forma sard�nica.
- Por tres horas, y llevaremos algo de comer."- Agreg� Douglas, y entraron a la esclusa. Poco despu�s, estaban en medio de un bosque, respirando aire puro, en una atm�sfera rosada.
- O est� amaneciendo, o atardece.!- Dijo Douglas.
- Espero que no sea el atardecer, o quedaremos en tinieblas dentro de poco,"- Coment� Patrick.
Llevaron, asimismo, la filmadora. Entraron a la c�psula, y cerraron la puerta.Poco despu�s estaban en medio del bosque, respirando ese aire perfumado a flores silvestres.
- Apenas se v�. No hay mucha luz."- Se quej�, de inmediato, Patrick.
Pusieron el cintur�n- gu�a en el suelo, y tambi�n unos tri�ngulos formados por piedras, como se�ales. Ten�an tres horas por delante, para esa primera expedici�n conjunta.
Gui�ndose por la br�jula que hab�a traido Douglas, caminaron hacia el norte. Mientras lo hac�an, la luz se fue haciendo m�s fuerte.
- � Amanece ! Estamos de buena fortuna."- Se alegr� Patrick.
El terreno parejo comenz� a inclinarse, por lo que lograban ver el horizonte, a lo lejos, poblado de �rboles. Notaron una humareda, y Douglas dijo "- Parece un peque�o incendio, pero tambi�n puede ser una fogata provocada."
- � Ser�n personas , entonces ? Vayamos a investigar."- Pidi� Patrick.
Trotaron ladera abajo, llegando al lugar en media hora. El humo era provocado por un peque�o incendio de �rboles.
- L�stima de incendio. Si sigue, podr�a quemar todo el bosque.- Opin� Patrick.
Entre los dos trataron de apagarlo, y casi lo lograron, pero debieron pensar en el regreso, pues buena parte de las tres horas ya hab�an pasado.
Arribaron sin aliento a la cima, hallando el cintur�n justo a tiempo, pues apenas ubicados en el lugar, fueron regresados a la ciudad de Santiago.
- Paree que cada vez es m�s r�pido este aparato."- Dijo Patrick, saliendo del Laboratorio.
- Es idea tuya. Lo que pasa es que te est�s acostumbrando."- Respondi� Douglas.
Desactivaron el Desfasador, hablando en vender los cristales que hab�an tra�do en la expedici�n anterior. En un par de bolsas los transportaron al centro de la ciudad, en donde trataron de comercializarlos entre los joyeros, pero �stos dudaban en comprarlos, ya que su valor era el de la rareza. Al final, los malvendieron en un local de la periferia, usando ese dinero para ir a un Cabaret, en donde contemplaron un show, bebiendo en compa��a de un par de damas.
Regresaron a la casa de Douglas al amanecer, durmiendo hasta la tarde. Elen les prepar� un tard�o almuerzo, que se sirvieron admirando la tarde , que era asoleada y tranquila.
- Debemos regresar al planeta de la Bestia. Quiz�s hallemos mejores gemas esta vez."- Propuso Patrick.
- Estoy de acuerdo. Entre los bosques lo �nico que podemos hallar son hojas."- Sonri� Douglas.
Por eso, regresaron esa tarde al planeta denominado "Bestia", y siempre a la defensiva, recorrieron la hondonada hasta que �sta terminaba, por ese lado, en un cerro.
- Nada. Parece que s�lo hay cristales por aqu�. Podremos llevarle otra carga al amigo que nos compr� la vez anterior."- Opin� Patrick.
- Claro, vayamos a buscar los cristales."- Dijo Douglas, y pronto estaban llenando varias bolsas con esos baratos vidrios. Teniendo ya varios sacos llenos, fueron arrastr�ndolos hasta el punto de uni�n entre los dos mundos, y a la hora , todo ello fue transportado sin problemas a la Tierra.
- Son por lo menos cien kilos.!- Dijo Patrick.
- A�n no es muy tarde, para tratar de llevar esto al joyero. Ir� a llamar un taxi."- Avis� Douglas.
Con parte del cargamento en el auto, los dos amigos vieron desfilar las atestadas calles de Santiago, con su gente apresurada, sus polic�as de verde y las mujeres, que caminaban ya de regreso a sus hogares, tras un d�a de trabajo.
El joyero no quiso ni ver las gemas, diciendo " � Hice mal negocio con Uds. ! Las piedras se quebran f�cilmente ! No, no quiero m�s ."-
Fueron, entonces, a otro lugar mas lujoso, en donde un caballero de corbata les pregunt� " buenas tardes, Se�ores. � Podr�a serles �til en algo ? �Alguna joya en especial ?"
- No, Se�or, pues queremos tratar de negocios con el due�o, si es posible."- Coment� Patrick.
- Esperen un momento, ir� a consultar."- Dijo el dependiente, un hombre delgado, de bigotes negros y lacios. Sali� desde detr�s del encristalado mostrador, dirigi�ndose hacia una puerta situada al fondo del alfombrado local.
Patrick y Douglas lo observaban todo. Hab�an seis personas, comprando costosas joyas, mientras los dependientes, impecablemente vestidos , les atend�an obsequiosamente.
Regres� hasta ellos el dependiente que les atendiera primitivamente, para guiarles hasta la oficina del propietario de la joyer�a Versalles.
Entraron a la oficina. Detr�s de un imponente escritorio de caoba se sentaba un hombre de edad madura, de ojos peque�os y movedizos.
- Asiento, Se�ores.! Mi nombre es Gustavo Cifuentes.-Se present� el Joyero, extendiendo la mano.
A esto ambos visitantes le dieron la mano, present�ndose.
- Deseamos mostrarle algunas joyas, que deseamos vender."- Expres� Patrick.
- � Aja !Muy bien, ve�moslas."- Sonri� el Joyero.
Douglas dej� caer sobre la carpeta azul del escritorio de Don Gustavo. Una cascada de gemas ,relucientes y destellantes, pues las hab�an lavado con esmero. Don Gustavo, at�nito, alarg� una mano de dedos largos y finos, cogiendo una de ellas, observ�ndola asombrado. Ten�a la forma de un huevo de paloma, y aunque estaba en bruto, su pureza era tal, que parec�a una gota de agua.
Abri� uno de los cajones de su escritorio, y sac� de all� una gran lupa de aumento, a trav�s de la cual estuvo estudiando las gemas con mucha paciencia. Luego di� un bufido, ech�ndose atr�s en su sill�n de respaldo alto. Dijo :- " Se�ores, tienen Uds. una fortuna en estas piedras. S�lo quisiera preguntarles de ad�nde las sacaron, para ver si puedo hacerles una oferta !"
- El lugar de origen Ud. no lo creer�a, y el modo de llegar all�, menos a�n."- Respondi� Patrick.
- Mi primo aqu� presente quiere decir que tendr�a que tener Ud. mucha credibilidad en lo que podr�amos contarle !!!"- Dijo Douglas.
Don Gustavo sonri�, y haciendo un adem�n con sus manos, expres� :-"�Se�ores, me asombran Uds. ! Yo soy un antiguo comerciante en joyas ! Como tal, les puedo asegurar que he o�do, en mi no corta existencia, muchas historias incre�bles ! As� es que pod�is contarme vuestra experiencia con toda confianza.!"
