ARCHIVO DE SEMIÓTICA
1. MANUAL DE ESTUDIOS SEMIÓTICOS
1.8.2 GLOSARIO DE CONCEPTOS Y PRINCIPIOS DE SEMIÓTICA. SEGUNDA PARTE.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 67
FUNCIÓN
PRIMARIA DEL LENGUAJE
Yo me quede pensando
sobre la función primaria del
lenguaje del cercopiteco después de
la alarma por los
depredadores ¿no habrá sido la muestra de
sentimientos
con los miembros del grupo? y el siguiente paso lo
que
tu comentas el acto de nombrar las cosas.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 68
SOBRE
EL GLOSARIO
Estimados
Semioticians:
Yo soy de esos participantes expectantes, trato de
seguir las discusiones
pero no se practicamente nada de la
disciplina por lo que me interesa de
sobremanera conocer el
Glosario.
Sería bueno que cada tanto se clarifique el estado de
la cuestión. Por
ejemplo el debate significado-significante y
signo-objeto, no se en que
quedó y así diversos temas que fueron
apareciendo se van diluyendo. Estaría
bueno que se llegue a
especies de consensos para luego deconstruirlos. Esos
consensos
por lo menos a mi me aportarían un piso de donde partir.
Los
saluda.
Ignacio Aranciaga
Docente-Investigador
UNPA-UACO.
Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad
Académica
Caleta Olivia. Santa Cruz, Argentina.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 69
FUNCIÓN
PRIMARIA DEL LENGUAJE
Estimado Miguel Angel
de Leon:
En tu último mensaje dices: "Yo me quedé pesando
sobre la
función primaria del lenguaje del cercopiteco después de
la
alarma por los depredadores ¿no habrá sido la muestra
de
sentimientos con los miembros del grupo?"
1. Un mismo
hecho, las respuesta del mono cercopiteco ante
los depredadores,
puede ser analizado desde intereses
científicos distintos:
antropológicos, sociológicos, semiológicos,
filosóficos,
psicológicos, etc. Creo que compete a la sicología
y a la moral
el estudio del papel de los sentimientos en la vida
humana y
animal. También se podría plantear si un análisis
semiológico de
las llamadas de alarma del mono cercopiteco
puede prescindir del
aspecto psicológico. Habrá que pensarlo.
No tengo una respuesta
en este momento.
2. Cuando un mono cercopiteco ve un león, ¿qué
sentimientos
tiene? Yo creo que siente miedo, un enorme miedo a
perder
la vida. Las vocalizaciones que profiere, sus gestos
faciales
y sus saltos pueden ser considerados como
manifestaciones
se su miedo. Y el miedo debemos considerarlo una
vivencia y
un sentimiento.
3. No sé si el mono que notifica su
miedo por medio de las
vocalizaciones tiene la intención de
advertir al resto de sus
compañeros de la presencia del
depredador. Pero aunque esa
no sea su intención, en la práctica
lo hace: alarma al resto de
sus compañeros, que huyen hacia los
árboles antes de percibir
la presencia del león.
4. En este
sentido se podría preguntar si los sentimientos que
tiene el mono
avizor hacia sus compañeros motiva la emisión
de la señal de
alarma. Se podría pensar que si no tuviera esos
sentimientos, el
mono avizor se limitaría a huir hacia los árboles
y no produciría
la llamada de alarma. No lo sé. Habría que
profundizar más en
este terreno.
5. Entre los suricatas (animales parecidos a las
ardillas) si se
observa una división del trabajo más estricta
entre el mono
avizor y el resto de los miembros de la comunidad.
Al mono
avizor se le puede ver erguido y escrutando el cielo en
busca
de un depredador aéreo. Aquí si queda muy claro que es
una
función social la que desempeña el suricata avizor. De todos
modos no sé como determinar el papel de los
sentimientos
grupales en todo esto. Habrá que seguir
profundizando.
Muchísimas gracias por tu aporte, Miguel Angel.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 70
BIBLIOGRAFÍA
SOBRE SEMIÓTICA Y CINE
GLOSARIO
Hola
semioticians:
En primer lugar, respondo al pedido sobre
bilbiogafía sobre imagen
fotográfica y cinematográfica. Además de
los clásicos ya mencionados (como
"El mensaje fotográfico" de
Roland Barthes), hay otros como la "La lectura
de la imagen" de
Vilches (Paidós), justamente Paidós tiene diversas
colecciones
sobre estas temáticas (por ej.: Paidós-Comunicación;
Paidós-Instrumentos (se puede ver el
catálogo); lo mismo que Cátedra
(Colección Signo e imagen), entre
los libros de esta editorial tenemos
"Tratado del signo visual"
del Grupo mi y "Videoculturas del fin de siglo"
(de Autores
varios).
En relación al Glosario. No sé si un glosario,
entendido como listado de
términos con sus definiciones es lo
apropiado. Los términos-conceptos se
entienden dentro del sistema
teórico que los sustenta y si no se entienden
las lógicas de
estas teorías y sus fundamentos epistemológicos se cae en
una
serie de incongruencias a la hora de querer asimilar o
comparar definiciones
que responden a recortes diferentes de los
objetos. Un claro ej. de este
problema lo tenemos con el lexema
"signo" que abarca constructos muy
diferentes según la teoría que
lo aborde (constructos muchas veces
'inconmensurables')
En ese
sentido son más útiles formatos como ciertos
diccionarios
enciclopédicos (pienso, por ej,. en el de Ducrot
& Schaeffer -sobre Ciencias
del lenguaje- o el Moeschler
& Reboul sobre Pragmática, entre otros).
No siempre el no
participar activa y permanentemente obedece a razones de
falta de
interés, sino de tiempo material.
Saludos a
todos.
Estela Zalba
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 71
IDEOLOGÍA EN GREIMAS
En la entrada
“Ideología”, Greimas y Courtès dicen lo
siguiente:
2.
“[...] parece oportuno distinguir dos formas
fundamentales de
organización del universo de los valores: sus
articulaciones
paradigmáticas y sintagmáticas. En el primer caso,
los valores están
organizados en sistemas y se presentan como
taxonomías valorizadas que
podemos designar con el nombre de
axiologías; en el segundo caso, su
modo de articulación es
sintáctico y están investidos en modelos que
aparecen como
potencialidades de procesos semióticos: al oponerlos a
las
axiologías, podemos considerarlos como ideologías (en el
sentido
restringido, semiótico, de esta
palabra).
3.
Los valores, en la medida en que participan
en una axiología, son
virtuales y son el resultado de la
articulación semiótica del universo
semántico colectivo;
pertenecen, por este hecho, al nivel de las
estructuras
semióticas profundas. Al ser investidas en el modelo
ideológico,
se actualizan y son tomadas a cargo por un sujeto
–individual o
colectivo- que es un sujeto modalizado por el querer-ser
y,
subsecuentemente, por el querer-hacer. Esto quiere decir que
una
ideología, que depende del nivel de las estructuras
semióticas de
superficie, puede ser definida como una estructura
actancial que
actualiza los valores que selecciona en el interior
de los sistemas
axiológicos (de orden virtual).
4.
Una
ideología se caracteriza, pues, por el estatus actualizado de
los
valores que toma a cargo: la realización de estos valores (es
decir, la
conjunción del sujeto con el objeto de valor) abroga,
ipso ipso, la
ideología en cuanto que tal. En otros términos, la
ideología es una
búsqueda permanente de valores, y la estructura
actancial que le da
forma debe ser considerada como recurrente en
todo discurso ideológico.
5.
Considerada como una
instancia en el recorrido generativo global, la
organización
ideológica presenta los valores que toma a cargo bajo su
forma
abstracta o temática. No obstante, el discurso ideológico
es
susceptible, en todo momento, de ser más o menos
figurativizado y de
convertirse así en discursos mitológicos”
(1979: 179-180).
Un análisis de la ideología, en este sentido
de “búsqueda permanente de
valores”, puede leerse en los
parágrafos II-2-2, III-4-1, VIII-3-3 y 8,
X-5-2, XI-4-2 y XII-3
del libro de Greimas Maupassant. La Sémiotique du
texte:
exercises pratiques (Paris: Seuil: 1976).
Ahora bien, puede
ser que no se esté de acuerdo con la concepción de
ideología
arriba citada, pero es innegable que su análisis ocupa un
lugar
central en la propuesta semiótica de Greimas. Por eso me llama
la
atención la afirmación de Gabriel. Por eso le reitero la
pregunta: ¿en
qué escrito dice Greimas que la semiótica no puede
estudiar a la
ideología? De otro lado, si no se está de acuerdo
con esta concepción de
ideología, es necesario decir con cuál sí
se está de acuerdo. Sé que no
es fácil (¡Teun A. van Dijk
necesitó más de 400 páginas! Ideología. Una
aproximación
multidisciplinaria. Barcelona: Gedisa, 1999), pero esos son
los
riesgos que se corren cuando uno se mete con dichos
conceptos.
GREIMAS, A.J. y COURTÈS, Joseph
Sémiotique.
Dictionnaire raisonné de la théorie du langage I.
Paris:
Hachette.
Cordialmente,
Eduardo
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 72
Más aclaraciones
Estimados
Semioticians:
Respondiendo al mensaje de José García Contto,
algunas precisiones:
1) La sociosemiótica (cuyo padre
fundador es probablemente Lotman) y la
psicosemiótica (tal como
la anticipara en buena medida Vygotsky) no DEBERÍAN
ser cosa del
pasado, sino que, entroncadas con otras materias (la
sociología,
la psicología social, las neurociencias, las ciencias
cognitivas,
la renacida fenomenología), deberían seguir
constituyendo
perspectivas investigadoras dirigidas a delimitar
el SENTIDO tal como éste
se construye dentro del imaginario
social o desde la apropiación de ese
mismo imaginario por cada
uno de los individuos.
2) Sobre los "cultural studies" de
origen anglosajón o su versión hispana
bajo la denominación de
"estudios culturales", debo confesar que no los
conozco a fondo.
No obstante, me parere advertir en algunos de ellos -como
se pone
de relieve en los frecuentes debates sobre multiculturalismo-
un
tufillo de "mala conciencia" occidental que está directamente
emparentada,
como decía en mi mensaje, con lo "políticamente
correcto". En cualquier
caso, perdón por expresar una opinión no
basada en un conocimiento profundo
de la materia.
3) Sobre
la relación entre semiótica y lingüística, en la discusión que
tuvo
recientemente lugar en Semioticians sobre el tema, yo fui
uno de los
partidarios de la involucración entre ambas; y ello
por la sencilla razón de
que la política está toda ella basada en
la actualidad en gigantescos
ejercicios de producción de sentido
-de los cuales el instrumento primordial
son los "media"- que
sólo, seguramente, desde la investigación semiótica son
posibles
de detectar y, en cierta medida, de desmontar. Y es
ahí
precisamente -llámese semiopolítica, sociosemiótica o como
queramos
llamarla- donde existe, en mi opinión, una especificidad
para la
investigación semiótica capaz de sacarla -sin volver a
insistir en el tema-
de su actual esclerosis
formalista.
Finalmente, una reflexión que me gustaría
compartir con los restantes
miembros de la lista: ¿qué sentido
tiene la idea de constituir la semiótica
en una ciencia
formalizada y dotada de su léxico, de sus axiomas, de
sus
procedimientos canónicos de investigación, etc., etc. cuando
resulta que son
las mismísimas "ciencias duras", tal como éstas
se replantean actualmente en
el marco del denominado "paradigma
de la complejidad", las que -como señala,
por ejemplo, el premio
Nobel Ilya Prigogine- las que comienzan por reconocer
la
incertidumbre definitoria que las
habita?
Cordialmente,
Antonio Caro
Universidad
Complutense de Madrid
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 73
LA
IDEOLOGÍA
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 74
LA
IDEOLOGÍA
Antonio Caro
wrote:
> 2) Dicha esclerosis se expresa en una tendencia a
la formalización de los
estudios semióticos que se concreta, en
mi opinión, en dos puntos básicos: a)
el predominio de las
cuestiones centradas en la "interpretación" frente a
las
centradas en la
> "producción"; y b) el predominio que
siguen ejerciendo los criterios
lingüísticos en la investigación
semiótica cuando resulta cada vez más patente
que, en el mundo
contemporáneo, la producción de "sentido" en
términos
institucionales se vale de
> recursos y mecanismos
que apenas tienen que ver con la lógica de la lengua;
lo cual
debería constituir una obviedad para cualquiera que observe
esa
gigantesca máquina de "construcción de sentido" que hoy en
día constituye la
> televisión.
Antonio:
Según
Greimas y Courtès, "La formalización es la transcripción de una
teoría en
un lenguaje formal (utilizando un sistema formal
apropiado). Presupone por
consiguiente la existencia de una
teoría ya elaborada que, incluso si no
está
terminada,
conlleva ya un cuerpo de conceptos
interdefinidos y jerarquizados" (1979: 153).
"El carácter formal
de estos sistemas proviene en primer lugar del hecho de que
se
quieren explícitos: es el sentido escolástico de la palabra
'formal', que se
opone así
a intuitivo, vago, implícito. De
otra parte, un sistema formal es convencional:
reposa sobre un
conjunto de fórmulas llamadas axiomas, arbitrariamente
declaradas
como demostradas. Un sistema tal se caracteriza por un alfabeto
de
símbolos, por un
conjunto de reglas que permiten construir
expresiones bien formadas, etc.
Instaura y autoriza, por este
hecho, un cálculo formal, independiente de toda
intervención
exterior (de toda consideración de la sustancia)" (1979:
156).
¿Es en este sentido en que hablás de "formalización de los
estudios
semióticos"? Si es en otro sentido, ¿en cuál?
¿Por
qué el "predominio de las cuestiones centradas en la
'interpretación'
frente a las centradas en la 'producción'" son
una concreción de la tendencia a
la formalización de los estudios
semióticos? ¿Darles el predominio a las
cuestiones
centradas
en la producción le permitiría a la semiótica romper
con la tendencia a la
formalización? ¿Por qué?
¿En qué
investigaciones semióticas, realizadas por quiénes, se observa
el
predominio de los criterios lingüísticos? No lo encuentro en
la obra de
Greimas, ni en la de Courtès, ni en la de Fontanille,
ni en la de Landowski, ni
en la de Floch, ni en
la de Eco, ni
en la de Fabbri, para mencionar a algunos de los que he leído.
De
hecho, ¿qué entendés por "criterios lingüísticos"?
Por
último, ¿por qué el (hipotético) predominio de los criterios
lingüísticos
es una concreción de la tendencia a la
formalización, sea cual sea el sentido
que les das a estos
términos?
Cordialmente,
Eduardo
--
Visita:
Semiótica
Discursiva
http://www.geocities.com/semiotico
Cátedra
UNESCO para la Lectura y la Escritura
http://www.geocities.com/estudiscurso
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 75
TEORÍA DEL SIGNIFICADO
From: Dra. Alicia
Poderti
To: Morentin
Sent: Saturday, July 06, 2002 1:20
PM
Subject: Teoría del significado. Perspectivas
metatextuales
Hola Juan y queridos amigos de la
lista:
Para "refrescar" el fin de semana y aclarar la
"densidad" de las últimas
discusiones que circulan en la lista,
aquí va un aporte sobre la teoría del
sentido (o del sin sentido,
non sense) esbozada en textos literarios. Es un
microestudio de
literatura comparada, pero nos ayudará a entender
el
"pormanteau".
Este es el procedimiento lógico
preferido por Lewis Carroll y que esboza, junto
a otros
procedimientos la teoría del significado en la que abreva Jorge
Luis
Borges, entre otros escritores
latinoamericanos:
En "El teatro y el espíritu de
reverencia", Carroll dice: "Ninguna palabra
tiene un significado
inseparablemente unido a ella; un palabra significa lo que
el
hablante, desea que signifique al decirla, y lo que el oyente
comprende al
escucharla, y eso es todo. Este pensamiento puede
atenuar el horror de parte
del lenguaje empleado por las clases
bajas que, es un consuelo recordarlo,
resulta a menudo una mera
reunión de sonidos carentes de significación, tanto
para quien
los dice como para quien los escucha".
Y en el
Apéndice dirigido a Profesores de la Lógica Simbólica, expresó sobre
El
Significado Existencial de las Proposiciones: "Los autores y
editores de
manuales de lógica que transitan senderos trillados
-a quienes me referiré de
aquí en adelante con el título (espero
que inofensivo) de «los lógicos'.-
adoptan acerca de este punto
lo que a mí me parece una posición más humilde que
la necesaria.
Hablan de la cópula de una proposición «conteniendo el
aliento",
como si ésta fuera una entidad viva, consciente, capaz
de declarar por sí misma
qué ha elegido significar, y como si
nosotros, pobres criaturas humanas, no
tuviéramos nada que hacer
sino averiguar cuál fue su soberana voluntad y
placer, y
someternos a ella... En oposición a este punto de vista, sostengo
que
cualquier autor de un libro está plenamente autorizado a
adjudicar cualquier
significado que le plazca a cualquier palabra
o frase que se proponga utilizar.
Si encuentro un autor que dice,
al comienzo de su libro: «Entiéndase que con la
palabra 'negro'
significaré siempre 'blanco', mansamente aceptaré su
resolución,
por poco juiciosa que pueda creerla. Así, en lo que concierne a
la
cuestión de si una Proposición debe o no ser comprendida como
afirmando la
existencia de su Sujeto, sostengo que cada Autor
puede adoptar su propia regla,
provisto, por supuesto, que ésta
resulte consistente consigo misma y con los
hechos aceptados de
la Lógica".
En otro segmento de a través del espejo
y la conversación de Alicia con
Humpty
Dumpty:
"-Usted parece muy hábil para
explicar palabras, señor -dijo Alicia-. ¿Tendría
la amabilidad de
explicarme el significado del poema llamado "Jabberwocky"?
-Escuchémoslo -dijo Humpty Dumpty-. Puedo explicar
todos los poemas que se
hayan inventado... y muchos que no han
sido inventados todavía.
Esto sonaba muy prometedor, así que
Alicia dijo la primera estrofa:
Calentoreaba, y las
viscotivas tovas
vuelteaban y tregujereaban el terecho.
Misébiles estaban los borogovas
y los deros trugones
bramastoilbaban.
-Es suficiente para empezar
-interrumpió Humpty Dumpty-. Está lleno de palabras
difíciles.
"Calentoreaba" significa que eran las cuatro de la tarde,
cuando
empiezas a calentar las cosas para la comida.
-Eso está muy bien -dijo Alicia-. ¿y "viscotivas"?
-Bueno, "viscotiva" quiere
decir "viscosa y activa". Como ves, se
trata de un portmanteau: hay dos
significados empacados en una
palabra."
Dodgson bautizó portmanteau a esta clase
de neologismos, pero no inventó el
procedimiento para forjarlos,
que cultivaron, entre otros, Aristófanes,
Rabelais y Swift, y
también Edward Lear, Christian Morgenstern, Alfred Jarry,
los
futuristas rusos, los dadaístas, los surrealistas, James Joyce, y
hasta
Derrida.
Al englobar dos significados en
una palabra "nueva", el portmanteau es la
contraparte del juego
de palabras convencional que multiplica significados de
las
palabras "viejas". El récord mundial de confección de portmanteau
está en
poder de James Joyce, quien los produjo en número y de
longitud casi
insoportables y difícilmente será superado.
