Septiembre 23 de 2001
Disparates y Dislates
Las Preguntas Complejas
� No podemos esperar hasta que el mundo cambie ni hasta que vengan nuevos tiempos que nos hagan cambiar a nosotros, ni esperar que llegue la revoluci�n y nos arrastre en su nueva carrera. El futuro somos nosotros mismos. Nosotros somos la revoluci�n�.( Beatrice Bruteau )
FISG�N: Me parece, Profe, que es importante hablar sobre las preguntas complejas, o sea, aqu�llas a las que no es posible responder con un directo � s� � o � no �. Los interrogantes de este tipo suponen que ya se ha dado la respuesta a una pregunta anterior, la cual ni siquiera ha sido formulada.
PROFE: Son preguntas aparentemente simples, pero en las cuales hay otras impl�citas; por lo tanto, mediante ellas se manipula una entrevista o un interrogatorio. Esta mala pr�ctica se ha difundido, como la mala hierba, en las entrevistas de radio y televisi�n.
FISG�N: En los discursos pol�ticos y en las indagatorias judiciales, tambi�n se formulan preguntas complejas, con el fin de confundir o, incluso, de acusar a las personas.
PROFE: Por ejemplo, muchas veces se formulan preguntas como �stas:
1. � Ha abandonado usted sus malos h�bitos ?
2. � No cree usted que la extradici�n debe ser aprobada ?
3. � No le parece que debe seguirse la pol�tica del desarme ?
4. � Hasta cu�ndo vamos a tolerar la intervenci�n extranjera en nuestros intereses nacionales ?
5. � C�mo cree usted que el pa�s puede salir de la bancarrota actual ?
Tales preguntas suponen que se ha respondido � s� � o � no � a las siguientes interrogaciones previas, a pesar de no haber sido planteadas:
1. � Ha tenido usted malos h�bitos ?
2. � Debe ser aprobada la extradici�n ?
3. � Debe seguirse con la pol�tica del desarme ?
4. � Hay intervenci�n extranjera en nuestro pa�s ?
5. � El pa�s est� en bancarrota ?
FISG�N: S�lo en una ocasi�n escuch� que un pol�tico prominente rechaz� abiertamente la formulaci�n de una pregunta compleja, hecha por un periodista, y le critic� la forma de hacerla.
PROFE: Cualquiera de los personajes entrevistados, mediante las preguntas complejas ya citadas, podr�a haberle argumentado al entrevistador:
1. � Qui�n le dijo a usted que yo ten�a malos h�bitos?
2. � Por qu� dice que yo no soy partidario de la extradici�n?
3. � Qui�n le dijo que yo me opon�a al desarme?
4. � En qu� momento dije que hab�a intervenci�n extranjera?
5. �Cu�ndo afirm� que el pa�s estaba en bancarrota?
FISG�N: A prop�sito de las entrevistas, es conveniente recordarles a nuestros lectores que en la edici�n XXI de 1992, el DRAE aprob� el empleo de los t�rminos intervi� ( entrevista ) e interviuvar ( entrevistar ). Por extensi�n, aunque no lo registra, el interviuvador ser�a el entrevistador. Y otro detalle importante, el sustantivo ' intervi� ' es ambiguo, esto es, se puede decir el o la intervi�. Pero se usa m�s como femenino: � la intervi� �
PROFE: La mayor�a de las veces se abusa en el uso del pronombre sujeto. Este es redundante y se emplea s�lo para dar �nfasis, o para evitar alguna ambig�edad posible, en cualquier clase de oraciones. En dichos casos, el pronombre sujeto puede anteponerse o posponerse al verbo, en las interrogaciones:
� Yo necesitaba ese dinero ? o � Necesitaba yo ese dinero ? (�nfasis).
FISG�N: Las oraciones de duda y posibilidad pueden tambi�n ser formuladas como interrogativas, para acentuar su car�cter:
�Ser�n ellos? �Te gustar�a volver?
PROFE: En tales casos, el empleo del adverbio � no �, al principio o al fin de la oraci�n, puede indicar que se espera o se insin�a una respuesta afirmativa:
�No ser�a mejor renunciar? Estar�a loco, �no?
FISG�N: �No ser� mejor terminar ya? Seguiremos nuestra pl�tica, la semana pr�xima. Chao, Profe.