LA PRESENCIA COREANA EN LA ARGENTINA: LA CONSTRUCCION SIMBOLICA DE UNA EXPERIENCIA INMIGRATORIA

Mirta Bialogorski

 

INTRODUCCION

   Comencé mi investigación sobre la comunidad coreana en la Argentina, en el año 1989 como becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), apoyo que se extendió hasta 1998.
   Tal interés coincidió con el período de mayor ingreso de estos inmigrantes procedentes de la República de Corea, representantes junto con otros asiáticos (tiwaneses)  y latinoamericanos (peruanos, principalmente) de la denominada "nueva inmigración".
  El grupo coreano se ubicó en el área urbana de Buenos Aires, en los barrios capitalinos de Flores y  Once, ampliando significativamente el número de habitantes de esa nacionalidad que conformaban ya una pequeña comunidad en nuestro país desde mediados de la década de 1960. 
   Su llegada  al país a partir de 1985, respondió a una política de  "inmigración condicionada" que  exigía a quienes decidieran instalarse en él, un determinado capital de inversión. La mayoría de los recién llegados se incorporaron al ámbito comercial y al de la pequeña y mediana empresa textil  cuya base la habían establecido aquellos inmigrantes coreanos que arribaron a la Argentina en la década anterior. Este tipo de inserción generó redes diversas de interacción no sólo con los argentinos sino con otros grupos minoritarios, sobre todo, argentinos de origen judío y bolivianos con quienes se contactaron a nivel laboral,  prácticamente desde la primera etapa de arribo.
   A estas particularidades hay que agregar que se trataba de un grupo con una cultura, una fisonomía y un lenguaje marcadamente distintos a los de la sociedad receptora y con pautas claramente diferenciales en la construcción social del mercado de trabajo.
   En la sociedad argentina, advertimos, no pasaban desapercibidos sus rostros, su idioma, la modalidad de asentamiento en los espacios urbanos en los cuales se habían concentrado conformando un barrio étnico tanto residencial como comercial.
   Sus hábitos sociales, religiosos, alimenticios y laborales e, innegablemente, sus proyectos de vida y sus planes en este país despertaban curiosidad.
  Varias veces noticia de los periódicos, acusados de "explotadores", "usurpadores del trabajo y las riquezas" de los argentinos, blanco de la discriminación, los coreanos planteaban numerosos interrogantes a los argentinos.  Si bien su presencia no fue numéricamente significativa en contraste con la de los inmigrantes limítrofes (en la instancia de mayor flujo no superaron las cuarenta mil personas)  fue común que se hablara a nivel de los medios de comunicación masivos de "la invasión coreana",  "la  ola amarilla" y hasta de la formación de una "pequeña Corea" en la Argentina, expresiones reproducidas además, en el decir cotidiano de muchos argentinos.
  Decidí entonces, adentrarme en el tema pensando en la significación social que estaba adquiriendo el proceso de incorporación de este grupo migrante, es decir, en el conjunto de representaciones perceptuales y de interpretaciones conceptuales que se iban generando en el discurso social dando lugar a un nuevo imaginario. Por un lado, entre los argentinos con eje en ese "otro", diferente y ajeno que ponía a su vez, en cuestión su propia imagen. Por el otro, entre los inmigrantes coreanos, protagonistas necesarios de esta historia que, como grupo, vivenciaban el pasaje de una situación de mayoría  nacional a la de una minoría étnica con todas las problemáticas culturales y estructurales, individuales y colectivas, que les presentaba  la nueva coyuntura. Y, claro está,  con sus propias representaciones e interpretaciones con eje también en "ése otro" o más bien "esos otros" ajenos y diferentes.
   En aquel momento, mi interés teórico y metodológico como antropóloga estaba focalizado en la cuestión de la identidad grupal concebida como el efecto de significación producto de las interpretaciones diferenciales de los agentes sociales frente a las normas, valores y comportamientos vigentes en un contexto y tiempo determinados. Producto asimismo,  de las imágenes recíprocas construidas por ellos (Jansen 1959, Bauman,1972, l989; Ben-Amos, 1972) en función de sus respectivas posibilidades cognitivas materializadas en el discurso social (Blache-Magariños, 1980,1992). En tal sentido, mi preocupación se centraba también en los  procesos de elaboración de dichas  imágenes (Langacker,1987; Jackendoff, 1983)
    El espacio y los  vínculos sociales significados y/o resignificados y el juego simultáneo de la identidad ('nosotros'), la alteridad ('los otros') y la pluralidad ('los distintos otros'), la "tripolaridad de la antropología" (M.Augé,1994),  así es como vislumbraba la posibilidad de encarar mi estudio acerca  del fenómeno de la inmigración coreana en nuestro país, y más específicamente, en Buenos Aires, que es donde estos inmigrantes decidieron en su gran mayoría iniciar  su nuevo derrotero.
  Tomé la decisión de centrar mi investigación fundamentalmente, en  la subjetividad de los actores sociales intervinientes (coreanos, argentinos, bolivianos, argentinos de origen judío), entendiendo por subjetividad, el conjunto de las representaciones perceptuales y de las interpretaciones conceptuales construidas por aquéllos en sus respectivos universos discursivos.
 Consideré la noción de discurso en su dimensión de práctica social constituyendo y construyendo el mundo en significado (Foucault,1973; N. Fairclough, 1992; Magariños de Morentin, 1996)  sin descartar por ello la observación de otras prácticas sociales, pero consciente de mis limitaciones para registrarlas con herramientas eficaces  y, sobre todo, analizarlas  en la complejidad de su semiosis. 

