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Febrero
10
LIMITANDO LOS SENTIMIENTOS ANSIOSOS
Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros. ( 1
Pedro 5:7).
Pensemos que estas
buscando la voluntad de Dios para cierta dirección, y tu crees que El te ha
dirigido para hacer ciertos planes. El problema es que sigues preocupado salgan
como tu lo esperabas. Cuando me enfrento a esta situación, trato de seguir seis
pasos descritos abajo para limitar mis sentimientos ansiosos.
Primero, establece el problema. Un problema bien establecido ya está medio
resuelto. El estado ansioso de la mente, la gente no puede el bosque por los
arboles. Pon el problema en perspectiva. ¿Va a durar por la eternidad? El
peligro en este punto es buscar consejo mundano. El mundo está plagado de magos
y adivinos que te prometen increíbles resultados. Su apariencia te pueden
sorprender. Pueden tener una apariencia cautivante. Pero están en bancarrota de
carácter. ¡Evítalos!(Salmos 1:1).
Segundo, separa los hechos de lo que asumimos. El hecho es que no sabemos lo va
a suceder mañana, podemos asumir, y usualmente asumimos lo peor. Si lo que
pensamos se acepta como verdad, llevaras tu mente a unos limites de ansiedad.
Por esto debes separar lo que piensa de los hechos.
Tercero, determina
que tienes el derecho o habilidad para controlar. Eres responsable por todo
aquello que puedes controlar, y no eres responsable por todo aquello que no
puedes controlar. No trates de arrojar tu responsabilidad sobre Cristo; El te
la va a devolver.
Cuarto, haz una
lista de todo aquello que está relacionado a la situación que esta bajo tu
responsabilidad. Cuando la gente no asume su responsabilidad, se vuelven
buscando una cura temporaria para su ansiedad, como comer, TV, sexo o drogas.
Quinto, una vez que has cumplido con tu responsabilidad, busca alguna manera de
ayudar a otro. Volviendo tu atención fuera de ti y ayudando a otros no solo
estas haciendo cosas que te gustan, sino que atrae a la gente y a ti mismo con
una paz interior.
Sexto, el resto es
responsabilidad de Dios, excepto por tus oraciones de acuerdo con Filipenses
4:6-8. Así que asume tu responsabilidad, y hecha tus ansiedades sobre Cristo.
Señor, ayúdame a
reconocer la diferencia entre la responsabilidad y la ansiedad, ponla en el
lugar que corresponde.
Abraham
Hidalgo
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