- Si es as�, mejor. Yo soy el constructor de una m�quina que viaja a otra dimensi�n, en la cual hay un planeta que tiene en una hondonada, estos cristales a flor de tierra. No s� si tienen valor o no, pues la vez anterior nos cost� mucho venderlas , terminando por entregarlas a muy bajo precio.!!"- Confidenci� Douglas.
- � Oh ! Entonces, estas gemas no son terrestres ? - Pregunt� el caballero, asombrado.
- No lo son, Se�or, puede Ud. estar seguro."- Afirm� Patrick.
- Bien, despu�s de haberlas estudiado someramente, puedo decirles el valor que le asigno yo a estas gemas. A $50.000 por cada una, � les parece bien ?"- Inquiri� el Joyero.
- Son 79 gemas. "- Afirm� Patrick.
- $ 3.950.000, que pagar�a con un cheque, pues no acostumbro a tener dinero aqu�."- Dijo el Se�or Cifuentes.
- Trato hecho ! - SE apresur� Douglas en aceptar, y agreg� :- " � Comprar�a Ud. m�s de ellas , si nos atrevemos a ir a buscar m�s ?"
- �Por qu� dice eso ? �Es que hay peligro en irlas a tomar ?"-
- Exactamente. Hay unas fieras prodigiosas en el lugar, que no creo que una escopeta podr�a detener. Se precisar�a un arma de alto calibre, que ac� en Chile no dejan adquirir."- Inform� Patrick.
- Bien, veamos... Aqu� est� su cheque. Podr� cobrarlo ma�ana, ya es tarde para ir a un Banco. Con respecto a comprar m�s, mi mercado no es muy grande, pero puedo contactarme con algunos joyeros en Nueva York, quienes quiz�s est�n interesados...deber� enviarles muestras..en fin, ese negocio quedar� por verse. Vuelvan Uds. en una semana m�s, para que me den tiempo a hacer los contactos necesarios. "- Dijo el Sr. Cifuentes, dando as� por terminada la transacci�n.-
Salieron de all� euf�ricos, y Douglas dijo a Patrick, una vez llegaron a la calle :"- � Mira qu� cantidad hemos cobrado ! Regalamos las joyas, la vez anterior. Si este personaje puede hacer contactos en Estados Unidos, o adonde sea, para vender la producci�n, vamos a necesitar ir seguido a ese planeta.!-
- �C�mo vamos a dividirnos el dinero ?- ^Pregunt� Patrick.
- Por partes iguales, primo ! Ma�ana mismo cambiamos el cheque. "- Prometi� Douglas.
Pasaron los d�as pedidos de plazo por Don Gustavo, y en esa misma ofician encontraron al representante de la firma de Estados Unidos; un tipo alto y calvo, de gafas redondas
.- � Buenas tardes, Se�ores ! Perm�tanme presentarles a Mr. Goodnight."- Dijo Don Gustavo, presentando al gringo, quien ten�a ojos celestes fr�os y penetrantes como cuchillos afilados.
Conversaron hasta tarde, y llegaron a varias conclusiones, que delinear�an sus abogados, hasta dejar conformes a las partes. En resumen,Douglas se promet�a en vender toda la producci�n de sus minas a la firma " Wilson, Reagan y Cifuentes" . Estos, a su vez, pagar�an esa producci�n en los precios fijados por Don Gustavo, para los diferentes tipos y calidades de gemas. Estos pagos ser�an : la mitad en acciones de la Compa��a citada, y la otra mitad en dinero chileno.
Se despidieron, afirmando encontrarse al d�a siguiente, en que los documentos les fueron presentados en duplicado. Se firmaron, y quedaron en comenzar a hacer la primera entrega a dos d�as plazo.
- Deberemos comenzar a explotar las minas del Planeta Rosa !"- Dijo Douglas a Patrick, con rostro ce�udo, cuando salieron de esa reuni�n.
- " Quedamos en recibir a los representantes de estos hombres ma�ana en tu casa. Mas vale que hagamos una lista de los materiales que deberemos llevar, tales como veh�culos y herramientas para excavar. Piensa que son millones de pesos que nos van a empezar a llegar, y para ello hay que hacer las cosas en grande.!- Coment� Patrick.
- L�stima que la entrada a otros mundos se puede hacer con la esfera que yo dispuse. Hacer otra de mayor tama�o me llevar�a mucho tiempo."- Dijo Douglas.
- " Y tendr�s que hacerlo . No podemos ir a pie de un lado a otro. Necesitamos camiones que vayan a dejar los obreros, y otros tantos para traer las piedras preciosas.!- Dijo Patrick.
- Habr�a que hacerlo. Pero, tenemos que hacer de modo que nadie sepa qu� se hace, o llegar�n los Inspectores de Impuestos Internos del Gobierno de Chile...y m�s de diez problemas nos llevaremos !"- Se quej� Douglas.
- Pueden hasta quitarte tu aparato, ahora que copiaron eso de la Seguridad Nacional."- Ri� Patrick.
- Y entonces tendr�as que decirle adi�s a tus millones !"- SE mof� Douglas, quit�ndole la risa de un golpe a su amigo.
- Yo llevar�a la m�quina a una mina de lapizl�zuli, o algo as�, algo no muy productivo, y har�a trabajar a los mineros sin saber que est�n pasando a otro planeta !"- Propuso Patrick.
- �Olvidas que all� est�n los cristales sobre la superficie ? - Dijo Douglas.
- Bueno, por lo menos no es urgente que seamos muchos. Por ahora podr�amos ir nosotros a buscar unos sacos , para dar inicio a las actividades."- Coment� Patrick.
Los viajes al planeta Rosa fueron de media hora cada vez, pues tem�an la llegada de la hormiga carnosa, y se les pon�a la carne de gallina siempre que llegaban al planeta , pues media hora eran muchos minutos para llev�rselos huyendo de esa bestia.
Pero, como regalo del Creador, no tuvieron problemas en esos primeros viajes. Las joyas , que estaban en la hondonada, a flor de tierra, les permitieron extraerlas con gran facilidad. Llenaban bolsas ,que tra�an a la Tierra casi con s�lo el trabajo de recogerlas una a una.
Pero lleg� el momento en que deber�an escarbar en el suelo, y all� s� que se necesit� ayuda.
- No somos para esto!"- Quej�se Patrick, en su primer intento de usar pala y chuzo.
- Traeremos gente "- Dijo Douglas, ce�udo.
Para esa fecha, ya ten�an miles de d�lares reunidos, pues todas las gemas eran retiradas de su domicilio cada d�a. Con parte de ese dinero, contrataron campesinos, quienes laboraban entusiasmados, ya que el salario era alto.
Todo iba a pedir de boca, hasta que apareci� la Hormiga carnosa.Hab�an ya una cincuentena de campesinos, con sus casetas de ladrillos y sus almacenes, cuando sucedi�.Menos mal, lo hizo de dia, y Patrick, que estaba de guardia en ese momento, vi� la polvareda acercarse, bordeando el mismo monte de la vez anterior.