También los usa Guillermo Cabrera Infante en el
Borborigma Darii de Tres
Tristes Tigres, pletórica muestra de
devoción carrolliana:
Maniluvios con ocena
fosforecen en repiso.
Catacresis repentinan aderezan
debeladas
Maromillas en que aprietan el orujo y la regona,
Y esquirazas de milí rebotinan el amomo.
¿No hay
amugro en la cantoña para especiar el gliconio?
Y
Julio Cortázar creó los suyos en Rayuela: "Volposados en la cresta
del
murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba
el troc, se
vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un
profundo pínice, en
niolamas de argutendidas gasas, en carinias
casi crueles que los ordopenaban
hasta el limite de las gunfias".
Saludos a todos y espero que se hayan
divertido.
Dra. Alicia Poderti
(CONICET - UNSa)
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 76
SOBRE EL GLOSARIO
Hola
Semioticians!
Quiero aclarar que muchas veces la pasividad se
debe al acelerado trajín en
que uno vive. Sobre el glosario
quería aportar algunas ideas : si
efectivamente, un glosario es
un recurso no tan solo didáctico (para los
recién iniciados )
sino que también da la oportunidad de los especialistas
o
aquellos que tienen un cierta cantidad de lecturas pueda
discutir sobre los
conceptos presentados. Es de tal importancia
esta tarea que creo que podría
ser útil los aportes de los
terminólogos quienes marcan que un glosario no
solo se compone de
términos que respondan a una variación horizontal
(centrada en la
temática )sino también vertical (variación de emisores
y
receptores). En este sentido, es importante para la
transferencia del
conocimiento especializado, retomar los
supuestos los una teoría
comunicativa de la terminología (Cabré,
1999) Desde esta perspectiva, los
términos no son unidades
aisladas que constituyen un sistema propio sino que
son unidades
que se incorporan en el léxico de un hablante en cuanto
adquiere
el rol de especialista por el aprendizaje de
conocimientos
especializados. Un saludo fraternal Matilde
Murga
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 77
SOBRE EL GLOSARIO
Estimados Francisco y
semioticians:
Me callé unos días porque tuve la impresión de
que estábamos en un diálogo
absoluto, sin que nuestra discusión
interesase a alguien más, debido,
probablemente, a que
discutíamos algo que la comunidad de semioticians debe
considerar
muy básico. Entiendo ahora que había quienes seguían
este
intercambio, y, muy probablemente, estudiantes, que estan
recién entrando al
mundo de la semiótica y necesitan aclararse,
precisamente, las ideas
básicas.
No tengo nada que decirle a
un maestro o a un experto en semiótica, pero en
las
intervenciones y consultas que he leido, es recurrente la
discusión
sobre todos y cada uno de los temas y conceptos. Esto
puede significar
muchas cosas, pero dos de ellas que se me
ocurren, son: a) No todo el mundo
ha leido todos los libros que
debería para poder participar en semioticians;
b) La semiótica no
es una ciencia exacta, y, por lo tanto, está condenada a
vivir en
constante evolución, discusión, revisión, reformulación de todos
y
cada uno de sus postulados.
No he leido hasta ahora
preguntas ingenuas ni extemporáneas ni
malintencionadas ni
cínicas ni inútiles. Sólo preguntas. Sin adjetivos.
Quiero saber,
quiero discutir, quiero aclarar, necesito ayuda.
¿Cuántos Pierce
hay en semioticians?
Algunos participantes se han ganado mi
admiración. Todos se han ganado mi
respeto.
¿No era esa la
idea de Juan al abrir este portal? Discusión, debate,
solicitud,
enseñanza, aprendizaje, academia, respeto?
Bueno, Francisco, a lo
nuestro y, por mi parte, vuelvo, al menos por un
tiempo, a las
profundidades abisales del silencio.
Los cercopitecos, como
nosotros, primero perciben, luego procesan lo
percibido (lo
semiotizan) y finalmente actúan en consecuencia.La percepción
es
un proceso presemiótico. Pero el contenido o significado no es
imagen. De
ningún tipo. Es, si me permites expresarlo así, una
unidad discreta extraida
o recortada de una masa o nebulosa de
contenido. Esta unidad discreta
necesita ser identificada para
usos posteriores (pensar, comunicar), y
entonces la unimos a un
significante (palabra, imagen acústica, visual, o
sensorial en
general), la incluimos en una red con diversos ejes
(selección,
combinación, etc.) y ya estamos en condiciones de
existir (cogito, ergo
sum).
En lo básico es así. Más tarde
podemos dejar la unidad y meditar sobre la
gran producción
semiótica. Ya no el signo, sino el discurso. Ya no
el
significado, sino el sentido. Aquí el cercopiteco queda
cesante. Y yo
silente.
Un abrazo,
Norman
Ahumada
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 78
LA IDEOLOGÍA
Aunque no es nuestra
costumbre que circulen mensajes en inglés, considero
excepcional
el caso de Gloria Withalm, por la explicación que ella
misma
ofrece y por su voluntad de integrarse y participar
ofreciendo una muy
valiosa bibliografía acerca de LA
IDEOLOGÍA.
Juan Magariños de Morentin
-----
Original Message -----
From: "Gloria Withalm"
To:
"Juan Magariños"
Sent: Wednesday, July 10, 2002 7:39 AM
Dear Juan, dear colleagues,
since I have
only recently joined the group (and therefore have only
limited
knowledge of topics and authors discussed so far) and
the
discussions are going on in Spanish (which I can read but not
write), I was
hesitant to send messages.
However, I would like
to add a small information on the topic of "Ideology"
(sorry if
it is common knowledge).
When talking about semiotics and
ideology, an author who should be
consulted is Ferruccio Rossi-Landi.
Back in the 60s and 70s, he published a journal with
the title _Ideologie_
(it included a "Dizionario teorico-ideologico").
Later he wrote a book on ideology which
covers the topic in all aspects
(and contains a huge bibliography):
Rossi-Landi, Ferruccio (1978).
L'ideologia.
Milano: ISEDI
Rossi-Landi, Ferruccio (1980), Ideología.
Barcelona: Labor
Rossi-Landi, Ferruccio (1982). Ideologia.
Milano: Mondadori [extended new
ed. of Rossi-Landi
1978]
Rossi-Landi, Ferruccio (1990). Marxism and Ideology (=
Marxist
Introductions).
Oxford: Clarendon Press [English
transl. of Rossi-Landi 1982]
Kind regards
Gloria
Withalm
Kulturgeschichte * Universitaet fuer angewandte Kunst
Wien
[mail] Oskar-Kokoschka-Platz 2 * A-1010 Vienna,
Austria
[visitors] Franz-Josefs-Kai 5 * A-1010 Vienna,
Austria
phone uni-ak +43-1-71133-6503 fax uni-ak:
+43-1-71133-6509
WWW: <http://www.uni-ak.ac.at/culture/withalm>
IASS-AIS
International Association for Semiotic Studies &
Institute
for Socio-Semiotic Studies ISSS
Waltergasse 5/1/12 * A-1040
Vienna, Austria
phone+fax ISSS/IASS +43-1-5045344
email: <[email protected]>
& <[email protected]>
IASS-AIS
homepage: <http://iass-ais.org/>
IASS-AIS
Bulletin-Online Congress Calendar
<http://IASS-AIS.org/AIS/sem-CCal/>
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 79
LA IDEOLOGÍA
Hay un libro de Teun
van Dijk : IDEOLOGÍA, una aproximación
multidisciplinaria.
Gedisa,
Barcelona 2000.
Graciela Falbo
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 80
SOBRE
CATEGORÍAS Y CONCEPTOS
Estimados
amigos:
Necesito informacion sobre la distincion entre categoria
y concepto
en las ciencias sociales.
Estoy haciendo revision
teorica y en distintos textos un mismo termino
(dependiendo de
los autores) es definido como categoria y en otros como
concepto
y no se adonde acudir para aclarar la distincion entre
ambos.
Muchas gracias desde ya a
todos.
Liliana
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 81
SOBRE
CATEGORÍAS Y CONCEPTOS
Estimada
Liliana:
Aquí va una muy pequeñita ayuda:
La categoría es
el concepto básico de toda ciencia; concepto clasificador
y
ordenador. En Hjelmslev, por ejemplo, una categoría es un
paradigma que se
compone de elementos, los cuales pueden ser
colocados en determinadas
posiciones de la cadena y no en
otras.
Pero me parece que la idea básica es la ya señalada:
clasificador y
ordenador, es decir, puedes ordenar y clasificar
todos aquellos términos que
se aglutinan alrededor de un concepto
central.
Busca también categorías gramaticales, categorías
léxicas, categorías
sustanciales, categorías formales. También
categorías principales,
categorías universales.
El concepto se
refiere a algo abstracto y general; Para Kant, el concepto
"es
una representación de aquello que es común a varios objetos".El
concepto
es el significado de un término. La forma de existencia
del concepto es la
palabra.
Norman Ahumada
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 82
SOBRE
CATEGORÍAS Y CONCEPTOS
Liliana,
si la
palabra categoría se toma al sentido fenomenológico,
entonces
corresponde a los modos de ser en que Peirce funde su
teoría. La tres
categorías son la primeridad (firstness),
categoría del sentimiento, la
secundeidad (secondness), categoría
del hecho y la tierceidad (thirdness),
categoría de la ley o del
concepto.
El concepto se sitúa en la tierceidad. Diría que el
concepto es la
representación mental generalizada por la
institución social (la ley) de un
objeto, y corresponde a la
tercera
categoría.
========================================
Patrick
BENAZET
Doctorant en sémiotique et communication
Université de
Perpignan
France
http://perso.libertysurf.fr/patrick-benazet/
========================================
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 83
SOBRE
CATEGORÍAS Y CONCEPTOS
Liliana:
El
tema de la distinción entre los términos "categoría" y "concepto" es
muy
complejo; entre otras cosas porque las ciencias cognitivas
han empleado
indistintamente ambos conceptos para referirse a
proceos muy similares.
En ciertas investigaciones de semiótica
musical cognitivista, hemos eludido la
distinción terminológica y
concentrarnos en los fenómenos que queremos
estudiar.
Yo
llamo "categorización" al proceso de formación de tipos cognitivos
para
distinguir entre los diversos fenómenos y objetos del mundo
(proceso que
implica un ejercicio de taxonomización aunque ésta
no necesariamente tiene que
ser en los términos de las
jerarquizaciones habituales ni basárse en "órdenes
naturales"), y
"Concepto" a la manera en que se articulan todos los rasgos
o
propiedades intensionales, así como TODOS los mecanismos de
reconocimiento,
que permiten trabajar a un Tipo cognitivo o Type, para identificar (o
producir) tokens u ocurrencias del
mismo.
Te sugiero que tú misma delimites el fenómeno del que te
quieres ocupar y
decidir, en función de los autores que quieras
seguir, el término adecuado...
todo esto, claro está, acompañada
de un buen diccionario de términos
filosóficos.
Aquí te dejo
con una bibliografía que te puede ayudar, desde las
ciencias
cognitivas, a resolver o ampliar tu duda.
Un
saludo
Rubén López Cano
Eco, Umberto. Kant y el ornitorrinco;
Barcelona: Lumen, 1999.Fauconnier,
Gilles. Mappings in Thought
and Language. Cambridge:Cambridge University
Press,
1997.Jackendoff, Ray. Semantics and Cognition. Cambridge,
MA: MIT
Press,1985Lakoff, George. Women, Fire, and Dangerous Things. Chicago:
Universityof Chicago Press,
1987.Fauconnier, Gilles, and Mark Turner.
"Conceptual IntegrationNetworks,"
Cognitive Science 22/2 (1998), 133-87.Turner,
Mark, and Gilles
Fauconnier. "Conceptual Integration andFormal Expression,"
Metaphor and Symbolic Activity 10/3 (1995),
183-204.Deacon, Terrence W. The
Symbolic Species: The Co-evolution of Languageand the Brain. New York:
Norton,
1997.Eco, Umberto, Marco Santambrogio, and Patrizia Violi, eds. Meaning
andMental
Representations. Bloomington:
Indiana University Press,
1988.Fauconnier, Gilles. Mappings in
Thought and Language. Cambridge:Cambridge
University Press, 1997.Gibbs, Raymond W.,
Jr. The Poetics of Mind:
Figurative
Thought,Language, and Understanding. Cambridge:
Cambridge University Press,
1994.Johnson, Mark. The Body in the
Mind: The Bodily Basis of
Meaning,Imagination, and Reason.
Chicago: University of Chicago Press,
1987.Lakoff, George. Women,
Fire, and Dangerous Things. Chicago: Universityof
Chicago Press, 1987.Lakoff, George, and Mark
Johnson. Philosophy in the Flesh:
TheEmbodied Mind and Its Challenge to Western
Thought. New
York: Basic Books,
1999.Lamberts, Koen, and David Shanks, eds.
Knowledge, Concepts, andCategories.
Cambridge, MA: MIT Press,
1997.Margolis, Howard. Patterns, Thinking, and
Cognition: A
Theory ofJudgment. Chicago: University of Chicago Press.Perlman,
Mark. Conceptual Flux: Mental
Representation,Misrepresentation, and Concept
Change. Dordrecht
and Boston: Kluwer Academic Publishers, 2000.Smith, Edward
E.,
and Douglas L. Medin, eds. Categories and Concepts.CambridgeMA:
Harvard
University Press, 1981.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 84
FONTANILLE.
INTERROGANTES
El Combo de
Investigaciones Semióticas (Cali, Colombia) ha iniciado
el
estudio detallado del libro Semiótica del discurso, de
Jacques
Fontanille. En el curso de la lectura, nos hemos
encontrado con
formulaciones que nos han parecido poco claras o
poco argumentadas.
Hemos recurrido entonces a otros escritos de
Fontanille cercanos en el
tiempo, buscando en ellos la respuesta
a nuestros interrogantes, pero no
la hemos hallado, o no hemos
sabido hallarla. Asimismo, hemos echado en
falta, en sus escritos
recientes, formulaciones presentadas en sus
libros anteriores,
sin que Fontanille diga por qué no las ha retomado.
Llegados al
límite de las respuestas que podíamos dar nosotros mismos
a
dichos interrogantes, se nos ha ocurrido entablar un diálogo
con otros
lectores de Fontanille, pero parece ser que en Colombia
somos los
únicos. Pensamos entonces en otros lectores de otros
países, accesibles
vía Internet, y en particular en el grupo de
la Cátedra Greimas, de la
Universidad de Puebla, en México.
Embalados, se nos ha ocurrido que si
este diálogo fructifica,
podríamos elaborar una serie de preguntas que
presentaríamos, por
intermedio de la Cátedra Greimas, a Fontanille, lo
que podría dar
a lugar a una entrevista y, si él quiere y sus
ocupaciones se lo
permiten, a su participación en el diálogo sobre sus
innovadoras
formulaciones semióticas.
Esta es, pues, la propuesta que
presentamos a los lectores de Fontanille
afiliados a la lista
Semioticians. Si les parece interesante, estaríamos
enviando en
pocos días un escrito con los primeros interrogantes,
relativos a
las relaciones entre percepción y
significación.
Cordialmente,
Eduardo
--
Visita:
Semiótica
Discursiva
http://www.geocities.com/semiotico
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 85
FONTANILLE.
INTERROGANTES
Estimado Eduardo
Serrano:
Respondo a su interesante propuesta de
hacer circular
a través de esta lista los interrogantes surgidos de su
lectura
del texto de Fontanille. Como integrante del grupo que
impulsó la creación de
la Cátedra Greimas, estamos en contacto
con el profesor Fontanille (de hecho,
en el próximo volumen de
Tópicos del Seminario, hemos incluido un artículo suyo
sobre
retórica) y podremos solicitarle que participe en el diálogo que
aquí se
inicie sobre su trabajo o bien, que ustedes le hagan una
entrevista, tal como
han sugerido.
La inauguración de la
Cátedra Greimas aquí en Puebla se realizó
precisamente en el
marco del dictado de un curso por parte del profesor
Fontanille
basado en su último libro, Semiótica del discurso.
Disponemos
entonces de la videograbación del mismo, la cual podrá
quizás interesar a
quienes estén ahora estudiando los temas allí
tratados (puedo luego informar, a
quien le interese, acerca del
modo de obtener la videograbación).
Cordialmente,
María Isabel
(Marisa) Filinich
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 86
SIGNIFICADO
(VIENE DE "SIGNIFICADO VS. INTERPRETACIÓN TEXTUALIZADA")
Estimados
miembros de Semioticians:
Según John Lyons la solución del
problema del significado no es un asunto que
competa solamente a
los lingüistas, sino igualmente a los filósofos, a
los
psicólogos, a los sociólogos, a los antropólogos, etcétera.
En lo que sigue
trataré de exponer brevemente la concepción de
Husserl sobre el significado.
1. El que habla tiene la intención
de comunicarle algo al que escucha. Y para
comunicarle su
intención significativa tiene que emplear una secuencia de
palabras. Y el que escucha tiene que representarse lo que le
dice el que habla.
De este modo, gracias a las representaciones
del que escucha, la intención
significativa del que habla
adquiere cumplimiento significativo.
2. Husserl distingue dos
clases de actos en el proceso de significación: por un
lado, los
actos de dar sentido, las intenciones significativas, que van
unidos
al
complejo vocal articulado, a la expresión, y por
otro lado, los actos de
cumplir el
sentido, cumplimientos
significativos, que tienen la misión de ilustrar, de
poner
delante de los ojos, lo que dice el que habla.
3. Una persona
dice: un mirlo se echó a volar aquí en mi jardín. Y la
persona
que
le escucha, al otro lado del teléfono, se
representa un mirlo desplegando sus
alas
en el jardín.
Pongamos en un lado la expresión "un mirlo se echó a volar
aquí
en mi
jardín", y en otro lado una fotografía de un mirlo
iniciando su vuelo en un
jardín.
Miremos ahora la expresión y
luego la fotografía. ¿Qué vemos en la expresión?
Letras escritas.
¿Y qué vemos en la fotografía? Un mirlo iniciando el vuelo
en
un
jardín. De aquí podemos extraer la siguiente conclusión:
las intenciones
significativas
apuntan a un objeto pero no
ponen un objeto, mientras que los cumplimientos
significativos,
las representaciones (las fotografías), ponen un objeto. Merced
a
los
cumplimientos significativos, a las representaciones, las
intenciones
significativas
despliegan su referencia objetiva.
Si fallan los cumplimientos significativos,
las
intenciones
significativas serán meramente simbólicas. (Sería un escuchar
sin
ver
lo que nos dice el otro) (Muchos libros se escriben y
se leen así: con
intenciones
significativas meramente
simbólicas)
Cordialmente,
Francisco Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 87
SIGNIFICADO
Estimados
miembros de Semioticians:
(Antes que nada quiero agradecer a
Mario su participación en este foro,
pues así somos más los que
aquí estudiamos el problema del significado
bajo el punto de
vista de la Filosofía)
Según Eduardo Serrano la palabra no es
un ser perceptible sino un ser
inteligible. Lo que se percibe,
añade, es la sustancia fónica.
