"HAY UNA MANERA DE
EDUCAR A LOS HIJOS DE LOS SAMURAI"
Hay una manera de educar a los hijos de los samurai. En su infancia se ha de favorecer su bravura y evitar darles miedo frívolamente o burlarse de ellos. Si una persona se ve afectada por la cobardía cuando niño, queda una cicatriz para toda la vida. Es un error de los padres que, sin reflexionar, hagan temer a los niños los relámpagos, los sitios oscuros, o contarles cosas terroríficas para provocar sus lloros. Más aún, si un nino es reñido severamente se volverá tímido.No debe tolerarse que se formen malos hábitos. Después que se ha formado un mal hábito, aunque se reprenda al niño, ya no mejorará. Para cosas tales como el hablar correctamente o tener un buen comportamiento hay que volver gradualmente al nino consciente de ello. No dejéis que el niño conozca la avaricia.
Otra cosa más, si tiene una naturaleza normal, se desarrollará siguiendo el camino que se le marque.
Otro punto más a tener en cuenta es que si los padres tienen una mala relaci6n, el niño no tendrá sentimientos filiales. Esto es natural. Incluso los pájaros y las bestias se sienten afectados por lo que ven en el momento de nacer. Por lo tanto, las relaciones entre padre e hijo se pueden deteriorar debido a la inconsciencia de la madre. Una madre quiere a su hijo por encima de todas las cosas y será parcial con él cuando es corregido por el padre. Si se vuelve una aliada del niño, tal cosa sembrará la discordia entre el padre y el hijo. Debido a la estrechez de su mente, una mujer ve a su hijo como el sostén de su vejez.
Yamamoto Yosho. Hagakure. Breviario del Samurai. c. 1710