   A partir de un intenso trabajo de campo, el corpus de la información quedó constituido por cuarenta y siete entrevistas realizadas a miembros de la comunidad coreana de una hora y media de duración promedio, grabadas y transcriptas, dejando de lado para el concreto análisis metodológico las que, por diversas razones (por lo general decisiones personales) no fueron registradas con esa técnica. Incluímos además, una serie de notas periodísticas que nos fueron traducidas de dos diarios comunitarios y una Historia de la inmigración coreana (Lee Kyo Bum, 1990) elaborada por uno de los miembros de la comunidad, editada en un libro de cuya traducción al castellano fui partícipe.
    Las entrevistas llevada a cabo fueron abiertas en su mayoría, con preguntas iniciales genéricas aunque orientadas  a su experiencia de inmigrantes en la Argentina y a la relación con los distintos conjuntos sociales que conforman la sociedad mayor.
   A partir de allí, resultó esencial considerar las temáticas introducidas por cada entrevistado de acuerdo con su edad, situación laboral, familiar, educativa, con sus problemáticas personales y/o con sus intereses particulares. Era fundamental ver hacia dónde encaraban la conversación, qué aspectos les interesaban o creían conveniente plantear, con qué los asociaban y/o qué les evocaban. Importaba no sólo registrar los aspectos referidos sino de qué manera los construían discursivamente: qué afirmaban o negaban del nuevo contexto, qué pensaban, suponían, esperaban o no, en su condición de inmigrantes. Creamos para este registro, una base de datos cualitativa, que debido a requerimientos de la investigación, reelaboramos en una segunda instancia.
    El tomar en cuenta estas modalizaciones nos permitiría ir estableciendo los diversos posicionamientos de los integrantes de la comunidad y acceder a las diferencias hacia la interioridad del grupo,  que en un primer análisis aparecían desdibujadas cuando no ausentes, configurando una imagen  monolítica de comunidad, que parecía, de manera contradictoria, subsumir la subjetividad en la homogeneidad y borrosidad del sujeto.
  Parte de la investigación consistió también en efectuar  entrevistas a representantes de la sociedad argentina que tuvieran algún contacto con miembros del grupo coreano, entre ellos a comerciantes judíos, docentes, vecinos del barrio de residencia, clientes y empleados de autoservicios coreans. Hemos realizado además, entrevistas focalizadas a inmigrantes bolivianos con relación  a  temas puntuales como su experiencia laboral con  talleristas coreanos.
   Agregamos a este material el discurso mediático por medio de la recopilación y análisis de artículos de prensa  provenientes de los principales periódicos  nacionales en los que aparece el inmigrante coreano como principal protagonista.
   A diferencia de los estudios que abordan la problemática de la inmigración y del contacto grupal, en particular los que se ocupan del caso coreano, y que parten de variables sociológicas preestablecidas o bien, de indicadores con carácter de categorías interpretativas a priori, en función de las cuales elaborar macro explicaciones,  esta propuesta se inscribe en una formulación localista (aquí y ahora), esto es, que permita encontrar los matices que dan individualidad al fenómeno de la presencia coreana en el escenario argentino actual, en términos de un modelo vivencial del grupo. O sea, establecer el perfil particular que en la Argentina, adopta dicho fenómeno, en el marco de los movimientos poblacionales actuales, pasible no obstante de ser comparado con lo que ocurre con esta comunidad (u otras) en otros contextos situacionales.
  Me pareció de utilidad asimismo, indagar y poner a prueba un método de trabajo analítico que me permitiera establecer una instancia intermedia entre las teorías macro-sociales y una fenomenología del trabajo de campo.
   En este sentido cabe aclarar que no partí de categorías teóricas previas aún conociéndolas, sino que mediante el  análisis del  material empírico me interesó examinar a posteriori en qué medida se aproximaban (o no) a alguna de ellas y de qué manera aparecían construidas en el propio discurso de los actores.
  Podemos decir por ejemplo, que encontramos en dicha construcción, rasgos que se acercan a los que conforman las categorías de  grupo étnico (F.Barth,1976; A.Cohen,1974), de "enclave étnico" (Porter,1994; Panaia,1995) y de "minoría intermediaria" (Bonacich,19973; Zenner,1991) en sus respectivas formulaciones teóricas.
  Planteamos las relaciones del grupo coreano  con el entorno  en términos de la noción de plurietnicidad (N.Green,1987) en la medida en que dicho grupo ha elaborado sus vínculos no sólo con los argentinos sino también, y sobre en todo en un primer momento, con otros grupos minoritarios a partir, fundamentalmente, de su inserción en la estructura económica del país.

Objetivos:

   En base a lo expuesto, en este  trabajo de tesis, nos proponemos determinar y analizar el conjunto de problemáticas en torno a la presencia del grupo coreano en el ámbito argentino, configuradas en su dimensión endo y exogrupal, a partir de los discursos vigentes en la propia comunidad y su contrastación con otros discursos vigentes en la sociedad receptora, constructores del juego de imágenes respectivas.
  La finalidad es acceder, conforme a dichas imágenes, a las particularidades de su inserción, es decir, de su participación en los diferentes esferas sociales (trabajo, educación, cultura, religión, política) e interrelación , esto es, de su vinculación personal con los otros no coreanos, que presenta la comunidad coreana en el contexto argentino, procurando establecer las zonas de proximidad, distancia o ruptura en las diversas áreas de convivencia, y acceder así, a un modelo no apriorístico de la identidad de este grupo en este tiempo y espacio.
   Entendemos la noción de identidad como una construcción dentro y no fuera del discurso, localizable por lo tanto histórica e institucionalmente, dentro de formaciones y prácticas discursivas y por medio de estrategias enunciativas específicas, identidad  que en consecuencia, está en constante cambio y transformación. Más aún, que surge dentro del juego de modalidades específicas de poder y por lo tanto es "más el producto de la marcación de la diferencia y la exclusión, que signos de una unidad idéntica naturalmente construida" (S. Hall y P.du Gay, l996: 5).  En contraste con las nociones esencialistas, sostenemos que las identidades sociales están fragmentadas y se construyen de manera múltiple y contradictoria a través de discursos, prácticas y posiciones diferenciales de los sujetos.

Tesis a sostener:

   En el caso de la comunidad coreana planteamos que el proceso de inserción e interrelación con la sociedad argentina toma la forma de una dispersión de intereses y compromisos, con afinidades, distanciamientos y contradicciones puntuales en los ámbitos diferentes de la convivencia, siendo la fragmentación el modo con que construye su  vinculación con el nuevo contexto y por lo tanto, su identidad.
   Sostenemos que la identidad del grupo coreano en la Argentina se construye predominantemente alrededor de un  eje, el trabajo, en torno al cual elabora su propia imagen, la de los otros y la imagen misma del vínculo con el entorno argentino, lo que le permite mantener cierta integridad a nivel individual y comunitario.
    Planteamos asimismo, que todo  ello puede verificarse en el discurso en el que se materializan las representaciones e interpretaciones de los sujetos sociales1 así como las operaciones cognitivas que vinculan ambos planos.