1. La sustancia fónica (la
materia fónica) es sólo una clase especial de los
sonidos que se
producen en el mundo. Si dejamos caer al suelo un bolígrafo
y
luego una moneda, cada uno de ellos producirá un sonido diferente,
una
configuración fónica distinta. Si ahora me tapo los ojos y
otra persona deja
caer caprichosamente el bolígrafo y la moneda,
sabré en todo momento cuál
es el objeto que cae. A los objetos no
sólo los identificamos por su
configuración
cromática, sino
también por los sonidos que producen. Este es el primer valor
que
encontramos en las configuraciones sonoras, anterior en el tiempo a
su valor
significativo: el valor de identidad.
Los sonidos del
mundo no son sustancias sonoras carentes de forma, sino
sonidos
firmemente configurados que nos permiten identificar a
los objetos que los
producen.
De ese modo identificamos a los
perros, a los gatos, a los coches, a las motos,
a la puerta,
a la cerradura, a la lluvia, al viento, etcétera.
2. Supongamos
ahora que a un alemán, que no sabe nada de español, le
enseñamos
a decir [mesa]. Al cabo de cinco minutos el alemán
habrá adquirido dos
capacidades:
por un lado, identificar la
configuración fónica [mesa] cuando ésta se presenta
junto
a
otras configuraciones fónicas como [silla], [cuchillo]..., y por
otro lado,
la capacidad
para producir correctamente la
configuración fónica [mesa] sin saber que
significa la
palabra
'mesa'. Por lo tanto, la configuración fónica de la palabra 'mesa'
es
un ser
perceptible.
3. Otra cuestión distinta es
preguntarse cuándo la configuración fónica [mesa]
adopta
la
forma de significante. De forma tradicional podríamos responder así:
cuando
a la
configuración fónica [mesa] se le une el
significado "mesa", entonces la
configuración
fónica [mesa]
adopta la forma significante /mesa/. Aquí el significante
es
concebido
como un cambio de forma que experimenta la forma
fónica, y no como una forma
unida
a una sustancia fónica. La
sustancia fónica no adquiere forma gracias a su
condición
de
significante, sino que adquiere una segunda forma (una forma
fenoménica, de
acuerdo
con Husserl). (En otro mensaje
explicaré cómo entiende Husserl el cambio de
forma
que
experimenta la configuración fónica cuando funciona como
palabra.)
Cordialmente,
Francisco Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 88
SIGNIFICADO
FRANCISCO:
Según
Eduardo Serrano la palabra no es un ser perceptible sino un
ser
inteligible. Lo que se percibe, añade, es la sustancia
fónica.
EDUARDO:
Afirmé que el texto es forma (de la
expresión y del contenido), no
sustancia, y como tal no es
perceptible sino inteligible a partir de la
percepción de la
sustancia de la expresión, que puede ser fónica (oral),
gráfica
(escrita), táctil (escritura braille), gestual (lengua de
señas
de los sordos) y no sé qué más. Pero, contradictor de mí
mismo, me
pregunto: ¿la sustancia del contenido es también objeto
de percepción y
la forma del contenido objeto de intelección?
Menudo problema... Tal vez
sea necesario por fuera de estos
conceptos (tan útiles en ciertos casos)
de forma y sustancia y de
percepción e intelección.
Precisamente uno de los problemas
(sin incluir es de su procedencia
filosófica) de esta distinción
perceptible/inteligible es el del valor
semántico de cada uno de
los términos. ¿Hasta dónde llega la percepción
y dónde comienza
la intelección? Cuando percepción se usa en sentido
amplio, es
sinónimo de cognición. En este sentido amplio, el texto
se
percibe. No obstante, yo prefiero considerar la percepción
como un tipo
de cognición entre otros, lo que vuelve a plantear
el problema de su
valor semántico.
Afirmar que la
intelección se distingue de la percepción porque se basa
en la
abducción (se percibe la sustancia, se abduce la forma) no
me
parece aceptable, pues la abducción está presente también en
la
percepción: parece razonable (¿o es temerario?) afirmar que
la
percepción se abduce de la sensación. Supongamos que sí.
Tendríamos la
serie cognitiva sensación-percepción... ¿Qué sigue?
Arlette Streri
(1994) responde: la cognición.
“La
percepción se inscribe en lo instantáneo. Es un acto inmediato.
Si
queremos tener un comportamiento adaptado a nuestro entorno,
la
percepción supone una memorización de los elementos
percibidos. Sin este
almacenamiento de las informaciones, el
entorno se nos aparecería como
nuevo a cada instante. Ningún
RECONOCIMIENTO de objetos, personas,
eventos, sería posible.
Ningún saber sería estable. Sería imposible para
los individuos
prever, evaluar, actuar y, por ende, adaptarse a este
entorno.
Debemos este conocimiento general en el cual se inscribe el
acto
perceptivo a una actividad mental designada con el término
de
COGNICIÓN” (p. 94).
Pero acto seguido añade:
“El
término cognición engloba tanto a la actividad perceptiva como a
la
de memoria, de razonamiento o de resolución de problemas” (p.
94).
Una cosa es decir que percepción y cognición son
hipónimos de un
hiperónimo X, y otra que percepción es un
hipónimo del hiperónimo
cognición conjuntamente con los hipónimos
memoria, razonamiento y
resolución de problemas.
No
obstante, se podría aceptar la serie
sensación-percepción-cognición
afirmando que al pasar de la
percepción a la cognición no pasamos de un
proceso mental a otro
situado en el mismo nivel, sino en un nivel
superior que
presupone a los procesos del nivel inferior:
“Percepción y
cognición están estrechamente imbricados en su
funcionamiento. El
conocimiento que tenemos del entorno reposa sobre
una
multiplicidad de percepciones que se han sucedido en el
tiempo y que
hemos memorizado. De modo recíproco, la manera como
percibimos en un
instante dado una zona determinada del entorno
está influida por las
percepciones anteriores y el conocimiento
general que poseemos del
mundo” (p. 94).
Streri afirma
claramente, a mi entender, que no hay, pues los
presupone,
cognición sin percepción y sin memoria. En este
sentido, tal vez la
nueva cognición arroje alguna luz sobre la
vieja intelección. Amanecerá
y veremos.
Dejo pendiente lo
siguiente, por si alguien quiere desarrollarlo: si en
la
percepción hay abducción y se abduce la forma, entonces sí es
cierto
que la forma se percibe...
FRANCISCO:
1. La
sustancia fónica (la materia fónica) es sólo una clase especial
de
los sonidos que se producen en el mundo. Si dejamos caer al
suelo un
bolígrafo y luego una moneda, cada uno de ellos
producirá un sonido
diferente, una configuración fónica
distinta.
EDUARDO:
Fónico, del griego phoné, significa
“relativo a la voz”. El ruido
producido por el bolígrafo y la
moneda no es fónico, pues no hablan,
salvo en las películas de
Walt Disney, sino, digamos, sonoro.
FRANCISCO:
Si ahora me
tapo los ojos y otra persona deja caer caprichosamente
el
bolígrafo y la moneda, sabré en todo momento cuál es el objeto
que cae.
A los objetos no sólo los identificamos por su
configuración cromática,
sino también por los sonidos que
producen. Este es el primer valor que
encontramos en las
configuraciones sonoras, anterior en el tiempo a su
valor
significativo: el valor de
identidad.
EDUARDO:
Independientemente de si la otra
persona deja caer caprichosamente o no
el bolígrafo y la moneda,
tú sabrás cuál objeto cae porque has
semiotizado el ruido que
produce. Por tanto, el valor de identidad
depende del valor
semiótico que le asignes al ruido: identificas el
ruido como
ruido de moneda porque lo interpretas como
significante.
FRANCISCO:
Los sonidos del mundo no son
sustancias sonoras carentes de forma, sino
sonidos firmemente
configurados que nos permiten identificar a los
objetos que los
producen. De ese modo identificamos a los perros, a los
gatos, a
los coches, a las motos, a la puerta, a la cerradura, a
la
lluvia, al viento, etcétera.
EDUARDO:
No se trata de
una forma semiótica. Eres tú, gracias a tu competencia
semiótica,
quien convierte el percepto sonoro en
significante,
pertinentizando ciertas cualidades perceptibles. Yo
puedo reconocer los
ladridos de los perros, pero no puedo
identificar si tal ladrido es del
perro de Javier, o del de
Benjamín, o del de Bernardo. Ellos, locamente
enamorados de sus
mascotas, saben y pueden hacerlo, e incluso reconocen
los
diversos estados de ánimo de sus perros dependiendo de
rasgos
ladrídicos (¿te animas, Francisco, a desarrollas esta
semiótica?) que
sólo ellos captan gracias a su particular
competencia semiótica. Ya lo
dijo Rubén Darío: ¿Quién que es no
es semiótico?
FRANCISCO:
2. Supongamos ahora que a un
alemán, que no sabe nada de español, le
enseñamos a decir [mesa].
Al cabo de cinco minutos el alemán habrá
adquirido dos
capacidades: por un lado, identificar la configuración
fónica
[mesa] cuando ésta se presenta junto a otras
configuraciones
fónicas como [silla], [cuchillo]..., y por otro
lado, la capacidad para
producir correctamente la configuración
fónica [mesa] sin saber que
significa la palabra 'mesa'. Por lo
tanto, la configuración fónica de
la palabra 'mesa' es un ser
perceptible.
EDUARDO:
Esta prueba la pasan los chimpancés
adiestrados, por qué no la va a
pasar tu alemán... (Supongo que
hablas de un hombre, no de un perro). La
prueba interesante es
otra: que tu alemán reconozca la secuencia fónica
/mesa/ inserta
en una secuencia fónica más larga, que es lo que
habitualmente
ocurre cuando hablamos. Por
ejemplo:
“ponlamesameicistelapromesadeponerlamesamesalina”,
“mesabeacachojaimesanchezconsumesanine”,
cosas así de perversas. Te
aseguro que no se pilla ni una. Si no
tiene una competencia
fonomorfosintáctica española no está en
capacidad de segmentar
correctamente la secuencia fónica. Por
tanto, la configuración fónica de
la palabra /mesa/ es
inteligible... tu alemán no pasaría de la
percepción auditiva de
la secuencia fónica, como me suele pasar a mí
cuando escucho a un
alemán.
FRANCISCO:
3. Otra cuestión distinta es
preguntarse cuándo la configuración fónica
[mesa] adopta la forma
de significante. De forma tradicional podríamos
responder así:
cuando a la configuración fónica [mesa] se le une el
significado
"mesa", entonces la configuración fónica [mesa] adopta la
forma
significante /mesa/. Aquí el significante es concebido como
un
cambio de forma que experimenta la forma fónica, y no como una
forma
unida a una sustancia fónica. La sustancia fónica no
adquiere forma
gracias a su condición de significante, sino que
adquiere una segunda
forma (una forma fenoménica, de acuerdo con
Husserl).
EDUARDO:
Es evidente que no hablamos el mismo
sociolecto. En la lingüística de
Hjelmslev (releído por Christian Metz, 1973: 253-258) se denomina
sustancia a la materia formada,
es decir, ya moldeada, articulada,
estructurada, por una forma
semiótica. Por tanto, sustancia entraña
forma. Ojo: forma
semiótica. Cuando Sherlock Holmes examina una huella
dejada por
un zapato, ésta tiene una forma física, por supuesto. Lo que
le
interesa a ese semiótico que es Holmes es la forma semiótica que
él
puede atribuirle para convertir la huella en significante
de
determinados sentidos. Watson mira la misma huella y en su
caletre no
pasa nada, es decir, no ocurre la textualización que
ocurre en el
caletre de Holmes, y por eso es éste quien descubre
al criminal y Watson
quien escribe el relato.
METZ,
Christian
1973 Lenguaje y cine. Barcelona: Planeta,
s.f.
STRERI, Arlette
1994 “Comment l’homme
perçoit-il le
monde?”, en Annick WEIL-BARAIS
(dir.): L’homme
cognitif. Paris: Puf.
Cordialmente,
Eduardo
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 89
SIGNIFICADO
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimado Eduardo:
No puedo
responder a todos tus planteamientos porque haría muy largo mi
mensaje.
Sólo responderé a algunos de ellos. Antes que nada
quisiera comentarte que hay
dos
planteamientos en tu mensaje
que me han molestado un poco. Primer planteamiento:
cuando en mi
mensaje hablé de los sonidos que producían el bolígrafo y
la
moneda al
caer en el suelo, cometí el desliz de decir
"configuración fónica" en vez de
"configuración sonora". Que
quieras apoyarte en ese desliz para demostrar la
debilidad
de
mis argumentos, hasta cierto punto me parece legítimo; pero que me
hables
como
si yo fuera un parvulario, me parece un exceso.
Sobra que me digas que fónico
viene
del griego phoné y que los
bolígrafos y las monedas no hablan. Es como si yo
te
dijera,
en base a tu afirmación de que los bolígrafos y las
monedas de las películas de
Walt Disney sí hablan, que en verdad
no hablan, que parecen que hablan, que
quienes en
verdad
hablan son seres humanos. No te quedaría más remedio que esbozar
una
sonrisa
y preguntarte de qué voy yo. Segundo
planteamiento: en mi mensaje yo planteaba
la
tarea de que
enseñáramos a un alemán, que no sabía nada de español, a
decir
[mesa].
Y tu entre paréntesis me dices: "supongo que
hablas de una persona, no de un
perro".
¿Cómo crees tu que
debo tomarte esto que me dices? ¿Como una burla y un
desprecio a
mi inteligencia? Ya tu me dirás. No hay perro en el mundo que
sea
capaz
de decir [mesa]. Así que la necesidad de esa
suposición, como en el caso
anterior,
creo que sobra. Otra
cosa es que tu quisieras plantearme una modificación
de
estilo
y me dijeras: sería más conveniente hablar de
ciudadano alemán que de alemán a
secas. A lo mejor te haría caso
y corregiría el estilo.
1. Yo dije que tu decías que la palabra
es un ser inteligible y que lo que se
percibe es
la sustancia
fónica. Y tu me respondes que el texto es inteligible a partir
de
la
PERCEPCION DE LA SUSTANCIA DE LA EXPRESION, QUE PUEDE
SER FONICA, gráfica.
No estás diciendo una cosa distinta a la que
yo dije que tu decías. Lo único
que hay
de nuevo en tu
respuesta es que hay distintas clases de sustancias que pueden
funcionar como significantes: fónica, gráfica, táctil y
gestual.
2. En calidad de contradictor de ti mismo te preguntas
ahora: ¿la sustancia del
contenido
es objeto de la percepción
y la forma del contenido objeto de intelección? La
respuesta
a
esta pregunta depende de que respondas a esta otra. ¿cuál es la
sustancia del
contenido? ¿De qué material (sustancia) está hecho
el contenido? Sé que la
expresión
está hecha de sustancia
sonora, pero no sé de qué clase de sustancia está
hecho
el
contenido. Y mientras no lo sepa, no lo podré
percibir sino sólo concebir.
3. El hombre tiene conocimiento de
los objetos del mundo por medio de
la
participación
mancomunada de todos los sentidos. Un coche
lo identifico viéndolo, tocándolo y
oyéndolo, el chorro de
agua lo identifico viéndolo y oyéndolo, el potaje de
berros
lo
identifico viéndolo, oliéndolo y degustándolo. Y con el
bolígrafo y la moneda
me sucede
tres cuartos de lo mismo: los
identifico viéndolos y oyéndolos. Sucede después,
en base
a la
experiencia (la memoria), que con el concurso de un sólo sentido
puedo
identificar
a la moneda y al bolígrafo. Lo que tu
planteas es que yo sé que el objeto que
oigo es
un coche
porque yo he semiotizado el ruido que produce. Pero no es un
problema
de
semiosis del que yo hablo, sino un problema del
saber sensible: sé por mis
sentidos
varias cosas del coche, y
entre ellas cómo suena.
4.Dices que el valor de identidad depende
del valor semiótico que yo le asigne
al ruido,
que identifico
el ruido como ruido de moneda porque lo interpreto
como
significante. El
valor de identidad de una moneda depende
de la moneda y no de mi interpretación.
Tiene unos rasgos propios
que la caracterizan y que constituyen su identidad.
En
este
sentido habría que distinguir dos cosas que suelen
confundirse a veces: una
cosa sería
cuántos rasgos de
identidad conozco de la moneda y otra cosa distinta sería
cuántos
rasgos serían necesarios para identificarla. Cuanto más se
conozca un objeto,
menos
rasgos serán necesarios para
identificarlo.
5. Yo planteé la posibilidad de que un alemán que
no supiera nada de español
fuera
capaz de producir e
identificar la forma fónica [mesa]. Tu me respondes que
esa
prueba
la pasan los chimpancés adiestrados (ignoraba que
los chimpancés fueran capaces
de decir [mesa]). Aquí no se trata
de saber qué pruebas puede pasar el alemán,
sino
de demostrar
que [mesa] tiene una forma natural que no es la forma
de
significante.
Y la experiencia que yo planteo la demuestra.
También sucede que cuando se hace
un
experimento se busca las
condiciones ideales para destacar la esencia que
se
quiere
probar. De manera que al alemán yo le diría:
[silla], [barco], [mesa],
[ladrón]. Y dicho
así, con la debida
pausa entre configuración y configuración, el alemán sería
capaz
de
identificar [mesa] frente a [silla], [banco] y [ladrón]. La
prueba que tu
planteas, una secuencia fónica de una persona que
no respira al hablar, afecta
a la condición ideal
del
experimento.
6. Tu planteas de que "en la lingüística de
Hjelmslev (releído por Christian
Metz,
1973: 253-258) se
denomina sustancia a la materia formada, es decir,
ya
moldeada,
articulada, estructurada por una forma semiótica.
Por tanto, sustancia entraña
forma.
Ojo: forma semiótica".
Volvemos al inicio: no concibes otra forma de la
sustancia
sonora
que no sea la forma de significante o la forma semiótica
en general. Así que te
repito mi planteamiento inicial: los
sonidos del mundo tienen una forma natural
y sólo una parte de
ellos se dotan de una segunda forma, la de significante.
7. Por
último, hablas de Sherlock Holmes y del examen que realiza de una
huella
de un
zapato. Afirmas que lo que le interesa al
semiótico Holmes es la forma
semiótica que él
puede atribuirle
para convertir la huella en significante de
determinados
sentidos. Que la
investigación detectivesca tenga
componentes semióticos es algo que nadie puede
discutir, pero que
la investigación detectivesca sea una investigación
semiológica
es
más que discutible. No sólo las categorías de la Semiótica, y
en especial la de
tu
sociolecto, pueden representar
adecuadamente la investigación detectivesca, sino
también las
categorías de otras esferas del saber.
Bajo el punto de vista de
las formas semióticas yo defiendo la siguiente
concepción.
El
ejemplo que tu pusiste yo lo divido en tres fases sucesivas. La
primera fase
es una relación de expresión, que se establece entre
el presunto delincuente y
el terreno y
cuyo resultado es la
huella. La segunda fase es una relación de referencia, la
que
se
establece entre la huella en el terreno y los ojos de Sherlock
Holmes. Y la
tercera fase
es una relación de significación que
se establece entre la huella existiendo en
la retina
de Holmes
y la representación interna, los conocimientos acumulados, que
tiene
Holmes
sobre el caso (tal vez lo que tu llamas
textualizar). Observa, por último, una
cuestión:
el fin de
Holmes es identificar al hombre que produjo la huella.
