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10 de enero de 2000

Disparates y Dislates


Remembranzas del siglo XX
 

Fisg�n: Ya en los albores del siglo XXI, es conveniente y necesario que hagamos un balance no s�lo de nuestra actividad period�stica, sino tambi�n de lo que ha sido su actividad docente durante el postrer milenio, bienquisto Profe. �Aprueba la moci�n presentada?

Profe: Temporalmente, es provechoso hacer un alto en el camino para analizar nuestra vida, nuestros actos, nuestros logros, nuestras fortalezas y debilidades: en suma, nuestro debe y nuestro haber. Por lo tanto, arr�e las velas, capit�n.

Fisg�n: Esta casa period�stica nos abri� sus puertas el 7 de agosto de 1995 y publicamos nuestra primera columna: "Plural de sustantivos derivados del lat�n". As� comenzamos esta grata labor did�ctica, que tantas satisfacciones nos ha prodigado.

Profe: Durante 54 meses hemos batallado, cual quijotes, contra los molinos de viento de los disparates y dislates. El benepl�cito que nos han exteriorizado nuestros lectores es el mejor acicate para continuar, sin desmayos, nuestra labor.

Fisg�n: Adem�s, nuestras columnas pueden ser consultadas tambi�n en nuestro sitio web: www.fortunecity.com/victorian/palette/281/index.htlm. All� aparecen las publicaciones desde el 01 de junio de 1998.

Profe: Es interesante anotar que Espa�a es el pa�s que m�s nos ha consultado, seg�n las estad�sticas NedStat. Le siguen, en orden descendente, Colombia, Inglaterra, EE.UU., M�xico, Argentina, Per�, Brasil y Suecia.

Fisg�n: En nuestros correos electr�nicos hemos recibido consultas desde remotos lugares: Kosovo, por ejemplo. De este modo, hemos establecido contacto con un n�mero considerable de lectores, tanto en Colombia, como en el exterior.

Profe: En estos momentos de a�oranzas, es preciso recordar la "Oda a la lengua castellana", del mejicano Horacio Z��iga:

"�Oh lengua castellana, sublimemente hermosa,
m�s clara y m�s profunda que el agua melodiosa
que escurre entre las felpas del valle virginal!
�Oh lengua que, con manos radiosamente bellas,
plasmaron, en sus regios aduares, las estrellas
con nieves de plumajes y gasas de copal!

Fisg�n: �Qu� sitio del Cali viejo recuerda usted, Profe, con grato cari�o?

Profe: Quiero hacer remembranza de un sitio sencillo, acogedor, donde se hace recordaci�n de amigos y circunstancias sucedidas. Me refiero a la peluquer�a "P�o XII", ubicada en el barrio Nueva Granada, cuyo propietario es el famoso Gabriel Guarnizo. All� han "perdido su fuerza" cientos de "paisanos", desde hace m�s de 35 a�os.

Fisg�n: �Cu�nto hace que usted ejerce el sagrado ejercicio de la docencia, Profe? Creo que usted es ya un veterano en esas lides.

Profe: As� es rememorativo amigo. Al t�rmino del milenio cumplo 40 a�os de ejercicio magisterial. Empec� mis labores en el colegio Villegas; luego, las prosegu� en el colegio P�o XII y en la Normal de Varones. A partir de 1970 me dediqu� a ejercer la docencia en los �mbitos universitarios: Univalle, Javeriana, Santiago de Cali, Unilibre, San Buenaventura, Icesi.

Fisg�n: �Usted ha tenido m�s puestos que un bus, experimentado amigo! Yo creo que la capacidad de su memoria ya est� copada con los nombres de tantos disc�pulos a los que ha iniciado en el gusto por el idioma.

Profe: Y faltan datos de otros municipios y de otras instituciones p�blicas y privadas, a las cuales les he brindado mis servicios. Bueno, Fisg�n, terminemos esta recordativa pl�tica con un caluroso saludo de a�o nuevo para todos nuestros lectores, para todo el personal de este peri�dico y para todos los colombianos que se sienten orgullosos de hablar bien el idioma espa�ol.

Fisg�n: Profe, me hizo desentra�ar recuerdos. Nunca podr� olvidar que el a�o de 1991 y durante seis semestres hasta 1994, asist� como alumno especial a cursos de Espa�ol en la Universidad del Valle. Fue usted quien me encauz� en estas, para m� muy gratas, actividades idiom�ticas. Usted adem�s desenterr� esa inquietud que hab�a tenido sus ra�ces, muchos a�os atr�s, en el Seminario de Popay�n. No s�lo me ense�� a inquirir sino a fisgonear, capacidad que me persigue y acompa�a persistente. Gracias apreciado Profe. Yo tambi�n, a gran honra, me puedo contar entre sus disc�pulos.


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