Universo de análisis

    Nuestro material de análisis proviene pues, fundamentalmente, de las cuarenta y siete entrevistas de  hora y media de duración promedio, que realizamos a miembros de la comunidad coreana. Conforme a nuestra propuesta teórica y metodológica, hemos dejado de lado a los fines analíticos meramente, las que por diversas razones (por lo general decisiones personales relativas a la vinculación con los representantes del grupo) no hemos grabado. No es necesario aclarar que estas entrevistas han tenido enorme valor al brindarnos mayores elementos de interpretación.
 Como material de contraste efectuamos veinticinco entrevistas a argentinos, entre ellos, a comerciantes de origen judío, docentes, clientes y empleados de comercios coreanos y vecinos del barrio de Flores, focalizadas en temas puntuales según los objetivos de contraste.
   Asimismo, una pequeña parte del material recogido ha correspondido a cinco entrevistas realizadas a inmigrantes bolivianos en las cercanías de la Plaza ubicada en las calles Cobo y Curapaligue, en Flores Sur con quienes hemos abordado únicamente la temática vinculada a su relación laboral con los talleristas coreanos.
   El conjunto de las entrevistas fueron grabadas y transcriptas a los efectos de su ordenamiento y análisis.
   Por otro lado, formó parte de nuestro corpus de contraste, material proveniente de la prensa argentina. Se trata de un conjunto de artículos seleccionados de los principales periódicos de circulación nacional entre 1989 y 1994, que han tenido como protagonista al inmigrante coreano.

Ordenamiento y análisis de la información

   Este material, es decir, los distintos discursos sociales mencionados (1), se constituyeron en los datos a partir de los cuales pudimos acceder a la información acerca de la construcción de la significación (2) que realizan los miembros de la comunidad coreana al interpretar su experiencia inmigratoria en la Argentina. Desde el punto de vista analítico hemos recurrido a una orientación del análisis del discurso de base semiótica: la semiótica de enunciados (Magariños de Morentin, 1993; 1996; 1998) (3). Nuestra tarea se efectuó en dos etapas.

Primera etapa

   Siguiendo la mencionada perspectiva, utilizamos las siguientes operaciones analíticas: a. la segmentación de los textos de los informantes en definiciones contextuales y b. la construcción de ejes conceptuales, campos y redes semánticos.
 

a. La segmentación tiene como objetivo disponer de las partes de un texto que se consideran básicas o elementales para la construcción de la significación. Dicha segmentación se efectúa adoptando un criterio sintáctico, que, a diferencia de un recorte semántico, se somete a reglas objetivas y procura  disminuir la subjetividad  para establecer los cortes inicial y final de cada segmento  (Magariños de Morentin, 1998:238).
   Para ilustrar este método tomemos como ejemplo, el siguiente párrafo de una entrevista realizada a una estudiante coreana:
"Hay  discriminación en la facultad/ pero no /hay/ tanto /discriminación/. En Ciencias Sociales /los docentes/ son más abiertos. Si yo digo que pasó una discriminación, /los compañeros/  me dicen que tengo que hacer la protesta, /me dicen/ que /ellos/ me ayudan"

En principio señalemos que colocamos entre barras la recuperación de implícitos sintácticos (sujetos elididos u otros recursos de la economía del habla). Esta operación responde a una etapa previa a la de segmentación. Se denomina normalización  y se lleva a cabo particularmente, cuando se trabaja con textos que provienen de desgrabaciones procedentes de la oralidad

Una vez efectuada esta tarea, identificamos los siguientes segmentos:
1. Hay / discriminación en la facultad/ pero no /hay/ tanto /discriminación/
2. En Ciencias Sociales /los docentes/ son más abiertos
3. Si yo digo que pasó una discriminación, me dicen /los compañeros argentinos/ que tengo que hacer la protesta
4. Ellos /los compañeros argentinos me dicen/ que me ayudan /si protesto por la discriminación/

Ahora bien, si buscamos establecer las características de la construcción semántica de determinados términos, por ejemplo el de "discriminación" en función de los contextos en que los ha utilizado el entrevistado, recurrimos a la organización de las definiciones contextuales.
   Caracterizamos a las definiciones contextuales como aquéllas construcciones mediante las cuales se establece el sentido que adquiere un término cualquiera presente en determinado segmento textual en función del contexto al que dicho término aparece asociado en ese mismo segmento. Formalmente consiste en una normalización elemental que implica pronominalizar la presencia del término seleccionado en su contexto de uso, de modo que el resto de la estructura de la frase aparezca  dependiente de dicho término  (Magariños de Morentin, l989) (4)

Retomemos el ejemplo a partir del término "discriminación":

1. aquélla que hay en la facultad
2. aquélla no tanto que hay /en la facultad/
3. aquélla una que si yo digo que pasó, me dicen /los compañeros argentinos/ que tengo que hacer la protesta

   En función de estos criterios organizamos una base datos conteniendo las variables
que siguen:
Enunciador: grupo al cual pertenece el entrevistado
Lexema: término cuya presencia se va a pronominalizar
Definición contextual
Número de orden de cada definición contextual
Identificación: edad y sexo del entrevistado
Ocupación del entrevistado
Nacionalidad del entrevistado
Fecha de la entrevista
Entrevista (número de entrevista y página en donde se ubica el lexema)l

Veamos un ejemplo de cómo completamos esta base de datos para delimitar, como veremos en el punto que sigue, los campos y redes semánticos:

Enunciador: geupo coreano

Lexema: chico/a/s
Definición contextual aquéllos coreanos con los cuales se encuentra /mi hermano/los
                                    fines de semana.:

Nro.:231
Identificación: femenino/25
Ocupación: estudiante
Nacionalidad: coreano/a
Fecha: 20/9/91
Entrevista:1/10

b. Ejes conceptuales, campos y redes semánticos.
  