IDENTIFICAR
ES EL
OBJETIVO O FIN, NO
SIGNIFICAR.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 90
FONTANILLE
1
Inicio el envío de mensajes en los que presento las que el
Combo de
Investigaciones Semióticas (Cali, Colombia) considera
formulaciones
problemáticas de Jacques Fontanille en su libro
“Semiótica del discurso”. Su
finalidad es la de entablar un
diálogo crítico con otros lectores de
Fontanille. De dicho
diálogo pueden surgir preguntas cuyas respuestas no
podamos
aportar nosotros mismos o no sean objeto de acuerdo entre los
lectores
interesados. El CIS propone presentarle estas preguntas
a Fontanille, con la
intención de que él formule su punto de
vista al respecto.
Cuando señalo las páginas a las que
corresponden las citas, las primeras cifras
remiten a la versión
española (Semiótica del discurso. Lima: Universidad de
Lima y
Fondo de Cultura Económica, 2001. Trad. Oscar Quezada Macchiavello)
y
las segundas a la francesa (Sémiotique du discours. Limoges:
Pulim, 1998).
Según Fontanille,
“la cuestión
tratada por Saussure puede ser reducida a dos puntos
esenciales:
(1) La relación entre la percepción y la
significación
A partir de nuestras percepciones emergen
significaciones; nuestras
percepciones del mundo “exterior”, de
sus formas físicas y biológicas, procuran
los SIGNIFICANTES; a
partir de nuestra percepción del mundo “interior”,
conceptos,
impresiones y sentimientos, se forman los SIGNIFICADOS.
(2) Estos
dos tipos de percepción entran en interacción, y esta
interacción
define un sistema de posiciones diferenciales; cada
posición está caracterizada
según los dos regímenes de
percepción; el conjunto es entonces llamado SISTEMA
DE
VALORES.
Subyacente a la teoría del signo, aparece en Saussure
una teoría de la
significación; y esta teoría, particularmente a
través de la noción de “imagen”
(imágenes acústicas, visuales,
imágenes mentales, psíquicas) está enraizada en
la percepción”
(pp. 29-30/29).
Nos parece problemática la caracterización de
los dos mundos. ¿El mundo
exterior es exterior respecto de qué?
¿El mundo interior es interior respecto
de qué? ¿Exterior
respecto del mundo interior e interior respecto del
mundo
exterior? ¿O exterior e interior respecto de una tercera
entidad que permitiría
la distinción? ¿Y cuál sería esa tercera
entidad? Ahora bien, ¿de dónde
provienen los conceptos,
impresiones y sentimientos del mundo interior? ¿Han
estado
siempre allí? Si sí, ¿cómo y por qué? ¿Provienen del mundo exterior?
Si
sí, ¿cómo y por qué se transforma el mundo exterior en mundo
interior?
De otro lado, la idea de que percibamos las formas
físicas y biológicas del
mundo exterior no le parece extraña a
nuestra enciclopedia, pero sí la de la
percepción de los
conceptos, impresiones y sentimientos del mundo
interior.
Según Arlette Streri (1994),
“para que haya
percepción, son necesarios tres sistemas en juego: un
estímulo
que suministra informaciones; un captador o receptor
sensible a esas
informaciones; un sistema de tratamiento de la
información, es decir, el
sistema perceptivo-cognitivo del
sujeto” (p. 94).
¿Cuál es la naturaleza (física, química...)
de los estímulos provenientes de
los conceptos, impresiones y
sentimientos? ¿Cuáles son los receptores sensibles
a estos
estímulos y dónde están situados? ¿Cómo están conectados al
Sistema
Nervioso Central?
De otro lado,
“los
receptores sensoriales son ELECTIVAMENTE SENSIBLES a una forma de
energía.
[...] Cada forma de energía es específica de una
modalidad sensorial y es
ineficaz para las otras modalidades. La
luz no excita los receptores de la
oreja. Hay, pues,
ESPECIALIZACIÓN de los receptores, puesto que una
misma
estimulación provoca percepciones diferentes según la
modalidad excitada. [...]
Un receptor particular da así siempre
lugar al mismo tipo de sensación cuando
es excitado. Además, la
excitación de los receptores sensoriales para cada
modalidad no
tiene lugar sino para ciertos márgenes de intensidades
eléctricas.
[...] Así, por debajo de un cierto valor de
intensidad, no hay respuesta de los
receptores y, por encima,
puede haber, en ciertos casos, dolor y el receptor
puede ser
lesionado. [...] Para una modalidad considerada, la sensibilidad
de
los receptores no es la misma. Hay una heterogeneidad en la
repartición y el
funcionamiento de los receptores periféricos.
[...] Finalmente, los receptores
sensoriales no responden a
estimulaciones absolutas sino a diferencias de
estimulación” (pp.
96-97).
¿Cuál es la forma específica de energía a la que son
electivamente sensibles
los receptores sensoriales de los
estímulos provenientes de conceptos,
impresiones y sentimientos?
¿Cuáles son los umbrales mínimos y máximos de
dichos receptores
sensoriales? ¿Puede un concepto, por ejemplo, no ser
percibido
porque la intensidad de su estímulo está por debajo del
umbral
mínimo? ¿O puede provocar daño en los receptores
sensoriales porque está por
encima del umbral máximo?
Por
supuesto, cabe la posibilidad de que Fontanille conciba la
percepción de
manera diferente a como lo hace la neuro(fisio/psico)logía, que se trate de la
percepción en el
sentido semiótico, pero entonces tendría que explicitar
dicho
sentido y argumentar su pertinencia y su validez.
La
idea de que de nuestras percepciones emergen significaciones nos
parece
atractiva, pero la presentación que de ella hace
Fontanille no nos parece
convincente, pues se basa en una
petición de principio: presenta como premisas
las que deberían
ser las conclusiones de la argumentación, y espera que
adhiramos
a ellas sin cuestionar su validez.
STRERI,
Arlette
1994 “Comment l’homme perçoit-il le monde?”, en Annick
WEIL-BARALIS
(dir.): L’homme cognitive. Paris: Puf.
--
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Semiótica Discursiva
http://www.geocities.com/semiotico
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 91
LA FORMA DEL SIGNIFICANTE
Estimados
miembros de Semioticians:
1. En los dos mensajes anteriores
he tratado de demostrar que las secuencias
fónicas tienen dos
formas: la natural y la de significante. Para
demostrarlo
puse
la experiencia del ciudadano alemán que fue
capaz de decir [mesa] sin saber lo
que significaba la palabra
'mesa'. Pero hay otros ejemplos y experiencias que
atestiguan
esta diferencia de valor. Todos podemos elaborar secuencias
fónicas
que no sean palabras, agrupando sílabas de manera
arbitraria, como por ejemplo:
[metacalo], [escornado], [tortutoti],
[infolpeiro], etcétera. Todas
estas
secuencias
fónicas tienen una forma firmemente
determinada y, sin embargo, ninguna es
palabra. Cuando hacemos
esto, dichas secuencias fónicas se presentan como puros
objetos
de la percepción, sin más, sin plus.
2. Cierto es que los pueblos
no se han dedicado ha producir secuencias fónicas
careciendo de
intenciones significativas, como si estuvieran haciendo
solamente
objetos para la percepción. Esto sí lo hace el arte:
crea objetos para que sólo
sean
percibidos. Todo lo contrario:
los pueblos crean secuencias fónicas con la
intención
de
significar algo; y al ser ésta su intención, las secuencias fónicas
adoptan
la forma
de significante. Sabemos, por lo tanto, que
las secuencias fónicas adoptan la
forma
de significante cuando
los hombres las emplean con la intención de significar
algo,
pero
no sabemos en qué consiste o cómo se produce esta forma.
Husserl da una
explicación
muy interesante que a continuación
paso a exponer.
3. -Lo que Saussure presenta en la forma del ser,
significante y significado,
Husserl
lo presenta en la forma
del movimiento, acto de producir el complejo
vocal
articulado
(el significante) y acto de dar sentido (el
significado)-. Lo que haremos en
principio será
enderezar
nuestro interés hacia el signo en sí, hacia la palabra impresa
como
tal. Cuando
hacemos esto, la palabra se convierte en un
mero "objeto físico", en un mero
dibujo o
grafo. Cuando
después la palabra empieza a funcionar como tal palabra,
el
carácter de
la representación (de la percepción) está
cambiado. La palabra (como individuo
externo)
sigue siéndonos
dada, sigue apareciéndosenos, pero ya no nos dirigimos
hacia
ella, ya
no es ella el objeto de nuestra actuación
psíquica. Nuestro interés, nuestra
mención,
nuestra
intención, se dirige exclusivamente a las cosas mentadas en los
actos
de dar
sentido. Permaneciendo inalterado lo que
constituye el fenómeno del objeto (el
signo
impreso), cambia
el carácter intencional de la vivencia: antes estaba
dirigida
hacia
el signo en sí y ahora a las cosas
significadas por el signo. Ilustremos un
poquito más esta idea:
cuando estamos leyendo un libro de Gabriel García
Márquez,
estamos totalmente
volcados en las situaciones objetivas mentadas
en el texto, representándonos
los
personajes y las miles de
situaciones que viven. Pero si ahora
enderezamos
nuestro
interés hacia el texto en sí, hacia las
letras, tenemos la percepción de un
mero objeto
externo que ha
dejado de ser palabra.
4. Las secuencias fónicas tienen dos
formas: la natural y la de significante.
Pero la forma
de
significante es una forma fenoménica que se añade a la forma
natural. ¿Cómo
tenemos
constancia de la existencia de la forma
significante? No la podemos obtener
observando
la secuencia
fónica, pues ha permanecido inalterada. Al funcionar como
palabra
la
secuencia fónica sigue teniendo la misma forma que
cuando funcionaba como mero
objeto de la percepción. Así que este
cambio de forma sólo puede provenir del
sujeto,
de un cambio
en la intención de su vivencia, que ya no se dirige su
interés
hacia la
palabra en sí, sino hacia la cosa mentada o
significada por ella. Por lo tanto,
la forma
natural de una
secuencia fónica adopta la forma de significante cuando
su
usuario
cambia la intención de su vivencia, que ya no se
dirige a la palabra impresa
como tal, aunque sigue siendo su
sustento, sino a la cosa significada o mentada
por
ella.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 92
FONTANILLE
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimado Eduardo:
1. Una parte
de las preguntas formuladas por Eduardo Serrano tiene que ver
con
la contradicción entre lo interior y lo exterior, con la idea de
Fontanille
de que el significante proviene del exterior mientras
que el significado
proviene
del interior. Convendrán conmigo
en que la contradicción interior-exterior es
más propia de la
Filosofía que de la Semiótica. Así que la primera parte de
mi
intervención será filosófica y la segunda semiológica.
2.
Aquí, delante de mi y a dos metros, veo una silla. Puedo dudar de
que la
silla exista en realidad, pero no puedo dudar de que veo
una silla. ¿Por qué
puede resultar razonable dudar de la
existencia de la silla? Porque existe fuera
de mi conciencia. ¿Y
por qué no resulta razonable dudar de mi vivencia de ver
una
silla? Porque existe en el interior de mi conciencia. Percibir,
representar
y
concebir son todos fenómenos, vivencias,
inmanentes a la conciencia, mientras
que los objetos percibidos,
representados y concebidos existen fuera de la
conciencia. Por lo
tanto, con los términos interior y exterior se entiende
lo
que
existe en la conciencia y lo que existe fuera de ella.
(Esta idea, con algunos
retoques, es de Descartes).
3. En
primer lugar, la percepción externa se distingue de la percepción
interna
en
virtud de los objetos percibidos. En la percepción
externa percibimos cualidades
sensibles que constituyen un genero
peculiar (los fenómenos físicos), y en la
percepción interna
percibimos nuestros deseos, ilusiones,
pensamientos,
etcétera,
que constituyen otro género peculiar
(los fenómenos psíquicos). Y en segundo
lugar, la percepción
externa se distingue de la percepción interna por el
modo
de
originarse. La percepción externa brota de las
acciones que las cosas físicas
ejercen sobre nuestra conciencia
por medio de los órganos de los sentidos,
mientras
que la
percepción interna brota de la reflexión sobre las operaciones
mentales
de
nuestra conciencia. (Esta idea, con algunos
retoques, es de Locke)
4. Pensar, y obviando las entidades
metafísicas, es hablar uno con uno mismo.
En el
pensar uno es
el que habla y uno es el que escucha. Y todo ocurre en
nuestro
interior. Pues bien, este escuchar lo que en nuestro
interior decimos es una
percepción
interna. Pero si admito que
percibimos nuestro hablar interior (nuestro
pensar), he
de
admitir que también percibimos nuestro concebir. Puesto que
concebir es un de
las
operaciones de nuestro pensar. (El
concepto existe objetivamente en forma de
juicio).
También
sucede que cuando pensamos en algo importante para nuestra vida,
por
ejemplo, en un ser querido que padece una grave enfermedad,
nos llenamos de
sentimientos: dolor, angustia, vacío, etcétera.
Y esto sentimientos también los
percibimos en nuestro
interior.
5. Nadie puede ver en el interior de la conciencia del
otro. Nadie puede saber
qué
piensa y qué siente el otro. Sólo
podemos saberlo si el otro nos habla. El otro
debe
decirnos
qué siente y qué piensa. Por lo tanto, los sentimientos se
hacen
objetivos,
sociales e intersubjetivos sólo en forma de
palabras. (Todo el mundo no sabe
expresar
ni se atreve a
expresar lo que siente y piensa. Hay personas que por su
timidez
o por
su falta de carácter son incapaces de hacerlo.
También se dice que hay ciertos
sentimientos que las palabras no
son capaces de expresar)
6. Hemos visto que nuestro interior,
nuestros sentimientos y pensamientos, puede
exteriorizarse en
forma de palabra. Pero los sentimientos, además de
en
palabras,
pueden objetivarse en otros medios. Mirando el
semblante de una persona podemos
saber si está triste o alegre,
relajada o preocupada, en paz o inquieto,
etcétera. Es
decir,
nuestros sentimientos también se reflejan, se objetivan, se
manifiestan,
en
nuestro rostro. No obstante, y bajo el punto
de vista de la información
aportada,
lo que nos pueden decir
las palabras de los sentimientos de una persona son en
cantidad
y en calidad muy superiores a lo que puede decirnos el semblante de
una
persona.
7. Sólo me resta decir que en este mensaje he
intentado distinguir el mundo
interior
del mundo exterior, y
destacar un aspecto de su dialéctica: el mundo
interior
tiene
que objetivarse, exteriorizarse; y es en la
palabra donde alcanza su más alta y
perfecta
expresión.
Cordialmente,
Francisco Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 93
FONTANILLE 2
Fontanille retoma el
tópico de las relaciones entre percepción y significación
en
estos términos:
«El examen de las teorías del signo
suministra preciosas referencias sobre la
manera en que la
significación toma forma a partir de la sensación y de
la
percepción. En efecto, si se descarta todo lo que, en esas
teorías apunta al
recorte de unidades-signos, queda, sin embargo,
un conjunto de propiedades que
parecen pertinentes en la
perspectiva del discurso, pero que ahora deben
ser
redistribuidas. Éstas son, en consecuencia:
(1) la
coexistencia de dos universos sensibles, el mundo exterior y el
mundo
interior;
(2) la elección de un punto de vista
(mira);
(3) la delimitación de un dominio de pertinencia
(captación);
(4) la formación de un sistema de valores gracias a
la reunión de los dos
mundos que forman la semiosis» (p.
33/32).
¿Qué entiende Fontanille por SENSACIÓN? No lo dice.
¿Qué diferencias existen
entre SENSACIÓN y PERCEPCIÓN? Tampoco lo
dice. ¿Qué relaciones existen entre
ellas? Silencio. Se limita a
afirmar que “la significación toma forma a partir
de la sensación
y de la percepción”, por lo que presupone que el enunciatario
a
quien se dirige comprende y acepta dicha afirmación. Por eso
hablé en
Fontanille 1 de petición de principio: lo que debería
ser la conclusión de una
argumentación se postula como premisa
supuestamente comprendida y aceptada y,
por tanto, no sujeta a
discusión.
En www.monografias.com/trabajos7/sepe/sepe.shtml se
puede leer un artículo
titulado “Sensación y percepción”.
En
http://ceril.cl/P40_agnosia_aud.htm
se puede leer un artículo titulado
“Agnosia auditiva”, en el que
se describen los conceptos de sensación y
percepción y sus
relaciones.
De otro lado, afirmar que tanto el mundo exterior
como el mundo interior son
universos sensibles implica
considerarlos como susceptibles de ser percibidos
por medio de
los sentidos. Volvemos de esta manera a las consideraciones
hechas
en Fontanille 1 en lo que concierne al mundo interior, al
cual Fontanille
asocia “conceptos, impresiones y sentimientos”, a
partir de cuya percepción,
según él, se forman los
significados.
Respecto de la MIRA (visée) y la CAPTACIÓN (saisie), Fontanille ha afirmado
antes que “son las dos
operaciones elementales gracias a las cuales la
significación
puede emerger de la significación”, a las que hay añadir
“dos
condiciones esenciales para que se pueda hablar de
significación discursiva: de
un lado el cuerpo, sede de
percepciones y de emociones, y centro del discurso;
y de otra
parte el valor, los sistemas de valor, sin los cuales
la
significación no tiene nada de INTELIGIBLE” (pp. 32-33/32).
Por tanto, nos
ocuparemos de estos conceptos llegado el momento,
con la esperanza de que nos
ayuden a comprender las relaciones
existentes entre sensación, percepción
y
significación.
Cordialmente,
Eduardo
--
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GLOSARIO DE SEMIÓTICA 94
FONTANILLE 3
Fontanille afirma
que
«Un lenguaje es la puesta en relación de, al menos, dos
dimensiones llamadas
plano de la expresión y plano del
contenido, y que corresponden respectivamente
a eso que hemos
designado hasta el presente por “mundo exterior” y
“mundo
interior”» (p. 33/33).
Algunas páginas después,
añade:
«Se podría, haciendo referencia a una proposición ya
antigua de Greimas (en
Semántica estructural), llamar aún de
otro modo esos dos planos del lenguaje.
El plano de la
expresión será llamado exteroceptivo: el plano del
contenido,
interoceptivo; y la posición abstracta del sujeto de
la percepción será llamada
propioceptiva, porque se trata, de
hecho, de la posición de su cuerpo
imaginario o cuerpo
propio.
El cuerpo propio es una envoltura sensible que determina
de este modo un
dominio interior y un dominio exterior. Por todas
partes donde se desplaza
determina, en el mundo en que toma
posición, una brecha entre universo
exteroceptivo, universo
interoceptivo y universo propioceptivo, entre la
percepción
del mundo exterior, la percepción del mundo interior y la
percepción
de las modificaciones de la envoltura-frontera
misma.
La significación supone, entonces, para comenzar, un mundo
de percepciones,
donde el cuerpo propio, al tomar posición,
instala globalmente dos
macrosemióticas, cuya frontera puede
siempre desplazarse pero que tiene cada
una su forma específica.
