AGUIRRE: LAS INNOVACIONES PEDAGÓGICAS DEL PSOE HAN CONDENADO A TODA UNA GENERACIÓN A LA IGNORANCIA

Madrid. A. de Grado


La ministra de Educación acusó ayer a los Gobiernos socialistas de haber propiciado el descenso de la calidad de la enseñanza en nuestro país. «Al confundir igualdad con igualitarismo, el resultado ha sido el descenso generalizado del nivel de conocimientos de los alumnos, ya que la única manera de igualar a todos es bajando el listón», afirmó Esperanza Aguirre en el transcurso de una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI.

La ministra recordó que el PSOE dispuso de trece años para poner en práctica su política educativa, con un balance que, a su juicio, «arroja más sombras que luces». «La LODE –dijo– está impregnada de un fuerte doctrinarismo dogmático. El artículo 20 reconoce que la planificación realizada por la Administración debe estar subordinada a la libertad de elección por parte de los padres. Sin embargo, la aplicación que se llevó a la práctica dejó un margen muy limitado a las familias para escoger el colegio o instituto que creían más adecuado».

Luego se refirió a la LOGSE. «La columna vertebral que se implanta es la comprensividad. Expresa la utópica pretensión de que todos los alumnos, hasta los 16 años, tengan que estudiar juntos lo mismo y tengan que alcanzar los mismos niveles de conocimiento», manifestó la ministra. De ahí que «al confundir igualdad con igualitarismo, el resultado ha sido el descenso generalizado del nivel de conocimientos de los alumnos ya que la única manera de igualarlos a todos es bajando el listón de conocimientos que deben superar».

En su opinión, «sólo España ha permanecido ajena durante los últimos años a lo que en otras naciones es un clamor: no puede condenarse a una generación a la ignorancia por muy sugerentes que sean las innovaciones pedagógicas que se hayan establecido como alternativa al estudio y al esfuerzo de cada alumno».

Aportó dos datos significativos, adelantados en su día por ABC: España ocupa el puesto 31 tras un estudio internacional realizado en 42 países sobre los conocimientos matemáticos de sus escolares; el 25 por ciento de los alumnos catalanes con 15 años no comprende bien lo que lee, según otro estudio del Laboratorio de Lectura de la Universidad de Gerona.

«El empobrecimiento de los planes de estudio –aseguró– es un hecho que se puede constatar dentro de la grave crisis a la que se ha conducido a la enseñanza pública».

Esperanza Aguirre comenzó su conferencia reafirmándose en su principios ideológicos. «Para mí, un socialista o un intervencionista –y los hay de derechas o de izquierdas– es el que cree que el Estado puede decidir mejor que los individuos sobre las cuestiones que le afectan. En cambio, un liberal es aquel que piensa que nadie mejor que cada individuo sabe qué es lo que le conviene a él y a su familia».

En este sentido, la ministra explicó que el modelo educativo que propugna el PP se basa en principios como el de la recompensa al esfuerzo y al mérito individual, el predominio del Saber sobre la Pedagogía, la confianza en la capacidad de cada individuo o familia para elegir aquello que más le conviene y la legitimidad que la sociedad democrática atribuye a las autoridades académicas para ordenar las normas de convivencia en un establecimiento escolar.

 

Socialistas en colegios privados

Se mostró por tanto orgullosa del decreto que amplía la libertad de los padres para elegir colegio, del que dijo, «está pensado, principalmente, para aquellos que no tienen medios suficientes para enviar a sus hijos a colegios privados». En este momento de la intervención, la ministra no pudo ser más contundente: «Está claro que, con las normas del PSOE, los que tenían medios llevaban a sus hijos al colegio que querían. Los que no los tenían, al que les tocara. Muchos altos cargos socialistas no han dudado en eludir el colegio público que les correspondía, y llevaban a sus hijos a selectos colegios privados, lo cual es un caso de hipocresía desconcertante en un partido que presume a diario de preferir la enseñanza pública».

Se refirió a continuación a los problemas de la calidad de la enseñanza en nuestro país, que, en su opinión, debe medirse no a través de los medios materiales, sino por los resultados, por lo que los alumnos aprenden, en definitiva. «Lo importante –afirmó– es qué se enseña y cuánto de ello se aprende». Recordó que el Ministerio ha encargado la elaboración de una diagnóstico sobre el sistema educativo español que se traducirá en una amplia reforma de los planes de estudio que sacarán de su actual arrinconamiento a las Humanidades.

 

Garantizar la cohesión nacional

Afirmó también que el proceso de transferencias de la educación no universitaria a las Comunidades Autónomas deberá ser abordado como una oportunidad para aumentar la calidad del sistema educativo. «Hay que asegurar a todos los estudiantes de España un substrato de enseñanzas medias comunes, que impidan la pérdida de valores y referentes compartidos, que garanticen la indispensable cohesión nacional».

Denunció por último «la insistencia tan machacona como mendaz» que utiliza la oposición socialista para acusar al PP de perjudicar a la enseñanza pública, «lo cual –añadió– no es más que un intento de enmascarar el deterioro al que las leyes y prácticas del anterior Gobierno han llevado a nuestra enseñanza pública».

La ministra criticó el «lugar común» de atribuir en exclusiva a los Gobiernos de izquierda el avance de la Instrucción Pública en España. «Se silencia que quien logró la plena escolarizacion en la enseñanza básica y obligatoria fueron los Gobiernos de UCD (1977-1982)». En este sentido, recordó que con los Pactos de la Moncloa se construyeron más de 1.200.000 puestos escolares en todo el territorio nacional.

 

ABC, Madrid, 27 de mayo de 1997


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