   De este modo, así como lo hicimos con los términos de la ejemplificación ("discriminación", chico/a/a), rastreamos en cada una de las entrevistas para la confección de las definiciones contextuales, el conjunto de términos referidos por los mismos actores al hablar de los distintos aspectos de su experiencia inmigratoria en la Argentina (por ejemplo, "Argentina", "Corea", "argentinos", "trabajo", "familia", "inmigrante", "integración", etc.). Con este material organizamos la base informática que nos permitió realizar una búsqueda lexemática  a fin de conformar luego campos y redes semánticos.
   De modo que el conjunto de estos términos organizados en las definiciones contextuales, los agrupamos según contenidos semánticos homogéneos en ejes conceptuales conformando los llamados campos semánticos (5).
   Tomemos como ejemplo, el término o lexema "trabajo" utilizado efectivamente por los entrevistados a partir del cual elaboramos el conjunto de definiciones contextuales que se encuentran en la base de datos correspondiente. A los fines de la ejemplificación seleccionamos las siguientes:

Enunciador: grupo coreano
Lexema: Trabajo

Definiciones contextuales:
-aquél del que los hijos muchas veces tienen casi total cargo /en la Argentina/
- aquél todo que está a cargo de los padres si saben hablar castellano
Eje conceptual: universo laboral
Sub- ejes: trabajo y familia
                 Trabajo e idioma

Trabajo:
- aquel sobre el cual no hay responsabilidad /en el argentino/
- aquel que si no le da mucho a los bolivianos puede pensar más
Eje conceptual: Universo laboral
Sub- eje: Imagen laboral del otro

Trabajo:
- aquello que buscaban /los coreanos/ a los mayoristas judíos /en la Argentina/
- aquel /textil/ para lo cual los mayoristas judíos daban hilo /a los coreanos/
Eje conceptual: Universo laboral
Sub-eje conceptual: actividad textil
                                  Sub -eje: vinculación con los judíos

   Cabe señalar que la identificación de los ejes conceptuales tienen valor de hipótesis mientras avanza la investigación y hasta que se compruebe la eficacia de la agrupación.
   Por otra parte, un mismo término puede conformar más de un eje conceptual según su contextualización. Así, el término "comunidad" puede vincularse con el eje universo laboral ("El 90% de la comunidad /coreana/ se dedica a textil"), o con el eje comunicación ("la mayor parte de la comunidad /coreana/ no habla castellano")
   Además, mediante el análisis pueden establecerse sub- ejes según los intereses del investigador, los que, como vimos, pueden a su vez, diversificarse en nuevas subcategorías que los especifican.

   Esta formalización en campos semánticos la efectuamos en cada entrevista a fin de integrar luego, las distintas unidades semánticas identificadas para el conjunto de entrevistados, de modo de armar redes semánticas las cuales representan las relaciones y matices semánticos contenidos en los textos específicos. El propósito es establecer formaciones discursivas (6) que darán lugar a los "mundos semióticos posibles", noción proveniente del campo de la lógica modal pero con función semiótica, que alude al conjunto de opciones disponibles para que los miembros de una comunidad determinada en un tiempo y espacios dados construyan las significaciones de los fenómenos de su entorno (7). Este concepto se define como "el conjunto de relaciones de accesibilidad que pueden identificarse al relacionar un texto, sus interpretaciones vigentes en determinado momento histórico de determinada sociedad y el conjunto de referentes construidos por cada una de tales interpretaciones" (Magariños de Morentin, 1996) (8)

   Estas operaciones las utilizamos asimismo, para intervenir en el material discursivo proveniente de entrevistas a miembros de la sociedad argentina con el objetivo de identificar las unidades semánticas comunes a un grupo y al otro, pudiendo establecer los aspectos a los cuales ambos se refirieron contrastando la significación en un caso y en otro.

Estas operaciones las utilizamos asimismo, para intervenir en el material discursivo proveniente de entrevistas a miembros de la sociedad argentina con el objetivo de identificar las unidades semánticas comunes a un grupo y al otro, pudiendo establecer los aspectos a los cuales ambos se refirieron contrastando la significación en un caso y en otro.
Ejemplo:

Enunciador:  Grupo coreano
Definiones contextuales:
Lexema: carrera /universitaria/

- aquélla universitaria cuya elección en la Argentina es un reflejo de lo que pasa en Corea
- aquélla /universitaria/ de medicina, odontología, farmacia que son de onda en Corea
- aquélla universitaria de más oportunidad de trabajar que conviene elegir en Corea
- aquélla /universitaria /de medicina que estudian mucho /los jóvenes/ en Corea
- aquélla /universitaria de medicina/ que siguen los coreanos /en la Argentina/ porque en Corea un médico se gana todo.
- aquélla /universitaria/ toda que paga y eligen los padres (para los hijos)
- aquélla universitaria /elegida por los padres/ que tenés que respetar
- aquélla universitaria de Sociología o Ciencias Políticas sobre las cuales digo a mis amigos /coreanos/ que pueden seguir /en la Argentina/
- aquéllas / universitarias de Sociología o Ciencias Políticas/ con cuya elección /los chicos coreanos/ podrían ayudar mucho para hacer una investigación sobre la comunidad coreana /en la Argentina/
- aquélla /universitaria de Ciencias Políticas) que yo seguí para ayudar a la colectividad /coreana en Argentina/
- aquéllas / universitarias/ de Economía, medicina, Administración, Comercio Internacional que elige la mayoría /de los chicos coreanos en la Argentina/
- aquéllas / universitarias/ Humanísticas que no /eligen los chicos coreanos/
- aquélla de Filosofía que dejó un amigo mío /coreano/ por el idioma

Eje conceptual: universo educativo
Sub- eje: elección de las carreras universitarias

Enunciador: Grupo argentino
Eje conceptual: universo educativo
Sub- eje: elección de las carreras universitarias

Lexema: carrera/s /universitaria/s/
Definicones contextuales:

- aquéllas /universitarias/ que eligen los chicos /egresados del Colegio Nacional de Buenos Aires/ que tiene que ver con las "ondas" (modas culturales) /del Colegio/
- aquéllas /universitarias/ de Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas y todas las carreras nuevas que metió la universidad de Buenos Aires que estudiaron muchos egresados en los años 85, 86, 87
- aquéllas universitarias de la nueva ola que no eligen los chicos coreanos
- aquélla universitaria de Ciencias Políticas en la cual no creo que encuentres chicos coreanos
- aquélla /universitaria/ de Ingeniería, Medicina o Biología o Exactas en las que vas a encontrar /chicos coreanos/
- aquéllas /universitarias/ no orientadas a la abogacía o de aplicación a nuestro medio (Argentina) /en las cuales no vas a encontrar chicos coreanos/
- aquélla universitaria de Abogacía que no tienen sentido seguir para quien piensa emigrar /como los chicos coreanos/
- aquéllas / universitarias/ sociales que ellos /los chicos coreanos/ en general no siguen
- aquéllas / universitarias/ sociales respecto de las cuales /los chicos coreanos/  no se ven inclinados /a elegir/
- aquéllas / universitarias/ sociales que ellos /los chicos coreanos/ en general no siguen porque piensan emigrar
- aquéllas / universitarias/ sociales que ellos /los chicos coreanos/  no siguen porque no se sienten integrados al medio
- aquélla nueva de Diseño Textil sobre la cual preguntan mucho los chicos coreanos
- aquélla nueva de Diseño Textil en la que hay muchos coreanos
- aquélla universitaria de Diseño textil respecto de la cual me parece interesante que ellos /los chicos coreanos/ ya tienen como predestinada por el trabajo familiar

   Argentinos y coreanos coinciden en aludir en que los jóvenes coreanos optan en la Argentina por seguir estudios universitarios y señalan como preferidas, determinadas carreras: medicina, farmacia y odontología. Los argentinos agregan además, biología, ingeniería, ciencias exactas y diseño textil. Los coreanos a su vez, mencionan Economía, Comercio Internacional y Administración de empresas y mencionan su país de origen como referente y  la intervención de los padres en la  elección de las carreras de sus hijos.
   Ambos coinciden en afirmar la escasa presencia de estudiantes coreanos en el área humanística como el de las ciencias sociales, políticas, filosofía y ciencias de la comunicación.
   Ahora bien, al contrastar estas construcciones discursivas, observamos interpretaciones diferenciales que unos y otros adjudican a este aspecto.  Según los entrevistados coreanos, los criterios que predominan en los miembros de su comunidad al momento de seleccionar una carrera universitaria en la Argentina, responden a los vigentes en Surcorea y se asocian con la moda, la conveniencia para insertarse laboralmente y con la mayor posibilidad de ganar dinero. Medicina, en particular, es referida como aquélla profesión que responde a los requisitos mencionados en el país de origen y, por lo tanto, se la prefiere en el  ámbito receptor, aún cuando las condiciones difieren notablemente, como se reconoce en otra parte del discurso.
   Con respecto a las orientaciones humanísticas y sociales, sólo como excepción, se mencionan las dificultades que, como el idioma, impiden su elección, o bien, se reconocen los beneficios que pueden obtenerse de este tipo de conocimiento en cuanto es posible volcarlo hacia la propia colectividad.
   Observamos que estas construcciones dan cuenta de una posición de distanciamiento en relación con el contexto argentino en tanto aparece como referente el país de origen, se pone énfasis en el endogrupo, no se alude a la situación de integración al medio mayoritario a través de la profesionalización, aunque, es importante señalar en función del contraste con el discurso de los argentinos, que no se habla de reemigración ni de abandono de la Argentina.
   Precisamente, entre los entrevistados argentinos encontramos dos interpretaciones posibles con referencia a la actitud adjudicada a los jóvenes coreanos. Unos, atribuyen la elección de sus estudios universitarios a proyectos ligados enteramente al desarrollo de sus actividades futuras lejos de la Argentina, marcando así, una distancia extrema entre este grupo y la sociedad mayoritaria. Esta posición aparece no obstante, relativizada en las expresiones que resaltan el interés de los chicos coreanos por una nueva carrera, Diseño textil, al asociar esta elección  con el  tipo de inserción laboral que ha adoptado la comunidad coreana en nuestro país. El referente aquí es la sociedad receptora y el proyecto de vida, la permanencia en ella.

   Cabe reiterar que el criterio analítico que hemos adoptado se diferencia de un recorte conceptual ya que los términos no se los seleccionan a partir de un a priori semántico con el objeto de reconducirlos a concepciones teóricas previas. Por el contrario, se basa en relaciones sintácticas entre términos explícitamente dichos por los actores sociales cuyo criterio de selección es la focalización en una actividad pragmática y los propios términos que los entrevistados van generando acerca de la misma.