De un lado, la interoceptividad da lugar a una
semiótica que
tiene la forma de una lengua natural, y, de otro lado,
la
exteroceptividad da lugar a una semiótica que tiene la
forma de una semiótica
del mundo natural. La significación es,
pues, el acto que reúne esas dos
macrosemióticas, y eso es
posible gracias al cuerpo propio del sujeto de
la
percepción, cuerpo propio que tiene la propiedad de pertenecer
simultáneamente
a las dos macrosemióticas entre las cuales
toma posición” (p. 35/35).
En fisiología, los conceptos de
extero-, intero- y propiocepción designan
diferentes clases de
percepción. He aquí algunas definiciones encontradas en
Internet:
“One of the simplest and most clear-cut classifications
distinguishes among
exteroception, proprioception, and
interoception. Exteroceptors convey
information about the
external environment; examples are receptors in the eyes,
ears,
nose, and skin. Proprioceptors convey information about location
and
movement of different parts of the body; examples are
receptors in muscles,
tendons, and joints. Interoceptors convey
information about internal organs,
such as the heart, lungs,
blood vessels, stomach and intestines, etc.; often,
these
sensations are poorly differentiated as to quality and location, but
deep
pressure and deep pain are common types of interoceptive
experience”.
“The extraction and use of information about
one's environment (exteroception)
and one's own body (proprioception). The external senses -
sight, hearing,
touch, smell, and taste - though overlapping to some extent, are
distinguished
primarily by the kind of information they convey.
Proprioception concerns
stimuli arising within, and carrying
information about, one's own body:
acceleration, position and
orientation of limbs, and so on” (Ted Honderich: The
Oxford
Companion to Philosophy, Oxford University Press
1995).
“Sensory functions can be classified in two main
categories including
exteroceptive and interoceptive
sensitivities. Exteroception is resulting from
physical and
chemical stimuli which originate from the environment,
whereas
interoception is induced by specific one's generated by
the own motor activity
of the organism. Interoception could be
the result of stimuli induced by
skeletal muscles or by visceral
activities, giving to the brain pertinent
messages about the
state of internal environment properties. Vision, hearing,
taste,
olfaction as well as touch, including thermal sense,
cutaneous
nociception and vibratory senses, are corresponding to
exteroceptive sensory
modalities. In contrast, proprioception
which results from the involvement of
specific receptors located
in muscular, articular and tendinous tissues is
devoted to deep
pressure, static labyrinthic, statesthesic (limb position)
and
kinesthesic (limb movements), weight of body, senses. Finally, interoception is
related to visceral sensitivity
including thermal and chemical internal senses
and perception of
bone-muscular nociceptive messages” (Jean-Pierre Ternaux:
Synesthesia: a multimodal combination of
senses).
Resumiendo:
La exterocepción es una clase de
percepción orientada al mundo externo, gracias
a los órganos de
la visión, la audición, el olfato, el gusto y el tacto.
La
interocepción proporciona información sobre las vísceras: corazón,
pulmones,
estómago, intestinos, hígado, vejiga y otras
menudencias.
La propiocepción da cuenta, gracias a receptores
instalados en los músculos,
los tendones y las articulaciones, de
las posturas y movimientos del cuerpo, lo
que hace posible el
control reflejo de la posición y el equilibrio. En un
artículo
del neurólogo Oliver Sacks, “La dama desencarnada”, se encuentra
una
buena información sobre lo que ocurre cuando se pierde la
propiocepción. Lo
pueden leer en la siguiente dirección:
http://www.udc.es/dep/medicina/neurocom_arch/damadesencarnada.htm
Como
se puede apreciar, la exterocepción semiótica (según Fontanille)
es
análoga a la exterocepción fisiológica: las dos tienen que ver
con la
percepción del mundo exterior.
La interocepción
semiótica no corre con la misma suerte. Según Fontanille,
tiene
que ver con la percepción del mundo interior, estando constituido
éste no
por el conjunto de las vísceras, sino por conceptos,
impresiones y
sentimientos, acerca de cuya procedencia no dice
nada.
Finalmente, según Fontanille, la propiocepción tiene a
su cargo la percepción
de las modificaciones de la
envoltura-frontera misma que es el cuerpo propio.
Acerca de la
procedencia (¿exteroceptiva?, ¿interoceptiva?) de
estas
modificaciones, Fontanille tampoco dice nada.
Según
parece, el cuerpo propio, concebido como una envoltura
sensible,
determina un dominio interior y un dominio exterior
gracias a la interocepción
y a la exterocepción, y se percibe a
sí mismo gracias a la propiocepción, lo
que convierte a ésta en
autorreceptiva.
Para rematar, el cuerpo propio, según Fontanille, instala las dos
macrosemióticas cuya existencia
postula la semiótica greimasiana: la lengua
natural depende de la
interocepción y el mundo natural de la exterocepción.
¡Por favor!
¿Cómo es posible que la interoceptividad (percepción de
los
conceptos, las impresiones y los sentimientos constitutivos
del mundo interior
del sujeto según Fontanille) dé lugar a una
semiótica que tiene la forma de una
lengua
natural?
¿Consideran los lectores de Fontanille que esta
concepción es razonable?
¿Consideran que la semiótica gana
conceptual y operativamente con esta
concepción? ¿No sería mejor
explicitar las consecuencias semióticas que se
derivan de la
concepción fisiológica de la percepción? Si el cuerpo propio
es
una envoltura sensible, dicha envoltura estaría constituida
por la vasta y
compleja red de receptores sensoriales extero-,
intero- y propioceptivos (en el
sentido fisiológico) que dan
lugar a las múltiples sensaciones que el cerebro
transforma en
percepciones. ¿Cómo se articula el proceso semiótico con
el
proceso neurofisiológico de la percepción? ¿Hay semiosis en la
percepción?
¿Transforma la semiosis los perceptos producidos por
la percepción en
significantes? ¿Cómo entran en juego los
significados? Y tantas y tantas
preguntas que no se pueden
responder a machetazo limpio.
NOTA SOBRE LA
TRADUCCIÓN:
Fontanille escribe: “nous baignons dans un monde
déjà signifiant, nous en
sommes nous-mêmes partie prenante, et
les perceptions que nous en avons ont
elles aussi une forme
sémiotique” (p. 36). Oscar Quezada Macchiavello traduce:
“nos
bañamos en un mundo ya significante, somos nosotros mismos parte
pregnante
de él y las percepciones que tenemos tienen
también una forma semiótica” (p.
35). Nosotros traducimos:
“estamos inmersos en un mundo ya significante del
cual somos
partícipes, y las percepciones que tenemos de él tienen también
una
forma semiótica”. ¿Por qué PARTIE PRENANTE ha sido traducido
como PARTE
PREGNANTE? ¿Qué tiene que ver la pregnancia en
esto?
Cordialmente,
Eduardo
--
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GLOSARIO DE SEMIÓTICA 95
FONTANILLE
3
Eduardo
Leyendo
tus opiniones recordè La Teorìa de Los Objetos de Abraham Moles
a
quien consultè por su concepto de FRONTERA EPISTEMOLÒGICA y las
"UNIDADES
MÌNIMAS" de percepciòn: PRAXEMAS. Quienes nos
"alineamos" hace veinte años
con Greimas, como Fabio Jurado y mi
persona, por influencia de Gilberto
Gimènez , y Ballòn Aguirre y
Pascual Buxò, trabajamos con la ISOTOPÌA,
buscando explicar el
punto o eje del sentido en esa frontera epistemol`gica
donde lo
exteroceptivo y lo interoceptivo forma una especie de
Hermenèutica
de diversos niveles que se prolonga hacia aspectos
bioquìmicoa de
neurotransmisores y hàbitos y constituyen como
dice Foucault EPISTEMES. En
el àmbito de la Gerencia, Joel Barker
lo resume con el concepto de Paradigma
extraìdo de Kuhn y hasta
habla de la "enfermedad mortal de certeza".
Los seguidores de
Carlos Castaneda utilizan los COMANDOS SINTÀCTICOS para
explicar
lo que Carlos Pereda llamò ANTICIPACIONES. Fìjate como
la
percepciòn puede depender del hàbito en la producciòn de
SEROTONINAS y hasta
dònde el "ver" o "no ver" objetos reales o
virtuales, y construir MUNDOS
POSIBLES es producto de hàbitos
perceptivos que finalmente se "realidades"
IMAGINARIOS, donde lo
teòrico y lo semiòtico, o lo que pensamos que eso es,
tambièn se
produce en una frontera epistemològica o en ejes
de
interpretaciones, donde nos resulta difìcil diferenciar LO
IMAGINARIO y
virtual de lo que nos parece real: LA LÒGICA DEL
FANTASMA...
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 96
FONTANILLE
3
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimado Eduardo:
1. Estoy de
acuerdo contigo en que los conceptos de Fontanille son
confusos.
Creo que una parte de esta confusión proviene de la
incongruencia material que
existe entre los conceptos que mueve
en su discurso. ¿Qué entiendo por
incongruencia material de los
conceptos? Cuando en una esfera determinada del
saber, por
ejemplo,en la Semiótica, se mezclan sus propios conceptos con
conceptos de otras esferas del saber, como por ejemplo, la
Fisiología, la
Psicología
y la Filosofía. Esto ha pasado con
los términos exteroceptivos, interoceptivos y
propioceptivos, que
dicho sea de paso es una clasificación que se hace de
las
sensaciones y no de las percepciones (según Luria). Se
extraen de la esfera de
la Psicología y se emplean sin crítica
previa, sin acomodación y fundamentación
previa, en la esfera de
la Semiótica.
2. Sucede también que muchos semiólogos emplean
excesivas categorías en un
mismo curso de pensamiento, y en vez
de aparecer como un todo ordenado aparece
como un todo
desordenado. Esto se debe a que estos semiólogos dedican muy
poca
parte de su discurso a describir el fenómeno que están
sometiendo a
investigación y
a análisis. La descripción del
fenómeno debe hacerse, además, en términos
observacionales, para
que todo el mundo se haga con una representación precisa
de
lo
que se está hablando, y no en términos lógico abstractos. Hay
muchos
discursos
que dan la impresión de que son los conceptos
y no las cosas los que marcan la
pauta
del devenir
teórico.
3. Las preguntas que Eduardo hace a Fontanille son en
resumidas cuentas dos:
una, ¿cómo se perciben los conceptos, las
impresiones y los sentimientos?,
y dos, ¿cómo están dados, en
términos fisiológicos, los conceptos, las
impresiones y
los
sentimientos para que puedan ser percibidos? Fontanille ha elaborado
el
concepto
de significado con conceptos tomados de la
Psicología y de la Filosofía, y
Eduardo le
pide que se los
aclare. Pero sí son así las cosas, y así parece que son, es
obvio
que
las preguntas de Eduardo no son preguntas que pertenecen a
la esfera de la
Semiología,
sino a las esferas de la
Psicología y de la Filosofía. Por lo tanto, las
respuestas a
esas
preguntas sólo pueden responderse en términos psicológicos y
filosóficos.
4. ¿Cuál es la conclusión anticipada a la que llego
acerca de este debate? Que
lo mejor
para un fructífero debate
es siempre empezar por un mínimo glosario de los
conceptos
que se van a emplear como materia prima en el discurso. En el
caso que nos
ocupa
serían cuanto menos los siguientes:
percepción, concepto, impresión,
sentimiento,
e interior y
exterior. Si estos conceptos no están aclarados, circunstancia
de
la que
se queja Eduardo, no habrá modo de que sea claro el
discurso que se elabore
con
ellos.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 97
FONTANILLE
3
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimado Eduardo:
Eduardo
Serrano me ha planteado la necesidad de que sea más explícito en
la
alusión a Luria, tanto en términos bibilográficos como en
términos de contenido
conceptual. Primero doy los datos
bibliográficos. Para estudiar la psicología
del
conocimiento
sensible utilizo una obra de Luria titulada SENSACION Y PERCEPCION,
BREVIARIOS DE CONDUCTA HUMANA Nº 6, COLECCION DE
PSICOLOGÍA Y PSIQUIATRIA,
editada por EDITORIAL FONTANELLA.
Ahora paso a exponer algunos aspectos del contenido
conceptual de ese texto.
Las sensaciones interoceptivas agrupa
las señales que nos llegan del medio
interno de
nuestro
organismo, las sensaciones propioceptivas nos dan información sobre
la
situación de nuestro cuerpo en el espacio y la postura del
aparato motriz
sustentador,
y por último, las sensaciones
exteroceptivas aseguran la obtención de señales
procedentes del
mundo exterior y crean la base de NUESTRO
COMPORTAMIENTO
CONCIENTE.
Las sensaciones interoceptivas hacen
llegar al cerebro los estímulos
procedentes de las
paredes del
estómago y del intestino, del corazón y del sistema sanguíneo,
así
como de
otros aparatos viscerales. Constituye el GRUPO
MÁS ANTIGUO Y MÁS ELEMENTAL DE
SENSACIONES. Luria destaca a este
respecto algo muy decisivo: las sensaciones
interoceptivas
figuran entre LAS FORMAS MAS DIFUSAS Y MENOS CONCIENCIABLES
DE
LAS SENSACIONES y conservan siempre SU AFINIDAD CON LOS
ESTADOS EMOCIONALES.
(Esta circunstancia no resta nada al hecho
de que estas sensaciones sean de
decisiva
y fundamental
importancia para la práctica médica)
Por último, sólo me resta
invitarles a reflexionar sobre dos aspectos de las
ideas de
Luria: una, que las sensaciones exteroceptivas crean la base de
nuestro
comportamiento
conciente, y dos, que las sensaciones
interoceptivas son las más difusas y
menos
concienciables de
las sensaciones. Por lo tanto, si hablamos de la naturaleza
y
el
origen del significado lingüístico (dando por sentado que
estamos de acuerdo en
que
el lenguaje constituye el nivel más
complejo y profundo de reflejo de la
realidad), es obvio
que
tendrá más que ver con las sensaciones exteroceptivas, que
constituyen la
base
de nuestro comportamiento conciente, que
con las sensaciones interoceptivas,
que son
las más confusas y
menos concienciables de las senciones.
Cordialmente,
Francisco Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 98
FONTANILLE
3
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimado Eduardo:
1. El debate
planteado por Eduardo Serrano sobre las ideas de Fontanille
hace
necesario
que profundicemos más en la naturaleza de la
percepción. La concepción de la
percepción de Arlette Streri,
facilitada por Eduardo, me parece
demasiado
esquemática,
afectada por las nociones de la
informática, y pobre en términos descriptivos.
Recuerden
que
decía que para que hubiera percepción era necesario la participación
de
tres
sistemas: un estímulo que suministrara información,
un receptor sensible a esa
información, y un sistema de
tratamiento de la información.
2. Creo que para los intereses de
la Semiótica es más práctico recurrir a
las
definiciones
elementales proporcionadas por Luria, quien
dice que la sensación es el REFLEJO
DE
INDICIOS SUELTOS DE LA
REALIDAD (manchas de color, sonidos, texturas, olores,
etcétera),
y que la percepción es el REFLEJO DE OBJETOS ÍNTEGROS
(árboles,
casas, sillas, etcétera). Creo que estas definiciones,
sin ir más allá en los
detalles, son
claras y operativas.
Tenemos una manera precisa de distinguir la sensación de
la
percepción y sabemos de cada una de ellas cuál es su esencia.
De todos modos,
mencionaré dos detalles presentes en los
procesos perceptivos para que no
piensen
que no los tengo
presentes: uno, la percepción de un objeto está mediatizada
por
el conocimiento anterior (memoria) que tiene el sujeto sobre
dicho objeto, y
dos,
la percepción de un objeto está
estrechamente vinculado con su nominación.
No obstante, insisto
en que estos dos detalles no menoscaban en lo más mínimo
la
operatividad y esencialidad de aquellas dos elementales
definiciones.
3. Hay otro idea de Luria que también considero
importante para los intereses
de la
Semiótica: los procesos
perceptivos (receptores) vienen determinados por la
tarea
que
tenga planteada el sujeto (hacer una mesa, conocer un ciudad,
interpretar un
cuadro, investigar la semiosis de un cementerio,
etcétera). Es decir, que
dependiendo
de la tarea que tenga que
resolver el sujeto, los procesos perceptivos quedarán
determinado
de una manera o de otra.
4. Paso ahora a hablar de la percepción
bajo el punto de vista de la
fenomenología
o psicología
descriptiva. Primero actuaremos en conformidad con la
idea
normativa de
Luria, cuando nos indicaba la necesidad de
plantear previamente la tarea a
realizar
por el sujeto, para
saber después cómo quedan determinado los
procesos
perceptivos
a poner en juego. Supongamos que la tarea
que le encomendamos al sujeto sea
conocer una casa terrera por
sus cuatro lados. Primero verá el frontis de la
casa,
luego su
lado izquierdo, luego su lado trasero, y por último su lado
derecho.
Para
objetivar más la tarea cognitiva del sujeto, le
pediremos que por cada posición
fija
que adopte delante de la
casa haga una fotografía de la misma.
5. Los aspectos de este
proceso perceptivo que como mínimo debemos
distinguir
son
tres: el sujeto que percibe (el perceptor), el
objeto percibido y el contenido
percibido.
Y la primera
determinación que sale a relucir en este proceso es la
siguiente:
mientras
el objeto percibido (la casa terrera) es
uno y el mismo, el contenido percibido
(los
cuatro lados de la
casa) son muchos y distintos. Si suponemos que el sujeto
rodea
la casa mientras la ve, el número de contenidos percibidos
distintos podría
elevarse
hasta cien o más. Pero para
simplificar el análisis sólo tendremos en cuenta
los
cuatro
contenidos percibidos señalados. Vemos, por lo tanto, que
a la percepción le es
esencial la contradicción
UNIDAD-MULTIPLICIDAD. Esta determinación se
presenta
en
principio del lado del sujeto.
6. Hemos dicho
que la casa en tanto objeto es uno y que en cuanto contenido
es
múltiple. Lo que sucede es que el sujeto no puede ver de una
sola vez los
cuatro lados
de la casa, sino que primero tiene
que ver uno, luego otro, y así hasta
completar los
cuatro
lados. Sale a relucir ahora la segunda determinación presente en
este
proceso
perceptivo, y que tiene que ver con un cambio de
forma (cambio fenoménico) que
se
ha producido en esta
experiencia. Los cuatro lados que en la casa se dan
de
forma
simultánea y conjunta, en el sujeto se dan de forma
sucesiva y separada. Por lo
tanto,
a la percepción también le
es esencial las contradicciones SIMULTÁNE0-SUCESIVO
y
CONJUNTO-SEPARADO. La simultaneidad y conjunción de los lados
del objeto se han
transformado en lados sucesivos y separados. A
esto se llaman cambios
fenoménicos,
a los cambios de forma que
experimentan los objetos del mundo cuando son
percibidos por el
hombre.
7. Sucede después, tras haberse culminado la tarea
cognitiva, que cuando el
sujeto
percibe un solo lado de la
casa (directamente o por medio de una fotografía),
se
representa el resto de sus lados. En este tipo de relación, la
que se da entre
el lado
visto de un objeto y los lados no
vistos pero sí representados, está el origen
de una
buena
parte de los fenómenos semióticos. La esencia del fenómeno semiótico
se
encuentra en la esfera de la psicología, puesto que es el
sujeto quien vuelve
sucesivo
lo que es simultáneo, y separado
lo que es conjunto. Y después de haber hecho
esto,
de volver
sucesivo y separado los lados que eran simultáneos y conjuntos,
los
enlaza
semióticamente, los provee de una nueva unidad.
