Jesús Amaya
Poeta
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Al otro lado del silencio
(de PincelyPluma)

 

«¿Dónde llevaréis
a este Quijote muerto?»

Si yo hubiera declarado
lo que el amor libre me exigía
la trabajada y sufrida libertad
me habría hecho más dichoso.

Cada vez están más firmes
el canto y la muerte en mi garganta.
Ya no soy nada. No puedo más
y aquí me quedo.

¿Dónde llevaréis a este Quijote Muerto,
acorralado en sus pesares, perdido y solo?
Llevadme al mar donde nació la vida
que ya siento heridas de muerte
y muero sangrando con los labios abiertos
hasta desgarrarme.

Echadme junto a las rosas blancas
que mi aire ya no huele bien
y mi luna no es blanca sino negra.

Sembradme en tierra virgen
que ya no soporto el dolor de estar vivo.

¡Ay, tanta pobreza
engendrada en días de hambre y noches sin sueño!

¡Ay, tanto dolor
asfixiante ante mis flores vacías!

¡Ay, mi alma cargada de pena!
¡Ay, mi alma arrasastrando la esperanza!

¡Vida mía, vida mía
que mi canción no la siento!

¡Vida desgarrada, vida desgarrada
mi flor blanca ha muerto!

Busco el centro de mi vida,
la verdad ante la que no cambie,
la estación del amor perpetuo
donde el sueño, mi aliado,
toque la libertad.

«La Media Luna»

La Luna,
la media Luna
como mi vida.
Silencio y miedo.

La Luna,
la media Luna
como mis sueños.
Amor, te quiero.

La Luna,
la media luna
como mi boca quieta.

La Luna,
la media Luna
como mi historia,
sin remedio.

«El Marinero y la Sirena»

Oigo la sirena que llama al amor
en el mar profundo de tus ojos.

Como marinero sediento te busco.
Tu boca me conforta con tus besos.

Un silencio, profundo, de pasión
nace al unir nuestros cuerpos.

Fluye el cielo entre nuestros labios,
singular y eterno, como ola de luz y de fuego.

¡Oh amor humano que purificas la carrera de la vida
y atrofias las perezosas espinas de los cardos!

Tu llamada cambia el curso de mis días,
apasiona mi alma y modela mi rostro.

Aislado del mundo y de mí mismo
te amo en este silencio.

Oigo la sirena que llama al amor
en el mar profundo de tus ojos.

«Dime, hatillo»

Dime.

Amor hermano, dime.
¿Qué quieres?

Abre el día
y trae la alegría.

¡Abre los brazos, amor al viento!
¿Qué quieres?

Dí, al unirte a mi pecho:
¡la alegría conmigo va!

Dime.

¡Vámonos lejos!

«Una llamada»

Una llamada,
te necesito.
Tengo que vivirte.
Te quiero.

Una canción,
cierro los ojos.
No te dejo salir.
Te quiero.

Una flor,
tu,
como luz atrapada en el color.
Te quiero.

Una lágrima,
la inmensidad del mar en tus ojos.
Te quiero.

Una boca,
mi vida se come tu vida.
Te quiero.

 

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