Segunda etapa

   En la primera etapa de la investigación, como vimos, el objetivo planteado era identificar el universo de términos empleados por los entrevistados coreanos para ver cómo construían los objetos y conceptos de los cuales hablaban dando significación a su experiencia de inserción e interrelación en el nuevo contexto.
   En un segundo momento el interés se centró además, no sólo en dichos aspectos sino en la manera en que los construían dada nuestra hipótesis según la cual en esa construcción, el grupo fijaría su posición de proximidad o distancia con la sociedad argentina.
   Desde el punto de vista metodológico, este objetivo implicó avanzar en la elaboración de una nueva estructura de organización del conjunto de los enunciados pertenecientes al discurso coreano y al argentino que permitiera dos tipos de búsqueda:
1. ver qué niegan o afirman los entrevistados y a quién/es atribuyen su discurso.
2. ver qué distancia toman respecto de tales negaciones/ afirmaciones, cuáles son las barreras que interponen dando cuenta de los grados relativos de compromiso en la interrelación
   Para desarrollar este punto acudimos al registro de las modalizaciones (9) y las actitudes proposicionales (Hintikka, l969; Maingueneau, l980; Benveniste,1985; Kerbrat-Orecchione, l993), es decir, a las marcas dadas por los sujetos a sus enunciados. Ello apunta a señalar la adhesión del hablante a su propio discurso que puede estar muy subrayada o no, disminuir o no y  desplazarse por una escala continua  que varía a lo largo del discurso.
   Nosotros consideramos las modalidades de enunciado que son una categoría lingüística que, a diferencia de la modalidad de la enunciación, no se apoya en la relación hablante- oyente en el proceso de producción del discurso, sino que caracterizan en el acto producido, la manera en que el hablante sitúa el enunciado en relación con la verdad, la falsedad, la probabilidad, la certidumbre, la verosimilitud, etc. (modalidades lógicas) o en relación con juicios apreciativos: lo feliz, lo útil, lo triste, etc. (modalidades apreciativas) (Mainguenau, op.cit.:127; Kerbrat - Orechini, op.cit.)
   Entonces,  una vez organizado el nuevo archivo, tomamos en cuenta primeramente respecto del sujeto del enunciado, su coincidencia o no, con el sujeto de la enunciación y, en segundo término, las actitudes de los emisores frente a sus enunciados.
   En el primer caso, la posición que los entrevistados asumen en relación con su discurso, reviste particular importancia cuando el hablante pertenece al grupo al cual hace referencia (en este caso, a la comunidad coreana). Tanto puede ocurrir que el enunciador se identifique plenamente con el sujeto del enunciado (a través del uso del pronombre personal de primera persona singular ("yo") o plural ("nosotros") dando testimonio del compromiso con el grupo de pertenencia, por ejemplo:
"Nosotros (los coreanos) siempre en algo nos vamos a diferenciar" (del argentino)
como puede ocurrir, por el contrario, que se distancie de su enunciado (mediante la utilización de la tercera persona) excluyéndose de su grupo:
"Ellos (los coreanos) son muy cerrados"
   También hemos tenido en cuenta en el análisis cuando el hablante utiliza la tercera persona, adjudicándole su discurso al sujeto del enunciado, a qué segmento de su comunidad lo atribuye (los hijos, los jóvenes, los de la generación intermedia, etc.). Por ejemplo:
"Los padres /coreanos/ no quieren que sus hijos pierdan la identidad coreana"
   Otro elemento importante a considerar ha sido la atribución de ciertos pensamientos o creencias  a los argentinos  en particular, ya sea  de manera categórica:
"Los argentinos creen que acá los coreanos son tontos",
ya sea de manera relativizada a través del empleo de  modalizaciones:
"Nosotros pensamos que los periodistas argentinos piensan mal de los coreanos"
   Asimismo, nos ha interesado focalizar en las variables que especifican al grupo referido en los enunciados (se trate de coreanos o de argentinos) dado que las mismas contribuyen a establecer también, la diversidad de matices que modalizan las posiciones de máximo o mínimo acercamiento o alejamiento con que los actores sociales configuran la interrelación:
Por ejemplo: no es lo mismo decir que "Los coreanos no hablan castellano" haciendo extensiva dicha actitud de distanciamiento al conjunto de la comunidad, que manifestar que "Los (coreanos) mayores, ancianos, no se meten a aprender castellano", particularizando quiénes, en todo caso, se distancian más.
   En resumen,  una vez finalizada la tarea de segmentación del material en definiciones contextuales, reunimos en conjuntos homogéneos todas aquéllas expresiones según afirmaran o negaran la inclusión o la exclusión del grupo coreano en relación con la sociedad argentina y con su propio grupo, mediante construcciones afirmativas o negativas tomando en cuenta la dimensión semántico- verbal (10)
Cuando hablamos de inclusión/exclusión nos referimos a modos de construir discursivamente la proximidad o la distancia entre coreanos y  argentinos en los distintos aspectos referidos por los informantes.
   Ahora bien, la vinculación intergrupal se configura en el discurso de los entrevistados coreanos unos afirmando lo argentino, otros negando lo coreano y viceversa según las distintas situaciones, veamos a modo de ejemplo, el siguiente Cuadro:

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  AFIRMACIONES
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AFIRMAN LA INCLUSION AFIRMAN LA EXCLUSION
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EN LA SOCIEDAD ARGENT. EN EL PROPIO GRUPO DE LA SOCIEDAD ARGENT. DEL PROPIO GRUPO
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1. 2. 3. 4.
ACEPTAN LA CULTURA ACEPTAN LA CULTURA SE AISLAN DE LA   ACEPTAN EL CASAMIEN-
ARGENTINA         COREANA           SOCIEDAD ARGENTINA TO CON CUALQUIERA

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3'. 4'. 1'. 2'.
NO PROCURAN INTE- NO LES IMPORTA NADA LOS JOVENES COREA- NO NIEGAN LOS VALO-
GRARSE A LA SOCIE- DE COREANOS NOS NO DESCONOCEN RES COREANOS
DAD ARGENTINA LA CULTURA ARGENT.

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EN LA SOCIEDAD ARGENT. EN EL PROPIO GRUPO DE LA SOCIEDAD ARGENT. DEL PROPIO GRUPO
--------------------------------------------- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- NIEGAN LA INCLUSION NIEGAN LA EXCLUSION
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NEGACIONES
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   Podemos observar en el Cuadro precedente, que se utilizan estructuras sintácticas contrarias frente a una misma dimensión semántica. Son cuatro maneras diferentes de situarse frente al mismo problema lo que nos está indicando dónde se ubica el hablante y desde qué lugar va construyendo sus múltiples lazos con el entorno.
   Cuando al referirse por ejemplo, a la inclusión en el ámbito receptor o en el propio grupo, afirman que /los coreanos/ "aceptan la cultura argentina" al tiempo que expresan que "no procuran integrarse a la sociedad argentina", o cuando admiten que /los coreanos/ "aceptan la cultura coreana" mientras registramos que "no saben nada de coreanos", nos hallamos frente a contradicciones que muestran que en la comunidad no hay homogeneidad de discurso en referencia a la relación con el argentino, sino más bien una polarización de posiciones.
   Por otra parte, el hecho de que los entrevistados afirmen y nieguen un mismo aspecto de la vinculación, indica una complementariedad que refuerza dichas posiciones. De modo que, si por ejemplo, dicen que los coreanos "se aíslan de la sociedad argentina", y además, que "están dentro de la colectividad /coreana/", ésto no hace sino perfeccionar la afirmación de exclusión del medio argentino. Por el contrario, cuando expresan de manera negativa que /los chicos coreanos/ "no aceptan la cultura coreana" y afirman que "hablan castellano en sus casas" enfatizan la noción de inclusión en el nuevo medio.
   La presencia de estos complementarios son interesantes para establecer dónde se ubican los actores cuando afirman o niegan su inclusión o exclusión y a partir de dónde toman distancia, dentro de qué marco organizan su vida, cuáles son los espacios de mayor o menor afinidad con los otros, lo que suponemos relevante desde el punto de vista antropológico.
      Ahora bien, tanto las posiciones expresadas por los complementarios como por los contradictorios pueden relativizarse en función de la especificación del grupo referido y de la distancia de los hablantes respecto de sus enunciados como hemos visto, y también de las actitudes que aquéllos asumen y que registramos a partir de las modalizaciones (construidas con verbos tales como poder, creer, querer, pensar, gustar)  y actitudes proposicionales (construidas con verbos que denotan disposiciones u operaciones mentales, tales como sentir, sufrir, aceptar, aprender, concluir, interesarse, entender, adaptar, importar) (11).
   Estos conceptos me fueron de utilidad para organizar la base de datos en esta segunda etapa de la investigación. Las variables consideradas fueron las siguientes:

