DESCRIPCION DE JAPON, EN CARTA DE FRANCISCO MANRIQUE (1588)

 
        "El julio de (15)84, que avía acabado mi ofiçio en la dicha provinçia (de Filipinas), salí con un conpañero a procurar poner en obra lo que se nos mandava, y con los tienpos rezios anduvimos por la mar más de 25 días perdidos; y a la postre nos hallamos en Japón en el reino de Firando, donde estuvimos dos meses y más esperando viaje. En ese tienpo procuré entender la tierra y las cosas d'ella. La cual es muy mayor toda en sí que España, y muy al vivo con ella*, qu'está en 34 grados. Tiene invierno y verano. Ay mucha plata y muy buena y otros metales. Tiene quinze reinos, y uno d'ellos enperador, que confirman los demás, los cuatro d'ellos ya cristianos, y por no aver quien los ponga en orden, no lo son ya todos.

        Es muy abundante de todas las cossas. Tiene muchas vacas, venados, puercos mansos y de monte, liebres, faisanes los canpos llenos, que vale uno seis maravedís, muchas gallinas mansas, trigo, çevada, arroz y otras semillas muchas en abundançia, frutas peras de muchas maneras buenas, durasnos, albérchigos, castañas, nuezes, bellotas, melones y mucha uba negra pequeña todos los canpos llenos, que benefiçiadas a nesseçidad se podría dezir missa con el vino d'ellas, el cual se bebe bien; hay mucho vino de tierra bueno, todo tan barato, que quinze panes de trigo de casi de media libra, blanco y bueno, valen un real; 27 libras de vaca sin hueso, un real; una vaca, çinco o seis reales, y aún es cara.

        Ay mucho pescado muy barato, y muy buen trato con la gente de la tierra, espeçial con el rey y su padre. La gente es muy linpia y pulida en su trage, muy belicosa y valiente y armada de todas armas y buenos arcabuzes, lanças, catanas, que cortan a un hombre de un golpe, arcos,  flechas, murriones y pecho y espalda. Los cavalleros christianos tienen sus casas muy linpias y muy lindas, sus armas como los españoles. Tienen muchos cavallos, aunque pequeños. Están muy prontos a ser todos christianos, si oviera quien les oviera predicado y predicase. Los que lo son, son buenos christianos a lo que pareze, y sin serimonias".

                Francisco Manrique, prior y vicario provincial de la Orden de San Agustín, 1588.
 
 

*    Muy al vivo: muy parecida.