Eleazar López Hernández
Pueblos de la biblia y pueblos
indios de hoy .
Una reflexión de fe para servidores de los pueblos
indígenas.
Como Lázaro, en Betania, los pueblos indios emergen de sus tumbas y sacuden la conciencia de las sociedades que los han llevado a la muerte y deseaban mantenerlos en la tumba. Empuñando tan sólo el poder de Dios, ellos y sus compañeros no indios de camino, han ido a este cementerio de pueblos y han desatado las manos, los pies, la lengua, la mente y el corazón para caminar de nuevo por el mundo, llevando las flores ancestrales de la vida. Esta resurrección indígena es fruto de muchos factores. Pero tiene que ver también con un cambio radical de actitud de las iglesias cristianas frente al que no únicamente es pobre, sino otro dentro de la sociedad. Y en este proceso de conversión al otro el paradigma de Moisés en el desierto es determinante. Por eso es importante analizarlo. El acceso nuevo, por parte de los indígenas, a la Biblia judeocristiana, ya no como instrumento o justificación de la dominación que se impuso, sino como sabiduría de pueblos periféricos, en los que podemos ver nuestra propia realidad polifacética, ha dado como resultado una nueva apropiación de la Biblia no para someternos y enajenarnos en realidades o propuestas que nos son ajenas, sino para potenciar nuestra lucha de siglos, yendo a los proyectos de vida que están en la raíz de nuestra identidad cultural y étnica. Como los pueblos de la Biblia, los indígenas de hoy sabemos que podemos aportar a los demás la energía de vida que viene de nuestra vinculación estrecha a la Madre Tierra, a la comunidad y a las utopías de vida, que heredamos del pasado. La tierra que mana leche y miel, como anhelo de los pueblos del desierto, es el espejo donde miramos nuestras utopías indias. Por la experiencia indígena y de la Biblia sabemos que, para hallar puertas de salida a la crisis global que vivimos, es preciso ir a las profundidades de nuestro ser y de nuestra historia y traer los huesos de los antepasados, para con ellos amasar la carne de los hombres y mujeres del futuro. Es lo que se intenta reflejar en este artículo.