Creo oportuna señalar que en esta última experiencia el lado
visto de la casa
expresa
la inmediatez de la percepción,
mientras que los lados representados expresan
la
mediación de
la percepción, esto es, la participación de la memoria
o
conocimiento
anterior.
8. Sólo me resta indicar que al
incluir en el análisis la determinación número
siete,
en vez
de tener ante nosotros un fenómeno de percepción puro y simple,
tenemos
un complejo fenómeno semiótico. Por un lado, la
intencionalidad de la percepción
ha sufrido una modificación,
pues ya no se dirige a la casa como lado de la
casa sino
como
signo de la existencia del resto de los lados, y por otro lado,
la
percepción ha quedado enlazada a la representación según
cierto orden y
fundamentación. Es decir,
la percepción de un
objeto en un determinado estadio de desarrollo, a saber,
después
que el sujeto ha culminado la tarea cognitiva, se transforma
en
semiosis.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 99
FONTANILLE
3
Estimado
Francisco:
Me gusta tu sugerencia de volver a Luria porque
es
casi siempre un buen lugar donde volver.
Pero además tu
enfoque de este punto particular tiene
la ventaja de que permite
conectar conceptos teóricos
específicamente semióticos (en la
perspectiva
peirciana de Objeto Dinámico, Objeto Inmediato
y
Ground en la que se pueden inscribir tus
reflexiones)con los
provenientes de otras disciplinas.
Y pienso en particular en la
epistemnología genética
de Piaget y en los estudios de la
psicología
cognitiva.Por eso, y por si alguno no los conoce,
me
permito recomendar dos textos:
ORTELLS, Juan José
(1996) Imágenes mentales, Paidós, Buenos Aires
que ofrece una
recopilación de las diferentes teorías
cognitivas (dualistas y
reduccionistas)sobre la
constitución de imágenes mentales (es
decir, el fruto
último de la percepción)y un viejo artículo
de
ZAVALA, Víctor
(1981) - "El concepto general del
signo", Imagen y
lenguajes, Barcelona, Fontanella
que me
parece todavía válido por recordar el carácter
"construido" de la
percepción haciendo pie en Piaget.
En cuanto a la nominación
como uno de los
condicionantes de la percepción, que remite a la
idea
de que el lenguaje verbal es siempre el mediador de
la
visión (percepción) del mundo - tesis sostenida entre
otros
por Michel Rio - , si bien un tiempo atrás
hubiera adherido sin
reparos a esta concepción, me he
vuelto un poco más dialéctica:
como vos recordás
oportunamente, es la tarea que debe realizar el
sujeto
la que determina (¿condiciona?)los procesos
perceptivos
y creo ahora que esto incide también sobre
la nominación. En
otras palabras, creo que entre la
interacción concreta con el
mundo, la memoria (término
complejo que incluye no solo las
experiencias directas
sino todo el campo de lo ideológico),la
percepción y
las unidades conceptuales del lenguaje verbal hay
un
ir y venir de influencias y condicionamientos
recíprocos
mucho más que una determinación unilateral.
Gracias por tus
aportes y muy felices fiestas para
todos los
semioticians.
Donatella Castellani
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 100
FONTANILLE
3
Estimados miembros de
Semioticians:
Estimados Donatella y Rubén:
1.Volver a
Luria. En verdad mi propuesta no es volver a Luria, sino hacernos
con definiciones elementales y operativas. Si es Luria quien las
proporciona, recurriremos a él. Si es otro pensador quien las
proporciona,
recurriremos a este otro pensador. Es cierto que en
el desarrollo del
análisis de los fenómenos semióticos se llega
a niveles de alta complejidad,
pero esta alta complejidad
alcanzada no debe menoscabar en lo más mínimo la
claridad y la
eficacia de las definiciones elementales.
2.Percepción y tarea
del sujeto. Expresiones como “determinar” y
“condicionar”, por
su alto contenido general, puede llevarnos en ocasiones a
confusiones. El mundo puede concebirse de modo contemplativo o
de modo
práctico. Creo que Luria concibe el mundo de modo
práctico. De ahí que
estudie la naturaleza y función de los
órganos de los sentidos en el marco
de las prácticas sociales.
Su propuesta es que el funcionamiento de los
órganos de los
sentidos no se estudie al margen de la práctica social, esto
es,
en el modo contemplativo. Bajo el punto de vista normativo lo que me
dice Luria es lo siguiente: primero define la tarea del sujeto y
después
estudia como quedan determinados los procesos
perceptivos. Pongo un ejemplo:
la tarea del sujeto será pescar.
Supongo que Luria no me miraría con buenos
ojos y me espetaría:
¡¿no puedes ser más preciso?! Yo agacharía la cabeza y
en plan
obediente le diría: la tarea del sujeto será pescar por la noche a
boya desde un muelle con la mar tranquila. Como el sujeto ha de
pescar por
la noche, le pondrá un luminoso a la boya. Ahora paso
a hablar de algunas de
las determinaciones del proceso
perceptivo presentes en esta tarea. Si pesco
a fondo, el dedo
índice, el tacto, será el órgano de los sentidos dominante
en la
tarea. Si pesco a boya, será la vista el órgano de los sentidos
dominante en la tarea. Sucede, además, que esta tarea tiene unos
componentes
semióticos más pronunciados que los que tiene la
tarea de conocer una casa
por los cuatro lados. Si la boya se
hunde, eso es señal de que un pez ha
picado el anzuelo. Si se
hunde pero al momento retorna a la superficie, eso
es señal de
que un pez se comió la carnada pero no quedó enganchado al
anzuelo. Si el anzuelo no se hunde pero pierdo la carnada, eso
es señal de
que me están picando peces pequeños. Hay muchos más
aspectos semióticos en
la práctica de la pesca dignos de
análisis, pero con estos basta para
nuestro fin. Por lo tanto,
no se trata de que la tarea del sujeto determine
la percepción,
sino que sólo detallando al máximo la tarea que tiene
planteada
el sujeto sabremos como quedan determinados los procesos de
percepción y los proceso semióticos. La totalidad es el pescar,
mientras que
la percepción y la semiosis son partes de esa
totalidad.
3.Imagen mental. Yo distingo entre imagen sensible e
imagen mental. Si hablo
de la imagen sensible de una mesa,
entonces veo mi mesa o hago una
fotografía de la mesa. Si hablo,
por el contrario, de la imagen mental de la
mesa, entonces voy
al diccionario y leo la definición de mesa. Por lo tanto,
los
órganos de los sentidos nos proporcionan imágenes sensibles de
mundo,
mientras que las palabras, en la forma de juicio, nos
proporcionan imágenes
mentales del mundo. Además, en la
percepción el objeto viene dado, mientras
que en la concepción
el objeto lo pone el sujeto por medio de palabras.
4.Percepción y
nominación. A un niño de tres años le señalo la mesa y le
digo
[mesa]. Aquí Se trata sólo de la vinculación de dos vivencias: ver a
una mesa y a un dedo señalándolo, y oír [mesa]. (No se trata de
otra cosa
sino de eso. Insisto en el carácter elemental de las
definiciones que
propongo. Cuando el niño tenga ocho años le
preguntaré: ¿qué es una mesa?
Como por sí solo no puede darme
una respuesta satisfactoria, recurre al
diccionario y lee: (la)
Mesa (es un) mueble compuesto por un tablero
horizontal
sostenido por uno o varios pies y que sirve para comer, etcétera.
En la primera experiencia se ve una mesa y se dice [mesa],
mientras que en
la segunda experiencia no se ve una mesa sino
que se piensa en la mesa. Y la
operación fundamental del
pensamiento es el juicio. Y en todo juicio debemos
distinguir
dos partes: por un lado, el nombre del objeto del concepto (la
mesa), y por otro lado, la expresión nominal del contenido del
concepto
(mueble compuesto por un tablero...). Tanto en la
primera experiencia como
en la segunda usamos la misma palabra
‘mesa’, y con la misma función:
nominar. Pero en el primer caso
la palabra nombra el objeto de una
percepción, mientras que en
el segundo caso nombra el objeto de un concepto.
En el primer
caso se trata de la mesa en tanto objeto particular, mientras
que en el segundo caso se trata de la mesa en cuanto objeto
específico o
general. En el primer caso se trata de la
existencia de la mesa, mientras
que en el segundo caso se trata
del ser de la mesa. Así que cuando afirmo
que la nominación está
vinculada a la percepción me refiero a la palabra en
tanto
nombra al objeto de la percepción y no en cuanto nombra el objeto de
la concepción.
5.Nominación y categorización. Como la alusión
de Rubén López a Eleanor
Rosch fue muy escueta, no me queda
claro que se entiende ahí por nombre y
por producir categorías
(conceptos y por ende, “types”). Así que hablaré del
problema
pero no del enfoque de Rubén López. Permítanme una cita de Hegel de
la Fenomenología del Espíritu: “El contenido concreto de la
certeza sensible
hace que ésta se manifieste como el
CONOCIMIENTO MÁS RICO e incluso como un
CONOCIMIENTO DE RIQUEZA
INFINITA”. Lo que nos dan los órganos de los
sentidos nunca
podrá ser dado por los órganos de los sentidos, sobre todo en
materia de riqueza y variedad de conocimientos. Por el
contrario, lo que nos
dan las palabras no puede ser dado por los
órganos de los sentidos, sobre
todo en materia de
esencias.
Hablemos ahora de los colores. La mayoría de las
personas distinguimos diez
o doce colores y manejamos diez o
doce nombres de colores. Sin embargo, las
personas dedicadas a
la costura y a la pintura distinguen cientos de colores
y
manejan cientos de nombres de colores. Puede suceder que un
determinado
pintor obtiene una nueva variedad de azul que expone
en todos sus cuadros.
Sucede luego que la comunidad delos
pintores queda totalmente seducida por
el nuevo color. Ocurre
después que las empresa productoras de lápices de
colores,
conscientes de la nueva necesidad, producen un lápiz de aquella
variedad de color y le pone el nombre AZUL-ROTÉ (suponiendo que
el
afortunado pintor se llamé Roté). Por lo tanto, pueden haber
colores que
tengan nombres y colores que no lo tengan, pero el
que lo tengan o no lo
tengan depende de la necesidad
social.
(No comprendo como se puede categorizar un color sin que
dicho color tenga
nombre. Creo que aquí, a lo mejor, se confunde
la esencia de un color, el
rasgo que lo caracteriza frente al
resto de los colores, con la
categorización.)
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 101
UMBERTO ECO (1)
Estimados
miembros de Semioticians:
Voy a someter a crítica unas ideas
de Umberto Eco expuestas en su obra
Tratado de Semiótica
General, en la sección 0.8.2 bajo el título ‘La
producción de
instrumentos de uso’. Según confiesa el propio autor a pie de
página, su objetivo es describir al primer ser que elaboró un
comportamiento
semiótico. El hecho que sirve de base a su
elaboración teórica es un
determinado fenómeno antropológico: el
uso de piedras por parte de los
hombres para romper la corteza
de las nueces (frutos de corteza dura). Pero
Eco no describe
este fenómeno antropológico ni mediante análisis descubre su
contenido semiótico, sino que sencillamente se representa
semióticamente el
fenómeno antropológico en cuestión. Dicho de
forma más didáctica: en vez de
dejar que sea el propio hecho
antropológico el que marque la pauta de su
devenir teórico, le
impone a ese hecho y por la fuerza un ropaje semiótico.
Y así
llega a la conclusión de que los utensilios de piedra son
significantes y que su utilidad (su función) es el
significado.
Empezaré por reproducir la primera parte de las
ideas de Eco que someteré a
crítica. “Si un ser vivo usa una
piedra para romper una nuez, todavía no se
puede hablar de
cultura. Podemos decir que se ha producido un fenómeno
cultural
cuando: (i) un ser pensante ha establecido la nueva función de la
piedra (independientemente de que la haya usado tal como estaba
o de que la
haya transformado en una porra puntiaguda; (ii)
dicho ser ha DENOMINADO la
piedra como ‘piedra que sirve para
algo’ (independientemente de que lo haya
hecho en voz alta, con
sonidos articulados y en presencia de otros seres
humanos);
(iii) el ser pensante está en condiciones de reconocer la misma
piedra o una piedra ‘igual’ a ‘la piedra que responde a la
función F y que
lleva el nombre Y’ (aunque no use nunca la
piedra por segunda vez: basta con
que sepa reconocerla, en caso
necesario)”. Iniciaré ahora la crítica paso
por paso.
1. “Si
un ser vivo usa una piedra para romper una nuez...”. Si el
objetivo de Eco es describir al primer ser que elaboró un
comportamiento
semiótico y lo encuentra en el hecho de que un
ser vivo utiliza piedras para
romper frutos de corteza dura,
entonces estamos hablando del hombre de hace
dos millones de
años, donde los instintos todavía desempeñan un gran papel,
el
lenguaje está en sus primeros inicios de desarrollo, y donde nadie
se
comporta de acuerdo con los procedimientos de la Lógica
formal.
2. (i) “un ser pensante ha establecido la nueva función
de la piedra”.
Si Eco no dice cómo el ser pensante ha
establecido la nueva función de la
piedra, poco nos dice. La
palabra ‘establecer’ es tan general que sus
sentidos son
muchísimos. Formulemos la pregunta de otra manera: ¿cómo queda
establecida una utilidad determinada (servir para romper frutos
de corteza
dura) para una o unas piedras determinadas? Barajemos
dos posibilidades. Una
posibilidad: utilizo hoy una piedra para
romper la corteza de un fruto, y la
guardo en un lugar seguro
para usarla mañana con el mismo fin. De esta
manera queda
establecida una utilidad determinada para una piedra
determinada. Y la otra posibilidad: en el lugar donde
habitualmente rompo
los frutos de corteza dura hay muchas
piedras de similares características
que pueden cumplir aquella
función. De esta manera queda establecida una
utilidad
determinada para una clase de piedras determinadas. ¿Cómo ha
quedado entonces establecida la utilidad (la función) de la
piedra? Mediante
las dos experiencias mencionadas, prácticas que
repiten día tras día los
miembros de una misma comunidad, pero
nunca por medio de que un “ser
pensante” lo haya establecido sin
saberse cómo. Además al hombre de aquel
entonces sería más
adecuado denominarlo homo habilis que ser pensante.
3.
“...(independientemente de la hay usado tal como estaba o que la
haya transformado en una porra puntiaguda)" Como la segunda
parte de la
expresión me parece un poco arbitraria la modificaré
un poco:
(independientemente de que la haya usado tal como
estaba o que la haya
transformado en un utensilio más adecuado a
su fin). Aquí haré uso de una
idea de Juan Magariños, de alto
valor normativo y que es una constante en
sus discursos: hay que
analizar un fenómeno semiótico determinado de una
sociedad
determinada en una época histórica determinada. Creo que Eco atenta
contra dos de estas determinaciones. Usar piedras para romper
frutos de
corteza dura es un fenómeno antropológico determinado,
y fabricar un
utensilio de piedra para romper frutos de corteza
dura es otro fenómeno
antropológico determinado. El
descubrimiento de la utilidad de los objetos
de la naturaleza
como herramientas pertenece a una época determinada de la
evolución de la humanidad, y la fabricación de utensilios de
piedra
pertenece a otra época determinada. Por lo tanto, el
fenómeno que investiga
Eco no está determinado como tampoco lo
está la época a la que pertenece ese
fenómeno. Y en ausencia de
esas dos determinaciones, uno puede representarse
el fenómeno
antropológico en cuestión de la manera que quiera. Y así en vez
de rigurosos nos volvemos arbitrarios al enjuiciar los
hechos.
4. “Dicho ser ha DENOMINADO la piedra como “piedra que
sirve para
algo””. Por denominar entiendo poner nombre a las
cosas. Ahora resulta,
según Eco, que el hombre de hace dos
millones de años denominaba a las cosas
por su función, esto es,
por medio de nombres complejos y de proposiciones.
Me cuesta
mucho creer que los nombres de las cosas fueran en su origen
juicios sobre la función de las cosas, y que así a los frutos se
les
denominara “cosas para comer”; a la lanza, “cosa para matar
animales”; a las
piedras de punta roma, “cosas para triturar
plantas”, etcétera. ¿Quién puede
creer que las cosas hayan
ocurrido así? Pienso con total honestidad que Eco
es aquí muy
arbitrario.
5. “...(independientemente de que lo hay hecho en voz
alta, con sonidos
articulados y en presencia de otros seres
humanos)”. Cuando los hablantes de
una misma comunidad utilizan
el mismo complejo fónico para nombrar un objeto
determinado,
dicho complejo fónico se convierte en el nombre de ese objeto
determinado. Así que de lo que dice Eco entre paréntesis no
entiendo dos
cosas: una, cómo puede un objeto adquirir un nombre
sólo mediante el
concurso de un solo hombre, y dos, cómo puede
un objeto adquirir un nombre
que no sea por medio de sonidos
articulados. Digo lo mismo que antes: Eco es
muy arbitrario en
sus afirmaciones.
6. “(iii) El ser pensante está en condiciones
de reconocer la misma
piedra o una piedra ‘igual’ a ‘la piedra
que responde a la función F y que
lleva el nombre Y’”. Creo que
las categorías que mejor responden a este
hecho son necesidad,
medio de satisfacción y modo de satisfacción. El hombre
para
estar vivo necesita entre otras cosas alimentarse. Pero hay objetos
de
la naturaleza que se resisten a ser medios de subsistencia
del ser humano,
como es el caso de los frutos de corteza dura.
Como esta corteza no puede
ser partida con los dientes, el
hombre necesita de una tercera cosa, un
utensilio, para cumplir
el fin que se propone. Así que dada la necesidad de
un utensilio
para romper la corteza dura de ciertos frutos, el hombre busca
en la naturaleza ese medio de satisfacción, y lo encuentra en
las piedras. Y
el modo de satisfacción variará cuando en vez de
buscar la utilidad en un
objeto de la naturaleza fabrica la
herramienta que contenga dicha utilidad.
No se trata, como
mantiene Eco, que hoy cuando veo una piedra la reconozco
como
igual a la piedra de ayer que cumple la función F y lleva el nombre
Y,
sino que hoy, al igual que ayer, necesito romper la corteza
del fruto; y
hoy, al igual que ayer, encuentro en las piedras el
medio para satisfacer
dicha necesidad. Repito la idea: dada la
necesidad busco el medio de
satisfacerla, y no dada una piedra
descubro en ella el medio para satisfacer
aquella necesidad.
(Puedo decir “la utilidad de una piedra” o decir “la
necesidad
que satisface una piedra”, y así me expreso de forma concreta;
mientras que Eco rehuye esta concreción y emplea, en el lugar de
aquella, la
expresión abstracta “función”. Y cuanto más
abstracto es un término más se
puede especular con
él).
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA
102
FONTANILLE
/ LURIA
Chers Sémioticiens, et en particulier Cher Francisco,
Ta
présentation des travaux de Luria, me suggère
quelques
discussions.
