Balance provisional del Sínodo de Europa

Responde el cardenal Paul Poupard, presidente delegado en la asamblea

 

CIUDAD DEL VATICANO, 12 oct (ZENIT).- Los delicados engranajes del Sínodo europeo han superado su primera fase. El calendario de las sesiones ha llegado a la fase operativa, tras la larga serie de intervenciones ante la asamblea general. Ahora los participantes en el Sínodo se reúnen a puerta cerrada para discutir cara a cara las propuestas que han emergido.

El cardenal Paul Poupard, presidente delegado del Sínodo, ha hecho un balance provisional de este Sínodo a los micrófonos de «Radio Vaticano». En su análisis, pone de manifiesto, ante todo, cómo lo registró la relación del cardenal Rouco Varela, que «todo se ha focalizado sobre el tema mismo del Sínodo: "Jesucristo en la Iglesia, esperanza para Europa"».

«De Oriente y Occidente --explica el purpurado francés, quien es también «ministro» para la Cultura de Juan Pablo II--, ha habido gente que ha insistido particularmente en la descripción de la situación. Era obvio, necesitábamos saber más sobre la experiencia vivida en las diferentes Iglesias. Pero también nos hemos proyectado hacia el futuro y, ahora hemos llegado al momento clave. Según el dinamismo del Sínodo, el relator terminó planteando preguntas: "Y, ahora, qué es lo que tenemos que hacer". Tenemos una semana para responder de manera precisa, en los diferentes grupos lingüísticos, a esta pregunta: ¿qué es lo que estamos haciendo? No podemos salir de este Sínodo repitiendo algo que es totalmente cierto, "Jesucristo viviente en la Iglesia, fuente de esperanza para Europa". Hay que ir más lejos y preguntarse: ¿Cómo tenemos que reaccionar? ¿Qué tenemos que hacer para que esto se pueda transmitir, de manera especial a las nuevas
generaciones, en vísperas del gran Jubileo del año 2000?».


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