Toc� el silbato, el mismo que serv�a para finalizar las jornadas de trabajo, y cuando los mineros se dirig�an al peque�o edificio en que estaban las oficinas y los camarotes de Douglas y Patrick.
Armados de fusiles, los hombres apuntaron al animal que se les ven�a encima a toda carrera .
Muchos arrojaron los fusiles al suelo y corrieron a encerrarse en sus casas. Otros, que hab�an hecho el Servicio Militar Obligatorio, apuntaron y dispararon sin esperar la orden . Los rifles y fusiles vomitaron su carga de acero y plomo, y la gran bestia, herida de muerte, cayo al suelo casi al llegar a ellos.
Fue rematada con numerosos otros disparos, y las gentes que no hab�an estado en la balacera, se acerc� a ver lo que all� yac�a.Las m�s asustadas eran las pocas mujeres existentes, que eran las cocineras y ni�as de mano. Un hombre dijo a Patrick " ' ! Deber�an habernos avisado que exist�an estas "cosas" por aqu� ! Capaz que nos hubieran pillado de noche...!"
- No pas� nada, hombre ! Adem�s, nosotros estamos siempre de guardia !- Replic� Patrick, cargando su fusil .
Regres� , poco despu�s, a la Tierra, hallando a Douglas con su equipo lavando y preparando las gemas para ser entregadas.
- �Atac� la hormiga !"- Le grit� a su primo, ya que el ruido de las m�quinas pulidoras ahogaba las voces.
- ' � No ! �Hubieron muchos muertos ?"- Indag� Douglas , pasmado.
- Menos mal que le dimos la muerte entre varios. No pas� nada !"- Anunci� Patrick, dejando el fusil contra el muro.
- �Ah! Menos mal ! "- Se alivi� Douglas-.
. - ^Pero hay que hacer algo m�s dr�stico ! � Los huasos quedaron asustados ! Dicen que las mujeres est�n en peligro, all�."
Douglas se sent� en una silla, y dijo "- Tienen raz�n. Llevaremos guardias armados."
- Pero no m�s de esos fusiles viejos ! - Dijo Patrick, mostrando el Mauser de la I Guerra Mundial-" Hay que llevar M 1, o algo m�s efectivo."-
- Si estuvi�ramos en Estados Unidos, no habr�an problemas."- Dijo Douglas, meditabundo.
- Habla con los socios de Nueva York. - Dijo Patrick- " Ellos est�n metidos en esto, como nosotros. Ellos podr�an mandarnos armas modernas.!"-
- ' �Espera ! � Ya lo tengo ! Llevaremos el Desfasador a Estados Unidos , y desde all� enviaremos armas al Planeta Rosa !"-Exclam� Douglas.
- � Y los campesinos que tenemos all� ?-
- Los deberemos traer de regreso. Comenzaremos todo de nuevo."- Suspir� Douglas.
Para ello, trajeron de regreso a los campesinos, pag�ndoles el doble de lo que se les deb�a. Esto les conform� por el t�rmino del trabajo.
Desarmaron el Desfasador, y lo mandaron por avi�n, en partes, al pa�s del norte, estando asesorados en esto por los socios yanquis.
Douglas se fue a California, rearmando el aparato con mucha rapidez. Mientras un equipo trabajaba en el Planeta Rosa, se di� a la labor, secundado por t�cnicos , en constru� un aparato de grandes dimensiones, que qued� operacional en dos meses. La Sociedad contrato el servicio de una agencia de helicopteros, que fueron trasladados al otro planeta, junto a camiones, que hicieron en un solo d�a m�s que el equipo de los dos primos en dos meses.
Se pon�an avisos como �ste : " Necesito mercenarios para trabajo de cuidado. Sueldos de acuerdo con capacidad demostrada."
M�s de 300 personas llegaron, y la Sociedad los contrat� a todos.
Mientras tanto, Patrick pon�a en funcionamiento una radio emisora en el planeta Rosa, con t�cnicos en radio en el hemisferio sur . Los pilotos y empleados en general sab�an ya que los territorios en los que estaban explorando y trabajando no correspond�an a la Tierra.
- Mas vale la honradez en el trato"- -Dijo John Burton, un gigantesco ex teniente del Ej�rcito U.S.A.- " Si Ud. nos dice que �ste es Marte, le creeremos, en la medida de que sea verdad. Si Ud. dice que es otro m�s alejado , ya lo vemos con nuestros ojos . � Si parece ser la Tierra ! S�lo que no hemos visto m�s que mar, lagos y tierras inhabitadas .Mucha vegetaci�n, y ning�n signo de seres inteligentes.!"
- Quiz�s no hayan ."- Murmur� Douglas.
Cerca de los territorios en que se excavaban los cristales, un equipo de trabajadores comenzaban a nivelar el terreno , para hacer una pista de aterrizaje de aeroplanos.
- � Ser� un nuevo Pudahuel!"- Re�a Patrick, entretenido.
Los mercenarios habitaban en tiendas de campa�a, y por las noches encend�an fogatas, para paliar el fr�o. Comandante en Jefe era Burton, quien dijo a los dos primos :- " B�sicamente, esto es el comienzo de la colonizaci�n de todo un planeta, m�s que una mina en explotaci�n.Para asegurar la tranquilidad estamos nosotros, pues el insecto que nosotros conocemos de dos cent�metros en la Tierra, aqu� tiene las dimensiones de un elefante.!-
- Un bi�logo ha estudiado los restos del �ltimo que hemos matado, y dice que es un insecto depredador...- Inform� Douglas, quien hab�a contratado a un equipo m�dico.
- � Y �se es el peligro ! � Parece mentira ! "- Ri� el Comandante Burton.
Se hallaron diamantes en un cerro vecino, y comenz� el trabajo de extracci�n, con muchas medidas de seguridad. Los militares se dedicaban a explorar en helic�pteros los alrededores, mientras los civiles se afanaban en las minas.
Dos semanas despu�s los militares hallaron un nido de hormigas nativas, y el Comandante llev� a Douglas y su primo al lugar en helic�ptero, que sobrevol� el lugar, alarmando a las bestias. Las gigantescas hormigas llegaban en grandes columnas con sus cargas; restos de insectos, tan grandes como ellos, ferozmente trozados. Entre sus tenazas, pod�an adivinarse animales parecidos al ganado terrestre, desmembrados en la refriega de la captura. Algunas hormigas med�an el doble que las conocidas por los hombres de las minas, y sus tenazas las llevaban arrastrando por el suelo.
- � Se imagina Ud. que una de las hormigas exploradoras, de las cuales henos visto a varias husmeando por todo el contorno, hubiera tra�do la noticia de que hay seres comestibles en el campamento ?"- Pregunt� el Comandante.
Douglas, pas�ndose la mano por el rostro sudoroso, respondi� : - " � La completa destrucci�n ! Ni con un regimiento podr�amos detener a una hilera de estas carn�voras.!- El Comandante Burton dio orden al piloto de retornar a la Base.Fue durante el viaje que puso al tanto a Douglas y Patrick acerca de su idea en contra de los macroinsectos : - " � Podr�amos incendiar el nido con bombas de Napalm ! Cierto que los t�neles ser�an otra cosa, pero ser�a cosa de idear c�mo matarles a la Reina.!!"
