Francisco Reyes
"Y al entrar en la casa, vieron
al niño..."
Un acercamiento al evangelio de Mateo a partir de los
niños.
"El que juega es bueno, porque tiene alma de
niño"
(de un campesino colombiano de más de setenta
años)
Mateo, como Lucas, elabora un relato con características míticas sobre la infancia de Jesús, con el propósito de mostrar la identidad y la plenitud del mesianismo de Jesús. El Cristo, el salvador, es el Emanuel, Dios niñito con nosotros. El ser un niñito perseguido connota la plenitud de su mesianismo. Esta característica se torna espejo y modelo pedagógico para la comunidad, es necesario entonces, "volverse y hacerse como niños pequeñitos", como condición para entrar en el Reino de los Cielos (Mt. 18,3). Sin embargo, esta dimensión propia de la espiritualidad de la comunidad de Mateo, ha estado ausente en la exégesis del evangelio. En este artículo buscamos precisamente rescatarla como un hilo conductor o clave de lectura que nos ayude a revelar los sentidos latentes presentes en el evangelio, profundizando en su sentido sociológico, espiritual y teológico, con el propósito de aportar un granito de arena a la fundamentación de una hermenéutica infantil de la Biblia.