Número de definición contextual perteneciente a la base de datos anterior
Emisor: grupo social cuyo discurso estamos analizando
Grupo referido: grupo social al cual el emisor alude (los coreanos, los argentinos)
Adverbio de negación o de afirmación: no, ninguno/a (en el Cuadro ng) tampoco (tp), ni siquiera (ns), sí.
Especificador del grupo referido: sujeto del enunciado ( pronombres personales) y variables o expresiones que acotan al grupo referido según la edad, el barrio de residencia, el momento de arribo al país, etc..
Verbo modalizador
Verbo actitudinal propiamente dicho
Forma verbal (verbo más frase nominal o alguna de ambas) que dan cuenta de los conceptos, acciones o situaciones que construye el emisor

Veamos un ejemplo:

Nro. Grupo mod/especif af/neg verbo mod verbo actutd. Frase verbal
           referido                                                                                              (verbo+frase
                                                                                                                     nominal o al
                                                                                                                     guna de ambas

4671 coreano los padres sí quieren que los chicos
                                                                                                                    vayan a los
                                                                                                                     mejores colegios
5582 coreano los mayores no quieren aprender castellano

   A partir de esta organización abordamos los tres campos de análisis antes mencionados:
1) el correspondiente al grupo referido; 2) a las actitudes que asumen los hablantes y 3) a las modalizaciones respecto de las actitudes asumidas en relación a los comportamientos mencionados.
   Esta perspectiva nos ha permitido aproximarnos más a la experiencia subjetiva del inmigrante coreano en nuestro país, dando cuenta no ya desde una orientación lingüística sino antropológica, que la integración del grupo coreano, su vinculación con el contexto argentino se conforma de manera fragmentaria. Desde las posiciones más extremas que ubican a estos nuevos inmigrantes en un polo de alejamiento marcado en relación con el argentino, se despliegan hitos intermedios que matizan y modulan una realidad por demás compleja. Esto nos muestra además, que lejos de configurarse una identidad homogénea -llámese "grupal", "étnica" o "inmigrada"-, la misma se desgaja y segmenta constituyéndose meramente en una forma útil a los fines sociales de diferenciación estereotipada (la "coreaneidad" contrasta con "la argentinidad" o "la bolivianeidad") pero cuyo contenido es disperso y adquiere en cada caso, particularidades que le son propias.  En nuestro universo de análisis podemos constatar esta dispersión en las distintas maneras de decir el mismo fenómeno.
   A modo de síntesis final, podemos decir que, a partir del método de análisis adoptado hemos logrado  identificar cada uno de los aspectos referidos por los entrevistados tal como han sido producido por ellos, con las relaciones que han establecido de modo de armar un modelo no apriorístico de la identidad  de la comunidad coreana en la Argentina.  De lo que se parte es de un instrumento, de operaciones técnicas que, precisamente, hacen que aparezcan dichas relaciones semánticas y su modo de construirlas.
   Al registrar las afirmaciones/ negaciones que se le adjudican a los propios y las que se les atribuye a los ajenos, con sus respectivas modalizaciones, nos ha sido posible acceder a una concepción ideológica del mundo en que está inserto el grupo coreano la que  va a darle la base valorativa de su comportamiento y de su facilidad o dificultad de vinculación.
Finalmente, el método descripto ha permitido ordenar el material y crear un archivo de datos con la rigurosidad de lo efectivamente dicho y con un criterio trasmisible y aplicable a los fines comparativos con otros grupos o en términos diacrónicos dentro del mismo grupo.
   Una vez más, cabe aclarar que el uso del análisis de discurso que efectuamos busca más que explicar categorías lingüísticas, explicar el uso del significado social que adquiere el mundo al ser dicho de una determinada manera y no de otra.

Notas

1) Denominamos "discurso social" en esta investigación al conjunto existencial de  de las construcciones que circulan en una sociedad con eficacia para la efectiva producción y/o reproducción de representaciones perceptuales y de interpretaciones conceptuales o valorativas (Magariños de Morentin,1996:252)

2) Entendemos por significación, el conjunto de interpretaciones de un determinado fenómeno que se materializan en los discursos que realiza determinada sociedad en un determinado momento de su historia (Magariños de Morentin, 1996)
   La significación, como sostienen Greimas y Courtes (1979:352-3), a pesar de ser un concepto clave alrededor del cual se organiza toda la teoría semiótica, adquiere distintas acepciones. Una de ellas es la que alude a la significación tanto como "producción de sentido"  como "sentido producido" revelando así una concepción estática o dinámica de la teoría. También se la define como "sentido articulado" y como sinónimo de semiosis (o acto de significar)
Los autores reservan el término significación para referirse a la "diferencia", a la producción y las desviaciones, que definió después de Saussure la naturaleza misma del lenguaje. La significación, dicen, se inscribe como "sentido articulado" en la dicotomía sentido/significación y subsume como concepto general, a todas las otras acepciones presentadas.
A esta definición axiomatizante de la significación agregan otra de carácter empírico sustentada no más sobre su naturaleza sino sobre los medios de aprehenderla como objeto cognoscible. Se observa entonces que la significación no es percibible sino en su manipulación, en el momento  en el que preguntándose sobre ella en un lenguaje y un textos dados, el enunciador es conducido a operar trasnposiciones de traducciones de un texto dentro de otro texto, de un nivel de lenguaje en otro, de un lenguaje en otro lenguaje. Ese hacer parafrasístico puede ser considerado como la representación de la significación en tanto que acto productor, reuniendo en una sola instancia el enunciador- intérprete y el enunciador - productor. En tanto actividad cognitiva programada, la significación se encuentra sustentada y sostenida por la intencionalidad, lo que es otra manera de parafrasear la significación.