Patrick repuso :- " Confiamos en su pericia. Al menos reduciremos el n�mero de estas bestias!"
En los d�as siguientes, llegaron al campamento entom�logos, quienes se dedicaron a estudiar la morfolog�a de esos seres, para lo cual deb�an ametrallar a las hormigas solitarias, para luego descender a estudiar los restos...
Como en todo este movimiento de personas y materiales fue imposible mantener el secreto, miles de personas quisieron pasar al nuevo planeta, cosa que se les permiti�, produci�ndose hacinamientos humanos , en donde el tema de los servicios b�sicos era un grave problema.
La Sociedad que amparaba el proyecto de extracci�n de joyas trat� de impedir la inmigraci�n de tantos americanos deseosos de espacios libres y un planeta ecol�gicamente sano. El Gobierno de Estados Unidos se entrevist� con Douglas y los dem�s socios, lleg�ndose a un acuerdo : no se detendr�a la inmigraci�n siempre y cuando se le dieran los planos del Desfasador al Ej�rcito, quien organizar�a la colonizaci�n de ese planeta.
- "�Les dimos el Universo !"- Profetiz� Patrick, al terminar la sesi�n, y en efecto era casi cierto, pues el Desfasador pod�a graduarse en infinidad de posiciones, lo cual daba la entrada a millones de otros lugares dimensionales.
En el planeta Rosa los ataques al hormiguero dieron inicio a un tr�fico mayor de personal, desde la Base Dos, la cual fue nombrada como " Nueva California"-
Se construyeron all� edificios , y las mujeres de los militares fueron llegando a vivir all�. Tambi�n comenzaron a establecerse granjeros en los alrededores, a quienes se les asignaba toda la tierra que dec�an poder cultivar.
En Estados Unidos, fue labor del F.B.I. el decidir qui�nes pod�an emigrar al planeta Rosa, como tambi�n ubicar a tantos t�cnicos, comerciantes y gentes que deseaban probar suerte en el Nuevo Oeste.
A cuarenta d�as de la conversaci�n en el helic�ptero, el Comandante Burton dio inicio el ataque al hormiguero. Las bombas Napalm achicharraron miles de cuerpos, y sobre el mont�culo en que se erig�a la entrada se levantaba una densa humareda hacia el cielo.
-" La carne de esos insectos es comestible."- Dijo un bi�logo a Douglas.- � No la comer�a por nada en el mundo !"- Se alarm� �ste, asqueado.
Las entradas al hormiguero fueron copadas por los mercenarios, y con gruesas mangueras se comenz� a insuflar en los t�neles un gas paralizante, a fin de exterminar a los insectos que se hallaran en las c�maras bajas.Un equipo de valientes se atrevi� a bajar, media hora despu�s, alcanzando el lugar en que estaba la hembra de la especie, muerta. Miles de pupas fueron asadas con los lanzallamas, hasta acabar con el �ltimo componente de ese hormiguero .El Comandante Burton dijo a Douglas, que observaba todo desde el helic�ptero principal : - " Mis hombres a�n no han hallado otro hormiguero, pero es casi seguro de que existen m�s. Seg�n los entom�logos, tienen que estar sembrados por todo el planeta, menos en las regiones de fr�o extremo."
- Nos interesa acabar al menos con los de este continente. Luego se podr� seguir con los restantes, si es que los hay."- Dijo Douglas, pues a�n no se establec�a cu�ntos continentes exist�an en el planeta Rosa.
- Los hallaremos y les daremos el mismo trato ."- Afirm� Burton.
Pasaron seis meses. Lo gastado por la Sociedad " Wilson, Reagan y Cifuentes" fue recuperado con creces, mientras se comenzaba a trabajar en otro yacimiento, m�s al sur del primero, en que se hallaron zafiros.
- � Seremos los millonarios m�s poderosos de la Tierra !"- Le dijo Patrick a Douglas, en la soledad de su oficina , en Rosa.
- Ya lo somos, pero de este planeta. La Tierra tiene muchos millonarios; aqu� somos los �nicos.!- Ri� Douglas.
- El dinero no sirve si no se usa en algo constructivo. Aqu�, ya hemos hecho lo m�s importante : hemos abierto un camino a la humanidad, para que crezca poderosa, en un planeta virgen-"- Afirm� Patrick.
- Somos instrumentos de Dios, no lo olvides. "- Dijo Douglas, reverentemente.
- Tengo a la mina de diamantes funcionando con subalternos. La Desfasador peque�a se usa s�lo para transportar t�cnicos y equipo peque�o. T� has entregado los planos al Gobierno, quien ya tiene seis puertas dimensionales funcionando a todo vapor. Pronto este lugar estar� plagado de actividad."- Dijo Patrick.
- Y t� me est�s insinuando algo. � Qu� es ?"- Inquiri� Douglas.
- El ir a otro planeta. Aqu�l que visitamos , en donde se ve�a una humareda. El sol era amarillo como en la Tierra.!"- Record� Patrick.
Douglas lo medit� unos instantes, diciendo luego "- Tendr�amos que fabricar otro Desfasador, para no interrumpir la llegada de personal. Es muy importante para la Compa��a seguir como hasta ahora, por lo que no podemos quitarles nada."-
- � Y cu�nto te tomar� fabricar otro peque�o ?"- Pregunt� Patrick.
- Un par de meses. Pero deberemos regresar a la Tierra; ac� no nos dejar�an tranquilos !"- Asegur� el inventor.
Tres meses despu�s, en una casa patronal del fundo "El Apretado", en Chile, se terminaba de construir el Desfasador particular de los dos primos, quienes estaban felices de pasar su tiempo en el campo.Tras hacer viajes de prueba, ambos primos se avituallaron convenientemente, viajando del mismo modo ya descrito, al planeta llamado por ellos " Nube Negra."Patrick silbaba dentro del habit�culo, y Douglas cerr� la esclusa. Ir�an por tres semanas.En 10 segundos, llegaron a ese planeta. Como en su anterior visita, no se ve�an p�jaros entre los �rboles.Dejando marcado el sitio con un c�mulo de piedras, aparte de una radio' se�al, que emit�a un agudo silbido cada diez segundos, echaron a andar por sobre los pastos que circundaban los �rboles .El camino empez� a descender, hasta llegar a un hermoso valle. El astro del sistema iluminaba la escena con sus rayos diamantinos, mientras una brisa perfumada oxigenaba sus pulmones.
El descenso se hizo dificultoso, y a las dos horas de eso arribaron a terreno plano. La vegetaci�n raleaba all�, y un arroyo escu�lido serpenteaba entre las piedras caldeadas.Cerca de un �rbol ca�do observaron que el terreno empezaba a ascender nuevamente, por lo que descansaron all� una media hora.Seg�n sus relojes terrestres, llevaban seis horas de camino .
- " hemos andado unos diez kil�metros."- Opin� Douglas, mirando el aparato que llevaba atado a una pierna, y que serv�a para medir distancias.