Dans un premier temps je me réfère à ce
que tu as dis dans le mail
"Fontanille (3) Perception et
semiosis" du 23/12/02
- Les processus perceptifs dépendent de
la façon dont la tâche à réaliser a
été présentée au
sujet. Et
donc pour bien déterminer ces processus il est
nécessaire de bien
définir et bien analyser la tâche. Ai-je bien compris ???
Si
c'est cela, je ne comprend pas, car généralement le
sujet
effectue une interprétation de ce qu'on lui demande : il y
a de forts effets de
la consigne, que l'on peut difficilement
anticiper ..... Et donc dans ce cas
les processus perçus en
question ne seraient que des processus possiblement
perçus
...
Cela me parait plus scientifique d'élaborer un cadre
d'analyse suffisamment
élaboré sur le plan scientifique pour
permettre de définir ce qui est perçu, et
comment c'est à dire
sous quel effet, sous quel pont de vue, y compris les
effets de
consigne...
- Je trouve intéressante la présentation des deux
contradictions :
simultané-successif d'une part et d'autre part
conjoint-séparé. Je suis
d'accord avec ce qui est dit (exemple de
la maison). Mais il y a une étape
supplémentaire que je trouve
aussi bien à partir des analyses que j'ai faites
sur le dessin (dessin du cube par
exemple) que à partir des
analyses
linguistiques : cette étape correspond au fait que
l'extraction d'un élément,
qui a déjà été intégré avec les autres
dans un tout, demande un réel effort
cognitif, et constitue une
réelle difficulté et en même temps une étape dans le
traitement
cognitif. Ce n'est que l'extraction successives des
différents
éléments du tout et leur organisation en tant
qu'éléments extraits qui me
parait constituer une classe. Mais
sans doute ce que je viens de dire n'est pas
en contradiction
avec ce que tu as dit.
Je vais maintenant me référer au mail
"Fontanille (3) Perception du
28/12/02
Así que cuando
afirmo
que la nominación está vinculada a la percepción me
refiero a la palabra en
tanto nombra al objeto de la percepción
y no en cuanto nombra el objeto de
la concepción.
En
fait cela dépend de la façon dont les choses sont dites.
De plus,
si tu prends en compte la façon de dire, tu peux récupérer le lien
à
l'essence
Por el contrario, lo que nos
dan las
palabras no puede ser dado por los órganos de los sentidos, sobre
todo en materia de esencias.
C'est ce que je veux
expliquer lorsque je donne l'exemple des ficelles :
premier
essai du sujet A
A: Tu croises ( les deux ficelles ) [ ( celle
qui est à ta droite quand
elles se croisent ) tu la passes tu la
passes dans (un trou ) ] après tu
prends ( les deux autres bouts)
et tu fais (un noud )
deuxième essai du même sujet
A: Tu
croises ( les deux ficelles ) tu passes ( le bout qui est à droite
)
dans ( le trou ) tu serres pas trop après tu prends ( les deux
autres
ficelles ) et tu fais ( un autre noud )
dans le
premier essai, la conjonction du croisement des ficelles (qui
constitue la
sous-classe la plus étroite de la classe des ficelles) et de la
formulation
"celle qui est à ta droite tu la
passes ..." permet de dénoter la
ficelle, alors que ce n'est pas
le cas dans l'exemple 2 où la dénomination de
la ficelle est en
position de complément d'objet du verbe, et ne dénote
rien
d'autre que la classe de toutes les positions possibles de
n'importe laquelle
des deux ficelles (car chaque ficelle après un
croisement a des bouts qui sont
à droite et des bouts qui sont à
gauche )
Par contre, dans l'exemple
"tu croises tes ficelles
tu prends la ficelle de droite tu la passes ...", la
dénomination
"la ficelle de droite " qui est en position intermédiaire (sujet
du verbe
"passe" et complément du verbe "prendre") ne
dénote pas une ficelle
particulière, mais définit le représentant
d'une sous-classe de ficelles "les
ficelles qui sont à droite,
mais qui ne renvoient pas toujours à la même
ficelle d'une étape
à l'autre du noeud.
Ces analyses sont issues d'un travail
approfondi d'une part sur Saussure à
propos du dessin (car j'ai
analysé les noeuds à partir du dessin et aussi à
partir du
langage), d'autre part sur les problèmes d'induction, abduction,
déduction, en relation avec les termes conjonctifs et
disjonctifs chez Peirce,
et aussi les notions de "site", de
"terme de départ" et de "repère constitutif"
chez
Culioli.
Amicalement, et surtout BONNE ANNEE à tous, et en
particulier à Juan
Josiane
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 103
UMBERTO ECO (2)
Estimados
miembros de Semioticians:
Empezaré reproduciendo la segunda
parte de las ideas de Umberto Eco. “S1 es
la primera piedra
usada por primera vez como instrumento y S2 es otra
piedra, de
forma, color y peso diferentes. Supongamos ahora que nuestro ser,
después de haber usado por casualidad la primera piedra, con la
que
descubrió su posible función, encuentre otra piedra (S2)
unos días después y
la reconozca como espécimen (token) de un
modelo más general P que es el
tipo (type) abstracto al que
también hay que adscribir S1. Al encontrar S2 y
ser capaz de
incluirla (junto con S1) dentro del tipo P, nuestro sujeto la
considera el significante de la posible función F”. Analizaré
ahora estas
ideas paso a paso.
1. Antes que nada quisiera
detenerme en dos expresiones que pondré en
mayúsculas y que
indica que el ser pensado por Umberto Eco es un ser
contemplativo y no práctico. “...Supongamos que nuestro ser,
después de
haber usado POR CASUALIDAD la primera piedra,
ENCUENTRE otra piedra”. Ni los
hombres ni los animales usan las
cosas por casualidad sino POR NECESIDAD, y
las piedras que
necesitan como herramientas no las encuentran sino que LAS
BUSCAN. Creo que los conceptos de necesidad y de búsqueda
expresan mejor lo
que le sucedía al hombre de hace dos millones
de años, un hombre
eminentemente práctico, que los conceptos de
casualidad y encuentro, que es
más propio de un comportamiento
de vagabundeo o de paseo.
2. “S1 es la primera piedra usada por
primera vez como instrumento y S2
es otra piedra de forma, color
y peso diferentes”. No sé en principio cuál
puede ser el interés
lógico que mueve a Eco a señalar que S1 y S2 son
piedras de
peso, color y forma diferentes. Me hubiera resultado más lógico
que hubiera dicho que S1 y S2 son piedras de peso, color y forma
similares.
Así que no me queda más remedio que pensar que el
motivo de aquella
afirmación es su pretensión de determinar la
utilidad (la función) de la
piedra independientemente de sus
propiedades. Pero resulta que la utilidad
de una piedra para
romper frutos de corteza dura no flota en el aire, sino
que
reside en las propiedades naturales de la piedra. Así que hemos de
preguntarnos: ¿qué propiedades debe tener la piedra para ser
usada con éxito
para romper la corteza del fruto? Por lo menos
tres: una determinada dureza,
un determinado tamaño y una
determinada forma. Así que Umberto Eco comete
aquí dos errores:
uno, no enumerar el mínimo de propiedades naturales que
debe
tener la piedra para cumplir su función (olvidándose, por ejemplo,
de
señalar la dureza y el tamaño), y dos, pretender determinar
la función (la
utilidad) de la piedra independientemente de esas
determinadas propiedades.
Una cosa es afirmar que las
propiedades de las piedras usadas para romper la
corteza de los
frutos no están firmemente determinadas, esto es, que su
dureza,
tamaño y forma se mueven dentro de ciertos límites; y otra muy
distinta es pretender determinar la utilidad de las piedras sin
determinar
sus propiedades. ¿En qué estadio de desarrollo humano
las propiedades de las
piedras usadas para romper cortezas
quedaron firmemente determinadas? Cuando
el hombre en vez de
usar las piedras como cascanueces, fabricó con piedra un
cascanueces. A partir de ese entonces los útiles de piedra
destinados a la
misma función serían muy semejantes en forma,
peso, dureza, tamaño y color.
Si para fabricar un cascanueces
utilizo la misma clase de piedras y le doy
la misma forma, habré
igualado aquellas cuatro propiedades. También por ese
entonces,
aunque de forma embrionaria, en los útiles de piedra ya se
distinguían sus dos partes constitutivas: empuñadura y hoja (o
punta).
3. Hablemos ahora especialmente del color. Los hombres de
hace dos
millones de años partían piedras para obtener
fragmentos afilados. Las
piedras que fueran más fáciles de
tallar (las más quebradizas), y de las que
se obtuvieran los
mejores fragmentos afilados, como, el sílex y el
pedernal,
tendrían unos determinados colores (aspectos cromáticos). Y las
piedras que no fueran fáciles de esculpir y de las que se
obtuvieran
fragmentos no homogéneamente afilados, como la
cuarcita o la calcedonia,
tendrían otros colores determinados.
Así que el aspecto cromático de las
piedras se convierte en
señal de algunas de sus propiedades: quebradiza
frente a
resistente, y filo regular frente a filo irregular. Por lo tanto,
en esta experiencia, en la producción de útiles de piedra, el
aspecto
cromático de la piedra constituye uno de sus contenidos
semióticos. (Me
atrevo un poco con Peirce. Según parece una de
sus ideas es que el objeto
vinculado a un signo es ya un signo.
Lo que yo afirmo, y en el marco y por
lo que nos lleva dicho
esta experiencia, es que lo que hace que el objeto
(la piedra
utilizada para hacer una herramienta) sea un signo en su
componente material, es su aspecto cromático. Así al menos lo es
para este
caso.)
4. Volvamos a Umberto Eco. Su visión del
proceso semiótico es el
siguiente: “un hombre usa una piedra S1
para romper cortezas de fruto. Y
mañana reconoce en la piedra S2
el espécimen de un tipo abstracto P, al
que también adscribe la
piedra S1. Al encontrar S2 y ser capaz de incluirla
(junto con
S1) dentro del tipo P, nuestro sujeto la considera el
significante de la posible función F”. La primera pregunta que
debemos
hacernos es si esto ocurre u ocurrió en verdad, que el
hombre se representa
las piedras como especímenes de un tipo
abstracto, y la segunda, que si
porque esto ocurra, las piedras
especímenes se transforman en significantes
de la función F
(utilidad F). Yo respondo a esas dos preguntas con un no.
Además, ¿cuándo y cómo el sujeto ha constituido el tipo
abstracto P al que
adscribe a S1 y a S2? Eco no lo dice y yo no
me lo imagino.
El fenómeno antropológico seleccionado por
Umberto Eco, el uso de piedras
por parte de los hombres para
romper frutos de corteza dura, es un proceso
de trabajo. De
manera que ahora cedo la palabra a Marx: “Los momentos
simples
del proceso de trabajo son la actividad conforme a un fin (el propio
trabajo), su objeto y sus medios. El medio de trabajo es la cosa
o complejo
de cosas que el hombre interpone entre él y el objeto
de trabajo, y que le
sirve para encauzar su actividad sobre este
objeto. Utiliza las propiedades
mecánicas, físicas y químicas
como instrumentos de poder sobre otras cosas”.
¿No vemos en las
palabras de Marx la exposición de una parte del contenido
semiótico presente en el uso de útiles de piedras? ¿No vemos que
los útiles
de piedras MEDIAN Y ENCAUZAN la actividad del sujeto
sobre el objeto de
trabajo (la corteza dura de ciertos frutos)?
¿No vemos lo sugerente que es,
copiando la forma lógica de
Marx,
la idea de que el lenguaje MEDIA Y ENCAUZA
la actividad del
sujeto sobre el objeto de la percepción? Yo si lo veo.
Ustedes
ya me dirán.
5. Hay otro aspecto más a mencionar. Las piedras se
usan CONFORME AL
FIN PERSEGUIDO por el sujeto. Eco sólo ve la
dimensión objetiva de los
utensilios de piedra, que se usan para
romper la dura corteza de ciertos
frutos, pero no ve la
dimensión subjetiva del útil de piedra, que se usa
conforme al
fin perseguido por el sujeto. Y este aspecto subjetivo presente
en esta experiencia, la conformidad del útil al fin perseguido
por el
sujeto, si tiene naturaleza semiológica. Mientras que el
contenido objetivo
de esta experiencia, la utilidad de ciertas
piedras para romper las cortezas
duras, no tiene naturaleza
semiológica o al menos no la tiene en el sentido
en el que se la
representa Eco.
6. De acuerdo con todo lo dicho parece obvio que
Umberto Eco le impone
la forma de significante al útil de
piedra. No la descubre analizando el
hecho antropológico en
cuestión. Así que su proceder teórico es arbitrario y
no
conforme a ley. Como despedida sólo me resta decir una cosa. Sabemos
que
los significantes lingüísticos están hechos de materia
sonora y sus formas
están elaboradas con un número reducido de
figuras elementales, los fonemas.
Así que en razón debemos
formularle dos preguntas a Eco. Una: ¿de qué
material está hecha
la forma significante del útil de piedra? Y dos: ¿de qué
figuras
elementales está hecha la forma significante del útil de piedra? Eco
no lo dice.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 104
FONTANILLE / LURIA
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimada Josiane:
Respondo a tu
mail FONTANILLE (3) fechado el 03.01.2003.
Josiane dice: « Cela
me parait plus scientifique d`élaborer un cadre
d`analyse
suffisamment élaboré sur le plan scientifique pour permettre de
définir ce qui est percu, et comment c’est à dire sous quel
effet, sous quel
effet, sous quel pont de vue, y compris les
effets de consign ». Tu idea, si
la he entendido bien, es que
cuanto más elaborado esté el plan o la tarea
que le planteamos
al sujeto, mayores posibilidades tendremos de evaluar si
los
procesos perceptivos planteados se realizaron adecuadamente. Estoy
totalmente de acuerdo contigo. Replanteo, de acuerdo con tu
planteamiento,
el problema. Le decimos al sujeto que tiene una
hora para conocer la casa A
por sus cuatro lados. Después
dispondremos sobre la mesa una fotografía de
la casa A junto con
19 fotografías más que corresponden a 19 casas
diferentes. Luego
mezclaremos las fotografías y le pediremos al sujeto que
identifique la fotografía de la casa A. (Es obvio que esta
tarea, si
quisiéramos estudiarla experimentalmente, necesitaría
estar más detallada).
Josiane dice: « cette étape correspond au
fait que l’extraction d’un élmént,
quia dèjá èté intégré avec
les autres dans un tout, demande un réel effort
cognitif, et
constitue une réelle difficulté et en meme temps une étape dans
le traitament cognitif. Ce n’est que l’extraction successives
des différents
éléments du tout et leur organisation en tant
qu’éléments extraits qui me
paraît constituer une clase »
.
Aquí planteas la contradicción entre el todo y las partes. En
concreto
planteas dos tareas al sujeto: una, la extracción de
cada parte o elemento
del todo, y dos, la inclusión y la
conjunción de las partes en el todo. Y
añades que la
organización de las partes extraídas como un todo es una
clase.
También estoy de acuerdo contigo en este punto. La percepción no
puede darnos la casa como todo, sino como partes. Es el concepto
quien nos
da la casa como todo. (Al igual que el nombre nos da
el objeto como uno).
Repito: La visión de los aspectos aislados
de las cosas es obra de la
percepción, mientras que la visión de
conjunto de las cosas es obra del
concepto.
Esta última idea
tuya la veo relacionada con una idea de Luria: “El hombre
no se
limita a mirar los objetos y registrar pasivamente los rasgos de los
mismos. Al DESTACAR y UNIFICAR los rasgos sustanciales, siempre
designa
mediante la palabra los objetos percibidos, los nombra,
y debido a ello
conoce más a fondo sus propiedades y LAS
CATALOGA en determinadas
categorías”. Es evidente el parentesco
que hay entre tus nociones de extraer
e integrar y las nociones
de Luria de destacar y unificar.
Con respecto al tercer punto,
donde planteas el ejemplo de los nudos, no
puedo decirte nada
porque necesitaría más información y estudiar el problema
más a
fondo.
(Aprovecho para agradecer públicamente a Maria de
Sagastizabal por el
trabajo de haberme traducido el mensaje de
Josiane)
En Las Palmas, a 6 de enero de
2003.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 105
ICONO O SEMEJANZA
Estimados
miembros de Semioticians:
Según traducción de Uxía Rivas,
publicado parcialmente el texto originario
en CP 2.281, 285 y
297-230, Peirce dice: “Semejanzas. Las fotografías,
especialmente las fotografías instantáneas, son muy
instructivas, porque
sabemos que en ciertos aspectos son
exactamente como los objetos que
representan”.
Me
gustaría que fuéramos capaces de debatir sólo esta idea, aunque
podamos
incurrir en ciertos errores de visión unilateral. Con
ese propósito formulo
tres preguntas a los miembros de este
foro:
Primera pregunta: ¿no son los imágenes visuales parecidas a
las fotografías
y, en consecuencia, son también iconos o
semejanzas?
Segunda pregunta: Si Peirce afirma que en todo
razonamiento tenemos que usar
una mezcla de semejanza, índices y
símbolos, ¿no está reconociendo, al
incluir la semejanza, la
participación de las imágenes sensibles en los
razonamientos?
Tercera pregunta: ¿cuáles son esos ciertos
aspectos de las fotografías que
son exactamente como los objetos
que representan?
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 106
ICONO O SEMEJANZA
Estimado
Francisco:
No creas que mi intervención agregará claridad a
las inquietudes que
planteas.
(Estoy tentado a decir que el
conjunto de tus preguntas parecen parte de un
razonamiento cuyo
esqueleto no se deja ver)
Solo quería comentar que existe cierto
riesgo en tomar una frase y tratar de
extraer de ella
razonamientos completos y más aún si la frase la escribió
Peirce,
cuyo pensamiento se encuentra en constante evolución.
En cuanto a
pensar si las fotografías no son de algún modo imágenes,
pienso
que todas las fotografías a las que se refiere Peirce son
imágenes (en
cuanto se asemejan al objeto que representan) pero
no todas las imágenes que
conocemos son el resultado de la
fotografía. También pienso que Peirce ha
prestado especial
interés en el modo particular de producción de este tipo
de
imágenes y debido a esto las considera más como índices, pues
requieren
de la presencia del objeto al cual luego hacen
referencia.
Las fotografías (las fotografías a las que se refiere
Peirce) son el
resultado de la emanación del referente -y si
tomamos las salvedades del
caso como ciertos cambios y ciertas
pérdidas- podemos pensar que la
fotografía se presenta como un
análogon perfecto del realidad (Barthes) como
una huella, como un
índice (Peirce). En lo contemporáneo, la intervención de
lo
digital en las imágenes suma nuevas cuestiones sobre el asunto de
la
imagen como resultado de un mecanismo preciso, pero esto no
entra en
colisión con el pensamiento de Peirce, pues el fanerón
de donde la imagen
surge para el sujeto siempre fue
virtual.
Para Deledalle ³Nada es más flexible, más abierto, más
dinámico que la
teoría semiótica de Peirce. Confundir el rigor
formal de sus definiciones
con una descripción empírica mecánica
es cometer un grave contrasentido²
Me fue muy importante la
lectura del primer capítulo, dedicado a Peirce,
del
libro
SINI, C.
