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LAS CONCORDANCIAS REVERSIBLES Fisg�n: Antes de referirnos al tema de hoy, quiero, apreciado Profe, congratular a dos columnistas del diario El Pa�s, Alvaro Burgos Palacios ("Campana") y Jos� V. Arismendi C.(" Catalejo"), quienes en recientes art�culos destacaron la importancia que reviste el manejo adecuado del idioma, labor en la que nosotros estamos empe�ados desde hace mucho tiempo. Profe: Apruebo esa moci�n de aplauso, congraciador amigo. Para entrar en materia, dir� que la concordancia se puede entender como un medio gramatical que refleja la conexi�n interna existente en una oraci�n, ya sea entre un sustantivo y un adjetivo, o entre un verbo y su sujeto. Fisg�n: En virtud de la concordancia, �qu� relaci�n gramatical se establece entre dichas palabras? Profe: El sustantivo y el adjetivo mantienen una igualdad de g�nero y n�mero. Por ejemplo : un presidente viajero; una ministra viajera. El verbo y su sujeto establecen una igualdad de n�mero y persona. V. gr. Un presidente viajero conoce m�s los problemas internacionales, que los de su propia naci�n. ( Hay coincidencia en tercera persona del singular). Fisg�n: A pesar de que la concordancia es aparentemente un asunto sencillo y claro, son muchas y numerosas las anomal�as que se comenten contra ella, tanto en la lengua hablada como en la escrita. Profe: En la mayor�a de los casos, las fallas son ocasionadas por una "falta de ignorancia", en lo atinente a la gram�tica de nuestra lengua. Fisg�n: Rafael Lapesa afirma que: "Nuestros escritores del Siglo de Oro no sent�an por el rigor gramatical, una preocupaci�n tan escrupulosa como el que ahora se exige; las incongruencias del habla pasaban con m�s frecuencia a la lengua escrita". Para muestra este ejemplo: "Andaba el asturiano comprando el asno donde los vend�an (Cervantes) Profe: Es oportuno anotar que hay discordancias deliberadas, con el fin de producir determinados efectos sicol�gicos y estil�sticos. Tal es el caso de las "concordancias reversibles": el sujeto y el predicado pueden intercambiarse, sin que se altere el sentido original. Por ejemplo: Un factor importante de violencia es (o son) los actos corruptos de nuestra clase dirigente. Los actos corruptos de nuestra clase dirigente son (o es) un factor importante. En estos casos, prima el inter�s que tenga el hablante por uno u otro elemento (sujeto o predicado). Fisg�n: Entonces, las concordancias reversibles nada tienen que ver con echar marcha atr�s, como puede parecer a primera vista. Recuerdo ahora una frase de Mohandas K. Gandhi, apropiada para el momento : "La paz es el camino" o "El camino es la paz ". Profe: A veces nos dirigimos a un sujeto singular con el verbo en plural, para obtener un efecto estil�stico deliberado, ya sea con el inter�s de participar en un acto o evento, de solidarizarse con �l, o porque se tenga una intenci�n ir�nica. Por ejemplo, al referirnos a una sola persona le decimos: �c�mo vamos? �Conque �sas tenemos? Fisg�n: Muchas veces tambi�n, se utiliza la discordancia deliberada cuando alguien pretende eludir la responsabilidad que le compete por una acci�n u omisi�n, involucrando a otros en el acto doloso. Tal ocurre cuando, por ejemplo, alg�n pol�tico dice: �La embarramos!, a pesar de �l haber sido el �nico culpable. Profe: Las concordancias reversibles me trajeron a la memoria el caso de los "pal�ndromos": palabras o frases que se leen igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda. "D�bale arroz a la zorra el abad". "Anilina". Fisg�n: Es lo mismo que sucede con el "capic�a": un n�mero que es igual le�do al derecho o al rev�s: 1331. En el juego del domin�, es el modo de ganar con una ficha que puede colocarse en cualquiera de los dos extremos. Profe: Bueno, jacarandoso Fisg�n, toquemos a retirada. Tomemos, por hoy, las de Villadiego. Hasta pronto. |
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