- � Tan poco ? Ya me duelen los pies."- Se quej� Patrick, sac�ndose las botas.Decidieron pernoctar en ese mismo lugar, pues ambos se hallaban cansados. Subi�ronse a un gran �rbol, y entre sus ramas superiores ataron sus mochilas, para luego amarrar dos hamacas, en donde se tendieron a descansar.El lugar estaba a siete metros del suelo, y las ramas superiores tapaban la visual del cielo.
Dos horas despu�s ca�a la noche, y con ella leg� el fr�o, que debieron soportar estoicamente, pues no se atrev�an a encender fogatas en el suelo, ignorando qu� animales podr�an deambular en las tinieblas.
- � Oh, me congelo !"- Reclamaba Patrick, desde su hamaca.Douglas not� una luminosidad entre las hojas, que ven�a de un punto lejano.Avis� de ello a Patrick, quien opin� "- Debe ser un incendio."
Siguieron tratando de dormir , soportando el fr�o, y tan pronto como amaneci�, bajaron del �rbol, para desentumecer sus cuerpos. Decidieron dirigirse en la direcci�n en que vieran las luces, y tras una caminata de m�s de una hora por entre los �rboles del bosque, llegaron a un claro, en que se erig�an muchas viviendas constru�das de troncos, algunas de ellas encaramadas en los �rboles, existiendo puentes de ramas entre los �rboles. Muchos seres semejantes a ellos se atareaban en sus labores cotidianas, pero que se quedaron mir�ndolos, al verles aparecer.
Un grupo de guerreros, armados de lanzas de relucientes hojas, se aperson� ante ellos, en forma amenazadora. Med�an .en promedio, un metro setenta cent�metros, vistiendo ropajes hechos de cuero animal.La turba comenz� a gritar, excitada, mientras Patrick y Douglas extend�an las manos en forma amistosa.Un individuo corpulento se abri� camino entre los nativos, llevando en su mano derecha una azagaya. Su voz lleg� clara hasta ellos , pero el significado de sus palabras fue incomprensible.
Patrick respondi� diciendo " � Somos hombres de la Tierra y venimos en paz ! "El cacique dijo otras palabras incomprensibles, y al punto se abri� un camino entre el grupo de guerreros, como invit�ndolos a pasar hacia el poblado.Los dos primos tragaron saliva, y se decidieron a caminar pausadamente entre tantas lanzas. As�, se vieron enfrentados a la fogata que les indicara el lugar, en la noche pasada.
El Cacique se aproxim� a ellos, mir�ndolos con ojos fieros, y ambos terrestres le tendieron las mochilas, a falta de cosa mejor. Los ojos color violeta del individuo se distendieron, aceptando el obsequio, sacando el contenido de inmediato. Se entretuvieron algunos guerreros en observar las l�mparas, hachas, sacos de dormir y cordajes que dentro de esas mochilas hab�an estado, as� como los tarros de conservas que hab�a llevado.
- � Qu� dientes !"- Exclam� Douglas, al notar que esos seres ten�an sus dentaduras color azul.
- � M kient ?"- Repiti� el cacique, y todos los que le rodeaban rieron, comenzando a repetir tal palabra, cosa que parec�a divertirles mucho.
- � Menos mal que es una tribu de buen humor !"- Se alegr� Patrick.
- � T� lo has dicho !"- Replic� Douglas,suspirando aliviado.
Los curiosos nativos les observaban con atenci�n. Ten�anlos rodeados por tres lados, dej�ndoles libre acceso al calor de la fogata. Las mujeres ten�an su tez blanco amarillenta, siendo sus pupilas de claro color violeta. La mayor�a se ve�a joven, muy bien distribuidas anat�micamente, cosa que se notaba de inmediato pues usaban sus ropajes hasta medio muslo solamente.
Los ni�os hicieron su aparici�n, riendo y acerc�ndose sin mido alguno. De entre ellos, uno se acerc� a Douglas, pidi�ndole algo en su idioma incomprensible. Por sus gestos, se entendi� que deseaba su cintur�n.
- �Quiere tu cintur�n ! Ni modo, estamos rodeados, tienes que ceder."- Opin� Patrick. por lo que se desprendi� de aquello, d�ndoselo al ni�o,quien dio una exclamaci�n de j�bilo y se escabull� lejos, provocando una risa general. El cacique dio una orden, y la mayor�a de los curiosos volvieron a sus quehaceres.
Los guerreros y el cacique se sentaron sobre unas bancas, siendo imitados por Douglas y su primo. parec�an esperar a alguien, y as� fue, porque de pronto se alleg� a ellos un hombre alto , tocado con una gorra hecha de plumas, llevando en su diestra un b�culo terminado en un sonajero, que hac�a sonar espor�dicamente. Obviamente, era el brujo de la tribu.Los ojos del reci�n llegado eran oscuros, al contrario que el resto. Husme� a los reci�n llegados, y luego dibuj� en el suelo varios signos, indic�ndolos con ademanes.
- Parece que desea que elijamos un signo,- Dijo Douglas.
- Elijo el redondo.- Exclam� Patrick, riendo,y al hacerlo, el brujo di� un alarido, golpeando en la cabeza a Patrick, aunque sin herirle. Esto pareci� decidir las cosas, porque el Cacique se puso de pie, abandonando el lugar con sus hombres.
- Fie owieoi soick- Dijo el brujo, uy les indic� que le siguieran. En fin, que fueron alojados en la misma choza del brujo, que ol�a a emplastos y yerbas medicinales. Por dos semanas debieron dormir all�, atendiendo a las lecciones de idioma y brebajes que el brujo se di� el trabajo de darles.
Comprendieron el idioma en ese lapso, aparte de ver limpiados sus intestinos varias veces, lo cual les produjo un estado de debilidad que les ayud� en atender las lecciones sin querer huir.
Supieron que el Cacique hab�a ganado una batalla no mucho atr�s, en contra de un conglomerado denominado los kriik, aunque hab�an perdido a 20 guerreros en las escaramuzas.Por las tardes ten�an permiso de deambular por todos lados, constatando que las mujeres del poblado eran t�midas, pues nunca se pod�an acercar a menos de tres metros , ya que sal�an corriendo.La alimentaci�n en la casa del brujo no era muy apetitosa, pero les manten�a con vida. Los guerreros eran los cazadores en la tribu, y eran ellos los que pod�an darse festines de carne asada, dejando al resto con la dieta herb�vora.
- Estos frescos se comen lo mejor, y dejan a medio mundo hambreado!"- SE quej� Patrick, refiri�ndose a los guerreros y al gordo cacique, que manten�a en su choza a m�s de treinta hermosas j�venes, como esposas.
- � No vamos a meternos en revoluciones culturales ! Somos hu�spedes del amigo brujo, y date por conforme con eso."- Replic� Douglas.
Esa noche, mientras cenaban con el brujo, atacaron los kriik. Ven�an del bosque en sombras, por lo que los guerreros del cacique fueron tomados por sorpresa. No arrojaban flechas ni lanzas; se abalanzaban en contra de los desprevenidos guerreros , en una lucha cuerpo a cuerpo, en la que llevaban la mejor parte.