1985 Semiótica y filosofía
Buenos
Aires: Hachette
Es igualmente aprovechable y recomendable
la lectura de
DELEDALLE, G.
1996 Leer a Peirce
hoy
Barcelona: Gedisa
Francisco, te mando un fuerte
abrazo
Edgardo Donoso
David Peña 944
S2200FMI
Rosario
Provincia de Santa Fe
República
Argentina
Tel&fax: (54-341) 4559578
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 107
ICONO O SEMEJANZA
Estimados
miembros de Semioticians:
Estimado Edgardo:
(Gracias por
tu respuesta y por tus muestras de afecto.
Recibe tu también de
mi parte un fuerte abrazo)
1. Planteas que existe
cierto riesgo en tomar una frase y tratar de
extraer de ella
razonamientos completos y más aún si la frase la escribió
Peirce, cuyo pensamiento está en constante evolución.
Tengo
un conocimiento muy pobre y superficial del pensamiento de Peirce.
Pero he empezado a estudiar directamente alguno de sus textos,
en concreto
al que me referí en mi mensaje anterior. Si conozco
una casa sólo cuando
están los cimientos y las primeras
columnas, tendré un conocimiento
unilateral de la misma. Pero
este conocimiento unilateral no es un
no-conocimiento. Es
preferible tener un conocimiento multilateral de las
cosas que
tenerlo unilateral, pero he de empezar por tener un conocimiento
unilateral para poder llegar después a tener un conocimiento
multilateral.
Así que acepto que hay riesgos en mi modo de
proceder, pero no hay otra
manera de hacerlo si quiero conocer
por mí mismo el pensamiento de Peirce.
Supongamos que hago
algunas valoraciones y conjeturas sobre el pensamiento
de Peirce
y cometo algunos errores. En tal caso habrá miembros en
Semioticians que teniendo un conocimiento multilateral de Peirce
podrán
enmendar mis errores. Y así avanzaremos todos.
2. La
fotografía como imagen e índice. Amplío el texto de Peirce que
presenté en el mensaje anterior: “4.Semejanzas. las fotografías,
especialmente las fotografías instantáneas, son muy
instructivas, porque
sabemos que en ciertos aspectos son
exactamente como el objeto que
representan. Pero este parecido
es debido a que las fotografías son
producidas bajo tales
circunstancias que están físicamente obligadas a
corresponder
punto por punto con la naturaleza. En este sentido, pues,
pertenecen a la segunda clase de signos, los de la conexión
física”.
Peirce empieza clasificando la fotografía como semejanza
o icono, porque la
fotografía es, en ciertos aspectos,
EXACTAMENTE COMO el objeto fotografiado.
Así que en principio
damos por válido que la fotografía es un icono o
semejanza.
Después sucede que en la siguiente afirmación de Peirce hay
contenida una pregunta: ¿A qué se debe EL PARECIDO entre la
fotografía y el
objeto fotografiado? Y responde: al modo
especial de conexión física que hay
entre el objeto fotografiado
y la fotografía en el momento de su producción.
Podemos decir
entonces que en el momento de la producción, cuya duración es
de
unas milésimas de segundo, la fotografía es un índice, pero después
de la
producción, cuando ya ha cesado la conexión física, y tal
y como existe en
el emulsionante fotosensible de la película
fotográfica, es un icono. Así
que ahora diremos que las
fotografías tienen dos formas semióticas
sucesivas: forma de
índice y forma de icono; pero que la forma de índice es
puramente temporal y deja de ser, mientras que la forma de icono
se
conserva en su ser. También podemos afirmar que en el caso de
la fotografía
la forma de icono logra independizarse en su
existencia de la forma de
índice. No sucede así con las imágenes
especulares, las imágenes producidas
por el espejo. Si quitamos
el objeto reflejado de delante del espejo, la
imagen del objeto
desaparece. Como el espejo no fija la imagen del objeto
que
refleja, su condición de icono es inseparable de su condición de
índice.
3. Después de dicho esto, paso a comentar la cita de
Deledalle: “Nada es
más flexible, más abierto, más dinámico que
la semiótica de Peirce.
Confundir el rigor formal de sus
definiciones con una descripción empírica
mecánica es cometer un
grave contrasentido”.
Estoy de acuerdo en que una cosa es el
concepto de semejanza o icono de
Peirce, y otra muy distinta son
los ejemplos o individualizaciones de ese
concepto. Hay que
ilustrar los conceptos, volverlos sensibles, y para eso se
emplean los ejemplos. No obstante, ante esta diferencia entre el
concepto y
el ejemplo ilustrativo se pueden adoptar dos
actitudes: una, aumentar el
número de ejemplos de ese concepto y
verificar la certeza de su contenido, o
lo que es lo mismo,
aumentar la anchura o extensión del concepto. Y dos,
analizar
uno, dos o tres ejemplos particulares de icono, o lo que es lo
mismo, reducir la extensión del concepto. Este segundo camino es
el que tomo
yo. Pero te diré algo más a este respecto: no sólo
reduzco la extensión del
concepto de Peirce a tres ejemplos,
sino que además quiero indagar su
contenido conceptual y
aumentar su elaboración. ¿Cuáles son esos contenido
conceptuales
que hay en el texto de Peirce? Pues los tres siguientes: uno,
la
fotografía es, en ciertos aspectos, EXACTAMENTE COMO el objeto
fotografiado; dos, entre la fotografía y el objeto fotografiado
hay
PARECIDO; y tres, la fotografía REPRESENTA al objeto
fotografiado. Tengo la
impresión de que los seguidores de Peirce
han incidido sobre todo en uno de
esos contenidos conceptuales,
el hecho de que una cosa representa a otra, y
han dirigido poco
su atención hacia los otros dos contenidos: cuando una
cosa es
exactamente como otra, o cuando una cosa se parece a otra. El
contenido conceptual que más me interesa a mí es este último: EL
PARECIDO.
4. Imágenes cromáticas. La mesa en la que escribo puedo
verla,
fotografiarla y reflejarla en un espejo. De acuerdo con
estos tres ejemplos
podemos afirmar que las imágenes tienen dos
aspectos: el material del que
están hechas y el órgano o
mecanismo que las produce. Bajo el punto de vista
del material
de construcción, la imagen visual, fotográfica y especular son
iguales, todas están hechas de color. Pero bajo el punto de
vista del órgano
o mecanismo que las produce son distintas: el
ojo, la cámara fotográfica y
el espejo. A partir de aquí podemos
llegar a ciertos acuerdos en la
denominación de los hechos
observados: cuando hablamos de las imágenes en sí
mismas, las
llamaremos imágenes cromáticas, sonoras, etcétera, atendiendo al
material del que están hechas. Y cuando hablamos de las imágenes
en tanto
son por medio de otro, las llamaremos imágenes
visuales, fotográficas,
especulares, etcétera, atendiendo al
órgano o mecanismo que las produce.
5. Hablaré, por último, de
una de las diferencias más esenciales, bajo
el punto de vista
filosófico, entre esas tres imágenes. La imagen visual no
es
pública, no es objeto de la percepción ajena, mientras que la imagen
fotográfica y la imagen especular si son públicas. De ahí que
defienda que
en su origen las imágenes cromáticas (por ejemplo,
las pinturas de bisonte
de la Cuevas de Altamira), son la
exteriorización de las imágenes visuales,
una exteriorización
mediatizada, por supuesto, por la mano, la pintura y el
pincel.
(Seguro que habrá mas mediaciones, pero estas que he enumerado son
las más elementales y visibles)
(Espero que hayas visto
algo del esqueleto de mis razonamientos y de los
cuales aquellas
preguntas de mi primer mensaje, como tu bien dices, son
parte)
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 108
BAUDRILLARD
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 109
BAUDRILLARD
Caro Francisco,
No
livro "Handbook of semiotics" (Indiana University Press, 1995)
de
Winfried Nöth encontrarás um bom resumo sobre as contribuições
de
Baudrillard para a
Semiótica.
Atenciosamente,
Afonso Medeiros
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 110
BAUDRILLARD
Baudrillard es un
"picoteador", un francotirador, una especie de mariposa
que salta
entre las flores del psicoanálisis, la sociología, la
semiótica,
la posmodernidad, los estilos, el arte oriental
u.s.w., desde el atalaya
filosófico. Eludiendo aquello que Fabbri
señala en "Niveles semióticos y
eslabones que faltan" de "La
Svolta semiotica" : el tránsito entre nivel
empírico, el
metodológico,el teórico y el epistemológico. Dice Fabbri:
Están
los que hacen descripciones textuales literarias ,
pictóricas etc y - con un
curioso "efecto túnel"- las relacionan
directamente con una hipótesis
filosófica sin pasar por los
niveles intermedios: metodológico y teórico.
Se trata de un
efecto túnel porque al no pasar por todas las etapas que
hay
entre empiria y filosofía, casi siempre se acaba por ilustrar
una hipótesis
filosófica ya conocida, o sea, simplificando mucho,
por no llevar a ningún
incremento de conocimiento.
Si se
quiere justificar una hipótesis filosófica no se preocupen :
siempre
hallaran un texto que, convenientemente escorzado, les
proporcione alguna
cita que podrá servir de ejemplo"
También
debo decir que, es un buen disparador de ideas y muchas
veces
despertó en mi algunas ideas y otras la más profunda ira.
En semiótica es un
peeping hole. Sin embargo, no conozco el libro
del que hablas, Francisco, y
siempre hay que dar otra oportunidad
màs.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 111
BAUDRILLARD
Estimado
Francisco:
Baudrillard no es exactamento un semiólogo (como
tampoco lo fue Foucault),
sino un intuitivo ensayista que,
partiendo primordialmente de la sociología,
se ha convertido en
uno de los máximos exponentes del
"pesimismo"
postmoderno.
Para mí el Baudrillard más
interesante es el de la primera época (finales de
los años 60,
comienzos de los 70) cuando, sin partir de ninugna
ortodoxia
semiótica, alumbró conceptos muy brillantes para
entender el actual
capitalismo, como son "producto-signo" (para
referirse al proceso de
semiotización que va del producto a la
marca y que implica vaciar al primero
de su materialidad para
recubrirlo de la semioticidad de la segunda),
"trabajo de
significación" (para referirse a ese proceso de vaciamiento,
y
que equivale a lo que el marketing como filosofía productivista
ejecuta en
la práctica), la marca como supersigno, etc. Además de
proporcionar una
primera visión del moderno capitalismo de
consumo en su volumen publicado en
1972 "Crítica de la economía
política del signo", donde figura el texto
sobre el que estás
elaborando una crítica.
Quedo pendiente de tu
trabajo.
Un cordial saludo,
Antonio Caro
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 112
BAUDRILLARD
Estimado
Francisco:
Coincido letra por letra con lo que dice Raúl
Barreiros sobre Baudrillard. La
cita del párrafo de Fabbri es
pertinente y sitúa muy bien los recaudos que
debemos tener y que
Baudrillard elije dejar de lado.
Hasta donde yo sé, no
encontré una contribucíon significativa a la Semiótica;
aunque su
mirada cenital sobre varios campos, a veces resulte
inspiradora.
Inspiradora tampoco sé bien de qué; tal vez ayude a
contextualizar algunas
categorías. Como ejemplo, la de signo y su
funcionamiento en el movimiento de la
economía en el libro que
estás analizando y cuyos resultados conoceremos dentro
de un
tiempo, seguramente, si tenemos suerte y no se produce ningún
"daño
colateral" en algún server clave.
Un abrazo
de
Alberto Marani.
PS para Raúl: El texto del que
habla Francisco es un capítulo de "Crítica de la
economía
política del signo", editado en español por Siglo
XXI.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 113
BAUDRILLARD
Estimados
miembros de Semioticians:
Antes que nada doy las gracias a José Afonso,
Raúl Barreiros, Antonio Caro,
Leonardo Gabriel, Alberto Marani y a María
Amalia por informarme acerca de
Baudrillard. Algunos de ustedes me han
pedido cuenta de mis propósitos a
este respecto. Así que paso a
informarles: Todo empezó cuando en este foro
nos informaron de la
celebración del 8 congreso de la AIS/IASS, que tendrá
lugar en París en
el año 2004. En el tema 7 de la convocatoria de este
congreso, titulado “Discurso
crítico sobre la economía política”, se hablaba
de DEFINIR LAS FORMAS
DE UNA ECONOMÍA POLÍTICA DEL SIGNO. Después sucedió
que Antonio Caro y
Marta López hablaron del libro de Baudrillard titulado
“Crítica de la
economía política del signo”. Me hice con ese libro y lo he
estado estudiando. Sufrí una gran decepción. Su literatura me
retornaba al
lenguaje “marxista”, preferentemente de Althusser, del que
yo me alimenté
con gran profusión durante el periodo 1975-1979. En 1982,
después de haber
realizado el servicio militar en Melilla, tiré a la
basura más de cien
libros “marxistas”, de autores franceses, italianos
y norteamericanos
preferentemente, y me dediqué desde ese entonces a estudiar por
mí mismo El
Capital de Karl Marx, y resucité espiritualmente.
No cabe
duda de que el libro de Baudrillard es una reflexión que tiene por
base El
Capital de Marx, pero su desarrollo es pura especulación. El rigor,
la
precisión, el análisis al detalle, y la exposición paso a paso que
observamos
en El Capital, desaparecen en el texto de Baudrillard. Todo
edificio teórico debe elevarse sobre conceptos claros y
distintos, norma
establecida por Descartes hace siglos. Pero en el edificio
teórico levantado
por Baudrillard no se da tal condición, sino todo lo
contrario: reina la
confusión, la oscuridad y la arbitrariedad. Los dos
conceptos que emplea
para levantar su edificio teórico, el de valor de uso
y el de valor de
cambio, no los elabora, se limita a nombrarlos. Pero les pongo
un ejemplo
para que entienda mejor lo que les quiero plantear. Baudrillard,
en la
sección titulada “Más allá del valor de uso”, dice lo
siguiente: “El status
del valor de uso en Marx es ambiguo. Sabemos que la
mercancía es a la vez
valor de uso y valor de cambio”. Escuchemos ahora a
Marx en la página
ochenta y ocho de El Capital: “Si al principio de este
capítulo dijimos que
la mercancía es valor de uso y valor de cambio, ello era,
tomado al pie de
la letra, falso. La mercancía es valor de uso y valor. Se
presenta como lo
que es, una cosa doble, en el momento en que SU VALOR POSEE
UNA FORMA
FENOMÉNICA PROPIA, LA DEL VALOR DE CAMBIO”. Dicho de forma
sencilla: una
cosa es el valor de la mercancía y otra muy distinta es su
valor de cambio.
¿Y qué relación existe entre el valor y el valor de
cambio? Que el valor de
cambio es EL MODO DE EXPRESIÓN O LA FORMA FENOMÉNICA del
valor. La
distinción entre VALOR Y FORMA DEL VALOR es crucial en el
desarrollo de El
Capital.
Para facilitar la comprensión de este problema
vayámonos por un momento al
ámbito de la Lingüística. Si queremos saber
lo que significa la palabra
‘mesa’, recurriremos al diccionario, quien a cambio de
aquella palabra nos
entrega estas otras: ‘mueble compuesto por un tablero
horizontal sostenido
por uno o varios pies,...”. Sobre esta base se
debaten en lucha teórica dos
partidos lingüísticos: por una parte, está
el partido que defiende que el
significado es intrínseco a la palabra ‘mesa’
y que el sintagma ‘mueble
compuesto por un tablero horizontal sostenido por uno o varios
pies,..” no
es más que el modo de expresión o la forma fenoménica de
dicho significado,
y por otra parte, está el partido que defiende que el
significado es
extrínseco a la palabra ‘mesa’, y que el sintagma ‘mueble
compuesto por un
tablero horizontal sostenido por uno o varios pies,...” es
quien determina
de modo externo su significado. Esta diferencia que se da
entre el
significado de una palabra y su expresión por medio de otras
palabras es
análoga a la diferencia existente entre el valor de una
mercancía y su
expresión por medio de otras mercancías.
Todo esto me
ha llevado a comprometerme con el siguiente plan de trabajo, y
que me
llevará su tiempo:
1. Exponer de manera clara, paso por paso, con su riqueza
de detalles,
el primer capítulo de El Capital, donde se expone la
transformación de la
mercancía en dinero.
2. Llamar la atención sobre
el hecho de que el noventa por ciento de
las cuarenta y cinco páginas de
dicha lección trata del análisis de LAS
FORMAS DEL VALOR, desde su forma más simple y fortuita, la que
se da en el
trueque, hasta la forma deslumbrante del dinero. (Creo
honestamente que una
crítica del signo dinero en la actual etapa de
globalización capitalista de
la economía, debe incluir una explicación
del ser y la naturaleza del
dinero)
3. Llamar la atención sobre el hecho
de que el valor de cambio o
relación de cambio entre las mercancías es una
RELACIÓN DE EXPRESIÓN, esto
es, una relación semiótica. (Esta relación de expresión ha
sido interpretada
especulativamente por Rossi Landi y Eco como una relación
de significación)
4. Una vez expuesta esta lección, que procuraré que sea
corta aunque
clara, someteré a crítica el texto de Baudrillard titulado
“Más allá del
valor de uso”, que creo será suficiente para demostrar
el carácter
especulativo del discurso del filósofo francés.
Cordialmente,
Francisco
Umpiérrez
En Las Palmas. 7 de abril de 2003.
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 114
BAUDRILLARD
Francisco:
Ya
que estàs expulgando el "edificio teòrico" de J Baudrillard,
te
recomiendo leer o releer la maravillosa obra de T. Veblen: La teorìa
de
la clase ociosa.
que -personalmente- creo que lo ha
inspirado en mucho màs que el exiguo
capitulo que le
dedica.
saludos,
roxana
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 115
BAUDRILLARD
Caro Francisco e
membros de Semioticians,
Embora não seja absolutamente um
especialista na obra de Baudrillard,
concordo com a análise que
fazes sobre a "Critica da economia política do
signo". Sobretudo
se considerarmos "O Capital" de Marx, tal como esclareces
no
texto abaixo.
Como no item 2 de teu texto revelas a
necessidade de empreender-se um estudo
sobre a natureza sígnica
do dinheiro no atual estágio do capitalismo
globalizado, talvez
te interesse um livro publicado aqui no Brasil:
"Capitalismo
e Mundialização em Marx" de Alex Fiuza de Mello.
Trata-se de uma
obra que procura em Marx algumas bases para possíveis
análises
dos fenômenos da globalização (embora não seja um
estudo
semiótico).
Se te interessar, posso
providenciar.
Atenciosamente,
Afonso
Medeiros
Belém (Amazônia, Brasil) 9 de abril de
2003
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 116
BAUDRILLARD
Francisco:
Continuo con mi aporte y te sugiero
visitar el siguiente enlace. Si bien es
un texto que no lei pero
considero que puede ser util en tu discusion.
Formas de vida
y producción de subjetividad
Trabajo inmaterial
Maurizio
Lazzarato y Antonio Negri
En formato pdf:949 kb
http://www.rebelion.org/libros/TrabajoInmateria011202.pdf
Lic.
Leonardo Gabriel Sosa
http://periodismo_digital.blogspot.com/
Jujuy
-
Argentina
GLOSARIO DE SEMIÓTICA 117
VERDAD
E IDEOLOGÍA