Septiembre 2 de 2001
Disparates y Dislates
LA PREPOSICI�N �A� EN EL COMPLEMENTO DIRECTO
PROFE: He notado, estimado Fisg�n, que los periodistas locales tienden a eliminar la preposici�n �a�, antes del complemento directo que representa a una persona o cosa personificada.
FISG�N: Ya Argos hab�a comentado que dicha supresi�n es la norma general hoy en Espa�a. Lo mismo plantea Mar�a Moliner en su Diccionario de uso del Espa�ol. Esta tendencia, sobre todo, ocurre antes de los nombres geogr�ficos que sirven de complementos directos: �Descubra Espa�a�; �conozca Barcelona�; visite Colombia�.
PROFE: Eso es cierto en relaci�n con los nombres geogr�ficos, como usted lo dice. Pero, la gram�tica es muy clara al establecer la obligatoriedad de la preposici�n �a�, cuando el complemento directo es un ser animado, o una cosa personificada. All� no hay excepciones ni titubeos que valgan: Salud� a tu hermano; Don Quijote amaba a Rocinante; no he visto a nadie; conozco a alguien; no quiere a ninguno; adular al pol�tico; convencer al pueblo.
FISG�N: Me adhiero completamente a ese dictamen. Todos los idiomas del mundo tienen su sintaxis propia, es decir, una forma peculiar de organizaci�n de los elementos oracionales: todos los periodistas y comunicadores sociales tienen la obligaci�n de conocerla. Bueno, Profe, en aras de la claridad, explique a nuestros lectores qu� es un verbo transitivo; qu� es un complemento directo.
PROFE: Con gusto, intercesor amigo. Verbos transitivos son aquellos que admiten el complemento directo: sobre lo que recae directamente la acci�n verbal; es lo hecho por el verbo. En la oraci�n: �El ni�o comi� los dulces�, los dulces son las cosas comidas y, por lo tanto, el complemento directo de comi�. Es lo comido.
FISG�N: Si el complemento directo representa una cosa, no lleva preposici�n: Le� un libro. Comprar� una casa. Vi tu carro.
PROFE: Eso es correcto, inquisidor amigo. Voy a citar algunos de los disparates que he pillado �ltimamente:
�La ni�a conoc�a asesino�. (La ni�a conoc�a al asesino)
�El cadete que quem� su superior y sus ilusiones�. (El cadete que quem� a su superior)
�Fiscal�a captur� paramilitar�. (La Fiscal�a captur� a un paramilitar)
�Sea buen compa�ero; lleve un amigo�. (Lleve a un amigo).
�Nunca subestime un cliente�. (Nunca subestime a un cliente)
FISG�N: Recuerdo, Profe, que en lat�n los distintos complementos del verbo se expresaban por medio de desinencias o terminaciones especiales para cada uno: acusativo(directo); dativo(indirecto); ablativo(circunstancial). Pero en el espa�ol, como se perdi� la declinaci�n latina, el uso de las preposiciones ha venido a sustituir a los casos mencionados.
PROFE: Tambi�n es conveniente usar la preposici�n a, en el complemento directo que expresa cosa, cuando se presenta el riesgo de ambig�edad, o doble sentido: �tripas llevan pies, que no pies a tripas�.
FISG�N: El complemento directo no puede preceder al sujeto, si uno y otro pueden llegar a confundirse entre s�. Tal es el caso de oraciones como: el entusiasmo vence la dificultad; el arenal desvi� la corriente; la alegr�a vence la tristeza.
PROFE: En esos casos, si colocamos delante los complementos directos, �stos pasar�an a ser sujetos, y viceversa: la dificultad vence el entusiasmo; la corriente desvi� el arenal; la tristeza vence la alegr�a.
FISG�N: La soluci�n, para este problema, consiste en usar la preposici�n a, delante de los complementos directos: el entusiasmo vence a la dificultad; el arenal desvi� a la corriente; la alegr�a vence a la tristeza.
PROFE: De ese modo, podr�amos invertir el orden de los elementos, sin afectar la funci�n sint�ctica: a la dificultad(complemento directo) vence el entusiasmo(sujeto). Merced a este recurso idiom�tico, la lengua espa�ola ha podido mantener una flexibilidad sint�ctica poco com�n en las lenguas modernas.
FISG�N: Bueno, Profe, ya aqu� nos despedimos de nuestros lectores. No olviden visitar nuestra p�gina en Internet: w.w.w.professionals.at/disparates