Según ciertas investigaciones llevadas a cabo por nuestra redacción, el atentado que sufrió el actual presidente del gobierno, José María Aznar por parte de la ETA pudo ser falso y organizado por él mismo como colofón a la estrategia de acoso y derribo empleada por el PP para derrocar a Felipe González.

No tenemos más que retrotraernos a 1996 con el PSOE aun en el poder, recibiendo continuos ataques por parte del PP que le acusaba de todo lo imaginable, corrupción política, corrupción económica, fraudes y amiguismos en Hacienda, escándalos con empresarios sobre la financiación ilegal...

De todo ello nos enteramos gracias a la gran cantidad de millones con que el PP untó a las cadenas de TV privadas que nos bombardearon un telediario tras otro con toda esta suerte de noticias incriminatorias que crearon la famosa "crisis" gracias a la cual el PP consiguió de manera absurda el adelanto de las elecciones. Y digo absurda porque si hoy nos paramos a pensar y miramos hacia atrás vemos claramente los hilos de los hábiles titiriteros que manejaron la opinión pública a su antojo en el episodio de manipulación más obvio y vergonzoso de nuestra joven aunque achacosa democracia.

Bien, como iba diciendo, J.M. Aznar bombardeó a la opinión pública a través de los medios de comunicación y consiguió crear el ambiente buscado de "hay que ver qué mal gobierno tenemos" entre los ciudadanos.

En ese momento (cosa asaz sospechosa) se realizaban semanalmente encuestas sobre la popularidad de los dos partidos mayoritarios, y el PP fue poco a poco subiendo escalones, y el PSOE a su vez bajándolos. Empezó a hablarse (a instancias del PP, por supuesto) de elecciones anticipadas, y una nueva inquietud a nivel popular nació a raíz de ver las encuestas cada diez minutos en Telecirco o en Antena 3 Eran las Cruces del Gólgota, secundadas en menor medida por las públicas y las autonómicas.

Esta inquietud era el mensaje subliminal "elecciones-anticipadas". La encuesta fue, "si se realizaran elecciones anticipadas, ¿quién ganaría?"

Y todos empezamos a ser conscientes del término "elecciones anticipadas".

El Gran Hermano José María continuó moviendo los hilos de la enorme marioneta Opinión Pública, que a pesar de su tamaño, o quizá gracias a éste, es la más fácilmente manejable de todas, pero las encuestas no le daban aún la mayoría y jugó la carta definitiva en política en nuestro país: ser objeto de un atentado de la ETA.

Está demostrado que todo politicucho que es atacado violentamente por la ETA aumenta su popularidad en un doscientos por cien. Así que en un expeditivo acto de desesperación por llegar al poder, Aznar fingió su propio magnífico atentado de la ETA... del que, por supuesto, salió ileso.

¿Cómo si no se explica que la ETA, una asociación de profesionales del crímen, falle un atentado contra un pez tan gordo cuando no ha fallado ningún otro contra peces más pequeños?

Seamos serios. Si la ETA hubiese querido de verdad eliminar a Aznar, habría colocado ciento cincuenta kilos de amonal bajo su coche y hoy día Aznar estaría bajo tierra junto con las casi novecientas personas que este grupo armado ha asesinado. Por otro lado, ¿cómo se explica que la ETA ataque al jefe de la oposición al gobierno, cuando nunca había atacado al presidente del gobierno, ni tan siquiera había mostrado nunca el más mínimo interés en los políticos del gobierno... hasta que comenzó la era Aznar?

No lo olvidemos: ataque de la ETA= popularidad en las urnas.

¿Está la ETA al servicio del gobierno español? ¿Por qué han abandonado las armas...durante la era Aznar, dejando a este como el líder histórico que hizo a la ETA dejar las armas, o sea, haciéndole el favor político más grande que le podían hacer precisamente al partido al que supuestamente más odian?

Algo huele mal en la política española.