- � Son insectos !"- Douglas grit� despavorido.Y ten�a raz�n : bajo la luz rojiza de la fogata, pod�an verles con claridad, ahora que estaban luchando m�s cerca de ellos. De estatura regular, su cubierta quitinosa les otorgaba el aspecto de extra�os caballeros feudales, resguardados por sus falsas corazas de hierro. El color de esta cubierta era plomiza, lo que explicaba la semejanza.
Pro todo parecido mor�a al caer la vista sobre su rostro. La mand�bula inferior ,prominente, era bestial. En el lugar de los labios, se ve�an irregularidades, que hac�an las veces de los dientes, aunque largos de 18 cent�metros,siendo sus colmillos parecidos a los de los cocodrilos.
Sus patas y manos eran pinzas afiladas, cual de jaibas. Y eran esas temibles pinzas, de m�s de 40 cent�metros de largo, las que estaban haciendo estragos en los nativos humanos.
Estos combat�an denodadamente, a�n habiendo sido sorprendidos de improviso. El nombre de los insectos era onomatop�yico, ya que los insectos emit�an ese ruido al comunicarse entre s�.
Los guerreros deb�an introducir las puntas de las lanzas justo en el hueco de las articulaciones, ya que las corazas quitinosas de los insectos , abombadas, hac�an casi imposible hundir las puntas met�licas en ellas. Para ello, deb�an acercarse bastante a los insectos, lo cual les pon�a al alcance de sus temibles pinzas...
Los nativos llevaban la peor parte en esta lucha, por lo que Patrick y su primo comenzaron a disparar sus pistolas, las balas de las cuales parec�an c�rdenos abejorros, en la penumbra de la noche.
Los cuerpos insectiformes estallaban, literalmente, al dar en el blanco los proyectiles. Dej�banlos desarticulados, reventados, y sus cuerpos sin vida ca�an entre los at�nitos humanos de la tribu, que no hab�an adivinado el poder de los protegidos del Brujo.
Mientras recargaban su pistola, Patrick se admir� de la sangre fr�a de Douglas, quien se acerc� a�n m�s a los insectos, disparando con toda calma contra los m�s cercanos,. a fin de no herir a los humanos.
Con su pistola recargada, termin� Patrick de despachar al mundo sin retorno al �ltimo insecto visible, pues el resto de ellos hab�a huido al bosque, al escuchar los estampidos.Se acerc� a los cuerpos ca�dos, de los cuales sal�an borbotones de l�quido lechoso, parecido al derramarse el agua de un odre roto. Los nativos sobrevivientes al ataque, horrorizados y temerosos por el estruendo y efectos de las armas de fuego, miraban a ambos terrestres con reverencia.
El Cacique se aproxim� a ellos, con paso firme, y les dio la m�xima prueba de amistad en ese poblado : una cachetada en la mejilla para cada uno.
Los primos sonrieron y le devolvieron el cumplido. Luego, todo el poblado ri� estrepitosamente, celebrando la victoria. Un peque�o tumulto se form� alrededor de ellos, para repartir cachetadas a diestra y siniestra...Esta vez fue la primera en que Douglas y Patrick pudieron hasta tocar a las mujeres del poblado, las cuales eran muy bellas. Los guerreros enterraron a sus muertos, y los cad�veres kriik fueron arrojados a la hoguera.Al amanecer, ambos amigos a�n sent�an los "Saludos " en sus mejillas, y se dec�an que �se no era un buen modo de ser felicitado...
Como los nativos estuvieran formando un grupo de guerreros para explorar los alrededores, en busca de los krrik emboscados, Patrick dijo resueltamente "- Ir� con ellos!"-
Douglas, sentado fuera de la choza del Brujo, respondi� "- Yo me quedar� aqu�. Le ped� un tarro de conservas al Cacique, y dijo me mandar�a uno con una mujer. � No saben lo que contienen esas latas ! "
- haz lo que quieras. Adi�s !"- Se despidi� Patrick, integr�ndose al grupo de guerreros que iba a hacer la batida.
Douglas recibi� su lata de conservas, que result� ser de at�n, y se introdujo en la tienda, para abrirla sin ser visto. El Brujo estaba all�, cerca de sus sopas medicinales, y con �l comparti� el contenido, que fue del gusto del Brujo.Por mientras las mujeres retiraban los calcinados cuerpos de los krrik del fuego nocturno, enterr�ndolos lejos. Douglas sali� fuera de la choza, tras su somera pitanza, y not� que los nativos ahora le sonre�an, sobre todo las mujeres, que acarreaban el agua en �cantaros, par preparar el almuerzo.
Una de las j�venes le ofreci� un poco de agua, dici�ndole " - Bebe, gran amigo del trueno !"-
Douglas la admir�, pues era joven y bella, vi�ndola alejarse gr�cil como una gacela.Al atardecer algunos nativos regresaron de la caza del d�a, y esta vez enviaron a la choza del Brujo un buen trozo de asado, con un par de mujeres, que junto a unos tub�rculos recalentados, sirvieron al Brujo y Douglas, quien hac�a ostentaci�n ahora de su rev�lver, colgando del cinto.Douglas qued�se vestido esperando a Patrick, apoyado en uno de los pilares de la choza, qued�ndose traspuesto por algunas horas. Despert� al o�r un griter�o, mientras el Brujo dec�a : " Parece que el grupo de guerreros ha regresado!-
- � Ey, Douglas !"- Le grit� Patrick, entrando a la choza, dej�ndose caer en su litera.
- Viene herido. Har� una cura."- Coment� el Brujo, poni�ndose a machacar ciertas hojas .
- " Tuvimos un encuentro con los Kriik. Les atacamos y los nativos lucharon con valent�a. Mi rev�lver no dio los resultados esperados,porque est�bamos en una zona boscosa, y los troncos proteg�an a los insectos, quienes se escabull�an al apuntarles."
- � Y les dieron muerte a todos ?
_ No lo s�. Perd� el rev�lver cuando atacaron en masa, apenas pude salvar con vida, huyendo por entre los �rboles. Poco despu�s v� pasar al Cacique con otro grupo de guerreros, y junto a ellos hemos llegado ac�."- EXplic� Patrick, haciendo un gesto de dolor cuando el Brujo comenz� a lavarle las herida que ten�a en el cuello y pecho.
Douglas sali� fuera de la choza, apesadumbrado, pues quedaba ahora una sola pistola, con menos de veinte balas disponibles. El Cacique se hab�a retirado a su choza, pues dec�an que ven�a herido, y sus mujeres se ocupaban ahora de vendarle. Otros heridos estaban cerca de la fogata, mostrando heridas que les llegaban hasta los huesos.Douglas cont� los heridos, que eran dieciocho . Los restantes guerreros afilaban sus armas, mirando subrepticiamente hacia la oscuridad del bosque que les rodeaba. Se ve�a que la batalla estaba muy lejos de haber sido ganada...