3) La Semiótica de enunciados se relaciona con "la exploración de las condiciones linguísticas de producción (Courtine, 1981:19) del significado de un término estableciendo algunas reglas elementales para la configuración de las relaciones semánticas, contrastativas y dialécticas que una palabra mantiene con otras palabras (en los enunciados) o con determinadas secuencias de palabras (en los conjuntos y las redes de enunciados)" (Magariños de Morentin, 1993:7)
Las operaciones metodológicas que surgen de esta propuesta provienen de una síntesis entre la semiótica cognitiva y el análisis del discurso.
La semiótica cognitiva permite dar cuenta de los procesos de producción de la significación, o sea de las múltiples interpretaciones sociales aplicables a cualquier fenómeno. Formula tres supuestos fundamentales: a. no hay semántica sin sintaxis; b. todo lo efectivamente dicho se corresponde con una posibilidad de decirlo preexistente y c. estas posibilidades de decir no son individuales sino que se comparten con la comunidad a la que pertenece el productor del texto.
El análisis de discurso es una metodología cualitativa cuyo objetivo consiste en establecer el contenido semántico de los conceptos correspondientes a los términos efectivamente utilizados en determinados textos, cuyo análisis se considera interesante. Proviene, por una parte, del estructuralismo norteamericano, a través de los continuadores de la obra de Zellig Harris (1954) y por otra, de la escuela francesa de análisis del discurso originada en los trabajos linguísticos de Michel Pecheux (1969, 1975) y en las reflexiones sobre epistemología de la historia y crítica del discurso de Michel Foucault (1969, 1971), todo ello continuado por linguistas, sociólogos y politicólogos vinculados a la Revista Langages. En sus aspectos más actuales se basa en los desarrollos de la lingüística cognitiva realizados, entre otros por Ray Jackendoff (1983, 1987, 1993), Ronald Langacker (1987, 1991), George Lakoff & Mark Johnson, 1980 y George Lakoff (1987) Fundamentalmente, se diferencia del análisis de contenido al no admitir conocimiento a priori de ninguna clase en cuanto al contenido semántico del lenguaje, sino que se propone explicar respecto de cada término, de qué modo construye tal contenido o significación en función de su uso en el contexto material en el que aparece (Magariños, 1998:234-6)
4) Las definiciones contextuales tienen una configuración determinada que se representa como:
X es [aque,/la/lo + (preposición o expresión proposicional con q!) + resto del contexto de la oración]
 Se entiende por q! cualquiera de aquellas expresiones sintácticas que contienen un pronombre relativo expresado directamente o por transformación (en el sentido en que "cómo" es una transformacoón de "de qué manera" o "dónde" lo es de "en qué lugar", etc.) Ver Magariños de Morentin, 1998:240 y  Magariños de Morentin y otros, 1993:65)
5) Tomamos en consideración la expresión de Lyons (l977) quien define un campo semántico como aquél que está constituído por "los lexemas y las distintas unidades semánticas relacionadas paradigmática o sintagmáticamente dentro de un sistema linguístico", siendo pues, categorías de la lengua. Si bien es necesario aclarar que la metodología que utilizamos plantea la diferencia de que ese campo semántico no es un apriori sino que resulta constatado por las expresiones efectivamente utilizadas. Para nosotros, estas unidades semánticas se identifican en determinadas expresiones textuales que a su vez permiten diversificarlas en subcategorías que las especifican.
6) Con respecto a la noción de Formación Discursiva, Michel Foucault en La arqueología del saber (l973:62) la define "el sistema de dispersión de enunciados cuando entre sus objetos, tipos de enunciación, conceptos, elecciones temáticas, se puede definir una regularidad (un orden, correlaciones, posiciones de funcionamiento, transformaciones)"
7) El concepto de mundo posible proviene del campo de la Lógica modal.  Según Hughes y Creswell (1973:73) el término mundo hace referencia a un estado de hechos concebible o imaginable. Y mundo posible a un mundo (un estado de hechos concebible o imaginable) que se da a partir de otro: son las variaciones posibles a partir de una estructura determinada (G.E.Hughes y M.J. Creswell:l973) Ver también J.Hintikka:l969; B.Partee:l989;Th.Kuhn:l989
8) En tanto proceso cognitivo, este enfoque se aproxima a la noción de "integración conceptual" ("blending") proveniente de las ciencias cognitivas contemporáneas, que G. Faucaunier y M. Turner (1998) refieren como una operación cognitiva general dinámica, que pone en correlación "espacios mentales" (genéricos, de imput y vinculados) definidos como paquetes conceptuales pequeños construidos para fines de acción y entendimiento local. Ver también G. Faucaunier, 1994;  N. Mandelblit y O. Zachar, 1998
9) El campo de las modalidades es uno de los menos estables de la teoría de la enunciación. Los términos modalidades, modalizador, modal, modalización, tomados de la lógica, remiten a realidades lingüisticas variadas.
   La modalidad de enunciación corresponde a una relación interpersonal, social y exige en consecuencia una relación entre los protagonistas de la comunicación. Una frase no puede recibir más que una modalidad de enunciación -obligatoria- que puede ser declarativa, interrogativa, imperativa, exclamativa y que especifica el tipo de comunicación entre el hablante y el/los oyentes (Dubois, Charlier) (Maingueneau, 1980:126)
   Las modalidades de enunciado son una categoría lingüística mucho menos evidente; no se apoya en la relación hablante- oyente sino que caracterizan la manera en que el hablante sitúa el enunciado en relación con la verdad, la falsedad, la probabilidad, la certidumbre, la verosimilitud, etc. (modalidades lógicas) o en relación con juicios apreciativos: lo feliz, lo útil, lo triste, etc.(modalidades apreciativas) (Ibid:127)

10) Vale aclarar que desde el punto de vista semántico una afirmación de la inclusión (AI) es equivalente a una negación de la exclusión (NE) y viceversa (AE es equivalente a NI). Esto significa que en tanto la dimensión semántica (incluir/excluir) no varía, la afirmación es lo contrario a la negación, de manera que conceptualmente las cuatro formas se reducen a dos.
   Sin embargo decidimos mantener las cuatro porque ése es el modo de decir de los hablantes y es en esa construcción en la que se advierten matices diferenciales que no siempre permiten una reconducción a lo conceptual.
   Dichos matices diferenciales posibilitan el acceso a una dimensión ideológica del mundo en el que está inserto el grupo en estudio dando la base valorativa de su comportamiento y de su facilidad o dificultad de vinculación.