PUERTO
MONTT 1899
En su edición
de 1899 el "Anuario Hidrográfico de Chile" , antigua
revista de la Armada de Chile, publicó una crónica
titulada "Puerto Montt". Su autor era el Capitán de
Fragata Roberto Maldonado que al mando de la Cañonera "Pilcomayo",
había realizado una larga y acabada
exploración por costas de las provincias de Llanquihue y Chiloé.
En parte del texto describe a la ciudad de esta
forma:
"Con una población
de 3.500 habitantes el caserío es regular y pintoresco, con edificios
de 1 y 2 pisos, pintados de colores claros, con un estilo especial y sencillo
que halaga a la vista. Su planta está distribuida en manzanas
de 50 mts. por lado y con calles de 20 mts. de ancho que se ven aseadas.
Hay además una bonita plaza rodeada de plantas exóticas que
constituyen el mejor paseo de la ciudad".
Una breve reseña
de sucesos y anécdotas ocurridas en Puerto Montt, durante
el último año del siglo XIX, se leen
a continuación. Han sido redactadas en base
a la lectura de los periódicos: "El Reloncaví",
"La Alianza Liberal", "El Yates" y "El Llanquihue", que circulaban
en aquel tiempo.
El inicio del último
año del siglo XIX fue alegremente celebrado. A medianoche
la banda del Club Musical "Loreley", recorrió las calles céntricas
tocando escogidas piezas de su repertorio, mientras que algunas embarcaciones
surtas en la bahía dispararon salvas para asociarse a los
festejos. Lamentablemente un fuerte aguacero cayó sobre la ciudad
obligando a la gente a dirigirse con premura
a sus casas en donde esperaba el baile, abundante bebida
y exquisitas comidas, propias de la festividad.
En una crónica
publicada a fines de junio, "El Llanquihue" describe el desordenado comportamiento
de los puertomontinos de antaño:
"En las fiestas de los
santos rara vez dejan de ocurrir desgracias personales a consecuencias
del abuso de los licores espirituosos que durante ellas se
hace.
En el barrio Cayenel
- el día de San Juan - dos cuñadas se mechonearon
de lo lindo. Una fue machucada hasta hacerle ojos azules, despretinada
y desvestida en plena calle. La otra fue arrastrada de las mechas por el
suelo y por largo trecho hasta que tuvo que pedir auxilio".
El invierno de 1899
se presentó con gran crudeza. Bajas temperaturas, fuertes vientos
y abundantes precipitaciones fueron una constante. En la noche del 25 de
julio las calles céntricas de la ciudad fueron inundadas debido
a una torrencial lluvia y la subida inusitada de la marea. Los primeros
pisos de las viviendas fueron invadidas por las aguas ante la desesperación
de sus propietarios. Las personas ancianas manifestaban que no tenían
recuerdo de un fenómeno parecido. Como no hay mal que por bien no
venga a la mañana siguiente la marea baja dejó
al descubierto una extensa playa y en ella se pudo
ver a decenas de mujeres, hombres y niños mariscando.
Todos se retiraron con sus canastos llenos
de tacas, navajuelas y otros mariscos.
El siglo XIX
terminó con un suceso inusual para Puerto Montt. Al anochecer
del 31 de diciembre se produjo la fuga de 7 reos de la
cárcel, ubicada en calle Rengifo frente a la calle San
Martín. Según testigos los prófugos subieron
el cerro colindante y atravesando los fundos vecinos huyeron por
el camino que conduce a la localidad de Alerce. En las pesquisas
realizadas por los guardianes de policía, solamente fue capturado
uno de los prófugos.
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