La joven que le diera un cazo con agua esa ma�ana se le acerc�, nombr�ndole. Le miraba serenamente, dulcemente. Apoy� un dedo en su propio pecho, diciendo " Ilen"-
Repiti� ese nombre Douglas, y ella sofoc� una carcajada, huyendo.Douglas regres� a la choza del Brujo, para ver que Patrick dorm�a. - Prepar� un emplasto poderoso. Pronto estar�n cicatrizadas sus heridas."- Dijo el Brujo, y Douglas vi� que hab�an vendado eficientemente a su primo con hojas entrelazadas.Se dej� caer en su jerg�n, dormitando largo rato.
Muy de ma�ana, Douglas despert� sobresaltado,al percibir unos labios que rozaban su frente. Abri� sus ojos, pudiendo ver el delicado rostro de Ilen, inclinado sobre �l.
Sent�se, y ella se arrodill� a su lado, sonriente. La tom� por los hombros, y la bes�. Di�se cuenta de su sobresalto, pues ella no sab�a besar, pero Douglas di�se ma�a en ense�arle, consigui�ndolo a medias.Un rato despu�s, ella le hablaba en su idioma, pidi�ndole que reforzara su coraz�n con lazos de valor, pues tem�an que les atacaran los kriik ese mismo d�a.Sali� �l de la choza llev�ndola de la mano. Caminaron por entre los �rboles que rodeaban la parte norte del poblado. con Ilen recarg�ndose contra su costado, sonriente. Se encontraron con una pareja de ancianos, quienes fueron presentados por ella como sus padres. Estos dieron a entender que estaban conformes en que formaran pareja, riendo en voz baja.
Regresaron a la choza del Brujo, quien se atareaba cuidando a Patrick. quien parec�a muy repuesto.
- � Te casaste, Doug ?"- Pregunt� sonriente el herido, al verle llegar de la mano con Ilen.
- Si, pero no he pasado la Luna de Miel por ahora. Acabo de conocer a mis suegros."
Una mujer del Cacique lleg� con varios tarros de conserva, diciendo "- Los env�a el Gran Jefe, para que se reponga el bravo guerrero."Abrieron algunos, para desayunar, y la joven Ilen abr�a mucho sus ojos, agradada de los sabores desconocidos para ella.Douglas dijo " - Es tan linda, que har�a una buena pareja a�n estando en la Tierra."
- No es mala tu idea. "- Dijo Patrick, gui�ando un ojo.- " A ver si yo me encuentro una preciosidad parecida."
- Las hay."- Dijo ella, riendo, y huy� fuera de la choza del brujo, regresando a la hora despu�s, trayendo un odre con agua caliente, a la cual el Brujo le ech� un suced�neo del caf�, del cual sirvi� a todos.
Durante los d�as siguientes, los guerreros prepararon lanzas y flechas, en prevenci�n de otro ataque kriik. Por mientras, Douglas y Patrick, recuperado de sus heridas, hac�an viajes exploratorios por las cercan�as, acompa�ados por ocho guerreros que el Cacique hab�a puesto a las �rdenes de Patrick.A veces les acompa�aba Ilen, inquieta amazona, que no reclamaba de cansancio aun cuando la caminata fuera de todo un d�a.Hacia el sur del poblado exist�a un pantano de aguas verdosas, y tras �l, un cerro de regular altura. Bordeando el pantano, llegaron al cerro, lo que les llev� varios d�as, en los cuales dorm�an en sus carpas, con un sistema de guardias rotativas.Cuando empezaron el ascenso, estaban tostados por el sol y contentos del buen clima. Llegaron a la cima al atardecer, cansados y rasmillados por los arbustos espinosos. Acamparon cerca de unas pe�as, y al amanecer rodearon el cerro, bajando por el otro costado, en donde corr�an varios arroyos, y hallaron venados pastando entre los matorrales, dando muerte a dos, con certeras flechas.
Fueron pasando m�s d�as, y faltaban ya cinco para que llegara el Desfasador con su puerta a la Tierra, por lo que reemprendieron el regreso, dando un rodeo para pasar por los lugares de mayor abundancia de caza, ya que deseaban aportar con carne a la alimentaci�n de los que hab�an quedado en el pueblo.Llegaron un d�a antes del fijado al t�mulo que se�alaba el lugar en que la Puerta Dimensional aparecer�a.Al ver el t�mulo de piedras, los cazadores nativos se pusieron muy nerviosos, pero Douglas les dijo que el pitido que escuchaban era una baliza ac�stica, y acto seguido la apag�, provocando algunas sonrisas de alivio.Armaron la carpa justo en el lugar de la Puerta Dimensional y esperaron a que �sta llegara. Ilen estaba ya muy apegada a Douglas, no dej�ndole solo en todo el d�a. De pronto, sintieron la vibraci�n especial, y pasaron los dos primos a la Tierra, junto con Ilen, quien se hab�a abrazado a Douglas al empezar la vibraci�n.
Todo permanec�a igual que a la hora de la partida hacia el planeta Rosa, habiendo estado los aparatos funcionando sin pausa durante todos esos d�as.Ilen se mostraba sorprendida, pero sonre�a a Douglas, tomada de su brazo.Este la bes� en la frente, y luego mir� al reloj mural : eran las 17:15 horas.Abriendo la puerta, salieron por el corredor hacia la casa. Los ojos de ella estaban muy abiertos, sobre todo al no ver la rosada cualidad en el aire, sobre todo al llegar al patio, en que algunas flores abr�an sus p�talos al sol que comenzaba a declinar en el horizonte.
Douglas la observaba enamorado, y la felicidad de ella era la suya propia. Entraron a la sala en que sus cuidadores estaban aguard�ndoles. La vieja Elen y su esposo les llenaron de preguntas, que fueron respondiendo entre bromas.Patrick encendi� un cigarrillo, y la joven tosi�, al sentir ese humo en sus pulmones, por lo que �ste sal�� fuera a terminar de fumar .
Elen les sirvi� una taza de t� con sandwiches de pollo, que Ilen comi� sorprendida, pues nunca antes hab�a probado el pan. Los muebles la llenaban de pasmo, y los tocaba y olfateaba, tratando de adivinar de que estaban hechos.Tras el desayuno, Patrick anuncio que ir�a a darse una vuelta por los Bancos, para saber cuanto dinero hab�an ganado en esos d�as de asueto. Por mientras, Douglas llevo a Ilen al cuarto de ba�o, en donde la inici� en el uso del shampoo y el jab�n, que a ella la hac�a estornudar...probablemente por los productos qu�micos de que estaba hecho.
Salieron de all�, y el cabello sedoso de ella ca�a en ondas sobre sus hombros. Esto hizo pensar a Douglas en llevarla a una peluquer�a, pasando antes por una tienda de modas...pues el traje con que ella llegara a la Tierra era imposible de usarse en parte alguna...Usando un traje de Elen, la llev� a una tienda femenina, en donde la vistieron de pies a cabeza, y comenz� a usar zapatos de tac�n bajo, pues ni hablar de que pudiera caminar con los de tac�n alto !
Pasaron a cenar en un Restaurante, en donde ella qued� encantada del modo civilizado en que todos conversaban y se serv�an los alimentos, usando servicios de metal.
Luego regresaron a la casa, en donde ella pudo dormir en una buena cama , no sin antes maravillarse de ver la Luna , que le pareci� muy hermosa .Al d�a siguiente, tras tomar un ba�o, Ilen Y Douglas fueron a servirse el desayuno. Como no hallaron a Patrick en el comedor, le fue a buscar su primo al dormitorio, pero no le hall�. Regres� diciendo a Ilen " Debe haber salido temprano." Tambi�n comenz� a ense�ar a Ilen palabras en Castellano, para que fuera acostumbr�ndose a comunicarse con la gente que la rodeaba.En el coche, rodaron pac�ficamente por carretera hasta llegar a la ciudad, en donde ella control� el nerviosismo que le atenazaba el pecho, al ver tanta gente moviliz�ndose en tan gran n�mero de veh�culos, de todos los portes y colores. La ciudad, con sus altas torres de cristal, la maravillaba, dej�ndola at�nita.
Pasaron a una Peluquer�a de Damas, en donde el encargado mostr� los dise�os en boga, eligiendo el corte de pelo que a ella m�s le acomodaba, teniendo en cuenta el dise�o o morfolog�a de su rostro .Sali� de all� m�s encantadora que nunca, y ella sonre�a sin parar, causando la admiraci�n entre los varones...cosa que a Douglas le reventaba de rabia, pero que trat� de disimular lo mejor que pudo, ya que se sab�a celoso.Volvieron ya tarde a la casa en el campo, en donde hallaron a Douglas sentado en el porche.
- � Hola, pareja !"- Sonri� Patrick,salud�ndoles.
- �Y tu, adonde te hab�as metido ? Te busqu� en tu dormitorio, esta ma�ana, y no estabas."- SE quej� Douglas.
- � Y muchas gracias por preocuparte por m�, primo ! Me qued� afuera, anoche...se me hizo tarde en los Bancos. � Puedo decirte que tenemos el triple de dinero que al irnos a ese planeta de Ilen ! La extracci�n de joyas en muestras minas ha sido excelente. Se teme que los precios comiencen a bajar, si seguimos importando tanta joya sin restringirnos ."- Coment� Patrick.
- � Para ese entonces seremos unos Cresos ! "- Se ri� Douglas, pensando ya en qu� gastar tanto dinero...
Ilen camin� hasta los jardines aleda�os, pensando en el cambio que hab�a sufrido su vida. Aspiraba el aire fresco , y con su vista abarcaba los verdes prados y altos �rboles que pod�an verse desde all�. La carretera, que pasaba cerca, perd�ase de vista en una curva, cual una flecha arqueada. � Era muy hermoso este mundo llamado Tierra !Y pensando en Douglas, se dijo que le amaba, desde el momento en que entr� en la aldea, tan sereno y valiente...Con el alma rebosante de amor y de dicha, regres� hasta donde estaba su amado, bes�ndole ...
Cenaron los tres la comida preparada por Elen, y Patrick se dirigi� luego hacia la ciudad, que le atra�a como un im�n.Douglas e Ilen fueron a ver un programa en la Televisi�n, que a ella la dejaba incr�dula de que esa gente peque�ita fuera realmente la imagen proyectada desde lejos.
Ilen comenzaba a dominar algunas palabras en castellano, y repet�a muy seguido las que pod�a distinguir cuando ve�an la televisi�n, haciendo re�r a Douglas con sus errores...
Mas no todo era felicidad.La amenaza de Guerra Nuclear era una sombra perenne en esos meses, que se le�a en cada ciudadano, en sus ojos atemorizados , cada vez que se o�an las noticias entregadas por los medios informativos.Un d�a, mientras descansaban en el balneario de Algarrobo, en una playa repleta de veraneantes, Douglas respondi� a una pregunta de Ilen : "- S�, mi amor. Una Guerra Nuclear matar�a a todo ser viviente. La radiaci�n no dejar�a vivir ni a los vegetales, y es por eso que el Desfasador no descansa ni de d�a ni de noche, all� en Estados Unidos, enviando a otro mundo a todos aquellos a quienes la Guerra Fr�a mantiene en constante terror."
- � Nosotros entonces deber�amos viajar a mi mundo ! All� nos salvar�amos de esa amenaza."- Pidi� ella.
- Entre nosotros la guerra ha sido siempre una constante. Solo que ahora una guerra nuclear desbastar�a de tal modo la Tierra, que no dejar�a alternativa posible para recomenzar de nuevo."- Dijo pesimistamente Douglas, mirando las olas del mar.
- � Pero es muy lindo lo que hacen ac� en las f�bricas y tiendas de modas ! Lo mismo son bellos los espect�culos que hemos ido a ver ! La belleza es mayor que la fealdad, en tu mundo.!- Asever� la alien�gena.
- Me gustar�a que nuestros hijos nacieran en un mundo nuevo, cual un Eden. En donde se tarde milenios en tener una civilizaci�n que atente contra s� mismo tan gravemente como aqui.!- Dijo Douglas.- � Oh, s� ! Regresemos a mi mundo, entonces ! A�n podr�as ser m�s generoso, y abrir las puertas de ese mundo para todos los que quieran ir desde Chile ! Tal como dices que lo hiciste con ese otro pais...!- Dijo ella.
Douglas medit� unos instantes aquello, El dinero obtenido por las piedras preciosas le hab�a sido de mucho provecho, como para ahora abandonar la civilizaci�n y caminar entre salvajes...Pero podr�a hacer el intento de vivir en ese otro mundo de salvajismo y bosques sin fin, quiz�s con algunas comodidades modernas...La idea de llevar a todos los que quisiera desde Chile ser�a un modo de asegurarse la compa��a de gente empe�osa, de contar con ayuda t�cnica, en fin, una avanzada de la civilizaci�n, que alejara los peligros de la selva y de esos krrik...
Regres� a la ciudad , en donde puso anuncios en los peri�dicos de que regalar�a terrenos a todos lo que quisieran poblar unos terrenos v�rgenes. La gente acudi� por miles, y todos ellos atravesaron el portal hacia el mundo de Ilen, encontrando la armon�a de la naturaleza en su pr�stina belleza.
Construy� un Desfasador de gran tama�o, capaz de permitir el paso de camiones , los cuales comenzaron a ser usados para traer las maderas que se comenzaron a talar en el bosque. Dos compa��as madereras pagaban a Douglas por el talaje, y con el dinero obtenido Douglas constru�a un pueblo en donde antes hab�a existido el poblado nativo de Ilen. Calles pavimentadas, casas de dos y tres pisos, luz el�ctrica, agua potable fueron los adelantos que alcanz� a ver construidos antes de fallecer, v�ctima de un c�ncer a la pr�stata.
Ilen jam�s le dio descendencia, quiz�s debido a una divergencia gen�tica entre ambas especies...En su sepelio, Patrick dijo : " Fue el hombre que dio m�s a la Humanidad en el momento en que m�s se necesit� su ayuda : mundos v�rgenes a los que escapar de la Guerra At�mica que se cierne sobre los pueblos de la Tierra. Desde otras dimensiones, nuestros descendientes recordar�n a la Tierra como la cuna de todas las civilizaciones, y a John Douglas Spencer como al inventor que hizo posible la supervivencia de la raza humana."
Fin.
Reescrita, 14.11.1997.Alfredo Juillet, Santos Dumont , Stgo, Chile.